1.5.06

Dios mueve al jugador

Este blog se distingue de cualquier otro en un solo rasgo: a pesar de que lo renuevo con bastante regularidad, parece estar siempre menos al día que los demás.

Siguiendo en esa línea, me propongo recomendarles que vayan corriendo al cine más próximo a ver una película que lamentablemente no encontrarán allí porque fue estrenada hace ya dos años.

(¿Les he contado acerca de la vez en que Daniel Salas y yo vimos una película de Paul Verhoeven más o menos un año antes que el resto del planeta? En fin; esa es otra historia).

La película que quiero recomendar se llama The Machinist, con Christian Bale (el último Batman, que bajó casi treinta kilos de peso para este papel, y los recuperó con exceso para hacer poco tiempo después el rol del hombre muriciélago) y Jennifer Jason Leigh, una de las mejores y menos apreciadas actrices del cine americano.

En verdad, cabe comentar, The Machinist se llama originalmente El maquinista, en español y no en inglés, pues la película fue producida con capital y equipo técnico españoles, desde el director de fotografía hasta el diseñador artístico, exceptuando únicamente al director, Brad Anderson, alguien a quien misteriosamente no le han llovido los proyectos después de demostrar su talenteo en esta estupenda cinta. (La token Spanish actress en esta película costeada por Canal+ es nuestra conocida vargasllosiana Aitana Sánchez Gijón).

Anderson es una suerte de gemelo estético de Christopher Nolan (el director de Memento, Insomnia, la notable Following y, coincidentemente, el Batman protagonziado por Christian Bale). Pero Anderson es también uno de esos artistas de los cuales uno no puede evitar pensar: "este tipo no existiría si no hubiera habido antes un Borges (más o menos como uno piensa que los Wachowski no existirían si no hubiera habido antes un Baudrillard... Pero, claro, tampoco habría Baudrillard sin Borges, ese verdadero aleph de la imaginación contemporánea). No les diré exactamente en qué consiste lo borgiano de Anderson, porque no quiero arruinarles la sorpresa para cuando vean la película.

Todo lo cual me lleva a formular un pedido. El próximo semestre voy a dar un curso llamado "Borges y lo borgiano", y mientras lo voy diseñando me encuentro con que es muy, muy difícil elegir unas cuantas obras de arte narrativo (novelas, cuentos, películas, cómics) de espíritu claramente borgiano (aunque puedan ser previas o posteriores a Borges: recuerden Kafka y sus precursores) simplemente porque hay demasiadas.

¿Cuál es mi pedido? Quizá los lectores del blog quieran decirme qué cosas les parecen a ellos imprescindibles en un curso así...

Imagen: Christian Bale en El maquinista, de Brad Anderson, y el fantasma de lo borgiano.


13 comentarios:

Tanque de Casma dijo...

A mí, la película que me recuerda a Borges es La última tentación de Cristo. No he leído la novela de Nikos Kazantzakis en la que está inspirada, pero supongo que irá en la misma línea. Al menos creo escuchar el eco de un par de cuentos de Borges allí. (Dicho sea de paso, una de las ocasiones que vi esta pela lo hice en la Filmoteca con una familiar evangelista mía que tú ubicas. Lo gracioso es que, acabada la función, me alabó por media hora la película para después explicarme en qué estaba errada).

Otro, es El gaucho insufrible que ya se ha comentado acá. Después, Misteriosa Buenos Aires de Manuel Mujica Lainez. Para mí, uno de los mejores libros de cuentos que he leído. Algunos de los textos que se encuentran allí y en otros libros del autor de Bomarzo me recuerdan a Borges. (Por cierto, Borges decía, o eso creo, que no escribía novelas porque ya Mujica Lainez hacía las que él quisiera escribir. No sé si era cachita).

Yo sé que no preguntas por Borges como imagen, pero en fin. Allí está la parodia que se le hace en Adan Buenosayres de Leopoldo Marechal. Un mate de risa.

Miguel Rivera dijo...

¿Qué tal Corre, Lola, corre?

Tanque de Casma dijo...

También puede ser Las máscaras de la nada de tu pata Paz Soldán.

Mike Wilson dijo...

hola gustavo, como estas? recien lei un comic argentino de los 80 de Barreiro y Risso llamado "Parque Chas", me parecio Excelente y muy borgiano, sino tb esta el comic Perramus, se que Pedro tiene una copia de este, En cuanto al cine, para el departmento en Cornell, consegui un pelicula de ciencia ficcion argentina de bajo presupuesto (y se nota, especialmente por la actuaciones), sin embargo vale la pena verla por lo borgiano, se llama Moebius y trata de un tren del subte y sus pasajeros que desparece debajo de Buenos Aires en una complicada topografia infinita. Edmundo tiene otra que se llama "La sonambula" con guion de Piglia que vale la pena ver. y bueno, tb esta la pelicula "Pi".
saludos y suerte con el curso
mike w.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Hola, Mike

¡No puedo creer que Moebius y La sonámbula estén en Cornell! Yo las he buscado por aire, mar y tierra desde hace un año, y nada. Incluso pensé en pedirle al mismo Piglia La sonámbula. Y ahora resulta que estaban en mis narices. Le voy a pedir a Carolyn que me haga unas copias (o si no me espero a fines de mayo, porque voy a ir a pasar el verano en Ithaca --cosa que no se me hubiera ocurrido cuando vivía allí).

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Hola, Peter

"La estrategia de la araña" es de 1970, y es una adaptación de "Tema del traidor y del héroe". Pero una adaptación que es, en todos los sentidos posibles, más bien una interpretación y una libre lectura, digamos. Una película difícil de seguir, también.

Daniel Salvo dijo...

De cajón, "El porquerizo" de Enrique Prochazka. Fue publicado en su primer volumen de cuentos "Un único desierto" y en la antología de cuentos de la PUCP "Fábulas mentirosas y del entendimiento" (no recuerdo bien el título).

Daniel Salas dijo...

Isidro Vidal:

No se trata de que el narrador no quiera describir al monstruo, sino que no puede y en realidad no se puede en un sentido fuerte, metafísico. Una explicación más detallada está en mi post sobre There Are More Things en el blog Ficciones.

Miguel P. Soler dijo...

Me asombra que nadie haya todavía nombrado una película claramente borgiana, popular, y que permite una actualización y una vinculación directa con el imaginario de fin de siglo: "Matrix". Por ejemplo, es de por sí difícil acercar una obra como la de Borges a los adolescentes, y esta pelìcula funciona para pensar y abarcar los postulados generatrices de las ficciones de Borges: la virtualidad con la filosofía de Hume, la copia que siempre difiere de los hronirs, el tema del destino, la dualidad aunque unicidad de los contrarios, la profecía aparente, el alfabeto babélico (la matrix), el deja-vú como una relectura intencional para cambiar la historia; y todo a través de la nueva óptica de la tecnología. Estoy refiriéndome, principalmente, a Matrix 1, por supuesto. Dada la extraña lejanía entre una pelìcula de cf norteamericana y la obra de Borges, permite una inerconexión luminosa para pensar una en función de la otra, enriqueciéndose mutuamente.

Espero que te sea útil.-

Saludos.-

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Claro que es útil y muy interesante el comentario, además de muy preciso en la enumeración de las cercanías.

Sólo quiero hacer notar que tal vez los lectores no mencionaron The Matrix porque ya yo me había referido a ella en el post que dio lugar a esta conversación:

"Los Wachowski no existirían si no hubiera habido antes un Baudrillard... Pero, claro, tampoco habría Baudrillard sin Borges, ese verdadero aleph de la imaginación contemporánea".

Obviamente, los Wachowski aludidos son los creadores de The Matrix.

Miguel P. Soler dijo...

Perdón, se me pasó en mi lectura apresurada. Realmente me deja muy mal parado. Que se le va a hacer. . .

Anónimo dijo...

Ayer estuve leyendo una antología de cuentos de Pitol, editada por Norma, y me sorprende que nadie haya visto (o más bien señalado) en este blog lo borgiano en Pitol, que abarca buena parte de su obra.
Ese "Nocturno de Bujara" es borgiano en el estilo y la trama, aunque la forma de diario le quita acercamiento: pero hay otros cuentos del mexicano muy aborgesados, para pemitirme un neologismo chonguero.

Anónimo dijo...

¿Podrán creerme que la otra vez estaba jugando a "There are more things" con mi sobrino? Un verdadero mate de risa.