23.11.06

Último Guevara

Del diario La República tomo estos tres adelantos del más reciente libro de poesía de Pablo Guevara, que recoge textos escritos por el poeta --recientemente fallecido-- en los días de su internamiento en un hospital de Lima, entre agosto y setiembre últimos, y en las semanas posteriores, hasta su muerte.

El libro, que se presentará el 30 de noviembre en el auditorio de Letras de la UNMSM, lleva el título de Hospital.

El artículo de Pedro Escribano da detalles sobre su aparición y el grupo de personas que la han hecho posible. Aquí los adelantos:



(De la apertura del libro)

otra vez aparece un trasatlántico en
mi vida… herido de muerte acaso…
(lo veo acoderado entre las avenidas
Salaverry y Arenales aunque no logro
saber cuál es la proa cuál la popa…
desconozco estos inciertos muelles y
la carta de navegación distrital de
Jesús María)
y tronaban como júpiter

(Del episodio 1)

primeras incoherencias 1 a.m. la habitación cueva de al lado rebasaba de aullidos… parecían los de un animal poderoso portentoso mitológico furioso… de repente se trocó en juvenil voz de mujer muy entristecida que decía sollozando entrecortadamente...:

«por qué tengo que tener los zapatos más feos de este lugar… no sé»… –y sonó como una gran explosión– y otra vez esos aullidos salvajes aun peor que antes…

(Del episodio 2)

segundas incoherencias 2 a.m. - 5 a.m. el viejo por tres noches pifió como en los estadios … [las ovejas enfermeras y técnicas entraban y salían apresuradamente… frente a mí un viejo cuadro del Doré en vivo (sí Gustave, el del Inferno) un viejo total calva monda el muslo musculoso plegado como en los grabados y elevando los brazos a los cielos… mi placer sin embargo no alcanzaba a mi desconsuelo… yo estaba con él en el grabado…] pero el viejo de la habitación del fondo todavía era un bocatto de horror [las ovejas seguían saliendo apresuradamente al trote… él invitando a gritos a que lo toqueteasen como fuera… «¿ven esta pita?… tiene un nudo… hay que deshacerlo… agarre nomás señorita… o señora… es un nudo… un nudo nada más…»] y el maldito viejo a mi lado que fingía dormir rompía a pifiar fuera de sí como en los estadios… 5… 7 veces… y más veces cerca de mi oído la guerra de los hielos seniles se había desatado… la humanidad entera vieja estaba a mi lado rugía el océano de encrespadas olas… trataba de avanzar y sortear todos estos arrecifes como sea

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