7.10.08

Olvidos

Derechos humanos: ¿no tienen la menor importancia?

César Hildebrandt escribe un artículo lanzándole flores a la memoria de Fernando Belaúnde. Repitiendo la monserga de las viejas pitucas, dice que Belaúnde fue un caballerazo porque no robó. El Harry Houdini del periodismo nacional, ídolo de la blogósfera, pasa por alto el detalle de que durante el gobierno de Belaúnde se produjo el número más elevado de crímenes del Estado contra la población civil en toda la historia republicana del Perú.

José Alejandro Godoy hace
una evaluación del gobierno de Juan Velasco Alvarado e intenta poner sus virtudes y defectos en la balanza. Sin embargo, no le resulta relevante mencionar que durante la dictadura de Velasco y bajo sus órdenes directas se produjo la masacre de Huanta, en la que, según cifra oficial del gobierno, se asesinó a veinte campesinos, entre adolescentes, hombres y mujeres, incluso ancianas, que sólo protestaban por la cancelación parcial de la gratuidad de la enseñanza en colegios del Estado. Las cifras de víctimas que los pobladores ofrecieron, además, eran mucho más elevadas. Y no fue el único caso.

¿Cuál es el tiempo de prescripción moral de los crímenes contra la humanidad en el Perú? ¿Cuántos años tiene que dejar pasar un ex gobernante para que la gente empiece a recordar de él más sus buenos modales en la mesa o sus discursos igualitarios que su sordera, su incuria o su atropello de los derechos humanos?

De los crímenes de Alan García y Giampetri se acuerda cada vez menos gente: la mayoría de los peruanos los premió con la presidencia y la vicepresidencia. ¿Olvidaremos luego los crímenes de Fujimori?


8 comentarios:

Luis Enrique Aguirre dijo...

Bien apuntado lo de Belaúnde. La verdad no comprendo la necesidad de hacer ránkings de gobernantes: que si fue el mas importante, el segundo, el tercero, etc. Además, tampoco entiendo esa extraña doctrina de la inevitabilidad de algunos: que si Fulano no actuaba como lo hizo -usualmente de manera violenta- entonces la historia hubiese sido peor. ¿Qué bola de cristal tienen? ¿Por qué lo mismo que se le aplica a Fujimori no es aplicable a Velasco? Nunca terminaré de entender a ciertos chamanes de la política. Los crímenes siempre serán crímenes, sean del color político que sean, y solo correrán el peligro de olvidarse si hay impunidad.

Sobre García: aunque parezca que la mayoría de peruanos lo premió con una segunda presidencia, también es cierto que nuestra democracia apenas si nos dejó opciones. Peru Posible -partido por el que yo hubiera votado- se hizo añicos por sí solo e improvisó a un candidato que terminó renunciado. Un desastre.

saludos

Anónimo dijo...

hay demasiadas cosas que el comentarista anterior "no entiende". Con frecuencia se utiliza esa frasesita patética para designar un desacuerdo ético. Al comentarista no le parece, no le gusta que se compare a los gobernantes; pero no otra cosa se hace en las elecciones y en todos los procesos democráticos. A este comentarista, tan "fino", no le gusta la democracia?

Anónimo dijo...

¿Belaúnde defensor de los Derechos Humanos? Claro, por eso dijo en 1983 que había "tirado a la basura" el informe de Amnistía Internacional sobre el Perú...
Los dos gobiernos de FBT fueron un FRACASO, sobre todo en materia económica y en la lucha antisubversiva...y ahora Hildebrandt en su ridícula columna viene a decirnos que fue un gran político(?)
Es probable que Belaúnde no haya robado, pero con su carácter blandengue PERMITIÓ que otros sí lo hicieran, así como trató con excesiva pasividad los primeros brotes terroristas en Ayacucho (llamaba "abigeos" a los senderistas). Si hubiera tomado cartas en el asunto y tratado el terrorismo con la debida seriedad, quién sabe, quizá nos hubiéramos ahorrado 60,000 muertos.
Que un gobernante no robe no es ningún mérito, pues está en la OBLIGACIÓN MORAL de no hacerlo, y que dé floridos discursos o hable bien tampoco es mérito alguno (García es un buen ejemplo de ello).
C. Hildebrandt debió titular su columna "Elogio del fracaso", es mucho más apropiado.

Fernando Velásquez dijo...

¿de qué se acuerda la gente? de hecho no de lo que permitió a alan garcía ser elegido abrumadoramente: la escandalosa corrupción del segundo gobierno de belaunde, la terrible situación económica y la violencia que en 85 ya estaba desatada. ¿y garcía? pues le hizo un favor a belaunde, después de sus cinco años en el poder, el régimen de acción popular parecía haber sido maravillosos...

Anónimo dijo...

Anónimo, tienes razón en decir que no es mérito de un gobernante no robar; sin embargo, esa es una virtud escasa en nuestro país.
Por lo que vemos, quien llega al poder lo primero que hace es saquear, lo segundo, saquear y tercero, saquear.¿Tienes alguna otra excepción?

Anónimo dijo...

¿Y la página 11? ¿Qué pasó?, ¿se le traspapeló al arquitecto?

Anónimo dijo...

¿Qué valor puede tener "esa" página frente al gran legado del arquitecto?
Seamos un poco más generosos.

Anónimo dijo...

sucede que Belaunde no movió un dedo porque los oligarcas siguieron comiendose el pais como hace siglos. Recien con el primer gobierno de Alan gente "del pueblo" tiene acceso a la corrupción y eso se hizo bastante evidente.

Un anho antes del final del gobierno de Toledo, vieron la posibilidd de poner a Kuchinsky como canidato, entonces saltaron historias de robos del primer gobierno belaundista y de su pasado como ministro del segundo.
Simplemente la corrupción durante el Arquitecto quedo chiquita ante el primer gobierno de Alan y este ante el de Fujimori.
J.