16.1.07

Auster, extraño caso

El extraño caso de Paul Auster, narrador neoyorquino infinitamente más conocido fuera de los Estados Unidos que dentro de su país (al menos entre el público no especializado), está alcanzando tonos insospechados: a las muchas traducciones lanzadas de su novela más reciente, Travels in the Scriptorium, se suma ya la versión en español, publicada por Anagrama (como cuenta Iván Thays) pero el libro sigue sin aparecer en Estados Unidos.

Hay, sí, una edición en inglés, pero es británica y no está a la venta aquí. Si uno busca en Alibris.com, se puede conseguir un ejemplar de esos desde Inglaterra. Si se busca en Amazon.com, sólo se puede preordenar un ejemplar de la edición norteamericana, que se lanzará dentro de una semana (varios meses después de que empezara a publicarse
Travels in the Scriptorium en otros países y otros idiomas).

Imagino que la estrategia de lanzamiento responde a la conveniencia de que las novelas de Auster sean puestas en el mercado norteamericano ya con el respaldo de las ventas y las críticas en otros países. Me pregunto si sirve de algo.

(En un curso sobre
Borges y lo borgeano que di el semestre pasado, una de las lecturas finales fue City of Glass, la novela de Auster, y mi sorpresa mayor fue que entre la docena de estudiantes de la clase, casi todos ellos norteamericanos que habían leído mucho a Borges, no hubiera siquiera uno que hubiera leído a Auster... Ahora bien, si uno supone que la literatura de Auster es por algún motivo ajena al gusto local, el pequeño muestrario que me ofreció ese curso no confirma esa teoría: Auster fue sin duda un éxito total entre mis estudiantes).

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Auster, como Bukowski, es un producto creado por Jorge Herralde de Anagrama. Esto, claro, sin desmerecer el valor literario de estos autores. Auster tiene la trilogía de nueva york y una novela más, bukowski un puñado de cuentos y unos poemas. Lo demás se explica por la sabiduría marketera del español.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Ambos son autores mundialmente célebres. Con Auster ocurre el caso peculiar que cuento. No veo cómo pueda su caso ser como el de Bukowski, ni tampoco cómo es que Herralde sale a colación. El mundo en bastante más grande que España y América Latina.

Félix Reátegui dijo...

Un poquito raro eso de decir que un autor es el producto inventado por un editor, pero "sin desmerecer" a aquel: ¿algo así como un premio a la constancia?

Con Auster ocurre, al menos para mí, otra cosa extraña: uno lee un libro suyo y pareciera que el proyecto literario como tal es de alcance limitado, que no da para más, pero el tipo lleva publicada una decena de novelas --y no las tres que dice el anónimo-- y en cada una se las arregla para hacer algo nuevo que es a la vez lo mismo.

Anónimo dijo...

no, me refiero al èxito de Auster y Bukowski en América Latina y España, cómo se "encontró" Herralde a Bukowski y lo promocionó en estos lares lo cuenta el mismo editor en uno de sus libros de memorias. ¿son munidalmente famosos y no lo conocen a Auster tus alumnos?

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Nadie ha dicho que Auster sea un NN en Estados Unidos. Dije, textualemente, que era mucho más famoso afuera que en su país, sobre todo en medios no especializados. Hay películas americanas basadas en sus guiones, y películas dirigidas por él, hay cómics de City of Glass, y, sin embargo, es cierto: puede darse el caso de que doce estudiantes universitarios no lo hayan leído (no dije que no supieran de su existencia). Estados Unidos es un país demasiado grande: uno puede tener la fama relativa de Auster y sin embargo no tener ni un solo libro entre los cien más recomendables de la década del NYT, como ocurre con Auster. Creo que también dejé bastante en claro que lo habían traducido a muchísimas lenguas extranjeras antes de que saliera la edición americana: ¿eso pasa con los desconocidos? ¿o se debe a Jorge Herralde? ¿Será Herralde el autor de la docena de novelas de Auster?

Sobre Bukowski no hay nada que aclarar: es un icono de la cultura americana: hay más de una película sobre él, sin contar documentales, y siguen saliendo canciones de moda con sus letras (de hecho, hay un par en el último disco de Tom Waits).

Franco dijo...

siempre venden eso del gusto y las preferencias, el estilo, europeo de auster. incluso en la contratapa de sus novelas, una declaracion de de lillo sobre la mezcla de beckett y no recuerdo que otro autor... haciendo un contrapunto con un gusto o un estilo americano... si es que tales cosas existen

Anónimo dijo...

Hay una página excelente de Ribeyro sobre el fenómeno Bukowski. A ver si la encuentro. ¡Ya! Aquí está: "Lo que escribe Bukowski es impresionante, pero se agota con su lectura. No hay más de lo que se dice. Su discurso se superpone geométricamente a su significado. No hay esas fisuras, eso no dicho, lo callado o reprimido, lo simplemente insinuado, que para mí le dan a lo escrito su dimensión o su sobresignificación. Luego, ninguna voluntad de trascendencia, de elevarse por encima del instinto, lo inmediato, animal, ordinario. El bistec en plena cara y se acabó...".

Me pregunto: Una literatura como la descrita... ¿puede durar? Un cuento como El hijo de Satán, que leí admirado hace quince años, probablemente hoy no me provocaría más que un enorme bostezo...

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Bien por ti si recapacitas y pones a Bukowski en su sitio. Yo no tengo que hacerlo porque jamás me ha gustado. Pero no por eso voy a negar que es un icono de la contracultura americana ni voy a decir que es un invento de Jorge Herralde: habráse visto disparate mayor.