Protestas estudiantiles: una causa que valdría la pena copiar
Con todo gusto les regalaría a los vecinos chilenos la fórmula secreta de la mejor causa criolla si ellos nos enseñaran (si nosotros aprendiéramos) a defender otra, mucho más importante, que está tomando las calles sureñas voluminosamente en estos días: la causa de los estudiantes.
Los estudiantes chilenos están reclamando y defendiendo su derecho a una educación accesible y de buen nivel, que produzca ciudadanos y profesionales en capacidad de luchar con equidad por un futuro decente, sin enormes disparidades, sin un mercado que acoja a unos y rechace a otros en función de las oportunidades que tuvieron o no tuvieron. Esa es una causa justa, una causa necesaria y una causa imitable, de la que deberíamos apropiarnos ya mismo.
La educación peruana tiene pocas de las virtudes de la educación chilena y, en cambio, tiene todos sus defectos, potenciados y multiplicados. El Perú está invadido de universidades que no son otra cosa que negocios lucrativos y rentables, que atraen estudiantes con el señuelo enteramente ficticio de una solución para sus vidas, y que colocan en el circuito de la competencia profesional a graduados que no tienen las armas para enfrentarse a él.
Las universidades peruanas multiplican mágicamente sus especialidades respondiendo a la lógica del márketing, formulando carreras que suenan atractivas sobre el papel pero que sirven para poco, ocultando sistemáticamente las cifras que reflejan la verdadera capacidad de éxito (de fracaso) que espera a un estudiante al cabo de sus cuatro o cinco o seis años de estudios superiores.
Esas universidades y otros institutos superiores o de nivel medio viven a la caza de estudiantes sin otra motivación que el aprovechamiento las coyunturas: cada vez que el mercado laboral parece crecer en una dirección, las carreras relacionadas se multiplican, rápidamente, vorazmente, sólo para desaparecer cuando la coyuntura se desvanece o cambia. Todas se vuelven productoras de publicistas hasta que el medio se agota, de comunicadores hasta que el medio se agota, de hoteleros hasta que el medio se agota. Pocas tienen una conciencia definida de su rol como productoras de una inteligencia nacional, de una clase intelectual o de una clase profesional con una formación sólida.
Los colegios peruanos, la enorme mayoría de los privados y la casi totalidad de los estatales, funcionan en la precariedad: cuando no es precariedad material, es precariedad intelectual (profesores que son a su vez víctimas de una educación que de superior sólo tiene el nombre), o la primera conduce a la segunda.
Hay cursos enteros que están librados al azar o a los recursos educativos que los maestros sean capaces de agenciarse, que son casi siempre escasos e improvisados: el caso de los cursos de literatura y la implementación de proyectos absurdos y descabezados como el infame Plan Lector, es un ejemplo triste y notorio: se trata de una educación sin brújula y sin objetivos claros.
En Chile, la protesta, encabezada por una lideresa carismática y que siempre parece tener las respuestas adecuadas, como es el caso de Camila Vallejo (en la foto), es enorme, y la reacción del gobierno es inverosímilmente sorda y no poco abusiva. En el Perú tenemos una nueva ministra de Educación, Patricia Salas, en quien muchísimos parecen ver lo mejor del nuevo gabinete de Humala. Es un buen momento para que las señales de una amplia reforma lleguen desde el Estado; pero que los estudiantes (y los maestros) empezaran a hacer escuchar sus voces no estaría de más.
Postdata: como nunca está de más, aprovecho para mandar un saludo a mis amigos chilenos Matías Ayala, Valeria de los Ríos, Mike Wilson, María José de Santiago, Paz Burgos, Álvaro Bisama, Andrea Jeftanovich, Rodrigo Pinto, mi ex-roommate de Ithaca, Luis Cárcamo, y los demás.
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11 comentarios:
Aquí, a ese nivel de protestas, la policia ya hubiera matado a 80 estudiantes con balazos directo a la cara.
También hay que resaltar que en esta protesta estudiantil participan bastantes profesores. Ojo. No se dedicaron a la mera llamada a la insurrección via blogs desde los Estados Unidos. xD xD
Es broma, Fav.
Visto en http://www.facebook.com/grancomboclub
"Protestas estudiantiles: una causa que valdría la pena copiar" dice Gustavo Faverón. Haber apoyado alguito a los estudiantes cusqueños, puneños, huancavelicanos, huancaínos cuando éstos protestaban.
No solamente Chile, recuerdo un amigo colombiano que regresó a su país después de su doctorado en Alemania. No recuerdo la Universidad, pero hicieron una convocatoria de 100 plazas para profesores con doctorado.
He estado en Puerto Maldonado, en una sucursal de la Universidad J. C. Mariategui de Moquegua, estaba pintado en la pared "CARRERAS PROFECIONALES ..."
Me parece justo todo lo que dices. Me parece una idea genial y extraña... Tengo una gran imaginación, pero no me puedo imaginar una huelga de esas proporsiones para la educación aquí... ¿Qué me o nos falta?
Jul Dun en facebook/grancombo: "Es que Faverón es fashion, solo apoya causas bonis de la gentita arty, con mermelada de por medio y sobadita a su maestro Ampuero."
¿Estudiantes peruanos saliendo a las calles para exigir mejor educación? Suena como una historia de ciencia ficción.
Recuerdo que estudiantes de la filial de Alas Peruanas en Ayacucho solicitaban en la San Cristóbal de Huamanga a profesores del lugar que les dicten, porque, de lo contrario, no se habrían los cursos en Alas... !!!
Otro complemento a tu texto: http://gonzalogamio.blogspot.com/2011/07/las-universidades-y-la-preocupacion-por.html
Otra tema delicado a nivel universitario (la exclusión entre los estudiantes mismos):
http://zonaunfv.blogspot.com/2009/07/mirar-san-marcos-desde-la-villarreal.html
Difícil que en el Perú se articule un movimiento así. Cada institución educativa es una isla y sus estudiantes también. Salvo contados casos no hay unión.
La cuota de poder de los estudiantes es reducida. Además está la corrupción y traición de los estudiantes líderes que se regalan por cualquier caramelito que sus instituciones les ofrecen (viajecitos con viáticos, becas de estudio, becas al exterior, etc.). El descreimiento de la política ha llegado también a nivel estudiantil y ni los mismos universitarios les creen a sus líderes o lo que hagan. Hay desinterés y desinformación lo que les hace víctimas fáciles del poder de las universidades bamba que abusan de la buena fe de las familias y de la búsqueda de mejores oportunidades.
los de Recreo estan organizandose para salir a las calles, jajajajaja
Es justo lo que dices, pero no olvides que en su momento muchos estudiantes fueron incluso más allá: a pelear contra una dictadura (la de Fujimori). En provincias, durante muchos años los estudiantes han batallado por una mejor educación (incluso estudiantes de colegio, e incluso con muertos de por medio). Que no interese en algunos sectores es otra cosa. Más bien, sin pretender restar importancia a las ideas que has escrito, deberías escribir sobre por qué estas protestas por una mejor educación en el Perú no parecen importarle a blogueros, periódicos y políticos peruanos; por qué tenemos que esperar a que en un país vecino ocurra algo parecido para decir "vean, miren" como si aquí no pasara nada, como si los estudiantes muertos en anteriores protestas hubieran dado sus vidas en vano.
Juan C. Vilca
Personalmente no conozco el modelo peruano de educación, aunque he pasado algunos meses viajando en su hermoso país, no obstante las críticas que realiza a la educación peruana son en esencia muy parecidas a las que los estudiantes chilenos están realizando en este momento, que son consecuencia de una desregulación y mercantilización total de esta importante esfera de la sociedad. De hecho, pasó de una demanda por más fondos, calidad, y control del estado en asegurar el buen uso de los recursos públicos, a un movimiento ciudadano que ha articulado varias otras demandas para lograr reformas (profundas) sociales y políticas, todo se fue dando con el paso del tiempo, y efectivamente los estudiantes han sido un actor político y social relevante en chile en varias situaciones históricas, sin ir muy lejos para el derrocamiento del dictador Pinochet.
Esta no es la labor que les corresponda a los jovenes en particular, pero a falta de otro actor social que se haga cargo de esto -pues la clase política no ha hecho ni hará nada al respecto, y la sociedad en general está en un nivel de atomización e impotencia tan brutal-, no hay nada más que escucharlos y apoyarlos en sus acciones, evitando caer en el juego del miedo que pretenden hacernos caer los políticos y los poderes económicos, sus verdaderos dueños.
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