Escándalo en el bosque: ¿Bayly es un marginal? (Fotomontaje: gfp)
"Jaime Bayly: autor que da voz a lo marginal". El título desafortunado de un artículo aparecido hoy en El Universal de México (y que reproduzco también en los comentarios a este post), tiene la virtud de revelar por entero la estrategia publicitaria de Jaime: "prefiero estar solo y convertirme en un rebelde, en un aguafiestas, en un francotirador. Formar parte de la minoría".
¿Suena conocido? Claro: la frase que repite Bayly en cada entrevista está hecha de retazos de frases de Vargas Llosa. Pero, un momento: ¿es que Bayly y VLL, como figuras públicas o como narradores, se parecen tanto? Es fácil distinguir cuáles han sido los blancos de VLL en su literatura y en su trabajo de opinador: las dictaduras, los nacionalismos, los fanatismos, los choques interculturales. Se puede coincidir o no con él, pero las reglas de su juego parecen claras.
¿Y Bayly? ¿Adónde apunta este francotirador? El Universal glosa la típica respuesta del escritor limeño a esta pregunta: Bayly ha sido marginado y escarnecido en el Perú porque "en sus libros comenzó a evidenciar aspectos de la realidad, como la mala relación con los padres, la doble moral de los curas, la forma en la que la familia llega a convertirse en el enemigo, la traición del padre machista y el rostro ´racista, intolerante´ del Perú".
Y uno se pregunta una cosa: ¿por qué hemos sido tan malos como para censurar y perseguir a Bayly ("llegué a sentirme tremendamente marginal", dice) si lo único que ha hecho es regresar a los mismos temas sobre los que ya escribieron, decenas de años antes, para elogio unánime de lectores y críticos peruanos, escritores como José Diez Canseco, Jorge Eduardo Eielson (la homosexualidad), José María Arguedas, Ciro Alegría, César Vallejo, Enrique López Albújar, Julio Ramón Ribeyro ("el rostro racista, intolerante, del Perú"), Alfredo Bryce y Vargas Llosa ("la traición del padre machista"), y hasta don Manuel González Prada y Ricardo Palma ("la doble moral de los curas", aunque en este caso podríamos remontarnos hasta Guamán Poma)?
Parece que Bayly, ahora que ha dejado de gustarle incluso a los mismos jurados que lo premian, se ve obligado a redoblar sus malabares antes de aceptar que la crítica en el Perú y en muchas otras partes lo rechaza con inmensa frecuencia, simplemente, porque no es un escritor interesante. Es innegable que la peruana es una sociedad homofóbica, pero cuesta mucho trabajo imaginar qué crítico literario peruano pueda rechazar a Bayly por ser gay: esa es una confusión que Bayly siempre trata de conseguir, mezclando papas con camotes, para pintar el cuadro de la crítica cavernaria que rechaza al escritor de avanzada. Nada más falso.
Yo creo que ese tipo de problemas acabaría si Bayly, y la industria editorial que lo utiliza, lógicamente, con fines comerciales, asumieran de una vez que hay que poner sus libros en el estante de los best sellers y no tomar su obra con mucho más seriedad que la de cualquier otro autor de novelas rosa.
Y lo digo sólo por una cuestión de orden: los best sellers suelen ser narraciones conservadoras, en moral y en estilo, como las de Bayly, hechas para un público tan extremadamente conservador que es capaz de escandalizarse con cosas que jamás le moverían un pelo a un lector más o menos liberal o progresista (y son libros ligeros, que no quieren ir más allá del escándalo moderado, pues un verdadero cambio de mentalidad arruinaría el negocio). Son el panfleto revolucionario de los vegetales, el futuro chucaque de la abuelita, el tipo de escándalo que puede ser promovido por El País o El Mercurio, adaptado para la tele, enlatado para cualquier matinée. (No se parecen mucho a la literatura marginal).
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
17 comentarios:
Este es el artículo de El Universal:
--------------
Jaime Bayly, autor que da voz a lo marginal
Declarado consumidor de drogas, prefiere ser aguafiestas y rebelde pero mantener la honestidad
GUADALAJARA, Jal.
Jaime Bayly suele moverse por las tabernas oscuras del escándalo y de la polémica. Salió de Perú, su país de origen, a los 24 años porque sus paisanos e incluso su propia familia llegaron a detestar su "falta de decoro" o su "exceso de honestidad" para reconocer abiertamente su homosexualismo, su afición por las drogas y su poca devoción hacia el Papa y la Iglesia católica.
"Soy un hijo malcriado y desobediente", explica el autor de Y de repente, un ángel, un volumen que llegó a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara con el estigma de "insuficiente calidad literaria" y de haber sido escrito por un "autor que clava un clavo en la pared sin que al final cuelgue ningún cuadro", de acuerdo con Juan Marsé y Rosa Regás, jurado calificador del Premio Planeta 2005.
Aun cuando la herida es reciente, Bayly optó por abrazar el segundo lugar del citado galardón español y aceptar que su andar por el camino de la literatura puede resultar tan espinoso como glorioso, que los aplausos vendrán siempre de su público lector y no tanto de los críticos literarios reconocidos.
Aunque, como refirió el autor de La mujer de mi hermano, llevada a la pantalla grande, en su archivo personal guarda la crítica elogiosa que realizara Mario Vargas Llosa a su primera novela No se lo digas a nadie, describiéndola como un texto excelente, nihilista y sensual.
Sin embargo, algunos peruanos, ciertos críticos y su familia le dejaron caer la guillotina. Sobre todo porque en sus libros comenzó a evidenciar aspectos de la realidad, como la mala relación con los padres, la doble moral de los curas, la forma en la que la familia llega a convertirse en el enemigo, de la traición del padre machista y del rostro "racista, intolerante" de Perú.
No siempre Bayly enciende hogueras. Su reciente novela, Y de repente, un ángel, recrea la historia de Mercedes, una mujer de 60 años que no sabe leer ni escribir.
"Mercedes fue vendida por su madre, a la que jamás volvió a ver. Ella me contó su historia y yo he intentado rendirle un homenaje con esta novela privada de las atmósferas oscuras, de la sensibilidad gay y de la exploración del mundo de la noche, como sucede en mis anteriores libro. Aquí dejé los excesos, para contar una historia humorística y muy tierna sobre un escritor vago, que nunca limpia su casa, y una mucama que le enseña una sabiduría que no se aprende en los libros." ¿Usted es muy desafiante?
Si desafiar significa ser honesto no me importa. Prefiero estar solo y convertirme en un rebelde, en un aguafiestas, en un francotirador. Formar parte de la minoría. A mí algunos peruanos no me quieren. Pero muchos sí me leen.
¿Los galardones de literatura pueden librarlo de la etiqueta de ser un autor puramente comercial y un escritor, como algunos han dicho, de segunda?
He ganado tres premios en España y nunca los he buscado. Mi agente, Carmen Balcells, que representa a autores como Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, Alfredo Bryce, decidió presentar mis novelas al premio Herralde (con La noche es virgen ) y Planeta. Cuando Vargas Llosa o Bryce Echenique ganaron el Planeta nadie le reprochó que se hubieran postulado a esos certámenes. No recuerdo alguna crítica severa. De modo que no me parece justo que ahora que me presenté a un premio, que ni siquiera lo he ganado, me vengan a molestar de que no puedo presentarme porque no soy un gran escritor.
"No voy a contestar a mis detractores. Muchos colegas dicen cosas terribles sobre mí aun cuando no les he hecho nada. He preferido tomármelo con humor. Para mí el premio mayor es que tengo muchos lectores y que mis novelas se venden mucho, se traducen a varios idiomas. Me he encontrado a gente que me dice "gracias a tu libro he aprendido a quererme más".
¿Su relación con su familia sigue siendo difícil?
Tuve conflictos personales muy serios con mis padres y mis hermanos, porque me negué a copiar la vida mentirosa de muchos bisexuales y homosexuales en América Latina. Me revelé y decidí que quería divertirme. No tengo por qué dejar que otros me impongan su manera de ver la vida o su conciencia. Yo tengo la mía y decidí vivir de acuerdo a lo que yo quería hacer.
¿En el ámbito literario se ha enfrentado a la homofobia?
No creo que todo los que me critican son homofóbicos. Jamás diría que Juan Marsé es un homofóbico. Mucha de la gente que me critica, a lo mejor, tiene otra sensibilidad. En cuestión de libros o de arte nadie tiene la verdad absoluta. Por eso mantengo la calma. Hay que tolerar la diversidad de opiniones.
¿Pero tuvo que salir de Perú para poder ser un escritor?
De haberme quedado en Perú no me habría convertido en un escritor. Yo tenía que irme. No me sentí libre en mi propio país, por el contrario, sufrí agresiones, acosos y hostigamientos por gente llena de prejuicios. Llegué a sentirme tremendamente marginal. Por eso decidí liberarme de la familia, de los curas, de la opinión de los demás. Perú no es el país más lindo del mundo. Es un país muy racista y machista, muy homofóbico. Hay gente en Perú que se enfada mucho con lo que he escrito sobre mis gustos por los hombres y las drogas. Por exponer mis pecados y los pecados de la vida misma sin arrepentimiento. Si alguien no está contento conmigo pues que no me lea.
¿Se siente un escritor peruano?
No. La cultura y los libros no tienen patria ni una nacionalidad. No me siento un escritor patriota. Yo nací en Perú, país al que vuelvo todos los meses. Tengo una relación conflictiva con ese país. Mi mundo literario no está en Perú. Trato de que el mundo quepa en la cabeza. He vivido en Estados Unidos, en España y ahora me encuentro en Buenos Aires porque me he enamoré de un buen amigo.
Aunque Jaime Bayly puede tener sus méritos, porque tampoco es inferior y distinto a muchos otros sonoros, no puede nombrarse el mismo día, como decía mi abuela, con maestros como José María Arguedas, César Vallejo o Julio Ramón Ribeyro.
A Jaime Bayly le gusta el mercadeo, está en su salsa. Y copio sus palabras del artículo que antecede: "Mi mundo literario no está en Perú. Trato de que el mundo quepa en la cabeza. He vivido en Estados Unidos, en España y ahora me encuentro en Buenos Aires porque me he enamoré de un buen amigo."
Confieso que me divierten sus ocurrencias de los lunes en La Tercera.
¿En serio, estás tomando en serio la marginalidad de Bayly?
En cuanto a El Mercurio, no le creas, Gustavo; dicen que el mercurio miente.
Hasta donde entiendo los libros de Bayly han sido cuestionados por sus limitaciones. Es interesante que la estrategia de Bayly sea la de presentarse como un objeto de censura a causa de sus provocaciones. Porque, precisamente, si algo no produce la literatura de Bayly, es escándalo. Bayly quiere apropiarse de una cualidad que no posee. Por otra parte ¿qué puede causar escándalo en el Perú?
bayly siempre ha sido un tipo mediatico y astuto para hacerse propaganda,es el eterno cachiciento que se rie del orden de las cosas, cínico hasta lo inimaginable, y que conoce muy bien a los seres humanos,sobre todo a los de su país, y cuando puede les saca la lengua, recuerdan el bailecito con laura bozzo?
si pues suarez anturi tiene algo de razón la marginalidad de bayly es solo pose, quien puede creer que bayly sea un marginal verdadero, si adora los sitios ostentosos, su cinismo no tiene cura, es su juego, y como actor no le iría mal, a decir verdad no le va mal como actor de este gran teatro que es el mundo.
No entiendo estas dos frases en el comentario de Julio:
"¿En serio, estás tomando en serio la marginalidad de Bayly?"
y
"En cuanto a El Mercurio, no le creas, Gustavo; dicen que El Mercurio miente".
Sobre la primera: es obvio que mi post dice, precisamente, que Bayly no tiene nada de marginal.
Sobre la segunda: sólo he mencionado a El Mercurio como medio típicamente conservador: que un diario así sea una de las tribunas preferidas de Bayly expresa a las claras que Bayly no tiene nada de escandaloso ni de marginal; es igual de moralmente conservador que El Mercurio.
Gustavo, sobre lo primero, quise decir que me pareció abrumador que abundaras en disparar tus siempre agudos, juiciosos y disciplinados cartuchos a un narrador que está más del lado de la farándula. Esto no me niega legitimidad para seguirlo leyendo en La Tercera.
Sobre lo segundo, fue solo un apunte adicional a lo que ya habías mencionado.
(La segunda mención de el mercurio la hice en minúsculas, para también medirle la temperatura a Bayly.)
Bueno, Julio. No entendí tus sutilezas, entonces.
yo recuerdo una entrevista que le hicieron a bayly en "somos",hace algunos años atrás,en ella él decía de que su vida había cambiado un poco, que ahora asistía con regularidad a la iglesia, y que daba lismona según su estado de animo;ese es bayly se mete en todo, opina de todo, de política, religión,farándula, literatura etc. con la absoluta desfachatez con que le dicta su alma. lo que usted quiere seguramente poner en claro es la gran podredumbre moral que ostenta bayly, su actitud por demás deplorable, como un tipo así puede tener tanta popularidad, si es un verdadero asco, saca roncha, por qué no thays y no bayly por ejemplo, yo le explicaría, aunque creo que usted en cierta forma lo ha explicado,pues eso:que bayly no es más que el espejo por donde se refleja nuestro mundo, una expresión genuina de las almas podridas, la industria del divertimento se sirve de bayly y bayly se sirve de ellos, bayly vive bien, es el típico antiheroe construido por los medios de prensa: que hace lo que quiere y que tiene los amantes que quiere.
Confieso que, hubo un tiempo en que bayly me parecía un tipo simpatico...pero bueno uno crece,y yo diría ahora sin ser moralista, que si todo esto desde casi siempre anda podrido,bayly lo pudre más, si de tipos antisistemas se trata prefiero a bukowski, nietzsche o bolaño.
No hay que exagerar. Bayly es simplemente un escritor poco interesante, bastante conservador tanto en los formal como en lo ideológico, y su literatura trasunta muchos defectos que son mayoritarios y extensos en nuestra sociedad. Lo mismo se puede decir de muchos otros. Por otra parte, es un periodista con talento, aunque sin profundidad, en sus columnas, y, en la tele, un showman ni más ni menos payasesco que muchos otros.
Una tesis que compare a Bayly con el Vargas Llosa de Conversación en La Catedral o el Bryce de Un mundo para Julius puede tener interés a nivel sociológico, para investigar el vaciamiento de los discursos de reivindicación o de crítica moral de las clases medias altas o de la antigua aristocracia. Pero a nivel estético sólo podrían sacar una conclusión: que hay obras originales y complejas y obras epigonales y chatas.
Me parece que asi como no se puede negar la destreza narrativa de V.LL. y la simpleza de recursos de Bayly, tampoco es negable que ambos son los narradores peruanos mas leidos en el Peru y fuera del Peru, actualmente. (Incluso las peliculas basadas en textos de Bayly superan largamente en ventas las de V.LL.) Por ello reducir el asunto a "calidad literaria" es no ver ni poder tratar de entender el "fenomeno cultural" -nacional e internacional- de esta curiosa similitud/diferencia. Creo que el estudio literario-sociologico de que hablas seria mucho mas interesante de lo que crees: podria iluminar zonas del mercado literario (por ejemplo curioso el rol de la misma agente literaria en ambos autores) y su relacion con los premios. Ademas podria dar pistas sobre las circunstancias socio-historicas que posibilitaron el exito de V.LL. (guerra fria, CIA, Cuba, salida lenta del Franquismo, aumento del publico lector universitario en Latinoamerica), y que posibilitan el exito actual de Bayly (problemas de mass culture en extrana relacion con cultura popular en el Peru, la aun continua prevalencia -aunque en crisis- de valores catolicos y homofobia en la mayoria de peruanos, y un largo etcetera)
Estoy de acuerdo, en general con lo que dices.
Dos precisiones referentes a datos: la primera, que ni los libros ni las películas de Bayly superan en lo más mínimo las ventas de Vargas Llosa, ni se aproximan siquiera. Bayly ha sido traducido a cuatro idiomas, sin despertar mayor interés en ninguno. Vargas Llosa es traducido constantemente a más de treinta, y es un éxito en casi todas.
La segunda: del tiempo en que trabajé en revistas recuerdo un dato curioso: la obra literaria más vendida en el Perú, año tras año, por décadas, ha sido Un mundo para Julius (dato del año 2000, cuando ya las ventas de Bayly habían pasado su pico y estaban bajando en el Perú).
Un sujeto escribe:
“lo que usted quiere seguramente poner en claro es la gran podredumbre moral que ostenta bayly, su actitud por demás deplorable, como un tipo así puede tener tanta popularidad, si es un verdadero asco, saca roncha, por qué no thays y no bayly por ejemplo…”
Me sorprende que GFP sea tan indulgente con un individuo que solo aporta invectivas. ¿Añorará tanto el terruño que quiere escuchar un ratito lo que carbura la Trinchera Norte? (¿O la del Boys, para ser más exacto?).
Nadie va a analizar el enrevesado cerebelito de ese admirador de Thays que no sabe ni de tildes ni de comas, festina los puntos suspensivos y traslada a la pantalla sus ruinas interiores. Solo quiero señalar, usando a este individuo, ciertas características que comparten los hampones que suplantan identidades en mails y blogs y se dedican a insultar anónimamente, en una especie de variante cyber del jubiloso proceso de achoramiento que atraviesa el Perú.
Veamos.
El sujeto acusa:
“bayly vive bien”.
¿Cómo se le ocurre vivir bien a Bayly? ¿Oye Bayly, qué te crees, ah? Te jodiste, porque ahora voy al blog y te insulto: ¡cuídate de mí, pedazo de buen vividor!
El sujeto dice:
“hace lo que quiere y que tiene los amantes que quiere”.
Es lamentable, pues, que este Bayly tenga los amantes que quiere cuando lo normal es tener los amantes que dictamina… ¿la iglesia?, ¿el Estado?, ¿el rioba?, ¿el callejón?, ¿Badani?, ¿Cattone?, ¿Thays?, ¿quién?
El sujeto dice:
“,y yo diría ahora sin ser moralista, que si todo esto desde casi siempre anda podrido,bayly lo pudre más”
En efecto, Bayly pudre más nuestra realidad (que desde casi siempre anda podrida) porque tiene los amantes que quiere y vive bien. Y, ojo, no soy moralista, ¡ojo!
Pero el sujeto también acierta. He aquí la gran tragedia de un anónimo terminal: queriendo ofender, ¡acierta!; es decir, de tanto ser lanzada desde una mano que se esconde, la piedra se estrella en el ojo de quien la lanza:
“bayly no es más que el espejo por donde se refleja nuestro mundo, una expresión genuina de las almas podridas”
¡Notable!
Solo puedo celebrar semejante acierto parafraseando a los abogados: a confesión de parte, relevo de pruebas.
Pero el sujeto no termina hasta coronar su (¿podrido?) pastel:
“si de tipos antisistemas se trata prefiero a bukowski, nietzsche o bolaño”.
¿Bayly antisistema? Solo un imbécil puede lanzar tamaño piedrón. Sospecho que más adelante voy a escribir lo que pienso de Bayly, pero por el momento permítaseme poner en evidencia a este hampón que nombra a Nietzsche: ¿Podemos imaginar a este hampón reemplazando la podrida lectura de Yo Amo A Mi Mami por Ecce Homo?
¿Podemos imaginar a este hampón leyendo Ecce Homo?
Es más: ¿Podemos imaginar a este hampón leyendo?
Espartaco está delirando, pobre. El mensaje firmado "César Gutiérrez Rivas" lo ha escrito César Gutiérrez Rivas, nada más ni nada menos, yo doy fe de ello.
vaya, vaya, la trampita no me falló, pero quién es ese tal gutierrez rivas, yo no lo conozco, y por lo que juzga, parece no entender a Nietzsche.
Bayly maneja una marginalidad a su medida: nadie lo margina por gay; al contrario, sospecho que especialmente en el Perú muchos saludaron su tardío pero ¿seguro? abandono del clóset; Bayly es un marginal únicamente porque él quiere serlo: “Prefiero estar solo y convertirme en un rebelde, en un aguafiestas, en un francotirador. Formar parte de la minoría”.
Claro, quiere serlo pero no puede serlo.
A ver: ¿es rebelde? Probablemente en el seno de su hogar, porque en sus libros su máxima rebeldía --por lo menos para un seguro servidor-- es haber escrito uno en minúsculas, enterito.
¿Es un aguafiestas? De Toni Kamo y Rocky Belmonte. Porque por lo demás es (y parece que será) inmune a los dictados de una tradición que busca sus hilos conductores en la lírica anglosajona, la dispersión discursiva, la experimentación formal, algún parricidio (literario), etc. Eso no se le puede exigir, pues, a un muchacho sumamente esquivo a la hora de hablar de literatura lejos de esas cohortes que se reservan el derecho de admisión: visten de sport-elegante (o adulto-contemporáneo). Y por eso los libros que salen de allí llevan los colores de la estación.
Sin embargo, es de hidalgos reconocer que es un autor muy leído por las jóvenes mayorías (sospecho que mucho más que “Julius”) y también es el blanco favorito de las inteligentsias: hace bien hablar mal de él, lamentablemente más por su hedonismo hilarante y de consumo masivo que por la orfandad que emana su obra (sí, su obra). Así las cosas, ha logrado un equilibrio altamente favorable para sus intereses: su poder de penetración en los hogares es inversamente proporcional a su presencia en vivo y en directo en los espacios estrictamente literarios. Y eso le fascina. Y con eso juega. Y se aprovecha. Y se llama “rebelde” frente a periodistas antes preocupados por un autógrafo que por una repregunta.
Pero si estamos de acuerdo en que la beligerancia no pasa por la tele y que “la religión del yo” viaja de los poemas védicos a los Cantos de Maldoror, es preciso leer a Bayly con humor y naturalidad. La misma con la que el autor intercambiaba sus libros por profilácticos en la tele, digamos.
Publicar un comentario