5.9.08

Diabólica ironía

Walt Disney en Auschwitz

Dinah Gottliebova fue una judía de origen checho, deportada a un ghetto a principios de los años cuarenta e internada en Auschwitz poco tiempo después, junto con su madre. Era pintora, con formación académica y un talento especial para los retratos.

Ese talento fue descubierto un día por el doctor Josef Mengele, entonces director de uno de los cuarenta campos satélites de Auschwitz, uno conocido como el Campamento Gitano, donde Mengele empezaba su triste récord de experimentos ejecutados sobre cuerpos de prisioneros vivos.

Mengele comisionó a Gottliebova para que pintara retratos de un número considerable de gitanos --mujeres y hombres--, pinturas que el carnicero alemán proyectaba incluir en un libro que reportara sus hallazgos sobre genética y transmisión de rasgos raciales. Gottliebova pintó esos retratos de individuos sometidos a pruebas inhumanas; pintó sólo sus rostros, con gestos neutros y miradas ausentes.

Gottliebova, que sobrevivió a Auschwitz, y reside actualmente en los Estados Unidos, recibió otra comisión en esos mismos años: pintar murales en las paredes del campo, murales que representaran diversas escenas de películas de Walt Disney.

En ese entonces, las películas que habían hecho famoso a los estudios Disney en todo el mundo eran
Blanca Nieves y los siete enanos, Pinocchio, Fantasia, Dumbo y Bambi: esas eran las imágenes que Gottliebova tuvo que pintar en los muros del lugar más infernal y sangriento de la historia europea y quizás de la historia universal.

Este no es un dato conocido para muchas personas: en Auschwitz, en los años en que funcionaba como campo de concentración, había un museo, donde se exponían objetos arrebatados a los prisioneros, y obras de arte que algunos internos eran forzados a diseñar, siguiendo las normas del arte aprobado por los nazis: realismo heroico, romanticismo derivado de leyendas germánicas, cosas de ese tipo.

El museo era un coto cerrado dentro de otro. En él, algunos presos aprovechaban los materiales de que disponían para pintar, secretamente, cuadros que describieran la realidad del campo de concentración: los enfermos, los deshechos, los mutilados, las mujeres violadas, los niños esqueléticos, las alambradas teñidas de rojo, la vileza de la muerte en vida. Pintaban esas cosas y las escondían entre las paredes, debajo de una mesa, tras una viga en el techo. Algunos fueron capaces de contrabandearlas hacia el exterior.

Eran artistas con la vida robada por la máquina asesina del nazismo, obligados a pintar escenas de felicidad infantil sobrepuestas a la miseria del mundo real: el arte como engaño. Pero también eran artistas capaces de retratar el horror de ese mundo, y obsedidos por la intención de que tal realidad fuera conocida más allá de los límites de su infierno: el arte como develación de la verdad.

Nunca el oficio de artista fue más demoniacamente irónico que en Auschwitz.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Las infamias de los nazis no tenían límite

Anónimo dijo...

Estremecedor relato Gustavo. Dime, de dónde lograste encontrar esa información.

Anónimo dijo...

Quizás uno o ambos de los dos oficiales nazis que están en la foto del mago Valdivieso, fabuloso arquero peruano de aquellos tiempos (ver último suplemento dominical de La República)haya conocido de vista o trato a la sufrida Dinah Gottliebova.
RUMESILDO

Harry Cañari Atoche dijo...

Increíble Gustavo, es increíble cómo funcionaban -o quién sabe, funcionan hasta ahora- esas cosas.

Saludos y más post por favor :)

Harry

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Óscar: he estado leyendo en estos días varios textos sobre Auschwitz, debido a un proyecto que tengo. En uno de ellos me enteré de la existencia del museo, en otro mencionaban a Gottliebova, y en un website encontré el dato sobre los cuadros con imágenes de Disney.

Anónimo dijo...

Gracias por responder. Buenos datos, suerte en el proyecto.

Un abrazo

Anónimo dijo...

en

http://tvbruto.blogspot.com/2008/09/videos-documental-la-pintura-mas-cara.html

otro desacierto de los nazis en cuanto a arte. las pinturas de gustav klimt, a las que los nazis no le encontraron mayor valor, se convirtieron finalmente en las obras mas importantes del siglo xx.

probable que lo mismo pase con el arte neoliberal que se hace hoy en el perú.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

¿A qué llamas arte neoliberal en el Perú? ¿Podrías dar algunos ejemplos?

Anónimo dijo...

el que pareciera se hace en miami, en el que el peruano común no se reconoce, el que no se conmueve por los asesinados con las políticas neoliberales.

claro que no hacer un arte "conciente" no significa estar a favor del sistema.

pero imaginando un probable gobierno socialista muchos de los que le deben su status a la oligarquia y a sus medios (el comercio y otros) se volverían en activos defensores de la libertad (de robar, embrutecer y matar) de la clase dominante.

Quizá entonces dejen de repetir las mismas obras que vienen haciendo hace decadas.

-aprovecho el sintonizado espacio para divulgar el blog que la esposa de roque gonzales edita en favor de la liberación de su esposo http://libertadpararoque.blogspot.com/
injustamente detenido desde marzo. su caso ya está siendo estudiado por la cidh.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

No diste ningún ejemplo. Es lo único que pedía.