En el género del reportaje político en América Latina, pocos libros son tan cruciales como Operación Masacre, del argentino Rodolfo Walsh (acaso el otro que lo empareja en patetismo y crudeza, aunque no en vibración narrativa, sea Tejas Verdes: diario de un campo de concentración en Chile, de Hernán Valdés, escrito por una víctima directa de la barbarie pinochetista apenas dos semanas después de ser liberado y deportado a España).
Walsh, que fue cronista y no víctima del caso contado en Operación Masacre (un asesinato masivo perpetrado por militares y policías argentinos a la sombra de un golpe de estado en 1956), fue, en cambio, asesinado por otra dictadura posterior, el 25 de marzo de 1977, con lo cual su libro se convirtió en profecía pesimista de lo que él mismo habría de sufrir.
Cualquier lector de Operación Masacre recuerda para siempre el pasaje en que un puñado de hombres han sobrevivido a la primera ráfaga del fusilamiento y yacen en el suelo, fingiéndose muertos durante segundos eternos, para evitar que sus enemigos los repasen con un segundo disparo. Todo lector de Walsh recuerda también el relato de las búsquedas de fosas comunes y el rastreo de cadáveres. Irónico: nadie sabe exactamente cómo murió Walsh: su cadáver nunca fue hallado.
Según leo en un artículo de Página 12, un juez argentino ha ordenado esta semana la captura de dieciséis implicados en el crimen. Dieciséis sicarios uniformados que le quitaron al continente uno de sus mejores talentos literarios y a Argentina una de sus más fervorosas conciencias morales.
(Fotomontaje: gfp).
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4 comentarios:
¿Y cosas como el Hatun Willacuy de la CVR no entran de alguna manera dentro del género en que están Walsh y el chileno?
Operacion Masacre es una cronica, quiza una novela de no ficcion, tipo Truman Capote en A Sangre Fria. Tejas Verdes es un testimonio en primera persona sin intermediarios de ningun tipo. Lo de la CVR es un recuento hecho a partir de cientos de testimonio orales y documentos recogidos por un equipo grande de investigadores.
Lucho Codesido
"operacion masacre" es un estupendo relato de no ficcion. otro que se me viene a la mente es "la noche de tlatelolco", de poniatowska. el new journalism americano, creo, se relaciona con textos como los de walsh y poniatowska, que renuevan el arte de dar cuenta de los hechos silenciados. tambien hay un vinculo interesante entre estas obras y el documental cinematografico, que en el cine latinoamericano de los 60 y 70 fue un genero tan importante como el largo de ficcion.
peter elmore
Tienes razón, Peter (y en este caso no tengo duda de que es Peter; gracias por darte una vuelta por aquí). Olvidé mencionar, en mi comentario sobre la noticia de Walsh, a Poniatowska (y a Monsiváis, dicho sea de paso).
En cierta forma, parte de esa función de desentierro de lo oculto ha pasado de los relatos de no ficción y el documental a terrenos como el de la novela, digamos, experimental, al estilo de Piglia o Eltit, con una mayor sofisticación intelectual y, por supuesto, una menor atención al detalle histórico. Son más bien reflexiones sobre los mecanismos de la memoria (y la pérdida de la memoria) que recuperaciones de una memoria o un hecho particulares.
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