En Respiración artificial, una de las mejores novelas argentinas de las últimas décadas, Ricardo Piglia imagina el lado más oscuro de la crítica literaria, en la figura de unos personajes dedicados a descifrar los posibles mensajes secretos, acaso subversivos, contenidos en los papeles de un escritor. Crítica y espionaje quedan ligados, de ese modo, y casi convertidos en una misma actividad, dentro de un mundo paranoico, inverosímil...
O quizá deba decir "dentro de un mundo paranoico, realista": Página/12 (y, una vez más, me entero gracias a mi amigo Miguel Rivera) ha publicado un escalofriante informe de Silvina Friera acerca del seguimineto del que fueron víctimas, durante la dictadura militar de los años setenta, en Argentina, numerosos escritores e intelectuales, y gracias a él nos enteramos de que, como en una ficción pigliana, el seguimiento incluyó una meticulosa lectura crítica de las obras de esos escritores, e informes detallados y argumentados, que sólo pudieron provenir de la mano de críticos o estudiosos preparados profesionalmente para la lectura literaria.
El dato curioso: Respiración artificial también apareció durante el tiempo de la dictadura, y dados los antecedentes políticos de Piglia, es más que seguro que el libro fuera a dar a las manos de alguno de estos peritos forenses de la crítica literaria. ¿Cuál habrá sido la reacción de la alimaña censora al encontrarse retratado, en clave, en las páginas de esa novela construida para lectores paranoicos y vigilantes y que trata, en gran medida, acerca de ellos mismos?
(Pueden revisar aquí el artículo de Friera, titulado Informes secretos y argumentos para prohibir y asesinar).
Fotomontaje: gfp.
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1 comentario:
Hmmm. No estoy seguro acerca de esa hipótesis. Si, por eludir la censura, alguien oculta lo que tiene que decir a tal punto que se vuelve incomprensible, o que su texto se vuelve solo para iniciados, entonces, por definición, la censura ha ganado. Me parece que la complejidad de esa extraordinaria novela tiene motivaciones que van mucho más allá de el mero intento de escapar de la censura.
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