28.2.08

Mutante contra mutante

Esperando cierta crítica de Toda la sangre

Más de una persona me ha contado en estos días que el último número de Ajos & Zafiros trae un ensayo del profesor Miguel Ángel Huamán sobre mi libro Toda la sangre: antología de cuentos peruanos sobre la violencia política.

Ne interesa, obviamente, leer el ensayo: se lo he pedido a un amigo que, supuse yo, trabajaba en la revista, pero descubro que ya no.

Se lo he pedido también a uno de los editores de
Ajos & Zafiros, José Cabrera Alva, quien me dijo que ya pronto me enviaría el artículo en un documento de Word (para evitar la demora de mandar un ejemplar impreso por correo postal). Mientras sigo esperando que la amabilidad de José se cristalice, me encuentro con pasajes del ensayo en internet.

[PD: amabilidad que José supo coronar hace unos minutos: acabo de recibir en mi correo electrónico una copia del ensayo].

Los hallo, para más señas, en el blog del crítico mutante
Víctor Coral. Cuando llamo mutante a Coral, aclaremos, no me refiero a que esté desarrollando un tórax paralelo, no insinúo que le haya surgido de pronto una nariz nueva en la nuca (que sería para olerte mejor): me refiero a la cataclísmica rapidez con que es capaz de mudar su valoración de un libro; él, que, se supone, es un crítico literario y tiene las cosas claras.

Si el artículo del profesor
Huamán fuera como lo describe Coral, entonces el artículo sería bastante endeble, pero lo dudo mucho y, en todo caso, ese juicio me lo tendré que reservar para luego de leerlo entero, como es obvio: Coral es capaz de deformar cualquier cosa: es un crítico mutante transitivo. Lo realmente curioso es contrastar los dos textos que enlazo a continuación:

A) El post con el que Coral, esta semana, después de tantos meses de tozuda pataleta contra mí, no sólo elogia el ensayo de Huamán, sino que parece esgrimirlo en contra mía, como una dama madrileña de moño y peineta esgrimiría su abanico contra el fantasma del soponcio por venir. Con gran impotencia, dicho sea de paso: con la impotencia de quien descubre que otro crítico es capaz de articular la crítica que uno simplemente no puede construir (sin morderse la cola: problemas de la mutación).

B) El post de Coral de hace un año y tres meses, en el que el crítico mutante, antes de la mutación, no notó ni lejanamente ninguna de las cosas que ahora critica Huamán y que hoy él suscribe transido por la emoción. Y cuando las mencionó, cuando aludió a los que para Huamán son defectos, lo hizo para alabarlos como virtudes. Incluyendo su idea de que mi libro era "un hito", "fundacional y referente ineludible", clave para "hurgar en los pliegues de nuestra tragedia colectiva", una obra "absolutamente necesaria para comprender el que tal vez sea el problema mayor de nuestra sociedad".

¿Con cuál
Coral se quedan, con el que escribió eso hace un año o con el que, hepatitis de por medio, parece ver el libro ahora con los ojos de otra persona y las ideas ajenas, sin el menor respeto por las suyas propias o por la buena memoria de sus lectores? Yo, como siempre, no me quedo con ningún Coral: para mutantes, prefiero los del Planeta de los simios. Yo sigo esperando, con anticipación del deleite, el ensayo del profesor Huamán.

26 comentarios:

Anónimo dijo...

sólo quedaría pensar que más de una persona administra su blog (oficial): luz de limbo. el otro creo que lo administra solito.

Sanmarquino decepcionado

Anónimo dijo...

Más que sus cualidades de mutante, hay que resaltar lo feo que escribe Coral. Qué difícil leer el primer texto y más díficil todavía leer el segundo. Faverón anota correctamente que Coral no respeta sus ideas. Eso es grave, sin duda. Pero es más grave todavía mostrar un arsenal de fuentes en un blog sobrecargado por el que desfilan desde Villiers De Lisle hasta Vila Matas y exhibir luego un estilo tan pobre, que finalmente no refleja la cantidad de lecturas de las que su autor presume. El estilo, al fin y al cabo, es la mejor prueba del provecho que uno le saca a la lectura. ¿No será que Coral se lee solamente las solapas?

Poeta Maldito dijo...

Lo realmente extraño en Coral es ese absurdo, casi patológico, deseo de hacerse el harakiri cada vez que puede. Es como si no le bastara con el desprestigio que sus acciones han cosechado. Uno lo imagina como muralista de su propio excusado, retocando el graffiti imposible: ME GUSTA ENSUCIARME EN LOS PANTALONES. Entonces el baño sólo le sirve para eso, y no para para lo que el resto de mortales lo utilizamos. Raro personaje el que tenemos ante nosotros y que lo diga yo ya es demasiado.

Andrea Naranjo dijo...

qué alucinante tengo el libro en casa
y escribí este comentario
http://lunantagonica.blogspot.com/2007/05/toda-la-sangre-en-limanta-town.html#links
No soy una autoridad en nada pero bueno...

RODOLFO YBARRA dijo...

¿Cuál es el problema que alguien pueda cambiar de forma de pensar en un año y tres meses? O sea alguien no puede estudiar, revisar, investigar a posteriori de haber manifestado algo, acaso somos esclavos ad eternum de lo que decimos. Con este recurso no existirían ni ciencia ni literaturas modernas. Eso parecen ideas sacadas del “Foro de Yenán” (inamovibles posición de clase, actitud, público, trabajo, estudio de artistas y escritores, etc) –y sería bueno, si así fuera, es decir en el sentido de honestidad y corrección política; pero en cuestiones creativas, literarias creo que el asunto está en “acercarnos” a la verdad, así se tenga que contradecir alguna idea manifestada hace un instante o un año y tres meses-
En todo caso, siempre existirá “La Paradoja de Protágoras” para explicar -o "defender"- un mismo objeto de dos puntos de vista distintos. Copio:


Un estudiante, Euatlo, quería asistir a las lecciones de retórica de Protágoras en orden a poder ejercer de abogado pero, desgraciadamente, no disponía de recursos económicos. Protágoras habló con él y observó que era un chico muy listo. Lo acceptó en sus clases estableciendo la condición de que cuando ganara su primer pleito, le pagaría todos los honorarios. El estudiante, encantado, estuvo totalmente de acuerdo con ello.
El espabilado Euatlo asistió a las lecciones de Protágoras hasta acabar su formación; después, decidió no dedicarse a la abogacía y, consecuentemente, no pagaba. Protágoras reclamó los honorarios, pero el estudiante no se veía en la obligación de pagar: aún no había ganado su primer caso. Frente a la amenaza de un pleito judicial, el brillante Euatleo, que él mismo quería hacerse cargo de la defensa, argumentaba:
«Si vamos a juicio, Protágoras, y yo gano, por este mandamiento judicial, no te tendré que pagar; si pierdo, dado que aún no habré ganado mi primer pleito, y esta era nuestra condición, tampoco no tendré que pagar. Así, pues, Protágoras, no te conviene ir a juicio: seguro que lo perderás.»
Pero Protágoras, experto en ver las dos caras de todo, argumentaba:
«Si vamos a juicio, Euatlo, y yo gano, por este mandamiento judicial, me habrás de pagar; si pierdo, tú habrás ganado tu primer pleito y por razón de nuestro antiguo pacto, me habrás de pagar.»

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Mi estimado Rodolfo: existe el cambio y también existe la deshonestidad, y tú no eres un ingenuo que los vaya a confundir así nomás. Coral solo es capaz de dos posiciones ante "Toda la sangre": el elogio estruendoso o el ataque por interpósita persona. Es lastimoso.

Anónimo dijo...

la deshonestidad y la mutación también pueden estar en quien defiende al único que publica sus farragosísimos “ensayos“ y “reseñas“... si tienes dos dedos de frente, ibarra, no puedes concordar con el insignificante c.i. de tu padrino. si tienes moral, no puedes concordar con sus evidentes mañas...

Anónimo dijo...

"Coral solo es capaz de dos posiciones..."

no estoy de acuerdo gustavo, estas argumentando sobre la base de una valoracion subjetiva.

Anónimo dijo...

El profesor Huamán es un crítico serio y muy respetado por la comunidad intelectual limeña. De seguro su ensayo es mucho más interesante y lúcido de lo que cita Coral. De Huamán se puede esperar una argumentación honesta y libre de prejuicios y animadversiones.

Anónimo dijo...

Siempre puedes pensar que cambió de idea (y que Euatlo no le debe nada a Protágoras) o que en realidad Coral está regodeándose en una crítica ajena sobre alguien a quien él le tiene cólera (y que Protágoras tiene derecho cobrar por su trabajo). Sentido común: nadie cambia de idea tan radicalmente, salvo por electroshok, mutación, lobotomía, castración, ciclotimia, deshonestidad o un largo proceso de reflexión. ¿Hemos sido testigos de este proceso?

Anónimo dijo...

El señor Miguel Ángel Huamán no es objetivo. Hace años dijo que el trío Carlos García Miranda, Miguel Bances y Selenco Vega eran los llamados a renovar el panorama de la literatura peruana. ¿Qué une a estos tres con Huamán? Fueron sus alumnos y son amigos. Y todo el mundo sabe que ellos no han sacado nada en años, a lo mucho García Miranda con una novela que nadie entiende. Ese mismo criterio puede verse en los autores marginales que el señor Huamán no escatima en elogiar.

RODOLFO YBARRA dijo...

Cada vez que comento algo (aquí) tengo la sensación de estar entrando en un “callejón oscuro” -infame triquiñuela de los turiferarios y otros mamíferos parlantes- donde las patadas, puñetes y codazos me llegan sin saber su procedencia. ¿Algún día mostrarán su verdadero rostro? (derrepente descubrirán el horror ante el espejo).
Vamos por partes como el destripador:

1.-Estimado Faverón, si deseas llevar todo lo dicho al terreno del valor (axiológico) entonces no tengo nada que decir (comprobemos esto trasladando el enunciado a valores lógicos); tan sólo que “la polaridad” es también una característica inevitable del valor; y por lo demás, ¿quién es totalmente “honesto” en literatura?, quien esté libre de esto que lance el primer lito.

2.-Oye anónimo, mi padrino (de bautizo) murió hace mucho tiempo y desde ahí camino solo. Tus inquinas contra Coral endósalos a otra persona. No te das cuenta que mi “defensa” es sobre el enfoque y no sobre la personna; qué extraña manía de llevar todo a lo personal. En ajedrez, acabas de caer en “mate pastor”, pensé que había más imaginación por parte de los comments. Dejo P4R, en honor a Bobby Fischer recientemente desaparecido.

Anónimo dijo...

Eres un embaucador Faverón. No te creo que no conozcas el articulo de Huamán. Lo que pasa es que estás haciendo tiempo para armar una respuesta a sus críticas. Mientras, te la agarras con Coral para desviar la atención sobre el tema de fondo: tu incapacidad crítica y tu aportunismo vedettista. No se puede esperar otra cosa de ti.

Anónimo dijo...

No sé que molesta más de Ybarra: su ridícula defensa de Coral o sus comentarios pretenciosos que intentan una y otra vez demostrar lo muy culto que es.

Mejor que este "contestario maldito" siga mandando sus cartas a Somos, baluarte de la marginalidad noventera.

Anónimo dijo...

he leído lo de Coral hae año y medio y el 90% es sobre los cuentos de la antología, no dice nada sobre el prólogo. No creo tampoco que Huamán hable sobre los cuentos, que son buenos, sino sobre el prólogo. A la gente le puede parecer buena la antología pero el prólogo malo, cuál es la contradicción si es así.

Anónimo dijo...

vamos, vamos, qué mal gusto eso de hablar del CI, pensé que ya estàbamos en otro level, mi querido Faverón.

Anónimo dijo...

Rodolfo Ybarra: "tus inquinas contra Coral endósalos a otras personas".

Lo que hay que endosarle a Ybarra es un manual de gramática.

Anónimo dijo...

A mi me gustó la novela del profesor García Miranda. Y no solo a mí, sino a otros, incluso críticos serios como Javier Ágreda e Iván Thays. Y Selenco ganó el año pasado el premio Copé de cuento. Así que el anómimo jueves, febrero 28, 2008 5:23:00 PM, anda desinformado y despistado. Tal vez sea uno de los adláteres de Faveron.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

¿Adláteres de Faverón? Jajaja. Qué idiotez. En fin. Hay un anónimo que envía acusaciones de plagio contra un profesor universitario, pero las hace llegar sin firma y, lo peor, sin mencionar la supuesta fuente plagiada, de modo que se pueda establecer si es una acusación real o un insulto gratuito. O manda los datos como es debido, o puede esperar sentado a que publique su comentario.

Estimado Ibarra: no te maltrates; estoy seguro de que tienes algo que decir en el terreno del valor.

Anónimo dijo...

Anónimo 7:07 p.m
Nadie duda del valor literario de los profesores García y Vega. Al menos que creas que el premio de un concurso y la celebración crítica de una novela sea más que suficiente para renovar toda la literatura peruana.

Anónimo dijo...

Anónimo de las 11 y 39: Creo que has dado una nueva vuelta de tuerca a la noción de ambigüedad con tu comentario. Para preguntarte con tu propio estilo: ¿estás a favor o en contra de los profesores García y Vega, o todo lo contrario?

Anónimo dijo...

Anónimo de las 17 pm. no sabes nada de gramática, ojalá que pases de cachimbo.

Anónimo dijo...

¿De qué paglio habla Faverón? ¿Plagiaron a García Miranda o a Selenco Vegas? ¿O ambos han sido denunciados por plagiarios? Faveron nuevamente anda tratando de confundir a los bloggers. Ah, Faveron, mejor POR QUÉ NO TE CALLAS!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

lo que tú digas, rodolfo.

Anónimo dijo...

Ybarra:
- No soy un adláter y/o chupamedias de GFP. Cuando estoy en desacuerdo con él, firmo con mi nombre.
- No pongo mi nombre porque Coral se ha vuelto un fastidio. Si lo hago, va estar friega que te friega mandando anónimos.
- No me interesa hacerle callejón oscuro, lo que me interesa es explicar por qué la posición de tu pata es indefendible. No creo que haya alguien que tenga amigos perfectos; más bien lo contrario debe ser lo común: algunos amigos de uno deben estar bastante cerca de la imperfección absoluta. A tu pata no le conviene que lo defiendas; le conviene que le digas que está equivocado y que cambie de actitud.

Anónimo dijo...

Y te olvidas Faverón de copiar y pegar la siguiente opinión que Coral dió a tu antología: "Toda la sangre, insuperable antología de cuentos sobre la violencia política". Insuperable, bueno yo no creo eso. Buena sí, pero insuperable son palabras mayores. Lo que quería era demostrar lo mismo que tú; Coral elogia algo que luego condena.