30.11.06

La tele en la hoguera

Quizá uno de los síntomas más clamorosos de lo pobre que es a veces el debate cultural en el Perú se encuentre en los términos en que se critica a Iván Thays por su programa televisivo Vano oficio, el único espacio de conversación literaria en la televisión peruana.

Algunos sostienen que el conductor de Vano oficio margina sistemáticamente de su programa a ciertos escritores, y mencionan a esos escritores con nombre y apellido: Miguel Gutiérrez, Jorge Pimentel, Ricardo González Vigil, Alexis Iparraguirre.

Otros objetan a Iván que su programa carezca de originalidad o muestre unos estándares de producción limitados, y comparan a Vano oficio con espacios televisivos extranjeros, obviando siempre que esos otros programas se construyen con presupuestos comparativamente enormes, mientras el de Iván es poco menos que gratuito (y el mismo Iván trabaja ad honorem).

Nunca he escuchado a alguien que objete el contenido del programa desde un punto de vista que trascienda, aunque sea por milímetros, la frontera de las preferencias o los rechazos personales.

Incluso cuando se menciona a Gutiérrez, Pimentel, González Vigil o Iparraguirre, la crítica se disuelve tras la mención. En otras palabras, se pide, por ejemplo, que Iván entreviste a Iparraguirre; pero a nadie le importa señalar cuál sería la importancia de hacerlo. Se pide la presencia de Pimentel, pero nadie explica cuál es ese tema imprescindible que debería ser tratado sí o sí en la televisión pública, y que sólo Pimentel sabrá tocar.

No digo que no exista ese tema. No dudo que
Iparraguirre, Pimentel, González Vigil o Gutiérrez pudieran hacer programas muy interesantes: digo que ninguno de los que atacan a Iván con el argumento de los escritores marginados muestra el más mínimo interés en señalar cuáles son las ideas, los asuntos, los temas que deberían ser discutidos en un programa como Vano oficio.

De hecho, da la impresión de que quienes hacen esa crítica la hacen con los ojos puestos en su agenda (de teléfonos) y no en nada que pueda parecerse a una agenda intelectual, es decir, a una idea de cuáles son los asuntos que la televisión estatal peruana podría tocar en un programa literario y que no están siendo llevados al público.

Eso tiene mucho que ver con la pobrísima concepción que la gente tiene del circuito literario en el Perú, cuya imagen se ve cada vez más y más reducida al flaco papel de ser una red de promoción (o una trampa letal) para las carreras de unos y otros autores.

Se le pide a Iván que invite a ciertos escritores no por el potencial contenido de la conversación, sino porque las "horas/pantalla" serían un espaldarazo, un comercial, una ayuda para las ventas, un atisbo de consagracón, etc, etc. Todo muy pequeño, todo muy absurdo.

Un paso adelante se daría si los críticos de Iván, en vez de pedir groseramente la cabeza del conductor de Vano oficio --y su pronto reemplazo por un personaje más afín a ellos-- dejaran de mencionar los nombres de sus amistades supuestamente marginadas y propusieran unos temas de los cuales sea imprescindible conversar.

Quién sabe, acaso se acabe descubriendo que, dado cierto tema, el escritor X o el escritor Y resultan presencias necesarias, y las cosas caigan por su propio peso.

2 comentarios:

Ivan Thays dijo...

Muy interesante inicitiva.

Desde ya me comprometo, en la medida de lo posible según lo franciscano de mi producción (si hay un viaje de por medio, por ejemplo, imposible), a recoger esas sugerencias (temas y autores) y llevarlas a pantalla.

Eso sí, advierto que no es posible entablar una discusión con dos autores (o más) simultáneamente por un impedimento técnico (el canal solo nos brinda dos cámaras, y una de ellas es una minidv personal, que sirve solo para tomas de apoyo)

Saludos

IVAN

Anónimo dijo...

Lima, 2 de diciembre del 2006

Fui mencionado en ‘Tantas veces Thays’ de CARETAS 1952, artículo luego retrucado por el escritor Iván Thays. Por eso confirmo que lo dicho sobre mi persona por Jerónimo Pimentel es cierto. En marzo del 2005 gané el Premio Nacional PUCP de Narrativa. Thays entrevistó a los ganadores de las categorías de Poesía y Ensayo, pero no mencionó Narrativa y silenció la difusión de mi libro. Si el interés público anima a Thays, ¿por qué un premio que concita la atención del público, por su prestigio y cuantía (10,000 dólares), no tiene interés?

Alexis Iparraguirre
DNI 08157171

http://www.caretas.com.pe/Main.asp?T=3082&S=&id=12&idE=701&idSTo=73&idA=23540