No hay peor ciego que el que no quiere ver
A través de un post de ese vigoroso e infatigable blogger que es el novelista Iván Thays, administrador de la única bitácora de lectura imprescindible en la literatura latinoamericana, me entero de una noticia sumamente extraña.
En Estados Unidos, la Federación Nacional de Ciegos (National Federation of the Blind) ha condenado y deplorado la película Blindness, que se estrenará este fin de semana, dirigida por el brasileño Fernando Meirelles, basada en la novela Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago, y protagonizada por la extraordinaria Julianne Moore.
¿La razón que aducen? Dice la NFB que Blindness describe a los ciegos como incompetentes, inválidos, incapaces de hacer las cosas que hacen los demás, además de "sucios, viciosos y depravados", y que, por ello, la audicencia de la película podrá ver alimentada una forma de prejuicio contra los ciegos en general, lo que redundará, a la larga, en menores posibilidades de empleo para los invidentes de todo el mundo.
La película, al parecer, es bastante fiel al contenido de la novela. Y es cierto: en la ficción de Saramago los ciegos caen en todos los defectos que señala la NFB. Pero, cuidado: los ciegos del relato no son ni invidentes innatos ni víctimas de una larga enfermedad, ni son unos cuantos individuos que hayan sufrido un accidente, sino que son prácticamente todos los seres humanos, atacados por una suerte de epidemia universal y súbita: la ficción no es el retrato de los invidentes que encontramos todos los días en calles y plazas, o en nuestras propias casas, sino la descripción de una sociedad agredida repentinamente por un desastre inesperado, sin tiempo para acostumbrarse a él, de modo que el mundo cae en un caos general (el caos al que probablemente nos deslizaríamos si mañana despertáramos todos privados de la visión).
Hace tiempo un amigo (fue Miguel Rodríguez Mondoñedo) me dijo que mi uso de términos como "miope", "ciego" o "cojo" para describir, metafóricamente, carencias intelectuales de ciertas personas, era agresivo y segregador, no contra esas personas, sino contra los miopes, los ciegos y los cojos. Yo, sinceramente, no lo creo. La ceguera es, en efecto, un mal que disminuye nuestras capacidades, como la miopía (de la que yo sufro en el sentido literal) o la cojera. Eso es una verdad objetiva, y partir de ese constatación fáctica para producir un sentido figurado de tales palabras no debería ofender a nadie.
(Decir que los ciegos merecen todas las facilidades para vivir de la mejor manera y que la sociedad no puede negarles, en principio, los derechos y las prerrogativas que otorga a los demás, es una verdad indiscutible. Pero no por ello vamos a repartir licencias de conducir a los invidentes mientras no exista una manera fiable de que manejen sin atropellar a nadie).
De hecho, me temo que la Federación Nacional de Ciegos está siendo miope (pun visibly intended) al juzgar de la manera en que juzga la película de Meirelles, película que, por otro lado, obviamente, los miembros de la federación no pueden haber visto y que por lo tanto son incapaces de apreciar. En fin, esto es lo último que faltaba: que los ciegos boicotearan la visión de una película y quisieran censurar la mirada de los demás.
Me pregunto qué pasará el día que adapten Sobre héroes y tumbas.
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22 comentarios:
Es interesante que la censura suela enfocarse más en las películas que en los libros. Los cristianos peruanos fundamentalistas no habían pedido censurar la novela de Kazantzakis pero sí la película de Scorssese. El cine crea más pavor porque se supone más persuasivo y más gráfico.
"la única bitácora de lectura imprescindible en la literatura latinoamericana"
Explica por qué.
¿Y que tal si decimos que es una chatura de su parte?
En ese plan, las autoridades del Callao censurian "la ciudad y los perros" porque el personaje del Jaguar es un delincuente y eso produce un prejuicio negativo sobre la gente del puerto.
Ni Thays sería capaz de hacerse semejante cherry... Innecesario totalmente para el contenido de un post, por lo demás, muy interesante.
Pues, no dudo que sea innecesario, porque ya todo el mundo conoce el blog de Iván. Y precisamente porque todo el mundo lo conoce, mi recomendación no es ningún "cherry".
Vaya, pues sí que le están dando publicidad a la película, tendremos que verla para no quedarnos atrás en este mundillo.
¿Qué pasa con los ciegos? Son bromas entre guionistas.
Cherry aparte -costumbres de experiodista de culturales que te quedan- este post parece un refrito, sazonado, de un viejo articulo de Vargas Llosa, en el que contaba sus problemas con los tartamudos espanoles.
Entre tu blog y el blog de Ivancito, me quedo con el tuyo; ¿será acaso mi ceguera?
La obra de Saramago no fue nunca puesta en tela de juicio por la federación de Ciegos, que pudieron haberla leido en Braille, pero azotan la película de Meirelles, que obviamente no pueden ver. El resultado es que, si bien ellos afirman, injustamente, que la película los expone como incompetentes, sucios y depravados, las declaraciones de los voceros de su institución los hace parecer como grandes tontos o fundamentalistas. ¿Qué es peor?
Tambien creo que es una ceguera decir que "todo el mundo" conoce el blog de Ivan T. Que es un excelente blog eso es diferente.
Censuro tu comentario (por ciego)
Todo el mundo?? A ver, hablanos de tu mundo...
Otra mas,
"La ceguera es, en efecto, un mal que disminuye nuestras capacidades..."
Eso se lo dices a Borges, pobrecito.....
Saramago se habra inspirado en "La Noche de los Trifidos", novela de ciencia ficcion sobre la ceguera repentina y mundial que desencadena contemplar una lluvia de estrellas fugaces? Y tambien se hizo una pelicula.
Luis
¿"autor de la única bitácora de lectura imprescindible en la literatura latinoamericana"?, si es así ¿entonces para que tienes enlaces de autores que hablan sobre literatura si el de tu amigo es la única bitácora que te parece de lectura imprescindible?
Porque es buena idea leer todo lo bueno, no solamente lo imprescindible.
Me parece algo obtuso que se quejen contra la pelicula, no se dan cuenta que usa la ceguera como una metafora. Cuando veia las escenas de Nueva Orleans luego de Katrina no pude dejar de pensar en cuan preciso fue Saramago en representar el caos y la locura humana.
Y tu que escribiste que Saramago no escribia nada bueno.
Ahora ya entiendo la mania dedalica de Borges: estando ciego hasta la linea recta le pareceria un laberinto.
Muchas gracias, Gustavo, por tu opinión sobre el Moleskine
saludos
IVAN
Tengo comezón en el fundillo.
La Federación de Ciegos no tiene una actitud miope sino ciega. Vivimos tiempos en los que todo el mundo se cree con derecho a darse por aludido y censurar a los demás. El espíritu inquisidor revive por doquier. No se confía en la capacidad de los demás para interpretar las cosas. Creo que la cuestión es grave porque puede acabar convirtiéndonos a todos en idiotas (si nos dejamos).
hace muuucho que no entraba a tu bitácora y vengo hace hooooras leyendo, hasta que llegué aquí y pensé lo mismo, antes de leerlo: "¿qué dirían de sábato y el informe sobre ciegos"(que es bastante más cruel con los ciegos, por cierto, jajajaja).
un saludo desde Montevideo al colega levreriano (junto con Paris, El Lugar).
Y otro día me explica esa animadversión hacia Deleuze y el postestructuralismo fránces en gral.
Laura
Hey, Laveron !
Hace años que no sabía de ti!
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