Imaginen la famosa escena del Quijote, pero desde el punto de vista del molino de viento.
¿Qué se sentirá estar plantado en mitad de la llanura, inmóvil por la edad, solitario, batiendo los brazos contra enemigos imaginarios, mañana, tarde y noche, queriendo atacar pero sin tener la fuerza ya para dar un solo paso, para dirigir un solo golpe?
¿Qué se sentirá dar siempre manotazos a la loca, sin sentido, mecánicamente, repitiendo el mismo movimiento reflejo, acaso involuntario, mientras el resto del mundo transita alrededor de uno?
¿Qué se sentirá ser uno el molino y pensar que uno es el Quijote?
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