Aparentemente hay quienes opinan que el error de Abril rojo, la novela de Santiago Roncagliolo que le valiera a su autor el Premio Alfaguara 2006, es aproximarse a un tema tan serio como el de la violencia política peruana desde un género tan "poco serio" como el thriller policial.
Lo peor es que también hay quien quiere confundir esa opinión con la mía, que en nada se parece: yo creo que los errores de la novela de Roncagliolo son defectos internos, una deficiente construcción de personajes, una falta de coherencia en el lenguaje, y alguno que otro despropósito producto de una mala investigación y una reflexión superficial.
También creo, sin embargo, que Roncagliolo, sistemáticamente, ha usado el tema de la violencia para publicitar su libro, colocando su thriller, que ciertamente nada aporta al asunto, como si fuera una contribución al debate sobre la violencia política. Pero objetarle esa falta de seriedad es muy distinto de decir que Roncagliolo no tiene derecho a escribir sobre el asunto en el tono que mejor le parezca; y tampoco es lo mismo que afirmar que ciertos géneros son válidos y otros no para tocar algunos asuntos. Esas dos cosas yo jamás las diría.
Me pregunto cómo reaccionarían quienes piensan que a ciertos temas hay que aproximarse con absoluta reverencia y con el ceño fruncido, si ellos fueran críticos norteamericanos y se enfrentaran con la reciente novela del escritor estadounidense Mario Acevedo (descendiente de mexicanos), que toca los temas de la invasión de Irak, la tortura mental de los soldados que en ella han peleado, la psicosis de guerra, la producción y el uso de armas nucleares, etc., en un tono y a través de una historia que son, por decir lo menos, inesperados y sui generis.
El sugerente título de la novela dice mucho sobre su contenido: The Nymphos of Rocky Flats, y la premisa de su historia es como sigue: un soldado norteamericano regresa de la guerra de Irak transformado en un vampiro. Se vuelve, obviamente, dectective privado, y recibe el encargo de investigar una serie de sucesos sorprendentes ocurridos en una planta de armas nucleares, donde las mujeres están convirtiéndose, unas tras otras, en ninfómanas, enredadas en batallas con vampiros, cazavampiros y asesinos del gobierno.
(Dado que la planta queda en los alrededores de Denver, Colorado, mis primeros sospechosos son Peter Elmore, Roberto Forns, Jeremías Gamboa y Daniel Salas).
Al parecer, pese a su locura generalizada, la novela se da el tiempo de construir un protagonista denso y multifacético y de poner en marcha un comentario interesante sobre la cultura pop americana. Yo prometo hacerme de una copia y contarles algo más, pronto, pero por ahora los dejo con una entrevista (sólo en inglés) al autor en relación con su primera novela y acerca del drama de ser publicado (ni más ni menos que por Harper Collins) en el dificilísimo mercado americano.
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1 comentario:
En vuestra opinion entonces Roncagliolo es mediocre y el chicano tambien solo que el chicano escribe en Ingles y esta en EEUU....pero que alguien lo conozca? lo dudo...con tanta basura q sale de las prensas gringas...Flaco favor para Roncagliolo...pero harias bien en escribir la novela y ganar alfaguara...luego hablamos...
zarita
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