22.7.10

Más de Allende y Eltit

Los comentarios de Pinto y Subercaseaux

En la cocina literaria chilena siguen volando ollas y platos: la periodista y escritora Elizabeth Subercaseaux le lanza la sartén al crítico Rodrigo Pinto quien, a mi juicio, la sigue teniendo por el mango: El tema es el mismo: las candidaturas de Isabel Allende y Diamela Eltit al Premio Nacional de Literatura de Chile.

Subercaseaux apoya la nominación de Allende; Pinto la de Eltit, aunque se concentra sobre todo en argumentar en contra de la primera, más o menos en la misma línea de aquello que escribí hace unos días: Allende, dice Pinto, es autora de novelas malas y facilongas, escritas en la huella de un realismo mágico a la García Márquez, pero desescamado, doblemente edulcorado y sin mayores expectativas artísticas.

Subercaseaux, básicamente, ha dicho y repetido que la literatura de Allende es notable, honda, estremecedora, valiente, y que como tal ha sido recibida en todo el planeta, motivo por el cual se la estudia en las mejores universidades del mundo y se le otorga premios en las cuatro esquinas de la tierra. También ha dicho que Allende tiene "una estatura moral e intelectual" que ningún otro chileno ostenta "en la actualidad" (comentario que debería ponerle los pelos de punta a todos los chilenos).

Es problemático, claro, que los argumentos de Subercaseaux se refieran exclusivamente a la recepción de Allende en el extranjero y ni siquiera atiendan a qué se dice sobre Allende, con qué razones se la corona, de qué manera se la estudia, sino apenas al hecho mismo de que exista una recepción numerosa y extensa en el mundo académico y el comercial. Parece que en Chile también hay quienes sólo pueden medir la calidad de lo propio en función de cuánto se habla sobre ello en otros países.

Curiosamente, cuando Pinto se apoya en las observaciones de un lector extranjero, el antropólogo italiano Francesco Varanini, crítico literario de oficio que muchas cosas ciertas ha dicho sobre el progresivo vaciamiento de sentido del realismo mágico latinoamericano en los últimos veinte años, la respuesta de Subercaseaux es cuestionar la validez de los argumentos de un italiano que "se da el lujo de mirar nuestra literatura desde su excéntrica perspectiva, que debe ser muy interesante para sus amigos y las personas que lo conocen en la casa a la hora del desayuno".

¿Total? ¿Si un académico americano o un editor italiano glorifican la literatura de Allende, Subercaseaux afirma que en ello se halla la prueba de que la literatura de la autora chilena es notable, seria y atendible. Pero si un académico italiano argumenta algo en contra de los herederos de García Márquez, entonces sus razones son inválidas precisamente (y únicamente) porque provienen de un extranjero?

(Observación: así suele trabajar el patrioterismo: las opiniones extranjeras positivas sobre lo nuestro nos halagan y se vuelven nuestros argumentos; las negativas las rechazamos violentamente como usurpaciones o entrometimientos).

Más allá de su confusión argumentativa, Subercaseaux insiste en hacer notar que el éxito comercial no significa mecánicamente pobreza de contenidos o de formas, pobreza intelectual o estética. Eso es obvio. No creo que Pinto ni nadie de quienes se oponen a la premiación de Allende quieran argumentar que las ventas voluminosas son un certificado de mala calidad. De hecho, no lo hacen. Sus observaciones son puntuales y se refieren a la obra de Allende, no a su recepción comercial.

Más bien, parece ser Subercaseaux quien esgrime una variante inversa de ese prejuicio, al convertir su alegato pro-Allende en una enumeración de premios y ediciones y reediciones y ensayos críticos a los que se alude por su número y no por su discurso.

Esto último es sin duda muy interesante. Como parte de la academia que ha producido ese voluminoso corpus crítico, debo decir que una gran tajada de los trabajos sobre Allende son estudios sobre el fenómeno de popularidad de la llamada literatura femenina latinoamericana, muchas veces escritos con total ajenidad al hecho de que esa literatura y sus producciones individuales sean --digámoslo simplemente-- buenas o malas.

Otro tanto es poco menos que la norma en los llamados estudios culturales y en gran parte de sus variantes de uso actual: los objetos de estudio suelen elegirse por un interés temático, por los asuntos que tratan, por la situación social, cultural, étnica o de género en que se inscriben, más allá de que se trate de joyas de la literatura. Esto no es tampoco razón de escándalo y no lo digo para desestimar a la academia: el estudio de una cultura a través de su producción literaria no tiene por qué ser sólo el estudio de sus cumbres, sino el de su totalidad.

Pero los premios literarios no se deberían otorgar a lo más representativo de la media ni a lo más exitoso del status quo, sino, allí sí, a lo más interesante, a lo más provocativo, a lo más brillante estéticamente; no a quien coge una posta y la estandariza y la divulga y la simplifica, sino a quien se distingue en una ruta propia.

...

22 comentarios:

Anónimo dijo...

Los invitamos a revisar nuestro blog:

http://loslibrosbuenos.wordpress.com

en el que figuran nuestras opiniones y quién es, a nuestro juicio, el merecedor genuino del Premio Nacional de Literatura 2010 en Chile.

Saludos cordiales,

Colectivo Libros Buenos.

Anónimo dijo...

(Observación: así suele trabajar el patrioterismo: las opiniones extranjeras positivas sobre lo nuestro nos halagan y se vuelven nuestros argumentos; las negativas las rechazamos violentamente como usurpaciones o entrometimientos).
Si aplicamos el razonamiento al "amiguismo peruano", la cosa queda:
(Observación: así suele trabajar el amiguismo. las opiniones ajenas positivas sobre lo nuestro, o sobre nuestros amigos, nos halagan y se vuelven nuestros argumentos; las negativas las rechazamos violentamente como usurpaciones o entrometimientos).
Testing: Alguien anímese a hablar mal de Thais o de Cueto, y la prueba cae al toque.
El Patriota

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Mejor de sus libros que de ellos, ¿no? ¿O lo tuyo es personal? Y ya puestos en eso: ¿por qué no lo haces tú y vemos cómo va?

verdemundo dijo...

Anónimo, he escuchado hablar a Thays sobre una crítica que despellejó a Un lugar llamado Oreja de Perro. No se sintía frustado, ni enojado, más bien valoró que hayan criticado su obra de una forma tan académica.

No entiendo por qué mezclas personas con obras.

Anónimo dijo...

Faverón puede bajarse Confesiones de Tamara Fiol (con razón, ademas) pero nunca lo leeremos criticando negativamente nada de lo que escriba Thays. Esa es la verdad: el amiguismo también lo estigmatiza a el. Y Faveron sabe (aunque lo niegue) que los libros de su amigo son de muy bajo nivel. Esa es su tragedia.

sin premios dijo...

Dices> "Pero los premios literarios no se deberían otorgar a lo más representativo de la media ni a lo más exitoso del status quo, sino, allí sí, a lo más interesante, a lo más provocativo, a lo más brillante estéticamente" Estoy tentado de darte la razón, salvo que la información de la realidad te desmiente, y creo que este es el punto real> lo premios no son los que deber[ian ser, son lo que son y punto. Y lo que son es un campo más de disputa de bandos estéticos, políticos, y a veces de los dos. Pero al final igual es una disputa de poderes, regida por leyes del azar, o de lo coyuntural. Pienso que no hay forma de hablar de lo que un premio "debería" ser sino es a riesgo de parecer un poco desconectado con la realidad.

Anónimo dijo...

Lo unico que falta decir en este blog es que todos los que leen un libro de Allende en el mundo son una sarte de estupidos, descerebrados, mononeuronales y primariosos. Estamos ya al borde de eso. Quiza la premien por el impacto de sus libros en el publico, un publico mas vasto que Faveron y sus cuatro patas, nada mas por eso.

Anónimo dijo...

¿Quién está haciendo qué en la foto?

Jorobado dijo...

Los premios son sus ganadores. Algunos ya se desvirtuaron tanto, que no sorprendería ver a isabel allende ganándolos todos.

Anónimo dijo...

Aquí el patriota:
A ver: Definitivamente mejor sobre sus libros que sobre ellos. Pero ese criterio, tienes que aplicarlo tú pues Faverón. Sobre un mismo tema, puedes atacar a Tarantino de antisemita, y, defender a Claudia Llosa, por hacer simplemente ficción.
A un escritor que sostiene ideas, lo calificas de pro-senderista y, a tu pata Ampuero que se suelta con un par de groserías de baja estofa, simplemente lo calificas de desafortunadas expresiones.
El criterio que pides, debería valer también para tí. O no es así.
Quieres que lo haga yo?. Dale. Digo los libros de Thais, son simulacros de profundidad, a la manera del limeño clasemediero. No convence, no cala, sabe a disfuerzo más que a creación.
Vamos con cueto. Alonso Cueto, hace rato que escribe como para la TV, como para que sus novelas sean filmables. Escribe pensando más en la imagen que proyecta de sí mismo, que en la materia misma de su historia. Listo Fave. Es obvio que si el debate de Chile se hiciera por ejemplo, entre Gutierrez y Cueto, tu postura de ahora, la invertirías para defender a tu brother. O no?.
verdemundo: Efectivamente, creo que Thais tiene más receptividad para las críticas. Eso no está en discusión. Sino, la postura de sus amigos, como Gustavo. Si criticas a Thais, o a Claudia Llosa, probablemente ellos sonrían y tranquilos. el que saca la metralleta es Faverón. Eso es lo que estoy diciendo.
Sobre lo de no mezclar obras con personas, enteramente de acuerdo. Lo mismo habría que pedirle a Thais, cuando se ocupe de la obra de gutiérrez. A ver si puedes lograrlo tú estimado verdemundo.
El patriota arrepentido.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Es falso que yo haya dicho o escrito alguna vez que Tarantino o alguna de sus películas son ansitemitas. Cito mis palabras textuales publicadas en este mismo blog:

"Yo nunca he dicho que la película (Inglourious Basterds) sea antisemita ni tampoco he dicho que sea una ofensa contra los judíos (aunque he dado ejemplos de críticos que sí lo creen). Lo que digo es que la lógica de la película es fascista, o al menos fascistoide.

Comienzas, entonces, diciendo una mentira.

Dices que referirse a la película de Tarantino y a cierta película de Claudia Llosa es hablar "sobre un mismo tema". No le encuentro ni pies ni cabeza a esa afirmación. Yo nunca he dicho que las películas de Llosa no digan o intenten decir algo sobre el Perú, ni he dicho que la de Tarantino diga algo históricamente errado sobre el Holocausto. Digo que las películas de Llosa dicen algo inteligente sobre el Perú y que la de Tarantino dice algo ideológicamente torpe sobre el genocidio.

Si "a un escritor que defiende ideas" lo llamo pro-senderista, será porque esas ideas son pro-senderistas, pues. Igual no sé a quién te refieres. Y decir groserías es desafortunado, no es nada similar a ser pro-senderista.

¿"Simulacros de profundidad a la manera del limeño clasemediero"? Bien. No sé de qué libros estás hablando, pero en mi condición de limeño clasemediero te diré que yo y los demás limeños clasemedieros tenemos derecho a nuestros simulacros de profundidad. Más bien, tú que estás más allá de eso, aparentemente, intenta algo que no sea un simulacro de crítica sobre un libro sin siquiera decir a qué libro te refieres ni por qué ni a qué se debe tu conclusión.

Sobre Cueto, lo mismo: otra vez estás hablando sobre él, imaginando sus intenciones, etc; nada dices sobre sus libros. Ni una sola letra.

¿"Listo, Fave"? No, no está listo. No has dicho nada; sólo has mostrado tu bilis.

Si el debate fuera entre Gutiérrez y Cueto, no tendría ningún parecido con el debate sobre Eltit y Allende: ni Cueto ni Gutiérrez son escritores experimentales ni herméticos ni alegóricos como suele serlo Eltit; ninguno de los dos es un autor de best-sellers monodimensionales como Allende.

No veo de dónde sacas que Claudia Llosa es mi amiga. No lo es. No la conozco en persona. Creo que estás, estúpidamente, mezclando obras con personas.

Oh, qué paradójico, luego dices:

"Sobre lo de no mezclar obras con personas, enteramente de acuerdo".

Decídete, pues. O actúa según tus supuestos principios.

Anónimo dijo...

Primera conclusión, testing confirmado.
Tocas a los amigos, y juácate.
A otros, escritores, puedes llamarlos "cerdo infecto", y no pasará de allí. Hay, qué barbaridad. pero nada más.
Pero, haz lo propio con Cueto, Tahis, Ampuero, y .... eso.
Que no dijiste lo que dijiste. Te has dado cuenta Faverón que por regla general tus réplicas suelen comportar la fórmula: yo no he dicho que .... por tanto, eres un .....
Oreja de Perro. Diez años tratando de articular una historia más o menos narrable, y, veinte años despotricando contra la literatura referenciada en la realidad por parte de Thais. Apenas se inicia el semi Boom de la literatura de la violencia, y Thais, el buen Iván, va corriendo a rebuscar datos del informe de la CVR. Para qué?. Para decirnos: "no pueden negarme mi derecho a conmoverme con la época de la violencia".
Simulacro de profundidad pues Fave. Lemus de Mexico, y Pinto de chile, casi coinciden con eso.
Sería una falta de respeto insultarte en tu propio blog. Tranquilo, no corresponde eso. pero, porqué no intentas otra estrategia mejor que soltar calificativos con quienes disienten de tu estilo?. Mejor las ideas que la persona, no crees?.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Bueno, más fácil: dime dónde he dicho que Tarantino es antisemita. Dame la cita, una frase, un párrafo, un post, un tweet, un comentario, lo que quieras. Si no lo he dicho, no lo he dicho, pues. ¿O quieres que acepte tus mentiras anónimas porque sí?

Anónimo dijo...

los efectos de la figura de Allende no llaman la atención, es un fenómeno comercial, una suerte de Corín Tellado políticamente correcta. Algunos de sus libros son exprimidores de lágrimas. La prosa de Eltitt es una prosa densa, a mí me gusta en especial "Los vigilantes" Aunque es innegable lo de hermetismo y cierta frialdad casí de acero de algunas obras un tanto duras. Me llaman la atención los peruanos enfrentándose sobre los " negociantes de la memoria"¿ No es mejor trabajar sobre sus escrituras?

Anónimo dijo...

A ver. En tu post sobre Inglorious Basterds, dijiste:
""Lo que el cine no había tenido la necesidad de hacer hasta hoy es construir una ficción en la que la única forma posible de defenderse del asesinato masivo, el genocidio y la fiereza salvaje del Holocausto fuera abrazar las mismas armas: responder a la bestialidad enfermiza del racismo con racismo, al aniquilamiento étnico con aniquilamiento étnico, al indiscriminado destruccionismo con indiscriminación y destrucción.
". No lo acusas de antisemita?. Vale. Te concedemos eso".
Pero dices, creo, algo peor:
"Tarantino se toma más de un trabajo por convertir a los judíos en imágenes especulares de los nazis y los construye como tales: los judíos de Tarantino son perfectamente racistas, genocidas y fascistas, su método es el asesinato en masa, su solución es una solución final".
Mi punto, en la discusión actual, Faverón, si no lo recuerdas, es que esgrimes raceros distintos para juzgar un mismo tópico: el cine, lo mismo que cuando se trata de la literatura.
A Claudia Llosa, que puede no ser tu amiga, pero es obvio que te resulta amable y hasta amigable, le perdonas lo que sea. si alguien cuestiona el aspecto ideológico de su ficción, lo descalificas por no diferenciar la esfera antropológica de la ficción.
Pero, a Tarantino, por chocar con la sensibilidad judía, lo descalificas por las mismas razones que otros juzgan a Llosa.
En el post sobre la peli de Tarantino, te adelantas en replicar:
"¿Que es solo fantasía? De acuerdo. Pero la fantasía tiene también una lógica interna. ...".
Mi punto es que si alguien esboza esto mismo que dices, contra las caricaturas de Llosa, entonces, utilzarás el arsenal retórico, para arrinconar a la misma exigencia que le formulas a las ficciones de otro, como Tarantino.
Así como el patrioterismo resulta pernicioso para la consistencia de la crítica, algunos pensamos que el amiguismo, o la noción de amicalidad, también puede serlo pues. Y, mi impresión personal, es que entre nos, la pequeña burguesía peruana, esto de la moral de grupo, o de cofradía, o de estrato, es significativo para comprender otras cosas. Pero que está allí, qué duda cabe.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Si no te cabe en la cabeza la diferencia, te doy una clave: Inglourious Basterds es una fantasía contrafáctica. Lo contrafáctico sólo es legible en contraste con la lectura de un hecho histórico. Si no, no funciona. Pero ese no es el caso en la infinita mayoría de las ficciones, incluyendo las películs de Llosa. Me sorprende lo chato de tu comprensión y me sorprende que además te parezca poca cosa atribuirme afirmaciones que no he hecho. Supongo que el anonimato da esas pequeñas libertades éticas, ¿no?

Anónimo dijo...

OK. si no te cabe en la ética, Fave, te doy una clave: esa definición, es una lectura diríamos, una clave tuya en la baza de lecturas que se pueden hacer del film de Tarantino. Me sorprende tu capacidad para subestimar al otro, tu solipsismo casi estíptico.
Tu violencia va en consonancia con tu rigidez intelectual. Bueno, son licencias que te da ser tributario de la cofradía limeña.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Bacán. Pero habla del tema, pues. Di algo con sentido.

Anónimo dijo...

A mi tambien me parece k se puede leer tu critica a Tarantino como acusandolo de antisemita o al menos poco simpatica con los judios, pues aceptacion a sus actividades como Estado se basan en su calidad de victimas, si le quitas eso, y los muestras como pueden ser, como victimarios, se puede derrumbar mucho del apoyo a nivel internacional hacia ellos. No sera un intento velado de Tarantino de decir que los israelis se estan portando con los palestinos como los nazis lo hicieron con los judios?

Gustavo Faverón Patriau dijo...

No. Eso lo estás inventando tú. Eso no lo dije yo. Además, eso no tiene sentido.

Anónimo dijo...

Solo he leído a Allende. Aún no ubico algún libro de Eltit.
Básicamente no me convence la narrativa de Allende, sabe a estilo prefabricado. Pero, por lo que percibo en el debate chileno, el problema es el loby en favor de Allende. Si gana Isabel allende, está claro que es el mainstream de la industria editorial la que se estará imponiendo, más que la literatura. En eso coincidimos. Y, cabe señalarlo o denunciarlo.
Como creo que cabe no olvidar esta cultura de lobby amical, entre nosotros, tal como he estado tratando de decirlo anteriormente, y que se extrae de lo dicho por Bryce:
¿Es verdad que ya solo lee a Stendhal?.
R. No, no. Solo releo a Stendhal. Además están los buenos amigos. Alonso Cueto, que ganó el premio Herralde, acaba de publicar una novela policíaca tan cojonuda; Fernando Ampuero, un gran libro de cuentos; Arturo Fontaine, otro amigo chileno que amo mucho y que publica con Tusquets una novela muy dura. Para todos ellos solo tengo elogios. Solo hablo bien de un libro, si no, no opino.
P.
Entrevista reciente a Bryce en El País de España.
El ex patriotta.

Anónimo dijo...

http://elcomercio.pe/noticia/467960/lucecita-confeso-que-se-inspiro-isabel-allende-escribir-su-novela