16.4.06

Telefilosofía

Sólo por el placer cristiano de sentirnos mal, más presente que nunca para el 79 % de los peruanos en esta su Semana Santa, démosle una mirada a esta noticia aparecida ayer en Expreso: uno de los programas más sintonizados de la televisión alemana es conducido por un célebre filósofo.

Y no es que el versátil pensador se desdoble de tal modo que se reformule a sí mismo en un personaje televisivo con el nivel mental de un frijol canario, como suele ocurrir entre nuestros conductores de la tele.

No. Este tipo persevera tercamente en la inteligencia, y hace, en efecto, un programa destinado, cada semana, a responder una compleja pregunta filosófica y armar un debate a partir de dicho proceso. Mismo Raúl Romero.

Imagen: Platón y Nietzsche en la pantalla chica.

1 comentario:

Gustavo Faverón Patriau dijo...

ESTA ES LA NOTICIA DE EXPRESO:

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Filósofo alemán Peter Sloterdijk proyecta con éxito sus ideas a través de la TV

Los intelectuales y la televisión

¿Dónde comienza la mentira en la política y a partir de qué punto es peligrosa? ¿Cuánto de verdad necesita y aguanta una democracia? ¿Cuán sinceros pueden ser los políticos? ¿Qué panorama tiene un político en campaña electoral al decir la cruda verdad y presentar planes concretos sobre recortes presupuestales?

Preguntas como estas nos planteamos aquí y también en Alemania, pero allá son tema de fondo de talk shows conducidos por filósofos. Y es que ahora estos no sólo se sientan detrás del escritorio a producir textos para la esfera académica, sino que tienen sus propios programas de televisión y dialogan en torno a preguntas tan actuales como las mencionadas líneas arriba.
Dos veces por semana el televidente disfruta de las conversaciones inteligentes de Peter Sloterdijk, Rüdiger Safranski y sus invitados, quienes se reúnen en el programa “Das Philosophische Quartett” (“El cuarteto filosófico”) para debatir sobre temas que giran en torno al amor, la economía, la política, el ser y otros aspectos de la vida cotidiana.

Peter Sloterdijk es el filósofo alemán vivo de mayor trascendencia e influencia de nuestra época. Nacido en Karlsruhe, a los 59 años ha logrado establecer un nuevo paradigma en la filosofía contemporánea y es, además, buen conocedor de las ventajas de los medios de comunicación con los cuales alcanza a un público que está más allá de los ámbitos académicos.
Estudió filosofía, germanística e historia en las universidades de Múnich y Hamburgo. Su trabajo “Crítica de la razón cínica” fue uno de los libros de filosofía más vendidos en el siglo XX. En 1998 publicó el primer libro de su gran trilogía, “Esferas I. Burbujas”, en el que concluye que el individualismo moderno no tiene base sólida. En “Esferas II. Globos” Sloterdijk aborda la historia del mundo político, tomando como punto de partida la complejidad que representan los pueblos y las instituciones civiles, religiosas, y políticas.

Como todo filósofo que se respete, Sloterdijk cuenta con seguidores y oponentes en el mundo. En 1999, durante las “Jornadas de Elmau” sobre Heidegger y Lévinas surgió el famoso “escándalo Sloterdijk-Habermas” a raíz de un malentendido de su ponencia por parte de los periodistas. La conferencia tuvo como aspecto de fondo la deducción de la humanitas, “poniendo el acento en sus aspectos de lógica de medios y de lógica gramatical, y la revisión histórica-antropológica del motivo heideggeriano del claro del bosque (la inversión parcial de la relación entre lo óntico y lo ontológico)”*, lo que, de acuerdo a sus propias afirmaciones, fue bien entendido por los expertos, pero mal entendido por los periodistas, quienes luego se encargaron de armar el escándalo demostrando así la “capacidad explosiva de las descontextualizaciones”.

Para Sloterdijk el “amansamiento humanístico” del hombre a través de la lectura obligada de textos canónicos está mostrando su fracaso ante la sociedad de la información y ante el empobrecimiento intelectual de las masas, quienes tienen a las nuevas tecnologías de comunicación como medios “amansadores”; este humanismo fracasado, según sus postulaciones, se revela además como una técnica para alcanzar el poder.
Decidido a proyectar sus reflexiones más allá de los ámbitos académicos y llegar a todo ciudadano “de a pie”, el filósofo toma el “toro por las astas” e incursiona en la televisión. Desde el 2002 dirige cada domingo “Das Philosophische Quartett”, emitido por la cadena de televisión alemana ZDF y retransmitido por el canal 3SAT.

En la televisión Sloterdijk se mueve “como pez en el agua”. En cada programa, siempre acompañado de Safranski, tiene como invitados a dos especialistas del tema que aborda y entre los cuatro hacen que el fin de semana sea interesante y entretenido. Las nociones filosóficas son complicadas, pero el buen manejo del lenguaje de los medios permite que sean de acceso a los televidentes. Pensar que un programa de televisión con contenido filosófico puede ser aburrido es un error. Y es que Sloterdijk, robusto, de pequeños ojos azules que traslucen una mirada inteligente y tranquila, posee un fino sentido del humor y mira la filosofía con optimismo. Ello hace de él un personaje mediático que sabe entretener y a la vez plantear reflexiones profundas a su público. Él y Safranski demuestran que se puede entretener y hacer pensar.
Por su parte, Rüdiger Safranski, filósofo, periodista y miembro de la Academia Alemana de la Lengua y Narración, es responsable de que las vidas de Schopenhauer, Nietzsche y Heidegger se conozcan en los diferentes continentes. Sus biografías han sido traducidas a diez idiomas.

“Wieviel Wahrheit braucht der Mensch? Über das Denkbare und das Lebbare”, es el título de uno de sus trabajos que en 1990 concitó la atención del mundo académico; y es, precisamente, el tema de fondo de su más reciente programa.

Con ello se demuestra que el aporte de la televisión a la formación del ser humano no es un sueño o ilusión, sino parte de lo real y concreto del mundo de hoy. Los intelectuales en la televisión pueden demostrar que la llamada “caja boba” es también el medio ideal para reflexionar sobre la complejidad de la vida y sobre la esencia misma del ser.


JACQUELINE OYARCE

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*SLOTERDIJK, PETER. “NORMAS PARA EL PARQUE HUMANO”. MADRID, SIRUELA, 2001.