Por algún motivo arcano, el buen fútbol suele inspirar mala literatura. También suele inspirar reflexiones que insospechadamente lindan a la vez con lo literario y con el puro lugar común. Anoche, el entrenador de la selección peruana, Julio César Uribe, describía la victoria de su equipo sobre Uruguay diciendo que era una página brillante, pero que todavía podía soñarse "con escribir una historia mejor".
Borgeano a su manera, el entrenador de Uruguay, Óscar Wáshington Tabárez, declaró lo siguiente sobre la derrota de su equipo: "Nos sorprende esta realidad, pero el partido ya se terminó: estamos hablando sobre algo que no existe, salvo en la retina y en nuestra memoria".
Si se me permite una corrección (y un rapto patriótico), diré que el 3-0 de Perú sobre Uruguay también existe aquí:
1-0
2-0
3-0
Dicho sea de paso: estos tres goles son realmente excelentes. Los tres. Jugadas simples y efectivas, pero además hermosas. Si las cosas funcionaran siempre así en la selección peruana, ese equipo le podría dar un nuevo sentido a la frase "sociedad del espectáculo". Ojala así fuera.
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12 comentarios:
Buen partido de Perú... Planteado con inteligencia, jugado con eficiencia y resuelto eficazmente... Ayer vi un equipo que sabía a qué jugaba... Eso es importante... A ver cómo nos va en la Copa...
Y sí no hay mucha literatura memorable sobre fútbol... Al menos, no he leído nada memorable...
buena con el post
arriba perú!
Tabarez se equivoca. "El mundo es todo lo que es el caso", como lo explica Wittgenstein, es decir, es el universo de proposiciones verdaderas y no un conjunto de objetos. El partido ya no es visible, es verdad, pero es el caso que Perú le metió tres goles a su equipo. Si bien me interesa poco el fútbol, me parece bacán que tengamos algo de qué alegrarnos.
Ayer estaba en la biblioteca nacional y la gente celebraba los goles.
A propósito, para acceder a "Toda la sangre" tengo que sacar el carnet de investigador, que son S/.40, y si le sumo los pasajes me más barato comprarlo en Miraflores.
Y en la biblioteca de Miraflores no está.
jugamos como "equipo chico"(x fin aceptamos lo que somos!!!),defendiendo bien, comtragolpeando con inteligencia.
tabarez declara asi porque no quiere darle la razon a la prensa y dejar que se le vengan encima.
ademas de borgeano, maquiavelico.
El otro día escuchaba una entrevista a Uribe en N deportes, la última que dio antes de partir hacia Venezuela, y qué bravo el floro que se mandó el tío. Creo que si queremos hacer un relación con la literatura, lo más interesante sería definir en qué corriente se inscribe su discurso. Ternero es definitivamente autoayuda, Oblitas un puro medio cosmpolita y medio experimental, supongo que Marcos Calderón -un motivador cuya charla técnica se basaba en el "¡por el Perú, carajo!"- era de la línea dura. Mientras que la clasificación de los anteriores nace del plano ideológico que sostenía sus declaraciones peloteras, en Uribe el análisis se impone sobre el estilo. ¿Encajaría bien en lo que algunos llaman "esteticismo" con tono medio peyorativo?
Saludos.
¿Qué no hay buena literatura sobre fútbol? Por favor, una leídita a algunas crónicas de Osvaldo Soriano, al libro "Boquita", de Caparrós o al maravilloso poema "El ángel de las piernas torcidas" que Vinicius de Moraes dedicara al gran Garrincha son tres buenos ejemplos. Y si de locales se trata, tenemos el clásico "Polirrítmico a Gradín" de Parra del Riego y el poema de Corcuera dedicado al Alianza Lima, dos textos que no están nada mal.
No dije que no hubiera buena literatura sobre fútbol, sino que el buen fútbol solía producir mala literatura.
Creo recordar que se llama "Polirritmo dinámico a Gradín". Famoso entre los uruguayos, como su autor: el poema lo repopularizó en el perú El Veco. Yo no lo recuerdo como un gran poema, sin embargo.
guy debord te abofetearía si leyera el sesgo que quieres darle a la frase "sociedad del espectáculo". ni como chiste funciona...
Amenif: en vez de andar agarrandole la mano a DeBord para que lo cachetee a Faveron, sería interesante que te expliques, digo, para que nosotros los de la plebe entendamos.
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