17.4.11

Ollanta Humala

Y qué hacer para que no sea Hugo Chávez

Antes de escribir sobre Keiko Fujimori, quiero hablar acerca de Ollanta Humala. Mis posts anteriores, no sé cómo, han hecho a más de uno suponer que la posible elección de Humala me contentaría, que política o moralmente me parecería el mundo ideal.

En verdad, no es que lo piensen: es que muchos han entrado en un estado mental en el que empiezan a convencerse, voluntariamente, de que cualquiera que no planee votar por Fujimori es un enemigo, alguien que espera que se instale una dictadura en el Perú y que cualquier progreso económico se esfume en uno o dos años de populismo. (No importa que Fujimori haya sido un dictador populista ni que su mafia haya robado 6 mil millones de dólares al pueblo peruano).

Como reacción instintiva, es comprensible: saben que están apoyando a un exdictador indeseable en su empeño de reapropiarse del país y, como antídoto para el ligero malestar de su conciencia, quieren ver a todos los demás como los verdaderos culpables de algo; de lo que sea.

Sólo para poder responder con seguridad, acabo de buscar la frase "Ollanta Humala" en el archivo de Puente Aéreo: lo he mencionado treinta y dos veces en estos cinco años y medio: ninguna mención contiene un solo elogio; casi todas ellas son una censura directa, incluyendo la que publiqué hace apenas nueve días.

La primera vez que supe de Humala, mi impresión fue que debía tratarse de un loquito belicoso que se había formado leyendo novelas de Erich Maria Remarque, viendo las teleseries patrioteras que el gobierno militar producía por montones en los setenta, recolectando las láminas de Navarrete sobre la Guerra del Pacífico y se había creído que esa guerra debía seguir para siempre. Esa opinión mía no ha variado.

El antichilenismo de Humala, ciertamente, no es el producto exclusivo del nacionalismo chauvinista de su padre y de su hermano, o de ese galimatías atrofiado que es el etno-cacerismo: es el discurso con el que el Estado Peruano, a través de sus insituciones militares, forma a todos los miembros de sus Fuerzas Armadas, el mismo en el que se quiso educar a todos los peruanos durante los gobiernos de Velasco y Morales Bermúdez y a lo largo de todo el siglo previo.

También, sin embargo, debo admitir que, en esa primera noticia sobre Humala, años atrás, para mí como para muchos otros, no dejó de haber algo que lo hiciera simpático: ¿cuántos otros militares se habían alzado contra la vergonzosa sociedad que formaron el Ejército y la corrupta cúpula del fujimorismo? ¿Cuántos de los que luego señalaron con el dedo a Fujimori y a Montesinos habían hecho algo objetivo, aunque fuera pequeño e insuficiente, por terminar con ese pacto criminal?

Por supuesto, después llegaron los discursos: los ideales trasnochados de Humala, su patético nacionalismo, su admiración por violentistas, autoritarios y dictadores, su inmersión en un mundo de alardes paramilitares y juegos de guerra, su facilidad para el pacto bajo la mesa, la debilidad intelectual de sus ideas populistas sobre diferencias étnicas y marginación, su versión adolescente del izquierdismo.

Todos tenemos derecho a dudar de que el cambio evidente que se ha operado en su imagen pública entre el 2006 y hoy corresponda a un verdadero cambio ideológico. En la politica peruana, sin embargo, no es en absoluto inusitado el hecho de que al variar acomodaticiamente el discurso público de un político varíe también su ejecutoria: nuestros políticos suelen carecer de convicciones, suelen ser pura apariencia.

Fujimori pudo pasar de un discurso populista al shock económico y volver al populismo sin pestañear porque cualquier idea política le era en verdad indiferente. Alan García pasó de ser el campeón continental de las estatizaciones a ser un privatizador contumaz, porque ambas cosas sólo le importaron en tanto se tradujeran en un aura positiva en torno a sufigura.

Por supuesto, si Ollanta Humala se convirtiera en Hugo Chávez, el Perú muy probablemente se iría a la quiebra y los índices de pobreza recrecerían rápidamente. Si Ollanta Humala se convirtiera en un Lula da Silva, en cambio, una gran parte del país empezaría a descubrir que la mejoría de las cifras macroeconómicas no tiene que ser un simple señuelo, como ha sido hasta ahora, un señuelo para mantener la inmovilidad de un modelo económico que sigue permitiendo la aberración de la pobreza extrema sin evidenciar ningún interés por corregirla dentro del plazo de la vida de un ciudadano.

Porque a eso se reduce todo el problema. Quienes defienden el status quo, pese a no haber articulado jamás un plan de desarrollo nacional inclusivo que proteja a los más pobres, exigen que los más pobres "entiendan" que el crecimiento económico es lento, paulatino y que algún día ellos también sentirán la mejoría. Los más pobres, por su parte, ven un simple engaño: sus abuelos vivieron en la miseria, sus padres también, ellos también: sus hijos también. ¿Para quién trabaja el Estado, entonces?

Pese a quien le pese, Humala es el único candidato que ha hecho notar eso, el único candidato que tiene para los pobres un mensaje distinto del que han escuchado por décadas, el único que plantea una idea de país en el que los ciudadanos más pobres son tratados con humanidad. ¿Qué Humala es un extremista o puede convertirse en un extremista si sigue la huella de Chávez? Eso es parcialmente cierto, aunque es el tipo de pronóstico que pasa por alto todas las diferencias coyunturales y contextuales.

Pero la pregunta obvia es: ¿por qué diablos ningún otro candidato propuso un plan de desarrollo económico, comercial, financiero, social, que les diera a los más pobres algún tipo de agencia y un cierto horizonte de expectativas que no fuera una estera en el desierto? ¿Por qué las clases medias y medias altas no tuvieron la conciencia social suficiente para pedirles a sus candidatos algo así? ¿Acaso es necesario ser un extremista para pensar en los pobres? ¿O es que en el Perú el hecho mismo de buscar la inclusión y el cese de la marginación de los más pobres es ya visto como extremista?

Así las cosas, hay dos opciones plausibles en los próximos días, antes de la elección en segunda vuelta. La primera opción es aliarse con la mafia fujimorista, observar desde el balcón cómo sale Alberto Fujimori de la cárcel y qué pasa con Montesinos cuando el hombre cuyos peores secretos él ha guardado celosamente regrese a conducir el país. Porque, estupideces y engañamuchachos aparte, Keiko Fujimori no es nadie en esta ecuación: su única función en la vida es sacar de la cárcel al torturador de su madre y devolverle el poder a su pandilla. ¿O alguien imagina a Keiko Fujimori prohibiéndole al capo de la mafia que haga lo único que sabe hacer?

La segunda opción es usar las semanas que restan para negociar con Humala un gobierno que cuente con el respaldo de los sectores de izquierda y progresistas, del centro y la centro-derecha dentro de ciertos parámetros, bajo ciertas condiciones. ¿Nos podemos equivocar? ¿Puede Humala burlarse después de todos los que negocien con él ahora? Sin duda puede ocurrir. Pero hay momentos en la historia de un país en el que sus ciudadanos tienen que tomar decisiones difíciles, y trazar una línea entre el crimen organizado y la política es la decisión moral que esta generación de peruanos debe tomar.

Este es el momento de darse cuenta de que el ejercicio democrático no puede reducirse a votar por las alternativas que un grupo de caudillos ofrezca, sino que demanda participación, trabajo, debate, pugna y negociación.

Si los peruanos entendiéramos eso (si no fuéramos un pueblo que presencia la disolución del Congreso en la tele y no mueve un dedo para impedirlo, un pueblo que lee denuncias de fosas comunes en los Andes como si fueran una ficción ajena), el sólo hecho de comprender que la democracia es un ejercicio de todos, nos haría inmunes al peligro que parece entrañar la elección de un candidato como Humala.

La solución no es votar por Fujimori. Es hacer lo que hacen todos los países del mundo donde el nombre del presidente sale de una segunda vuelta o de una elección parlamentaria: asegurarse de que el presidente sepa y recuerde siempre que la mayoría no votó por su plan original, que entienda que la cifra de votantes que obtenga en la segunda vuelta está colmada de electores que son suspicaces ante él, que no avalan todas sus ideas, que no le están firmando un cheque en blanco, que lo van a fiscalizar y lo van a castigar si hace cualquier cosa que atente contra las reglas del juego, que su gobierno en sí mismo es por naturaleza el fruto de una conciliación, una negociación y un pacto que no es eterno ni necesario.

Si Humala fuera electo e hiciera alguna de las barbaridades que pueblan las pesadillas de muchos en estos días, y esa misma tarde el 67% de los peruanos que no votaron por él en primera vuelta saliera a las calles a decirle no, la sombra del chavismo quedaría atrás, o se reduciría enormemente. Pero eso implicaría dejar de ser cómodos televidentes de la realidad nacional. Y quizás eso es mucho esfuerzo. Pero que quede claro: esa apatía, esa pusilanimidad, esa cobardía es lo que hace que muchos crean hoy que las únicas dos alternativas para el Perú en el futuro cercano son un dictador de derecha o un dictador de izquierda.

La premisa de los que sienten que ahora deben votar por Fujimori aunque no les guste, es que el elector peruano no hace nada más por la democracia que marcar un aspa en un papel; que cualquier otro esfuerzo está más allá de su ánimo, su voluntad o su intelecto. ¿Quieren que esa sea siempre nuestra premisa? Yo no. Tenemos algunas semanas para que deje de serlo.

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31 comentarios:

LuchinG dijo...

¿"Si duda puede ocurrir"? Sin duda va a ocurrir. Quienes negocien con Humala tendrían que estar agrupados en un partido, para que toda oposición a sus pretenciones de dictador sea inmediata y contundente. Pero Toledo ya entró en contacto con antiguos colaboradores de él que ahora están en con Humala, Castañeda fue a besarle la mano a Keiko sin otra intención que besarle la mano y PPK dice que quiere vigilar el comportamiento del futuro presidente pero mediante un movimiento, un partido no, porque "los partidos apestan" (esas son exactamente sus palabras).

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Claro, Lucho. Pero eso solamente te dice que esos son individuos incapaces de negociar con inteligencia o de anteponer el bien del país a sus ambiciones personales. Yo no estoy pensando en el liderazgo de esas personas cuando digo lo que digo.

Jorge Frisancho dijo...

"¿O es que en el Perú el hecho mismo de buscar la inclusión y el cese de la marginación de los más pobres es ya visto como extremista?"

Sí, para muchos, y muchos con poder. Así ha sido siempre

Por lo demás, de acuerdo.

Anónimo dijo...

Votar por Humala es votar por una persona asesino de policias en el 2005, votar por Humala significa queno te importan nada las viudas y huerfanos del Andahuaylazo
Votar por Humala es votar por un asesino, votar por Keiko no es votar por Alberto el que lo diga realmente no sabe nada acerca de los seres humanos y es racista por que menosprecia a una de las razas que pueblan nuestro pais

Anónimo dijo...

El perdedor que no tuvo el gesto o sentido común de dar un paso al costado para evitar el paroxismo actual que lo atormenta,se da maña y aconchabado a su macabra sonrisa impone condiciones a los ganadores: "Firmen este documento redactado exclusivamente por mi, 'para que no se joda el país', 'dice antes de carcajear.

Alan Cipiran dijo...

A ver... por qué Keiko "ES" definitiva y rotundamente, la pantalla tras el verdadero poder que son su padre, montensinos y un mogollón de gente... Y... Ollanta "PUEDE" que sea o Doctor Lula o Mister Chavez????

¿De dónde esa certeza, y de dónde esa duda beneficiosa? Aquí mi pata David Hume me hecha una mano: "toda demostración que haya sido producida para la necesidad de una causa es falsa y sofística"

porque no pensar que el actual Ollanta "ES" una pantalla de sí mismo.

Y otra cosita, cuál sería el "horizonte" que plantea Humala hacia los pobres, más allá de charlatanería demagógica (ejem. te bajo el gas, te doy pensiones, etc etc) es ésto lo que las clases medias-altas debieron exigirle a "sus" candidatos? un poco de populismo para sazonar el discurso?

Anónimo dijo...

Interesante lo que dices compadre, y en muchas cosas tienes toda la razón. Por mi parte, ni Keiko, ni Humala hubieran sido mi primer opción-- pero no nos queda de otra... hay que votar. Ahora, cuando mencionas que hay que "asegurarse de que el presidente sepa y recuerde siempre que la mayoría no votó por su plan original...", cuestiono seriamente si esto podrá pasar. Ese tipo de líder integro, responsable y no ligado a promesas políticas, lamentablemente, no creo que exista. Solo miren el caso de Ortega en Nicaragua-- ganó con el 37% del voto, y solo goberna para el 37% por quien fue electo. Además sitematicamente se ha apoderado de todas las instituciones que existen para defender a los derechos de los nicaragüenses, y efectivamente se ha apoderado de todo el país. Estoy de acuerdo que el poder viene de los gobernados-- pero lamentablemente en el realpolitik, el poder de los votantes va y viene con las elecciones, al menos nos atrevemos al caso extremo de empezar una revolución. Últimamente hay que acordase que tanto los nicaragüenses, los cubanos y los venezolanos, intentaron hacer lo posible para no tener sus "Hugos", pero todos fallaron. Keiko no me mata, pero no quiero ver al Perú como otro Venezuela más.

Carlos dijo...

Pienso que hay que darse un tiempo más para decidir. Las aguas son muy turbias. Yo digo ahora que nunca votaré por keiko, porque ya se dijo, de ese grupo hay pruebas, no sospechas. Pero las sospechas sobre Humala apuntan claramente a un líder con muy endebles principios democráticos -comenzando con el partido fascista étnico que fundó. El reto por el momento consiste en poner a prueba sus reflejos democráticos, o sea, su capacidad de responder a problemas posibles y tratar de ver si da la medida de un Presidente que no vamos a tener que sacar a pedradas, como al chino. ¿Por qué no darle a KF el mismo beneficio de la duda? Porque ella ya se ocupó de rechazarlo al proclamarse heredera ya no solo genética, sino política /y criminal del padre.
O sea que la elección real está entre un sospechoso Humala, y el voto nulo y empujar nuevas elecciones.

Patricia De Souza dijo...

Sobre la pobreza en Venezuela, recomiendo ver la página del índice de desarrollo humano en Naciones Unidas: http://hdr.undp.org/es/datos/tendencias/...

Lobo de granja dijo...

Cordero: el fujimorismo no sólo ya estuvo en el gobierno, sino que está sentenciado y cumpliendo pena. Ese Fujimorismo ha sido reivindicado por Keiko. En consecuencia ES.

Humala, por otro lado, sólo tiene fuertes indicios: Sus declaraciones desde Corea, la implicación hechan por Antauro, el testimonio de Ulises, los expedientes robados del poder judicial, la cercanía con Hugo Chavez. Es consecuencia PUEDE SER.

Anónimo dijo...

El cordero estepario parece terner razón, Gustavo. Di algo.

funco

Tinterillo Indómito dijo...

Los electores no son el poder judicial. No necesitamos pruebas para darle confianza o negarle credibilidad a un candidato. Los indicios en contra de Humala son suficientes para darnos cuenta de que es un megalomaniaco, no la hija de uno.

Anónimo dijo...

Qué basura de artículo, ni lo he terminado, he llegado hasta el comienzo de los delirios antichavistas de autor, seguramente fruto de su lobotomía mediática e ideologia neoliberal trasnochada.
Las mentiras sobre Chávez y Venezuela son tan abundantes y sistemáticas por parte del totalitarismo mediático, que han creado un Perú disociado de la realidad,
Ya quisiera Ollanta Humala llegarle siquiera a las suelas de los zapatos a Chávez.
Por cierto, en Perú non hay progreso hay miseria y una dictadura neoliberal, las reservas son los ingresos de las privatizaciones, y recordad son miseria para hoy (nada de pan) y hambre para siempre.

Enrique Prochazka dijo...

Hola Gustavo.

Empezaré asegurándote, por si hiciera falta, que no voy a votar por Keiko. Mis razones son, juzgo y presumo, más antiguas y mejor informadas que las de la mayoría de los que harán como yo.

Dicho esto, quisiera saber tu opinión acerca de la llamada del SIN que se recibió en la base militar de Locumba horas antes del levantamiento de Humala y del hecho de que Vladimiro Montesinos haya declarado (por supuesto que no tenemos que creerle, pero...) que lo de Locumba fué una cortina de humo orquestada por él. Dices bien acerca de la tendencia patriotera que momifica al ejército peruano desde sus cuarteles y escuelas de oficiales hasta el CAEN.Lo que no sé es si esto es izquierda. No estamos dejándonos llevar por etiquetas y membretes que ya poco dicen? En mi lectura, en la primera vuelta el electorado peruano no optó entre derechas e izquierdad, optó por opciones "más conservadoras" frente a "más liberales".

Saludos, E

Anónimo dijo...

tiens razon en que el electorado deberia participar de forma conciente si se presentan propuestas en contra de sus ideologias, no permitir que humala se vuelva chavez con el rechazo en marchas y participacion en general. Pero acaso todo esto no se aplica tambien a keiko? si no queremos el indulto a su padre o un resurgimiento de la corrupcion que existe en su partido, tambien podemos facilmente las mismas medidas que tu argumentas en el caso de humala. Lo siento pero no me convences.

Alvaro Carpio dijo...

Interesante tu comentario, muy bien escrito con buen uso de adjetivos y frases parafernálicas.
Y todo se reduce a la decisión moral de los peruanos, decisión difícil que puede desencadenar en un futuro nefasto para el país y todos los peruanos, sin embargo según tu opinión cualquier intento de desvío de Humala podría ser frenado por el pueblo.

Seguramente has leído declaraciones de habitantes de Venezuela donde relatan paso a paso como la dictadura de Chávez ha destruido sus vidas, no solamente de los pobres que defiendes o pretendes defender al igual que Humala. Dado que te gusta argumentar de forma objetiva podrías postear estos relatos en tu blog para que los lectores comparen por su cuenta.
Pero seguramente no lo harás.
Por este medio hago una invitación a tus lectores a que se informen y no se dejen hipnotizar por ingenuos o bien misioneros de la dictadura de Humala que no siquiera estarán en el Peru para sufrir las consecuencias.

Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

Me parece alucinante por no decir alucinado todo lo que escribes. Es bueno que sigas dedicándote a la literatura porque como analista político eres un buen físico nuclear. Ojalá tus escritos fantásticos no sean tan alucinados como tus blogs, pues de lo contrario vas a tener que buscar un oficio distinto.
Mucho caviar hay en este mundo y ese es el gran problema de la humanidad: los rojos asolapados como tu.

Anónimo dijo...

¿Sospechas? Recordemos que el autogolpe de Fujimori fue dado cuando nadie, absolutamente nadie "sospechaba" de Fujimori, a diferencia de, por ejemplo, el golpe del 68 que estaba cantado y advertido. Incluso, podría postularse que el golpe en realidad fue puramente militar, encabezado por una cúpula con base en el SIN, teniendo a Fujimori como cara visible, pero concentrando el gobierno en el entorno montesinista. Lo que digo es que, si alguien tiene la voluntad de golpear, no tiene por qué haber guerra avisada, y tampoco tiene por qué ser un "autogolpe" propiciado por el ejecutivo.

zeta dijo...

Voy leyendo y voy escribiendo aquí, para que las ideas repentinas no se anulen con las del juicio final: pero un levantamiento como el de su hermano, y con su total apoyo, no fue ni de lejos una intención de cambio o contra Fujimori: se mató gente como cualquier cosa y se lo limpió de culpa, igual que sus abusos en la selva. Ahora, el cambio no puede ser un ataque en ese sentido, ¿no? Una cosa que se me ocurre es que Keiko y Ollanta representan ahora la historia del país: Ollanta es todo el pensamiento caudillista y militar que ha vivido, crecido por toda nuestra república y Keiko es todo la corrupción que ha estado en las mismas, en las clases cercanas al poder, y no siempre de la mano o con acuerdos fragantes a las Fuerzas Armadas... Su renuencia a responder preguntas sobre sus ideas del pasado o sus ambigüedades sobre esos temas nos indican que las dudas son bien justificadas, y no creo que sean tanto apariencia, por lo menos así no son cuando entran al poder. No les importó porque no tienen bases ni problemas en acomodarse a lo que necesitan para alcanzar sus propósitos, esto no es tan simple como una apariencia. Esa, creo, es la más prometedora de todas las opciones de Humala... Pero ¿puede llegar a ser semejante a ese Lula? Creo que también es extremo decir que Keiko no es nadie en la ecuación: lo que he podido ver en estos días es que le reconocen sus estrategias y sus capacidades que, de algún modo, le hizo llegar a la segunda vuelta... Una cosa más difícil: ¿qué clase de gente es la que votó con ella en la primera vuelta? Ya se habló de los humalistas; sería bueno un análisis de los otros. También opino que Fujimori tendría bastante poder cuando su hija sea presidenta. Me parece que lo último es la idea principal, definitiva y respetable. Estoy de acuerdo y haré eso, ya sea con Keiko o con Humala, porque los dos se someterán a las mismas condiciones. Está en nosotros... Siempre ha estado en nosotros.

Anónimo dijo...

Votar por Keiko sembrará al Perú en la miseria. No soy partidario de votar por Humala, pero entregarle un país a la hija del corrupto y asesino más grande que ha tenido el Perú, sería un acto irresponsable por parte de los ciudadanos. No tiene por qué ser una obligación tomar conciencia, es una actitud necesaria en estos difíciles tiempos que nos tocan vivir. Darle el voto a Keiko es traicionar al Perú. Darle el voto a Humala es peligroso pero nosotros mismos seremos los ojos vivos y ardientes de la esperanza que hemos sembrado. Así que por esa parte Humala, si gana, no las tendrá todas consigo porque a la mínima un sector muy fuerte de la sociedad civil le sacaría los colmillos y las uñas, aunque él se vea obligado a sacar los tanques. El voto tiene que ser muy pensado. Saber dilucidar lo que queremos para el futuro de nuestros hijos. Debemos actuar con responsabilidad, como ciudadanos de un país democrático: con la convicción plena de que una muchachita de 34 años no nos va a venir a sorprender como en su día, para desgracia de este país, lo hizo su oligofrénico padre.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

(No está de más recordar que el asesino más grande que ha tenido el Perú es Abimael Guzmán).

Pedro A. Moreano V. dijo...

El triunfo de Ollanta será dedicado a todos esos imbeciles que votaron por PPK. Pero que tal falta de olfato político para no darse cuenta que la están cagando y sin embergo siguían empecinados en joder las elecciones. Lo mismo sucedió en las eleccines pasadas, cuando el infeliz finado Valentin paniagua cuando jodió las elecciones dividiendo a la gente y logrando con eso que el más grande ladrón y cínico de los personajes volviera al sillon presidencial. Lastima por los peruanos, pero lograr que todos voten viciado para forzar una tercera ronda es practicamente imposible, a menos que todos nos unamos.

Claudia dijo...

Realmente crees que si todos salimos a protestar por algo que Ollanta haga y no nos guste, vamos a ser escuchados?.
A ollanta, así como a Keiko, les importa un bledo el bienestar del país.
Estos candidatos solo quieren subir al gobierno por pura motivación personal.
Y como dijo Antauro, refiriéndose a los militares: "Matamos a un par de Sargentos, un para de Coroneles y en tres días tenemos un ejército bien formado listo para atacar a Chile".
Crees que esta gente realmente tendría reparos frente a una marcha de protesta frente a su forma de llevar el país. JA!...Eso se aplicaría a gente con escrúpulos, no a criminales a sangre fría.
Yo no votaré por ninguno de los dos porque es la única forma de decir: "Asesinos, torturadores y corruptos váyanse a la mierda".
Aunque mi voto sea digerido por los voraces candidatos, podré decir, yo no los puse en el gobierno.
Par de corruptos!

Anónimo dijo...

Actitudes beligerantes no son exclusivas de regímenes totalitarios. Lo que dijo Antauro sobre una guerra con Chile no es nada con lo que dijo el general Donayre, sobre meter a los cadáveres de los chilenos en bolsas plásticas... y esto en plena democracia. Además, deberíamos preocuparnos más por el antiperuanismo de Chile, que es prácticamente una institución allá.

Anónimo dijo...

También es tiempo de preguntarnos, porqué cada elección termina en el dilema de tener que votar por el menor peligro. ¿No será que nuestro sistema de elegir nuestras autoridades está intencionalmente mal diseñado? La falta de credibilidad en el sistema democrático peruano empieza con la obligación de votar; si no, te quitamos tus derechos civiles y te multamos (y todo ello sin mesas de transeuntes...). Después elegimos al presidente directamente, lo que resta peso al Legislativo y para remate viene la susodicha Segunda Vuelta, donde otra vez nos obligan a votar y obligan al 50 % de los electores de escoger a alguien, al cual ya lo habían descartado. No pues, así nunca transmitiremos a la población de a pie que éste arreglo de participación es oportuno y operativo; así nadie se sentirá parte de algo que se llama Democracia. Me encantaría ver los resultados electorales, si en el patrón electoral apareciera una casilla que diga: "Por ninguna de las opciones" - recién así supiéramos un poco más acerca de como se percibe nuestro sistema "democrático" a lo largo del país y a lo ancho del vector A-E de nuestra población.

El futuro no es nuestro dijo...

MVLL desde Argentina: "El mal mayor es la legitimación a posteriori de una de las dictaduras más corruptas y sanguinarias que hemos tenido. Eso fue Fujimori. Todo el equipo de la hija de Fujimori es el equipo de cómplices de su padre. Votar por ellos es para que se abran las cárceles y los asesinos y ladrones pasen otra vez a gobernar. No lo voy a hacer. Una dictadura es el mal absoluto y debe ser combatida con uñas y dientes."

Anónimo dijo...

"Quienes defienden el status quo, pese a no haber articulado jamás un plan de desarrollo nacional inclusivo que proteja a los más pobres, exigen que los más pobres "entiendan" que el crecimiento económico es lento, paulatino y que algún día ellos también sentirán la mejoría."
Esa es exactamente la cuestion, tu que perteneces a esa clase social podrias dar alguna explicacion de por que tanta indiferencia, por que en el periodo de Alan nadie reclamo por las persecuciones a los lideres de las protestas mineras, las cancelaciones de las radios comunitarias opositoras, las masacres como la de Bagua? eh por que solo se preocupan cuando amenaza su estilo de vida?
Lo malo es que con tantas negociaciones Humala tendra que seguir con el modelo economico entonces las cosas seguiran como siempre.

Renzo dijo...

Es estupido creer en un gobierno de Keiko, solo el que voto por PPK hoy en dia tiene en sus planes votar por Keiko, porque??? porque para votar por el lobbysta se necesitan las mismas agallas, mediocridad y falta de informacion que para reinvindicar al fujimorismo. Por una simple condicion de moral el fujimorismo no deberia volver jamas, y menos con los mismos rostros que en el año 90, y con una candidata buena para nada que se paseo en el congreso y no respeto ni a su propia madre. Claro, el peruano es mediocre, prefiere apostar a que las cosas se queden como estan y entregarle su libertad a un dictador, es ocioso y prefiere el asistencialismo, le encanta la propuesta de entregar buzos y calzado y no tener que trabajar. Sin embargo, renegaria si vuelve a leer casos de corrupcion, como actualmente sucede, reniegan y sin embargo reinvindicaron a Garcia. Es que de verdad nos costo tanto librarnos de Fujimori, el peor gobierno de la historia, el mismo que esterilizo a las personas como si se trataran de animales, el mismo que fue el mas corrupto de la historia, el que denigro la imagen del peruano, el que aplico politicas antieducativas a corto plazo, el que nos convirtio en un posible narcoestado y violo todos los derechos humanos posibles, el que se reeligio y trato de quedarse en el poder indefinidamente, el que manipulo todas las organizaciones y se tiro la caja de las mismas. Carajo, por un acto de decencia y respeto a la inteligencia, No a keiko ps!!!

Anónimo dijo...

Bien dicho. Me permito imprimir este articulo y pasárselo a tanta gente confundida que sólo cuenta con los diarios y estaciones locales para "informarse". Lo alucinante es gente que piense que el mal de la humanidad son los "caviares". Si esa gente es tan límitada, bueno, pero que no quieran imponer su estrechez moral y mental a los demás.

Anónimo dijo...

Conozco un país en latino america en donde durante muchos años se marginó a las clases mas pobres, en donde los polítcos les ofrecían unas laminas de zinc y con ello construían sus viviendas para morir de hambre, analfabetas y plagados de enfermedades y su crecimeento a parte de la misería fue el resentimiento social que desbordó en delicuencia. Fue tanto el daño que a pesar que se han bajado notablemente los indices de analfabetismo ubicandolo en los primeros lugares de matricula universitaria, que han logrado allanar las metas del milenio en cuanto a servicios, en donde el servico de luz y vivienda comienza consagrarse como derechos humanos, en donde la atención médica se ha instalado en los barrios mas humildes, aún así todavía persiste el daño a esa sociedad. En ese país en donde existe un libertad de expresión extrema que rayan en el hecho de ofender hasta la madre del presidente sin ninguna repercusión y hasta llamar al magnicidio, su presidente mantiene uno de los niveles mas alto de su popularidad como el que lo ha llevado a la presidencia. En ese país hay elecciones constantanmete, se eleigen los representantes desde las organizaciones comunales hasta el ejecutivo de forma directa, las leyes se discuten en la calle tanto por la oposición como por la parte oficial, y muy a pesar de la campaña permanente de desprestigio del mas de 80% de los medios de comunicación no han podido bajar la popularidad del Presidente

Anónimo dijo...

EN LAS ELECCIONES ANTERIORES, TUVIMOS IGUAL TAN MALOS CANDIDATOS, QUE HUBO QUE ESCOGER POR EL MAL PEOR, EN EL QUE ALAN DENTRO DE TODO MAS MESURADO NO JODIO EL PAIS, AHORA TENEMOS EL MISMO CUADRO DE TENER QUE ESCOGER ENTRE EL MAL MENOR , QUEDANDO LAS PEORES OPCIONES A ELEGIR. YO PREFIERO GOLPE DE ESTADO QUE ALAN SE QUEDE UN AÑO MAS Y CONVOQUE A NUEVAS ELECCIONES EL PROXIMO AÑO DANDO A LA GENTE LA POSIBILIDAD DE DAR UN VOTO MAS INTELIGENTE Y ACERTADO , Y QUE LOS CANDIDATOS QUE SE PRESENTEN TENGAN MAS TIEMPO DE PREPARAR UN BUEN PLAN DE GOBIERNO Y DEMOSTRAR LO QUE PUEDEN HACER POR EL PAIS..