27.7.06

La intriga de Sifuentes

¿Se acuerdan del tal Marco Sifuentes? Es el periodista que días atrás dijo lo siguiente: que un escritor de lo que él llama la "argolla de los regios" había cometido un plagio contra un grupo de periodistas y que el gran poder de la famosa secta criolla estaba a punto de impedir que se hiciera justicia. Además, se negaba a dar nombres propios, aparentemente para proteger a sus colegas las víctimas del plagio, y porque la empresa periodística afectada aún no decidía si presentar o no una demanda.

Pues sucede que un mes antes, un periodista del diario El Comercio, llamado Bruno Ortiz, ya había contado esa historia en su sitio web, llamado Blog de Notas. No sólo eso, sino que había dado los detalles y, por cierto, también los nombres propios.

En mi calidad de "escudero" de la "argolla de los regios" (así es como me llama, siempre original, Sifuentes), se supone que mi papel debe ser el de esconder esos hechos, enterrarlos, defender al plagiario y, por qué no, echar sospechas sobre las víctimas, etc. En lugar de eso, quiero colocar aquí la versión de Bruno Ortiz, que Sifuentes ocultó para poder manipularla a su gusto. Dice Ortiz:

"
Tras leer el libro pude ubicar un texto que había sido tomado de una publicación anterior del diario El Comercio. Luego, hice la búsqueda en nuestro archivo electrónico. Efectivamente, en el Capítulo 12: La auténtica bohemia, hay un texto sobre la panadería Huérfanos (p. 181). La parte referida a la biografía del actual dueño del local es exactamente igual a la crónica publicada por el Decano, el 21 de enero de 2004, en la sección La Contra, página A14, bajo el título “El buen pan no tiene edad”. Leyendo los créditos del libro, descubrí que la investigación de este libro estuvo a cargo de Marco Avilés, quien trabajó en el Diario hasta el 2005. Digamos que las cosas cuadran, pues cuando consulté -a diversas personas en el diario- sobre si ya habían alertado al autor sobre el plagio me dijeron que la respuesta fue: “Es que se nos traspapeló la información mientras hacíamos la recopilación”. Antes de enterarse de este tema, la propia editora de la sección Contracorriente (nuevo nombre de La Contra), Milagros Leiva, le hizo una entrevista a León. Hasta donde sé, el tema está ahora en manos de los abogados del Diario".

Entonces, en resumen, lo que Ortiz sostiene es que Rafo León habría cometido un plagio en perjuicio del diario El Comercio, único propietario de los derechos de autor de los artículos originales. Es decir, la sospecha de plagio no recae sobre nadie que pueda ser identificado como parte de la imaginaria "argolla de los regios", sino sobre Rafo León. (Al parecer, en vista de que León es blanco y de clase media, Sifuentes quiso incluirlo en la secta
de malvados pitucos que según él controlan toda la vida cultural peruana). Es más, la posible víctima del plagio es el diario El Comercio, supuesto cuartel general de la llamada "argolla". (Y el texto de Ortiz deja intuir que el responsable del acto doloso pudo ser el encargado de hacer la investigación del libro).

Pero el súper reportero Sifuentes ya había hecho todo un juicio moral, hablando de abusos de poder y cosas por el estilo, enjuiciando la ética de una serie de personas que, según queda claro, nada tienen que ver con este embrollo. Sifuentes no es el periodista más lamentable, inútil y torpe que haya pisado la tierra, como podría parecer. Es algo peor: alguien que sabía perfectamente quiénes eran los personajes de la historia, y que los ocultó para poder echar sombras, gratuitamente, sobre otras personas. Es decir, es un intrigante.

13 comentarios:

PVLGO dijo...

Como lector asiduo de este blog y otros, me permito opinar lo sgte: me parece q haces tormenta en vaso de agua. Si no le hubieras dedicado un post (y ya van dos o tres), estoy seguro q el "intrigante" post del tal Sifuentes habria pasado desapercibido, excepto tal vez en aquellos blogs tipo Puerto el Hueco, los q dicho sea de paso tampoco son para tomarselos muy en serio.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Tienes razón en comparar el blog de Marco Sifuentes con el conocido blog basura (después de todo, Sifuentes participa en el Hueco y permite que sus administradores participen en Su blog). Pero no creo que esté de más hacer notar las intrigas de un periodista malintencionado y desinformado. ¿Cuál sería el beneficio de no hacerle caso? ¿Que el tipo engañe a un número reducido de gente? Prefiero que un número mayor de personas sepa qué clase de intrigante es.

Anónimo dijo...

Me parece, contra lo que piensa "pulgo", que Gustavo hizo lo correcto: poner en evidencia el entuerto para un gran número de lectores, así evitamos la confusión en torno al tema ("polémica" que le llaman), lo que es el plan B de todo intrigante: si no puede convencer a la mayoría de su mentira, por lo menos deja la duda.
La reacción de Gustavo no solo fue digna, pero preciso e inteligente.

Jomra dijo...

Saludos

Supongo que usted, al menos de vez en cuando, lee a D. Ocram. Esta vez, como otras, se habrá pasado por la bitácora de Ocram para ver si había algo nuevo del tema, y luego habrá escrito esta entrada (o si eso, a la vez, o sea, en plan "documentación", si se quiere).

Más allá de entrar en quién forma o no forma parte de la mentada "argolla", D. Ocram (o Sifuentes o como quieran, pero respetemos el nombre con la que firma sus notas en la bitácora), habrá leído la entrada titulada "Mil disculpas" en que, justamente, se publica la entrada del periodista Bruno Ortiz. Y dicho mensaje apareció horas antes que la entrada que usted publica ahora.

Espero que, simplemente, se le haya pasado por alto el mensaje de Ocram, y no que lo haya ignorado adrede.

Sin más, hasta luego ;)

PD: La verdad es que entiendpo por qué tiene el doble filtro de que sólo los usuarios de blogger puedan comentar a la vez que pasan por un filtro personal, es algo incómodo :P. Pero es su bitácora y la tiene como quiere.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Estimado Jomra: creo que no has entendido lo principal. Sifuentes pide disculpas por haber dado una noticia que otro había dado con pelos y señales un mes antes. Eso sólo demuestra que ÉL no se informó correctamente antes de escribir sobre el tema. Pero Sifuentes no pide ninguna disculpa por su verdadera intriga: no seamos ingenuos. Cuando alguien dice que "un miembro de la argolla de los regios" ha cometido un plagio pero que ese plagio seguramente va a ser silenciado gracias al "poder" de esa argolla, uno no está haciendo un simple comentario inofensivo. Cualquier persona que lea eso va a tener en mente a ciertas personas: Alonso Cueto, Fernando Ampuero, Antonio Cisneros, Guillermo Niño de Guzmán, Iván Thays. El intrigante de Sifuentes sabìa PERFECTAMENTE que ninguna de esas personas tenía nada que ver en el asunto, pero no tuvo ningún reparo es escribir lo que escribió y echar sospechas injustas y gratuitas sobre ese grupo de personas. Eso es ser malintencionado y desvergonzado y mentiroso. Así de fácil. ¿Has visto que pida disculpas por eso? Obviamente no.

ocraM dijo...

vamos, faverón, publícame esto: ¿qué es más intrigante: publicar un trascendido periodístico o pretender que ese trascendido enloda a personas que no menciona?

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Tu post se refería textualmente, primero, a "los criollos, la famosa argollita de regios de talento irregular pero de fama constante". Y luego decía que "uno de los miembros de la argollita" había cometido un plagio. Nota que tú mismo decías que la tal "argollita" es "famosa", es decir, que la identidad de sus miembros es de dominio público. Ahora, en el colmo del descaro, pretendes decir que esas frases no se referían a nadie. ¿Se puede concebir algo más idiota? ¿O sea que si no pones ningún nombre propio, no has hablado acerca de nadie? ¿Si yo dijera "un reportero de La Ventana Indiscreta ha cometido un delito" no me estoy refiriendo a nadie ni estoy enlodando gratuitamente a nadie? Por favor.

ocraM dijo...

"La Ventana Indiscreta" es un grupo definido de gente. Según usted, cuando uno habla de "argolla" ¿a quiénes se refiere?

Gustavo Faverón Patriau dijo...

¿Acaso crees que esa pregunta tonta va a poner en cuestionamiento lo que estoy diciendo?

Todos los intrigantes como tú que hablan de tal grupo se refieren a Fernando Ampuero, Alonso Cueto, Guillermo Niño de Guzmán, Antonio Cisneros e Iván Thays, básicamente.

Algunos además insisten en añadirnos a Alonso Rabí, a mí y a un par más de personas. Como vez, la gente sobre la que dejaste caer la sospecha del plagio tiene nombre y apellido, y además, por cierto, no tiene ningún plagio en su cuenta ni nada que ver con el hecho del que tú hablabas. Salvo, eso sí, porque Fernando Ampuero y Alonso Rabí son editores del diario que SUFRIÓ el plagio...

Pero lo realmente ridículo, lindante con la estupidez, es que ahora quieras decir que tú acusaste de plagio a un miembro de un cierto grupo suponiendo que era indefinible la identidad de los miembros del grupo. Eso ya no solamente es intrigar, eso es carecer de cualquier forma de ingeligencia.

Lo otro que queda demostrado es que cuando tú dices "la argolla criolla" o "los regios" estás dispuesto a incluir en ese grupo a cualquiera que te dé la gana, según tu conveniencia, ya que, para ti, no es "un grupo definido de personas". Es decir, acusas pero no sabes a quien embarras. Ese es el equivalente periodístico del chimpancé con navaja.

Daniel Salas dijo...

Pareciera que Sifuentes es incapaz de entender lo que él mismo escribe. Cito la frase crucial de su post:

"Hasta aquí no hay nada que escape de lo usual en ese Liliput de envidias que es la literatura peruana. Envidias cuyos destinatarios suelen ser los "criollos", la famosa argollita de regios de talento irregular pero de fama constante.

Hasta aquí, decía, nada nuevo.

Acá lo nuevo: un grupo de periodistas de un medio nacional acaban de reconocerse en las páginas del último libro de uno de los miembros de la argollita. Esto podría ser más grave que lo de Bryce porque estos coleguitas -a diferencia de Morote- sí tendrían cómo probar la autoría previa de esos textos.

No puedo publicar ningún dato más; en parte porque no estoy autorizado y en parte porque ni los periodistas ni su medio aún han decidido si denunciarán el plagio o no. Pero si escribo este post es porque, sinceramente, espero que los afectados encuentren el coraje para enfrentarse con el poder de "la argolla" y denuncien la criollada."

Marco Sifuentes sabía que se trataba del conocido periodista Rafo León y, sin embargo, al momento de soltar la noticia habla de un "miembro de la argollita" previamente mencionada, uno de cuyos miembros es Bryce.

Lo único que ha hecho Sifuentes hasta ahora es reconocer que el caso ya había sido revelado. Pero ha sido hasta ahora incapaz de admitir que atribuyó a Rafo León la participación en un grupo ("la argollita") al cual se quería atacar. La intención de calumniar es clarísima, a menos que Sifuentes esté tan desinformado que de verdad haya creído que Rafo León era uno de los miembros de "la argollita" de "los regios" sobre la que se echan tantas acusaciones. Si así fue, queda en evidencia que no sabe de lo que habla y que mete su cuchara en asuntos que no conoce. Peor aún, queda claro su prejuicio racial. Y queda claro que en estas acusaciones hay una enorme confusión y que a través de ellas se ejercen simples prejuicios sin el más mínimo examen de los hechos.

ocraM dijo...

ufa. qué manera de ver fantasmas. relájense.

me da flojera responder tanta mentira histérica y tanto ataque virulento. copio la parte menos divertida de mi último comentario en el post de marras:

"lee bien mi post. yo sólo transmití las tribulaciones de un grupo de periodistas poco conocidos que resultaron siendo afectados por un plagio y que tenían muchas razones para creer que el asunto iba a quedar en nada.

quizás exageraban. quizás no. yo lo único que hice fue expresar mi deseo de que tuvieran el coraje de denunciar el hecho sin temor al poder -real o imaginario- de ciertos amiguismos."

y conste que yo no les borro nada.

Daniel Salas dijo...

No es verdad, señor Sifuentes. Usted atribuyó el plagio a un miembro de una poderosa "argollita" que intimidaba a sus colegas y uno de cuyos miembros era Alfredo Bryce. La pregunta es muy simple: ¿acaso Rafo León, solo por ser blanco y clase mediero, es miembro de esa "argollita"? Y si no lo es ¿por qué asoció el plagio a esa "argollita"? ¿Por ignorancia o por malicia?

el gatopardo dijo...

Se imaginan cuántos casos como este de leso periodismo se cometen a diario en el país... y valla uno a alzar su voz de protesta... noooooo, con la sagrada libertad de expresión no se metan!!!!

afortunadamente esta vez la intriga quedó en evidencia.

El más vil de los oficios, dijeron por ahí.