
En China, cuando una persona es condenada a morir por fusilamiento, luego de ejecutarse la prueba, el Estado, a través del ministerio correspondiente, le hace llegar a los deudos del fusilado una cuenta por el importe de las balas gastadas en matar al sujeto (es decir, le cobran las municiones al hijo, la viuda o los padres del ajusticiado).
Como si el gobernador de Texas le pasara la factura de la energía a los deudos de alguien mandado a matar en la silla eléctrica... No intento ninguna reflexión sobre este tema. Por algún motivo cuando descubrí el caso chino recordé el peruano. Entiendo que el chino parece más inhumano, más cínico. Pero los dos suenan bastante absurdos. ¿No?
1 comentario:
El señor Juan Díaz González envía este comentario por email:
Apreciado Gustavo,
No tengo Blog, espero mi duda pueda contribuir. Los soldados cuando estan de guardia en los cuarteles, pueden disparar, muchas veces al aire. Se les descuenta siempre y cuando no entreguen los casquillos de las balas disparadas, creo esta misma figura existe en la policia.
Saludos
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