16.11.05

El mono dramático

La imaginación gorila y el muro de fuego (Fotomontaje: gfp)


La saga original de El planeta de los simios, que creó un culto privado hace mucho, tiene la rara virtud (rara en una película hecha para el gran público) de contener algunas ideas realmente sugestivas transmitidas de forma no menos contundente. Dos o tres de sus escenas están inscritas en la imaginación de varias generaciones. Esta es una:

Los simios y el puñado de humanos que los acompaña van a atacar la ciudad cavernosa de los mutantes.
Estos últimos, dueños de un poder mental insólito, proyectan una gigantesca pared de fuego imaginaria alrededor de sus defensas. Orangutanes, chimpacés y humanos ven la pared ficticia y dudan de atacar. Pero los gorilas no la ven, porque carecen de imaginación; en su mundo no hay sitio para las ficciones, y eso decide la batalla en su favor.

Creo que, en efecto, hay cierta correlación entre la violencia (como capacidad destructiva), y el rechazo a la imaginación (como cualidad constructiva). Pero tal vez el problema sea incluso peor. Si uno se aparta de la metáfora de los gorilas, aun descubre que hay grandes diferencias entre una imaginación rebelde, contestataria, opositora, crítica, que es siempre imaginación abierta y democrática, y una imaginación arrasadora y totalitaria, empecinada y obtusa, sin espacio para la duda ni la contradicción, que es una imaginación fascista o reaccionaria o autoritaria, amiga de la violencia (la alegoría nazi, el emblema del realismo socialista, etc).

La primera crea ficciones porosas, que aceptan la filtración de quienes se le opongan. La segunda hace ficciones cerradas, impermeables, que sólo propician el choque de los opuestos. La primera concilia sin necesariamente retroceder, la segunda rechaza sin jamás escuchar.

Se suele decir que el arte es actividad superflua, innecesaria, o que su objetivo es solo la evasión y el pasatiempo. Sabemos que eso es falso. Un objetivo del arte es mantener abiertas las vías de esa primera clase de imaginación.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

A ver: vamos a ver si es que entiendo. La gente imaginativa es la que no es violenta. La gente violenta es la que no es imaginativa. Ojala no hayas sido de los que esperaban que nadie le golpeara por llevar anteojos. Que simpatico!

Un dato: la pelicula es "bajo el planeta de los simios" tu fotomontaje procede de la pelicula de Burton.

ayfwiedersehen

Gustavo Faverón Patriau dijo...

No, no has entendido.

Un dato: obviamente sé de dónde viene mi propio fotomontaje y qué película de la saga estoy citando.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Imagino que Iván es el único que puede responder la mayor parte de tus preguntas. Debo decir que están formuladas con un aire de "algo se pudre en Dinamarca" que no alcanzo a comprender.

En el sentido más obvio (que, creo, Iván sólo usa en uno de esos casos), lo que hace que un escritor sea un escritor mayor es que sea bueno, ¿no? ¿O se supone que uno no puede decir que alguien es un excelente escritor sin tener motivos subalternos?

Ivan Thays dijo...

Acepto que resulta ambiguo el uso, por eso aclaro un poco.

En ambos casos me refería a autores mayores en edad, claro, y también de más prolongada carrera literaria. Ninguno implica que sean mejores o peores que el resto.

En el caso específico del premio Alfaguara, el "mayor" se refería además a la valoración de su obra por la crítica. Se trata de Caballero Bonald, poeta no muy conocido en América Latina, pero que en España "goza de mucho predicamento" -como dicen allá- y tiene incluso una Fundación con su nombre.

En ningún caso, DESDE LUEGO, quería sugerir nada sobre la calidad de mi obra o mi posición como MAYOR/ MENOR en el mundo literario. Habría que ser muy tarado, y tener una enorme inseguridad hacia su propio valor, para hacerse un halago alabando a otra persona solo porque compartieron un jurado.

Si pese a lo dicho, sigues viendo en el uso de un adjetivo "acotaciones tramposas" es tu problema.

Anónimo dijo...

Gustavo
Lo que cuentas de la saga de "El planeta de los simios" es cierto. Ha creado varias imágenes que se han alojado en el imaginario colectivo de varias generaciones. Pero, además del mérito de los directores que ha tenido, también es un logro de la novela en la que se inspira. Esta fue escrita por el francés Pierre Boulle, del cual sólo he leído esa y "El puente sobre el río Kwai". Los dos libros están llenos de metáforas irónicas muy sugerentes, sobre todo el segundo.
De la novela de "El planeta de los simios" me acuerdo en especial cuando el protagonista quiere tener relaciones con una mujer. Se encuentra capturado en un laboratorio donde se analiza el comportamiento humano. Ve que a los demás hombres, cuando realizan un par de rituales absurdos, les traen una hembra para que se apareen. A pesar de lo ridículo, él también los hace.
A mí me interesaría leer más de este autor, pero por las librerías peruanas no he visto ninguna traducción. Habrá que esperar que hagan una película con otro de sus libros.
Ernesto

Miguel Rodríguez Mondoñedo dijo...

Aunque estoy de acuerdo con tu lectura de esa metáfora---y su extensión---hay, me parece, un twist. Si recuerdo la escena correctamente (pero yo he visto la película hace mucho tiempo), la sugerencia más saltante es que la imaginación no puede contener a la fuerza bruta. Esto, por supuesto, no es incompatible con tu lectura, pero sí deja cierto sabor triste en relación con tu extensión al arte: es "inútil", al menos en el sentido de que no nos salva ni puede protegernos.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

No de los gorilas, en todo caso...

Miguel Rodríguez Mondoñedo dijo...

Sí, por supuesto. Pero ¿no se sigue que, si la imaginación abierta y democrática no puede protegernos, entonces la otra imaginación es, inevitablemente, necesaria?

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Evidentemente no se sigue.

Anónimo dijo...

Creo que en la duda que Miguel plantea opera la presuposición de que uno está "mejor protegido" por un gobierno (o íntimamente, por una actitud personal) totalitario, fascista e incapaz de vacilaciones, que va a pegar primero y preguntar después. Por una imaginación que lea solamente para ratificar sus certezas en lugar de una que lea para cuestionarse, etc. Es algo que con frecuencia se nos induce a pensar. Pero allí la pregunta es proteger qué: una certeza que valdría lo mismo si se nos impuso que si llegamos a ella por nosotros mismos, ya que en el presente ha anulado nuestra subjetividad crítica? En ese mismo sentido, si hablamos en términos materiales, entregarse a los gorilas para proteger los bienes y la integridad física solamente demuestra que ambos se han vuelto prisiones.

Dos cosas me llaman la atención: una, lo-que-no-se-ve como tropo narrativo. Una vuelta de tuerca sería quizás aquello del traje nuevo del emperador que tanto le gusta citar a Dagbertty: no hay nada que ver, pero quienes no se atreven a clamar al respecto (aunque no duden de sus sentidos) no "ven" que hay quienes han previsto esa reacción. Sería como si en el ejemplo del Planeta de los Simios, los defensores hubieran instalado cañones detrás del muro de llamas imaginario: para volarse a los gorilas previendo que será fácil porque no tendrán el apoyo de los chimpancés y los orangutanes. No tendría caso malgastar cañonazos en estos otros. Es decir, que el no dejarse "engañar" sería esta vez el engaño que conduce al peligro.

Otra cosa que quería comentar es el recurso a lo heroico de frases como "para hincarlos de rodillas hay que cortarles las piernas" en la que se da una reversión valorativa a través de la pérdida. O sea, perder demuestra que uno ganó porque en realidad es indoblegable. La "victoria moral" como esa cosa necesariamente intangible, necesariamente sin beneficio material, que es lo que la norma presenta como "lo que debe ser". La frase es de una canción de Serrat llamada "Una de piratas" y como alude al rebelde por antonomasia la quería traer a colación porque Gustavo citó a la imaginación abierta como "rebelde" y la rebeldía a veces tiene esa connotación ad-honorem, digamos. Como en la famosa "chamba ad-honorem" en la que tantos hemos incurrido. En fin, ya comencé a divagar así que aquí corto.

Leo Zelada dijo...

Decir que los que ejercen la violencia no tienen imaginación es una insensatez.Las estrategias y tacticas que desarollan para realizar sus objetivos politicos muchas organizacíone sociales que apelan a la violencia por que les cierran las puertas del dialogo, son muy imaginativas como por ejemplo la insurgencia en Chiapas a cargo del Subcomandante Marcos y el movimiento zapatista.Creo que no hay que generalizar en los conceptos y matizarlos un poco mas.

Hay mucha gente no violenta y escritores y poetas que no les gusta la violencia y son poco imaginativos y simplistas como Jose Angel Buesa.

Por otro lado sabemos de antemano que el señor Tays cree estar en el canón y desde alli y su programa de tv y blog ejerce sus funciones de poder en sus dialogos,opiniones y actividad comunicativa literaria.

Por ultimo en la literatura de los poetas malditos,La generación Beat,Sade,Villon,Byron,etc esta la tematica de la violencia en otras fascetas mas alla de la violencia en sentido monolitico,sino en las relaciones de poder y violencia con el cuerpo, lo social,la diferencia.
Alguna vez Marx dijo "la violencia es la partera de la historia" y yo agregaria tambien del arte y la literatura.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Una vez más, el señor Zelada debate con su sombra y rebate afirmaciones que nadie ha dicho.

Leo Zelada dijo...

Corrección me peleaba con la sombra de un señor que escribio esto:
"Creo que, en efecto, hay cierta correlación entre la violencia (como capacidad destructiva), y el rechazo a la imaginación (como cualidad constructiva). Pero tal vez el problema sea incluso peor. Si uno se aparta de la metáfora de los gorilas, aun descubre que hay grandes diferencias entre una imaginación rebelde, contestataria, opositora, crítica, que es siempre imaginación abierta y democrática, y una imaginación arrasadora y totalitaria, empecinada y obtusa, sin espacio para la duda ni la contradicción, que es una imaginación fascista o reaccionaria o autoritaria, amiga de la violencia (la alegoría nazi, el emblema del realismo socialista, etc)"

Gustavo Faverón Patriau dijo...

En efecto. Con lo que queda demostrado que no sabes leer, Zelada.

Leo Zelada dijo...

Con lo queda demostrado que no sabes redactar bien un argumento y eres muy impreciso y general en tus mensajes.Eso alienta una cuestionable ambiguedad.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

La verdad, Zelada, ¿por qué no desapareces?

Y si quieres criticar mi redacción (¡qué desparpajo!) por lo menos hazlo en un mensaje sin errores de ortografía, pues, para que no des risa.

Leo Zelada dijo...

Yo soy un escritor que saco un espacio de tiempo y que escribo rapidamente en tu blog.La diferencia es que tu eres el dueño de este blog y redactor encima,pero no te critico la ortografia o sintaxis de tus mensajes,critico que en muchos de tus mensajes te contradices.Al final el que pelea con su sombre es usted.

Anónimo dijo...

zelada, con su horrografia y su cabecita, ha demostrado que es el unico capaz de cuadrar a Franelón (no porque él lo sea sino porque toooooooooodos los que escriben aca lo hacen de puntillitas, para no molestar al oh maestro Franelón - filósofo de blog). Habrase visto tal cantidad de pajeros, por Dios!!!!!!