Estos son dos datos conocidos (confío en que el tercero no lo será tanto).
Primer dato: en cierto pasaje de "El otro", de Borges, un personaje se sorprende al comprobar una fecha imposible en un dólar. El narrador, al final del relato, nos aclara que lo realmente imposible era que hubiera fecha alguna, pues los billetes de dólar no están fechados. Horas, o acaso días después, como si nos hubiéramos quedado encerrados en el cuento y siguiéramos lidiando con sus hechos, comprobamos que eso también era falso: los billetes americanos sí llevan fecha.
Segundo dato: la célebre "Postdata de 1947" que aparece al final de "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius", ya estaba allí, con esa misma fecha, en la edición original de 1940, de modo que los pasajes más aparentemente ensayísticos del cuento, los de la "Postdata", eran propuestos como una escritura hecha desde el futuro. O, si se quiere ver de otro modo, el narrador se situaba a sí mismo en ese periodo posterior a la lectura (en este caso, a la escritura previa del cuento) al cual el narrador de El otro, a su modo, nos empujaba también.
Tercer dato: en un artículo de Daniel Balderston, "Fundaciones míticas en ´La muerte y la brújula´", aparecido en Variaciones Borges en 1996, descubro (para mí, al menos, es un descubrimiento), lo siguiente.
En "La muerte y la brújula", el cuarto crimen, la muerte del detective, se produce un día 3 de marzo, con luna llena. Lawrence Zalcman, dice Balderston, ha cotejado los periodos lunares con las fechas de carnaval aludidas en el relato, y ha determinado que un 3 de marzo en el que todos los datos del cuento calzaran sólo pudo darse en 1893 o en 1950. La primera fecha es inverosímil porque el relato habla de automóviles y teléfonos. Pero 1950 tampoco parece aceptable porque el cuento fue publicado en 1942.
Pero ocurre que en su famosa conferencia "El escritor argentino y la tradición", de 1951, Borges afirmó lo siguiente: "hará un año, escribí una historia que se llama ´La muerte y la brújula´". Un año atrás, dice Borges; esto es, en 1950 (y repito: el cuento había sido publicado en 1942). Lo que significa que "La muerte y la brújula" también es, como la "Postdata" de "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius", un cuento escrito en el futuro (aunque, cuando Borges reveló el secreto --en una conferencia, fuera del cuento, como nos forzó a hacer con la fecha del dólar en "El otro"--, ese futuro era ya pasado).
Balderston observa: "1950: esa fecha inscribe en el relato un conocimiento del Holocausto, de la Guerra Fría, del gobierno de Juan Domingo y Eva Perón". Por supuesto, no es que Borges fuera un clarividente o un adivino, aunque, por cierto, todos alguna vez hayamos intuido que lo fue. Pero sí resulta lógico, a la luz de muchos otros textos escritos por Borges durante la Segunda Guerra Mundial, que el argentino tuviera plena conciencia de estar situando su narración en un momento histórico (1950) en el que el posible apocalipsis europeo habría ya concluido, y en el que el peligro, como señala Balderston, podría más bien asomarse en este otro lado del mundo, poblado por todos los exiliados de aquel otro.
Balderston cierra su artículo así: "´La primera letra del nombre ha sido articulada´: esta afirmación críptica y sus continuaciones en el relato hablan de una vivencia apocalíptica, de un ´apocalypse now´. El intelectual argentino que escribe en un 1950 futuro y apocalíptico se sabe marginado y perseguido, sabe íntimamente que camina --como Lönnrot-- a su propia muerte. Y escribe desde ese saber".
Uno se pregunta por qué los cuentos de Borges tienen siempre algo nuevo cada vez que uno los relee. La respuesta parece clara: porque Borges los sigue escribiendo aún, incluso hoy, o quizá mañana.
Imagen: Borges y la torre del reloj. Fotomontaje: gfp).
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3 comentarios:
lo que mas me inquieta -y me atrae al mismo tiempo- es que borges siempre escribía como un autor "presente". quiero decir, su futuro es de muy corto plazo, como con la urgencia de los visionarios por dar a conocer esas imágenes que les queman, porque sospechan que si no las comunican algo terrible va a pasar. un borges político tal vez, aunque 'político' suene como un mundo absolutamente ajeno a él (algo que yo nunca me he tragado). y nosotros recogemos todos los indicios que tú señalas como huellas que pueden esclarecer el misterio de su contemporaneidad pasada, ahora que sus textos significan tantas otras cosas. no pretendo decir nada especialmente trascendente, solo un delirio.
que bueno, no conocia ese tercer dato, me parece una lectura interesante de la muerte y la brujula. desde la perspectiva contemporanea, si lo vemos a traves del lente del futuro cercano (1950), se formula una vision ucronica de BsAs, combinado por supuesto con la version doppelganger afrancesada de la misma. a shadow twice removed.
un abrazo,
mike
Y también es posible que le haya encantado la idea de tomarnos el pelo desde la eternidad.
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