23.1.09

Adornos

Estética y corrupción

Una cosa que creí aprender hace muchos años, en mis primeros cursos de literatura en la universidad, es que en una obra literaria no existen los adornos.

Es decir, no existen elementos que sean estrictamente decorativos y no funcionales: una vez que entra en el texto, todo signo añade sentido y ocupa un lugar en la estructura; o descalabra el sentido y hace colapsar la estructura (sin dejar de ser parte de ella).

Cuando alguien dice de un poema que es en exceso verboso, o de una novela que es
palabrera (como escribió Vargas Llosa sobre cierto relato de Faulkner), lo que está diciendo es que en el texto hay signos que carecen de funcionalidad, excesos que hubiera sido mejor eliminar.

En una famosa escena de
Amadeus, la cinta de Forman, el rey le dice a Mozart que una pieza que acaba de tocar tiene "demasiadas notas". Mozart se enfurece: la pieza no tiene ni más ni menos notas que las que necesita; nada en ella sale sobrando.

Por algún motivo extraño, estas cosas me vinieron a la mente tras leer un post de Daniel Salas sobre un tema enteramente distinto: el post se titula "Robó pero hizo obra" y es un enjuiciamiento del secular prurito peruano de elogiar a los gobernantes que cumplen con algunos de sus deberes incluso si ejercen su trabajo en medio de gran corrupción.

Es la aceptación tácita (o no tan tácita) de que robar, defraudar y abusar del poder son, después de todo, gracias a la fuerza iterativa de la tradición, algo así como funciones adicionales de un gobernante, gratificaciones colaterales, o, cuando menos, efectos secundarios inevitables.

El juicio moral que me merece ese tipo de observación ya se lo imaginan los lectores de Puente Aéreo. Prefiero escribir mi juicio puramente racional: la corrupción es un elemento sobrante en la estructura del Estado y en el oficio del gobierno, y, por lo tanto, es un elemento que contribuye a su mal funcionamiento.

Los peruanos tienden a suponer que la corrupción es como una comparsa lateral, obviable: si el gobernante cumple con su misión, qué tiene de malo que sea corrupto. No puedo imaginar, sin embargo, que la corrupción pueda existir sin afectar la labor del gobierno.

Un amigo que trabajó muchos años en un ministerio me contó sobre la cantidad de veces en que, ante un cambio de ministro, una serie de proyectos casi culminados fueron echados a la papelera para beneficiar otros planes, no porque fueran mejores, sino porque al desarrollarlos la nueva burocracia podría beneficiarse con negociados, licitaciones, colocaciones, ventas bajo la mesa, chanchullos y sobornos.

¿Alguna vez les ha pasado que el descubrimiento de un delito les deja una impresión estéticamente negativa? ¿Que un crimen les parece, más que malo,
feo? Tengo la idea de que eso se debe a que, en efecto, lo percibimos desde un mirador estrictamente estético: el delito mata la perfección de la estructura, desorganiza las formas, corrompe no sólo en el plano moral sino también en el plano formal.

La corrupción es el decaimiento de una forma, por eso nos afecta estéticamente: es un elemento que sobra, que debe ser eliminado, que nunca debió estar allí.


25 comentarios:

Anónimo dijo...

Ergo, la moral es estética. Touché, Daniel Salas.

LuchinG dijo...

John Gardner en "Para ser escritor":

"(...) cuando el joven novelista lea libros de otros escritores, debe hacerlo no como lo haría el universitario especializado en literatura, sino como lo haría un novelista. El primero estudia la obra para comprender y valorar su significado, para ver de qué forma se relaciona con otras obras de su época, etcétera. El joven escritor debe leer tratando de averiguar cómo lo hace el autor para crear los efectos que consigue, de captar sus procedimientos, incluso pensando qué habría hecho él en la misma situación y si su manera de hacerlo habría dado mejor o peor resultado y por qué."

Interesante. Tal vez por eso tú no ves partes prescindibles donde otros sí las ven. (Me refiero sólo a literatura.)

Anónimo dijo...

Este post es innecesario, pretendes dar cuenta de algo que todo el mundo (peruano, latinoamericano?) sabe, la corrupción estructural de nuestras sociedades, pero no están interesados en cambiar, eres parte de lo mismo, sólo que lo dices con el prurito académico que me demuestra, nuevamente, que la academia no sirve para nada... En realidad sí, te ha servido a tí, y eso es suficiente para devolverme al inicio de mi comentario que es tan o más innecesario que tu post... 3,2,1 pum!!este comentario ya se autodestruyó como hombre bomba paquistaní...

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Lo único que parece estructuralmente corrupto, mi querido anónimo, es tu cabeza de chorlito. Lee de nuevo.

Anónimo dijo...

Qué rico descubrir América.
A propósito: "Cabeza de Chorlito" es una variación 2009 del "Pobre idiota, pobre infeliz" que ya es tu marca registrada?

Gustavo Faverón Patriau dijo...

No, no es variación, la otra la sigo reservando para el receptor original y para anónimos como tú, querido lector.

Anónimo dijo...

Estimado Gustavo, la resignación ante la corrupción, parece ser algo más común en sociedades donde se la percibe como algo endémico. Quizá muchos se vean identificados en los corruptos, tal como se ve en el diálogo que se transcribe en el Gran Combo Club. Me pregunto cómo reaccionaría la opinión pública de sociedades como la estadounidense si los políticos salen con justificaciones a la peruana de la corrupción.

JOSEFINA dijo...

Y para salir de lo político o literario, en todo es igual, no en vano se dice que "en la sencillez hace la elegancia" o que una mujer bonita lo es realmente sin maquillaje ni adornos... Y sobre el tema política, sí pues, es una asco: de los males el peor o qué importa que sea un ladrón mientras a mí me beneficie en algo...

LuchinG dijo...

Yo: chequea este artículo:Is beauty a sign of thruth?

Anónimo dijo...

Creo que a nada bueno conduce la pluma alegre que repite la cantaleta aquella de que "los peruanos tienden a..."

Los peruanos no son una masa compacta que hace coordinadamente lo inevitable, como se aduce.

Monocorde ha sido la conducta tradicional de una reducida clase política. Apoyada primero en la cruz y la espada, luego en el fusil y la bandera, han despojado al país de sus riquezas, como lo siguen haciendo.

A diferencia de los puritanos del Mayflower que arribaron a las costas de Nueva Inglaterra para quedarse y sacar el país adelante, el saqueo a los recursos del antiguo Perú, y del naciente Estado republicano posterior, quedó establecido desde que del viejo continente llegaron a nuestras costas bandas de facinerosos a llevarse literalmente el país en peso.

Cuando un gobernante ha hecho obras pero como todo marchante que pasa por la casa de Pizarro, también ha saqueado los cofres nacionales, la claque gobernante (la derecha tradicional) y sus plumíferos, los Raúl Vargas, los Aldo Mariátegui y las Chichi Valenzuela que no han faltado en nuestro suelo, esgrimen, cínicos, que peor hubiera sido que el marchante solamente robase, como siempre ha ocurrido y no ha pasado nada.

Empero, no somos capaces de respetar al "enemigo" político, así haya sido un gobernante honesto, que los hemos tenido: Alfonso Barrantes, Javier Diez Canseco, Velasco Alvarado, Carlos Malpica, etc...

Anónimo dijo...

los peruanos tienden a creer que la corrupción ... quién cree eso? nadie, oye, todo el mundo sabe que la corrupción es un mal que hay que extirpar, pero nadie sabe cómo. Si no pregúntales a esos señorones banqueros y negociantes inmobiliarios que han llevado al colapso tu querido país, EE UU.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Si "tu querido país" es una ironía, es una ironía que no funciona: en efecto me gusta mucho la sociedad americana y no le debo poco a este país. Por otro lado, la corrupción aquí, aunque es ciertamente mucho menor que en el Perú, no es pequeña, pero no existe la idea tan difundida de que la corrupción es aceptable. ¿Tú crees que en el Perú esa no es una idea extendida? Entonces querrás explicarme cómo es que después de todos los robos y los escándalos Fujimori, Keiko Fujimori, Kouri, Castañeda, Andrade, Humala, Alan García, etc, pueden seguir siendo políticos con apoyo popular.

Anónimo dijo...

VERASTEGUI

En un momento de la plática salió el tema del bombardeo en la Franja de Gaza: “Yo formo parte de un tribunal internacional que postula la toma de conciencia acerca del medio ambiente en el momento en que la tierra tiene una crisis ecológica. Dado que, desde hace decenios, en el Medio Oriente se vive una crisis política, el tribunal al cual pertenezco exhorta públicamente a que cesen los bombardeos, que no es bombardeando (a Irán) como se van a solucionar los problemas, sino pidiendo que Israel ocupe un asiento permanente en el consejo de seguridad de la ONU para que se solucione definitivamente la crisis en Medio Oriente.”

http://sol-negro.blogspot.com/2009/01/la-rebelin-creadora-conversatorio-con.html

zeta dijo...

Eso del "secular prurito peruano" no me quedò claro...

Lo primero: el tema de los adornos en la literatura me parece puesto en un enfoque correcto: todos los elementos son ùtiles, aunque depende, porque justamente se reclama a las malas novelas el mal ajuste de algunas piezas; lo del palabreo me parece algo distinto que va segùn los efectos de un texto sencillo y un copioso, por decirles de alguna forma. Pienso que va por el lado de las acciones: no produce el mismo efecto decir "yo como un atùn" que decir "yo degustè con sosiego la finìsima carne traìda del mar"; màs o menos eso, y le agrego la idea de que segùn la època correspondiente los escritores cambiaban sus modos de expresarse. Algo asì.

Lo segundo: Es cierto ese modo de pensar, sin duda màs de uno lo ha oìdo. Hmmm, pienso que a la larga es cierto ese juicio racional, pero no sè si es correcto comparar desde el punto de vista estètico. Una cosa màs: el ciudadano no està plenamente consciente de todo el aparato del Estado, por eso, creo yo, no llega a percibir al momento el daño que la corrupciòn puede causar, sino recordemos las cifras del gobierno de Fujimori, la gente se llenò de coraje al ver la magnitud de las cifras màs que el mismo acto delictivo, pienso que eso sucediò con una buena mayorìa. Lo demàs es muy sabido, el problema es que no se puede hacer nada, basta ver còmo anda el Banco de la Naciòn, por ejemplo, cualquiera que tenga familiares laborando ahì se entera de todas las movidas que hace el grupo polìtico del gobierno para hacerse de los puestos, y no digan que hay vìas para reclamar por eso, ya que tenemos al gato de despensero, ademàs o la prensa no se da a basto o no investiga todos los asuntos de corrupciòn que se presentan. Bueno, lo otro: tengo mis dudas sobre esa sensaciòn desagradable, sobre todo si va por un lado estètico o por un lado màs interior; no olvidemos, aparte, que hay crìmenes y criminales que màs nos parecen admirables y que despiertan simpatìa, agrego a esto la costumbre literaria de mostrar como buenos a ladrones, por lo menos en algunas obras... Por lo demàs, el sistema es vìctima directa del mal funcionamiento por corrupciòn. Ahora, para terminar, me deja pensando si en verdad la corrupciòn nunca debiò estar con nuestros sistemas, ya que en sì nosotros tendemos de manera innata a eso, lo acoto por recordar la presencia del mal en el ser humanos. Suerte, buen post.

zeta dijo...

Esa pregunta, estimado señor, tiene alcances esotèricos, què miedo, vaya a ser que de tanto profundizar encontremos la podre de la naciòn peruana, y lo digo porque no creo que todos tengan el estòmago de acero que hace falta...

Anónimo dijo...

digamos que millones de cabecitas académicas como la tuya ya dieron en el clavo, pero qué hacer para resolver aquello (la no tan tibia aquiescencia de la corrupción), acaso irnos a la academia gringa para que nos enseñen a escribir, y dizque a pensar?????

Anónimo dijo...

me gusta mucho la sociedad americana? Really? ... "pobre idiota, pobre infeliz"

Angie

Anónimo dijo...

Excelente post. Lo vincularé.

Rafael Euribe dijo...

Tu articulo me hizo pensar en eso de "epidemia endemica":
Te traes abajo a un juez corrupto, un policia corrupto, un politico corrupto, y a la vuelta de la esquina, te aparece otro.

Anónimo dijo...

Me gusta cuando menciona que la corrupción no es estética. Aunque sea esa proposición debería ser aliciente para que las personas de buen gusto no caigan en hábitos deleznables.
Lamentablemente, también tengo amigos que prefieren conseguir un documento en Azángaro, o romperle la mano a alguien, o qué sé yo, antes de seguir los procesos correspondientes. De hecho, la burocracia es tediosa e ilógica, en muchos casos; pero uno jamás debería ceder ante los coqueteos de la corrupción, de lo contrario, dónde queda la dignidad personal.

Anónimo dijo...

Gustavo, dices:
" Por otro lado, la corrupción aquí, aunque es ciertamente mucho menor que en el Perú, no es pequeña, pero no existe la idea tan difundida de que la corrupción es aceptable"
--- Habria que matizar esto.
Si bien es cierto que en USA hay en general mayor respeto por la ley que en el Peru (dado que aca no se la toma como en Peru: un mecanismo injusto de dominacion impuesto desde arriba por una clase-casta dominante) tambien es cierto que los casos de corrupcion que en USA existen exceden a la enesima potencia cualquier corruptela peruana.
Como ejemplo: compara el efecto practico sobre los ahorros de toda una vida del estafador Manrique y la del judio neoyorquino Madoff. Compara los robos de los presidentes peruanos, con la vergonzosa expoliacion de dinero y vidas de la administracion Bush-Cheney, este ultimo CEO de Halliburton, enriquecida en la guerra contra Irak.
Asi que, ponte en perspectiva.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Anónimo. Primero, quiero hacer notar un tic de tu lenguaje (supongo que no será un tic de tus prejuicios): a Manrique lo calificas como estafador y a Madoff de "judío neoyorquino". No sé qué interés pueda tener mencionar la religión del tipo, pero, en fin.

Por supuesto, si todo lo que haces para obrar la comparación es contar el número de ceros, cualquier cosa que ocurra en EEUU será más espectacular. Pero en la historia de Estados Unidos sería impensable algo como la corrupción de Fujimori y Montesinos, los comandos paramilitares ordenados desde Palacio, los vladivideos, y, mucho peor, el hecho de que el cabecilla de todo eso siga siendo un personaje popular y el pueblo premie a su hija con un puesto en el congreso.

zeta dijo...

Esperemos que no ocurra eso, ya es bastante complicado el uso que le da a su dominio mundial...Suerte.

García Francés dijo...

D. Gustavo, he caído por casualidad en su blog y, nada más llegar, constato dos cosas.

1ª Los trolls son una plaga mundial.

2ª Los políticos son corruptos en todas partes.

La entrada de hoy en mi blog trata sobre un escándalo de espionaje político en Madrid.

Y, para acabar, decirle que coincidimos en nuestra opinión sobre Hamás.

Un saludo cordial, amigo.

Anónimo dijo...

La teoria literaria de Faverón es una ficción, porque no existe la novela perfecta.

El Faro