11.5.09

La justicia caníbal

Y los métodos de la guerra sucia

Uno de los mejores cuentos del libro
El criador de gorilas, de Roberto Arlt, es una historia de caníbales ambientada en Costa del Marfil.

Su titulo es un resumen de su argumento: "Los hombres fieras" es el relato de una serie de actos de antropofagia llevados a cabo por nativos que, presas de algún tipo de trance, se transforman en animales salvajes, panteras predadoras que se alimentan de otros nativos.

Arlt lo escribió poco después de un viaje al norte de África. La fuente de su historia podría haberla recogido en esa jornada, que duró casi un año, o podría haberla conocido desde antes: las historias del canibalismo africano, populares desde siglos antes, habían reaparecido notoriamente en el trabajo de antropologos a principios del novecientos.

En 1901, T.J. Alldridge había publicado testimonios sobre esa particular variante de los relatos: hombres que se convertían en bestias y se tragaban al primer incauto.

El antropólogo situaba los alegatos en Sierra Leona, país que está muy cerca de la zona del noroeste africano que recibió a Arlt, y a un paso de Costa del Marfil: de hecho, hasta la fundación de Liberia, Sierra Leona y Costa del Marfil eran colindantes y su conformación étnica ha sido siempre muy similar.

En 1962, otro antropólogo, Christopher Fyfe, refirió una serie de relatos orales que testificaban sobre la veracidad del canibalismo como una realidad en la región. Apenas en 1979, su célebre y polémico colega W. Arens, en The Man-Eating Myth, puso en entredicho la verosimilitud de esas versiones. (En verdad, Arens puso en entredicho
todos los supuestos testimonios occidentales sobre la antropofagia en África).

Leyendo al mismo Alldridge, Arens mostró que, tradicionalmente, la investigación de los casos de canibalismo en Sierra Leona era puesta en manos de un grupo peculiar de autoridades, los Mande Tongo Mo, una sociedad secreta que los antropólogos del mundo anglosajón llaman Tongo Players, cuya especialidad era detectar todas las formas del mal encarnado.

Los Tongo Mo tenían un puñado de métodos diversos para decubrir la culpabilidad de quienes eran acusados de mutar en animales y devorar vecinos. El más directo era pedirle al sospechoso que usara sus manos para sacar un fierro al rojo vivo del fondo de un recipiente colmado de aceite hirviente. Si el posible caníbal se quemaba, era condenado a la hoguera.

El más trabajoso de los métodos era la confesión extraída bajo tortura. Ni Arens ni Alldridge detallan los tormentos, pero ambos aseguran que los torturados invariablemente terminaban admitiendo no sólo los crímenes y el canibalismo, sino incluso el poder de metaforfosearse. (No haría mal Dick Cheney en leer a Arens e informarse acerca de la fiabilidad de una confesión extraída mediante torturas).

Otro procedimiento común de los Tongo Mo, especialmente interesante, parece un insólito y sistemático precedente de los métodos de la guerra sucia. Pero con un twist que da mucho que pensar:

Si las autoridades de un pueblo sospechaban el canibalismo de ciertas personas pero eran incapaces de decidirlo con certeza, podían mandar a llamar a los Tongo Mo. Estos, a su vez, elegirían a ochenta sospechosos, y los matarían a todos, pero también matarían a una de las autoridades que los convocaron.

Es decir, los Tongo Mo reconocían que, para matar al culpable, estaban matando un número insoportable de inocentes, y que, por ello, quienes habían promovido la matanza --las autoridades que la habían solicitado-- merecían también poner su cabeza en la picota. Más sorprendente aun: las autoridades mismas reconocían, prospectivamente, que la solución que ellas mismas estaban adoptando era excesiva y merecía ser castigada.

Los relatos sobre los caníbales del noreste africano y los Tongo Mo de Sierra Leona tienen algo de cacería de brujas y algo de guerra sucia. Me intriga sobre todo la figura de esos líderes comunales dispuestos a ser ejecutados junto a las decenas de inocentes cuya muerte ellos mismos estaban propiciando.

En el infierno del fanatismo y la ceguera supersticiosa, algo de extraña y dudosa grandeza queda en esa imagen de indeseable consecuencia. Me pregunto cuántos promotores, auspiciadores o publicistas de la guerra sucia estarían dispuestos hoy a imitar el modelo.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Otro caso interesante es el relatado en El señor de las moscas, la novela de William Golding, aunque podemos leerla de acuerdo con Pratt en "Imperial eyes", como una muestra de los miedos imperiales a lo desconocido, haciendo, admito, una lectura algo forzada, ya que el texto de Pratt fue pensado en relación con el siglo XIX.

Anónimo dijo...

Demasiada fijación y obsesión con el tema del canibalismo.

Anónimo dijo...

La guerra sucia prosigue:



Un iletrado procurador antiterrorista y la Amazonía en pie de guerra



Mientras el gobierno de este país corral-de-chanchos asila a genocidas bolivianos (Jorge Torres Obleas, ex ministro de Hacienda del Gonzalo Sánchez de Lozada, asesino enjuiciado desde antes de que Evo Morales asumiera la presidencia de Bolivia por la muerte de 67 ciudadanos, y centenares de heridos y mutilados), un coro horrísono formado por el aprofujimontesinista-neoliberal ministro de defensa ANTERO FLOREZ ARAOZ, por la ministra de justicia y amiga personal del genocida ALAN GARCÍA PÉREZ, ROSARIO FERNÁNDEZ, por la ministra del interior, la mujer más fea del mundo, la MECHE CABANILLAS, por el procurador antiterrorista, JULIO GALINDO VÁSQUEZ (muchos te recordamos, Olluquito Galindo, en el poder judicial de Fujimori, haciéndote invitar un cevichito de diez lucas o intentando manosear a las mujeres de los presos por narcotráfico, so ladrón, luego te las diste de asesor jurídico de empresa privadas) clama desesperadamente que los PRESOS POR TERRORISMO NO SEAN LIBERADOS MIENTRAS NO PAGUEN LA CORRESPONDIENTE INDEMNIZACIÓN AL ESTADO PERUANO. Dice el iletrado Galindo Vásquez —un neo Daniel Espichán Tumay, ese indio atavillo natural de Mala, borrachiento y descompuesto, que encarceló a miles de inocentes y defendió a muerte a los asesinos y ladrones Fujimori y Montesinos— que el estado peruano ha perdido TRES MILLONES Y MEDIO DE SOLES porque los acusados por terrorismo no pagan las reparaciones al estado peruano. ¿Pero de qué universidad es este jumento? ¿Tan mal terminan las neuronas de los abogados y jueces luego de las fenomenales borracheras que se meten con los narcotraficantes? Esa afirmación temeraria no tiene la más mínima base legal ni aquí ni en la China. Pero ese no es el tema: las leguleyadas que las vean los picapleitos. El problema con estos miserables corifeos es de fondo.

¿Sabrá este inmundo viejo ancashino Galindo Vásquez que la familia Agois Banchero, esos pezuñentos millonarios enriquecidos desde la época de Banchero Rossi, le deben al estado peruano MILES DE MILLONES DE SOLES, pero la SUNAT los subsidia con avisaje pagado anticipadamente en las cloacas periodísticas de Epensa, Correo, Ojo, Ajá, El Bocón?

¿Sabe este logrero ignaro, Julio Galindo Vásquez, que el forajido Genaro Delgado Parker debe MILLONES DE SOLES al estado peruano y a sus trabajadores y se caga en la deuda y se limpia el tito con quienes le reclaman lo adeudado? ¿Sabes, viejo imbécil, que el estado peruano, ese estado pestífero que defiendes como ni a tu mujer, INDEMNIZÓ AL ISRAELITA BARUCH IVCHER CON VEINTE MILLONES DE SOLES POR SUPUESTOS DAÑOS SUFRIDOS DURANTE EL FUJIMONTE-CINISMO?

¿Qué tipo de abogado es este putrefacto sujeto llamado Julio Galindo Vásquez?

Pues bien, fue este mismo Julio Galindo Vásquez, ancashino analfabeto-funcional eyectado por San Marcos, quien hace unos meses dijo que el estado peruano no pagará INDEMNIZACIONES a los deudos de los familiares de los presos políticos asesinados en Castro Castro, porque podían malversar ese dinero en actividades subversivas.

Fue este mismo Julio Galindo Vásquez, serrano renegado, defensor acérrimo de la democracia-de-corral-de-chanchos —igual que el congresista aprista Edgar Núñez (vergûenza de Ayacucho)— quien dijo que el libro “Ciencias Sociales” para quinto de secundaria, cuestionado por los imberbes legisladores apristas por una supuesta apología del terrorismo, POSEÍA MENSAJES SUBLIMINALES DONDE HACÍAN APARECER A SENDERO LUMINOSO COMO UNA TENDENCIA SALVADORA Y AL ESTADO COMO INEFICIENTE y como si todo esto fuera poco, este cholo-vruto fue quien pidió a los pocos días de liberada, porque era inocente, la joven poeta Melissa Patiño, que la volviesen a encerrar pues podía recaer en las redes de la subversión emerretista. Sabemos de buena fuente que este triste personaje Julio Galindo Vásquez, prepara acciones concertadas con los muñecones que fungen de ministros de defensa, interior y justicia, para incriminar a los dirigentes y pueblo amazónico como agitadores subversivos en contra de la seguridad nacional. Además de deshonesto e imbécil, este séptico huaracino Galindo es aficionado a las artes adivinatorias.

Pacha Tikray, como en el conmovedor cuento del gran narrador y doctor en medicina Walter Lingán, quien tuvo que afincarse en Alemania. ¡El mundo al revés por la gramputa!

Pregunto a todos los lectores:

Y a los miles de inocentes o presos de conciencia encarcelados en las terribles mazmorras del aprofujimontesinismo neoliberal, ¿quién diantres les INDEMNIZA los años perdidos, las vida mutiladas, los sueños destrozados? ¿Los protervos señoritos de la Comisión de la Verdad, los hipócritas neoliberales que creen que el Perú es Suiza, los asesinos fujimontecínicos que quemaban jóvenes universitarios?¿Quién?

¿Quién indemniza a los cientos miles de familiares de los detenidos-desaparecidos, durante la guerra interna? El Perú es el segundo país de América Latina con más desaparecidos por la violencia política (15 mil desaparecidos, sin contar los más de 70 mil muertos), sólo nos gana Guatemala, con 35 mil, una banana republic con un porcentaje de población indígena tan alto como el Perú (más del 90%), un país en donde el de pellejo blanquecino quiere ser gringo, el ladino alucina ser blanco y el indígena aculturado jura ser mestizo y se enorgullece de un apellido español gravado con la espada y la cruz por encomenderos y ensotanados en bautizos masivos, en comparsa a la extirpación de idolatrías.

¿De qué miéchica sirvió la Comisión de la Verdad en el Perú y en Guatemala? Claro que sirvió, al menos en el Perú sirvió para inspirar la gran película peruano-española, La Teta Asustada, que ni siquiera pagó derechos ni nada por el estilo a los pobladores de Musa y Picapiedra, barriadas de La Molina en donde se filmó la película nacional más vista de todos los tiempos, sugestionada por los testimonios de las víctimas de la guerra brindados a esa Comisión de la Hipocresía Bienpagada para que artistas burgueses cuenten su versión logrera y se llenen de plata los bolsillos. Esa Comisión, cuyos antecedentes más remotos nos remiten a los países apartheid africanos, solamente ha servido para espesar las billeteras de los izquierdosos oenegeros que huelen a Paco Rabanne, para imbuir novelas perricholescas premiadas en la Madre Pútrea, para hacer reir a un pueblo envrutecido por el reguetón y la tecnocumbia, para elevar los bonos de unos cuantos personajes de origen judío, entroncados además con todos los partidos políticos y los eunucos inmortales, desde el sachanacionalista Ollanta Humala hasta los doños Lourdes Tremebunda Flores y Lourdes Huevos de Oro Alcorta.

Mientras tanto, TRESCIENTOS MIL MINEROS se van a la huelga, pidiendo al estado peruano igualdad de trato que a las grandes mineras, miles de médicos, profesores universitarios y enfermeras anuncian paralizaciones y en la selva peruana, la gran selva peruana, pulmón del planeta, la amenaza aprofujimontesinista-neoliberal se cierne como una gran nube negra bajo la forma de explotaciones hidrocarburíferas (gas, petróleo), gran minería (oro, uranio, plata) y monocultivos de sandionisioromeroseminario (vuelta del gran latifundio), sancionadas por los decretos de Alan García, por el estafador oxapampino oportunista que funge de ministro del medioambiente ANTONIO BRACK EGG y por el establishment putrefacto.

Pero no pasarán, CIENTOS DE MILES DE FAMILIAS AMAZÓNICAS, nativas, choris, mestizas y conscientes esperan valientemente la arremetida del podrido gobierno peruano y sus fuerzas armadas. Por lo pronto, la marina del héroe del Frontón, el genocida LUIS GIAMPIETRI ROJAS ya empezó a cañonear a los pueblos amazónicos desde embarcaciones destinadas únicamente a esas operaciones. Esa marina peruana genéticamente traumada, esa marina racista y belicista (pero contra su propio pueblo) valiente para matar peruanos, cobarde para reclamar el Huáscar y defender el Mar de Grau de la amenaza chilena.

Los pueblos amazónicos están en pie de guerra porque se amenaza su propia supervivencia física, que ya no sólo la de su entorno. El estado peruano, putrefacto y neoliberal, está enviando hoy día mismo más tropas de la marina y el ejército para disparar al pueblo amazónico que siente que ese estado no los representa ni los quiere, como a la gran mayoría de pueblos del Perú real. Vaya desde aquí una arenga a los miles de moroquitos infantes de la marina “de guerra” del Perú, para que no disparen en contra de sus hermanos de clase y de sangre, no defiendan este sucio orden de cosas, que tarde o temprano se volverá en contra de ustedes mismos, porque este mundo está al revés, pacha tikray.

AYAR dijo...

Sabiendo que incluso en la segunda guerra mundial o no se si mas adelante aparte de casos particulares en situaciones particulares, el canibalismo ha sido una salida, supongo que esta claro se debe controlar o vigilar, imaginense que se vuelva algo corriente,a que casos retorcidos pueden llevar, como matar a alguien y luego comermelo y etc. Ademas que hay lugares donde se pasa mucho hambre y etc.y el instinto de supervivencia ya ha llevado a esto como ultimo recurso, si que se tiene que controlar.
Yo soy vegetariana y ya he dicho que si algun dia vuelvo a comer animales me dara igual comer personas jeje, aunque de verdad lo veo asi.
saludos.

Douglas dijo...

Muy interesante. En cuanto a lo de Dick Cheney, la tortura los Estados Unidos la usan como un medio de disuasión más que como fuente de información, estoy seguro.

Salud.

K. dijo...

Por què escriben con anònimos? Es tan cobarde...si tienen tanto que decir, dìganlo con firma...
O es demasiado grande el ego y el temor a ser juzgados?
Son raros los escritores. Mucho ego, poca fruta.

K. dijo...

Tù e Ybarra tienen algo en comùn: los dos moderan sus koments.
+
Poco frontal, poco real, poco exitante, poco masculino, tambièn.
*

LuchinG dijo...

¿Por qué tienen que escribirlo todo con su nombre? Es tan figuretti... si sus ideas son algo que vale la pena escuchar, no debería importar quién es el que las dice.
¿O es demasiado chica la autoestima y demasiado grande la necesidad de ser tomados en cuenta?
Son raras las actrices. Poca autoestima, mucha cáscara.

Raúl Ciriza dijo...

No había oído hablar nunca de los tongo mo. De hecho, lo he buscado en google y me sale sólo esta entrada y algunas webs un tanto difíciles de leer.

¡¡Parece un post de parapsicología en vez de literatura!!!

Lo he leído con mucho gusto. Me apunto el blog.

R.G Chiappe dijo...

Que buena LuchingG!!

Anónimo dijo...

¿Y cómo te llamas tu, K? Por tu perfil vemos la información típica: novelas y películas favoritas, ciudad de origen, con una linda foto acuática de yapa pero no tu nombre. ¿Es que se supone que debemos reconocerte por tu foto y gustos?
Coincido con lo que dice LuchinG: "si sus ideas son algo que vale la pena escuchar, no debería importar quién es el que las dice". Especialmente si el anónimo es un comentario constructivo, no un insulto gratuito, ¿qué tanto importa el nombre?
Y en cuanto a la moderación de los comments, solo pienso que si así como son hay unos dimes y diretes tremendos, insultos, etc. si no existiera ninguna moderación tendríamos, creo, que ponernos cascos y tomar antiácidos para leer algunos posts. Prefiero ver las escenas más violentas de "El Wrestler" de nuevo a leer un blog "masculino" y "frontal" tal como lo deseas tú. Me parece que así como está ya hay más que suficiente buena -y no tan buena- testosterona.


**C.

Ricardo dijo...

Me parece que la antropofagia, ya sea por motivos religiosos o supervivencia, fue común a diversas poblaciones humanas, pienso que a la mayoría.

Por ello, algunos seres humanos desarrollaron resistencia a enfermetades como la denominada "enfermedad de las vacas locas"

http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/science/newsid_1241000/1241558.stm

Anónimo dijo...

K tiene cara de G

Anónimo dijo...

La tortura no es una fuente de información ni un método de disuasión. La tortura no tiene otra función, que dejarte la mente en blanco. Reiniciar hacer un reset, un borrón con electroshock y cuenta nueva. Un blitzkrieg bop de lo más orwelliano.

atte. Mario C.

AYAR dijo...

No es facil quitarse los prejucicios con un tema como este y claro es como todo se debe buscar el motivo y abordar desde ahi el problema, pero este tema si que es muy fuerte, y se presta a muchos riesgos, y mas con la globalizacion.Tampoco son temas al alcance de cualquiera como para opinar con base.
Pero segun pronostiocos respecto al agua que va escaseando y las guerras que no terminan y las personas que cada vez quieren mas a los animales que a las personas en muchos lugares, hay que tener cuidado.
Y la torura por supuesto es injusto para cualquiera.saludos.

Anónimo dijo...

"blitzkrieg bop" a que alude el termino??