Baricco al descubierto

Tengo la costumbre de lanzarme a la piscina con la lectura de libros en lenguas romances que jamás he estudiado, y la mayor parte de las veces, déjenme decirles, la cosa funciona.

Después de unos pocos volúmenes, uno empieza a leer con más y más seguridad: no hablo portugués, pero a estas alturas he leído casi todo Fonseca y no poco Lobo Antunes en su lengua original.

Lo mismo hago con el italiano, en el que no me atrevería a pronunciar una frase, pero que leo cada vez que me interesa (en verdad, ese fue mi atrevimiento más antiguo y el más incomprensible: leí la Storia della filosofia occidentale de... Bertrand Russell, cuatro tomos de Russell traducidos al italiano que encontré en la avenida Grau cuando tenía unos veinte años). Y desde hace un tiempo he optado por el mismo método con los autores catalanes.

Esa desvergüenza, que me hace sentir autorizado para leer en lenguas desconocidas, como un exorcizado las habla, me depara de vez en cuando descubrimientos felices.

Uno de los más interesantes ha sido, recientemente, encontrarme con I Barbari, el libro que el novelista y dramaturgo italiano Alessandro Baricco (el autor de Seta, Senza Sangue y la muy reciente Questa Storia) viene escribiendo online en un blog del diario romano La Repubblica, libro arbitrario y errático, llevado por los vaivenes de cada día, y escrito "al descubierto", para ponerlo en los términos en que él describe su experimento. (Mi primera impresión es que algo tiene este libro del famoso The Book of the Snobs de Thackeray).

Va por el capítulo 27 y vale la pena verlo. Mi recomendación, si no saben italiano: agarren un diccionario y sumérjanse, vale la pena. Si nadie me hace caso, quedará este post y este enlace al índice del libro como regalo para mis amigos italoparlantes: Tim, Loredana, Michela, Arielle, Gabriel, Peter, etc.