10.11.06

Munich, un año tarde

Apenas ayer vi Munich, la película de Steven Spielberg estrenada el año pasado. Debo decir que me pareció mucho mejor de lo que la mayoría de los críticos dijeron (esto a pesar de que la cinta fue en general bien recibida) y también más interesante de lo que los comentarios dejaban entender.

Digo esto último porque la crítica se refirió a Munich, básicamente, como una fábula sobre lo absurdo del ojo por ojo, una fábula de alcance universal, por decirlo así, y con moraleja incluida. Y no creo que la película sea eso.

Me parece, más bien, un ensayo sobre la particular mecánica ciega del conflicto entre israelíes y palestinos: la perversa dialéctica del terrorismo palestino y el israelí, justificado el primero como heroísmo resistente y el segundo como patriotismo de autodefensa; y sobre la virtual imposibilidad de que una de las partes reconozca su propia violencia como injusta (incluso si es capaz de percibirla como tal), al estar implicada en esa violencia la posibilidad misma de supervivencia para cada nación.

En todo caso, quizá no sea la película más lograda de Spielberg, pero es la más personal y la más ambiciosa en el plano de las ideas. Y una de esas ideas subyacentes, por cierto, es la de que la historia narrada, habiendo ocurrido hace tres décadas, podría suceder nuevamente mañana mismo (o pero aun: está sucediendo hoy).

1 comentario:

Tanque de Casma dijo...

Aunque puedo estar de acuerdo con algunas de las ideas que expones, hay algunas cosas que no me llegaron a convencer. Me parece que la forma en que presentan a uno de los lados - los israelíes - es un poco ingenua.
Yo he visto la película hace un año, por lo que no la tengo tan fresca como tú. Sin embargo, recuerdo que los del comando israelí tienen todo un rollo de cargo de conciencia por si matan o no a toda una familia palestina. No niego que eso pase, pero por la manera en que lo presentan, me hizo recordar a Salvando al soldado Ryan, cuando los norteamericanos le perdonan la vida a un prisionero alemán y le piden que camine en línea recta a entregarse.
Tengo la impresión que al mostrar exageradamente ese lado bondadoso de una de las partes medio que distorsiona la idea principal de la película: la crítica del absurdo de la guerra.