23.11.06

Para qué sirve el cine

Agárrense. Pero agárranse duro, en serio. ¿Quieren confirmar de una vez por todas por qué hay quienes nos quejamos del nivel de la prensa peruana y de la calidad de las chaturas que ella difunde y promueve?

Lean esta columna de la periodista de espectáculos
Patricia Salinas, en Expreso.

Ideas cruciales de su artículo: es bueno que haya mucho cine peruano; es secundario si es bueno, malo o pésimo; es bueno que los cineastas no crean que el cine es un arte; no importa que una industria tan pobre como la peruana gaste su dinero en engendrar zonceras; lo realmente importante del cine es que refuerza "la identidad nacional"; la identidad nacional peruana se funda en rasgos profundos, como chupar pisco con cualquier excusa; otro mérito del cine es que promueve el turismo.

La comentarista incluso ensaya una defensa del cine como instrumento para lavar el cerebro subliminalmente a los espectadores, de modo que se los instruya en el difícil arte de ser peruanos (siguiendo un ejemplo extranjero, eso sí).

Nada digo sobre las películas a las que alude el artículo (
Mariposa negra, de Francisco Lombardi, y Talk show, de mi amigo Sandro Ventura), ni creo que el artículo sirva para juzgarlas. Sólo quiero llamar la atención sobre el nivel de pobreza intelectual de nuestros diarios.

22 comentarios:

Gustavo Faverón Patriau dijo...

ESTA ES LA COLUMNA DE PATRICIA SALINAS, EDITORA DE ESPECTÁCULOS DEL DIARIO EXPRESO

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Identidad nacional

Escribe: Patricia Salinas
Editora de Espectáculos

Aunque parezca mentira hay detalles que, bien usados en la televisión y en el cine, sirven para reforzar nuestra identidad nacional. El sólo hecho de ver, en la pantalla grande por ejemplo, nuestras calles y algunos lugares que, como diría Gonzalo Torres, están “a la vuelta de la esquina”, es algo que hace que los espectadores se sientan identificados, por eso es bueno que haya muchas películas nacionales, buenas, malas y regulares. No todas tienen que ser obras de arte como antes pretendían los cineastas peruanos que trabajaban pensando más en su circulito de amigos intelectuales que el gran público.
Volviendo a la identidad nacional, hemos notado, con agradable sorpresa, que en las últimas dos películas peruanas de este año, “Mariposa negra” (todavía en cartelera) y “Talk show” (que ingresa hoy a las salas), se difunde de una manera subliminal pero contundente el pisco, nuestra bebida de bandera. En ambas producciones, el pisco está presente cada vez que es necesario en una escena en la que alguien esté tomando un trago. Nada de cervecitas, de ron u otras bebidas. Es así como México, por ejemplo, puso de moda el tequila. Esa es la manera de decirle al mundo que el pisco es peruano. Y así como eso, y poniendo como ejemplo otra vez a los mexicanos, sería ideal que cada vez que se pudiera se hablara de nuestra maravillosa gastronomía, ¿o acaso no resultaría mucho más provocativo ver un plato de cebiche, una causa rellena o unos impresionantes camarones que los típicos tacos o burritos, que invaden hasta las cintas norteamericanas? Felizmente los productores, tanto de cine como de televisión, parecen haber comprendido que tenemos maravillas para mostrar al mundo. “Madeinusa” se rodó en Canray Chico, un pueblito de Huaraz, y lo mejor de “La prueba” son los impresionantes paisajes del Cañón del Colca en Arequipa. Además de promover el turismo, hacen que los peruanos sintamos orgullo de lo que tenemos y, muchas veces, no valoramos.

Llullasunqu dijo...

Señor Faveron:

No encuentro en su post lapidario contra el comentario "Identidad nacional" de la editora de espectáculos del diario Expreso esa chatura y esa pobreza intelectual que tanto le escandaliza.

En ningun momento la editora dice lo que usted manifiesta o interpreta.

En cambio, lo que usted manifesta si es manipulador y tendencioso.

La editora de marras no da a entender, como usted concluye, que no es importante que el cine peruano sea bueno, malo o pésimo, o que los cineastas no deben creer que el cine es un arte.

Tampoco ella asegura que una industria tan pobre como la peruana gaste su dinero en engendrar zonceras. O que chupar pisco con cualquier pretexto nos hace más peruanos.


La idea crucial de la periodista Salinas es más modesta, más sencilla, que no es lo mismo que chatura intelectual: que tanto el cine como la televisión pueden reforzar la identidad nacional, tan venida menos y contribuir con su reforzamiento de una manera subliminal.

Es sabido que en toda producción o rodaje nada se deja en manos del azar. Ni ínfimos detalles como por ejemplo, lo que deben beber, comer, mirar o vestir los protagonistas.

En todo caso, ella celebra y alienta esos mensajes subliminales: que los actores de nuestras películas beban pisco, le metan tenedor a un cebiche, jueguen "sapo" o huyan por los bellos paisajes de nuestra chúcara geografía, (entiendase turismo).

No deje, señor Faveron, que el desencuentro que ha tenido con la editora de cultura de Caretas y no se de que otro medio de comunicación, esta última aficionada a pedir libros de regalo, le obnubile y le ofusque.

Meter a todos los periodistas en el mismo saco no refuerza su tesis del nivel, la poca calidad y la chatura de la prensa peruana del que también usted es un digno representante.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Le propongo que relea lentamente los dos siguientes párrafos de Patricia Salinas:

"Es bueno que haya muchas películas nacionales, buenas, malas y regulares. No todas tienen que ser obras de arte".

"Volviendo a la identidad nacional, hemos notado, con agradable sorpresa, que en las últimas dos películas peruanas de este año, “Mariposa negra” (todavía en cartelera) y “Talk show” (que ingresa hoy a las salas), se difunde de una manera subliminal pero contundente el pisco, nuestra bebida de bandera".

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¿Sabe usted qué significa "subliminal"? ¿Sabe que la propaganda subliminal está prohibida en buena parte del mundo?

Llullasunqu dijo...

Señor Faverón

Cuando la Salinas dice que "Es bueno que haya muchas películas nacionales, buenas, malas y regulares. No todas tienen que ser obras de arte", está diciendo eso y no otra cosa. Que hay una iniciativa, un movimiento donde muchos directores "nacionales" buenos, malos o regulares están produciendo, obviamente, películas "nacionales" buenas, malas o regulares, y que en esa dinámica no todas resultan, necesariamente, obras de arte.

Sobre el termino "subliminal", segun la Real Academia significa:
1. (De sub- y el lat. limen, -inis, umbral.) adj. Dícese de la idea, emoción o sensación que, por demasiado débiles, o por otras causas, no llegan a ser percibidas por la conciencia.

Al respecto opino de una forma modesta que ese adjetivo en el articulo en cuestión de la Salinas no está usado acertadamente.

Porque si en el film se ve la botella de pisco con su etiqueta mas del tiempo necesario o se aprecia como se prepara o se engulle un cebiche, deja de ser subliminal para volverse en algo explícito.

En fin, me parece poco artistico o deportivo que se vaya por la tangente y venga con eso que la propaganda subliminal está prohibida en buena parte del mundo. Cuando eso no era parte de la controversia. Es como si al contrincante le echara tierrita a los ojos. No pues, así no...
Gracias por su paciencia y atención.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

No entiendo a dónde se dirige con sus comentarios. El cine no es ni debe ser un instrumento para modular la nacionalidad. "Identidad" es un concepto trasnochado e imposible de seguir defendiendo. Dígame usted qué cosa es la "identidad peruana". Trate de explicarlo y verá que no está usted hablando de nada en absoluto.

Revise usted nuevamente el ensayo de Salinas y dese cuenta de que ella no describe un fenómeno asépticamente, como usted parece decir: dice "ES BUENO".

Tampoco insista en no ver el párrafo que dice "No todas tienen que ser obras de arte como antes pretendían los cineastas peruanos". ¿Tampoco hay una opinión clara allí en contra de la idea de que el cine es un arte? Si no ve usted eso, entonces ya no hay nada de qué discutir.

Llullasunqu dijo...

Voy en contra de un post, el suyo, petulante y tendencioso.
En fin, siento no estar a la altura de su inteligencia. Es usted un ciego en el reino de los tuertos...

Jorge E. dijo...

Coincido con el comentario de llullasanqu, el espiritu de la columna está lejos de lo que el autor de éste café quiere hacer creer/pensar que dice.

No me parece malo que en las peliculas peruanas se privilegien esos detalles que describe la autora de la columna en cuestión. Si no mete la cuchara en lo que respecta a la calidad de las películas es precisamente porque su columna no es de cine ni de arte (para eso ya hay muchos "entendidos"); ella sólo celebra el hecho de que el cine pueda ser vehículo difusor del patrimonio nacional.

Por "subliminal" –que es en parte el caballito de batalla del autor–, la columnista quiere decir que se difunda lo nuestro sin que el film en cuestion se convierta en un esperpento chovinista. Como dice llollasanqu, quiza el adjetivo, si pues, se pudo usar otra palabrita.

Parece que todo esto no es más que un pretexto para decir cuatro o cinco cosas de (sí, DE, no A, que habría sido lo mejor) una periodista que no le cae (¿acaso por eso de "…los cineastas peruanos que trabajaban pensando más en su circulito de amigos intelectuales que el gran público"?). Por el tenor de su post, se percibe el encono. Qué duda cabe que el señor Faverón no puede con ese brigadier escolar de las letras y las artes que ya terminó de interiorizar que lleva dentro, adentro, el mismo que salió a darle con todo a la señorita De Paz.

Cuidado.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

¿Cuidado? ¿El señor "E" me pide que tenga "cuidado"? ¿De qué?

¿Encono? No tenía la menor noticia de la existencia de Patricia Salinas hasta que leí este artículo. Deje de ver fantasmas. Y acuérdese de su apellido la próxima vez que pase por aquí.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Lamentablemente, ninguno de los dos comentaristas ha notado el tema del post: el cine no es propaganda, no es publicidad, no es herramienta, no vale por la "imagen internacional" que le dé a un país ni mucho menos por los valores tradicionales y nacionalistas que transmita. El cine es arte, es decir, es una forma de conocimiento y una reconstrucción estética del mundo, y no debe ser usado para vender imágenes bonitas ni chauvinistas sino para aproximarnos a aspectos del mundo que de otra forma nos serian ajenos o esquivos, para plantearnos reflexiones, para ensanchar nuestro mundo; no hay que reducirlo al status de una secretaría de turismo.

Llullasunqu dijo...

Ensanchemos, pues, el término, y veras que tu concepto de arte y del cine, como arte, está jibarizado por un idealismo que limita la hondura de su alcance. La meteria prima del cine es la imagen, como las palabra lo es a la novela. El cine es todo lo que tu niegas y también lo que afirmas. El cine es propaganda, es publicidad, es ideología, es producto, es marketing, es venta, es manipulación, es engaño, es sueño, es denuncia, es grito, es llanto, es risa, es tragedia, es verdad, es denuncia, canto, erotismo, silencio, sexo, suspenso, reflexión, musica, drogas, cinismo...

Sucede que con los buenos directores ni se nota... que puede ser hasta una secretaria de turismo.

Felices Todos dijo...

Pues yo sí estoy de acuerdo con la postura de Faverón. No me imagino ni por un momento a un guionista o director de cine pensando en cómo meter una plato de ají de gallina o un peruanísimo lomo saltado (que a mí tanto me gusta)en cierta parte del filme. Para eso están programas de cocina tan buenos como el de Gastón Acurio, y para difundir las imágenes de postal creo que tenemos a PromPerú, cierto?.

Por cierto, a veces parece que cierta prensa sólo trata de llenar espacios y escribe lo primero que se le ocurre.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Llullasunqu:

Deja de palabrear y aclara lo que quieres decir. No le hagas perder tiempo a la gente.

Comienza por explicar tu frase "el cine es drogas"; luego sigue con las otras cuarenta definiciones que has dado. Apenas llegues a una interesante, discutimos.

Luego explicas qué tiene que ver esa suma de definiciones con las que ha dado Patricia Salinas: el cine es propaganda nacionalista.

Y por supuesto, ten en cuenta toda la idea de Salinas, si quieres defenderla: ella dice que "es bueno" que los cineastas se den cuenta de que el cine no es arte. Propone, eso sí, usarlo como propaganda. El artículo de ella echa al tacho nueve de cada diez de las seudodefiniciones palabreras que tú has propuesto.

Pero sé más serio,pues. Yo también puedo decirte "la literatura es sudor" y habré contribuido en un cero por ciento a una definición de la literatura. Ese cero por ciento es el que has contribuido hasta ahora a tu propia definición de cine.

Aguafiestas:

De acuerdo contigo en lo de llenar espacio. Precisamente es por eso que un columnista tiene que ser una persona preparada. Porque debe tener siempre algo interesante de qué hablar. Si no, un día terminan diciendo, por no tener nada más en mente, que el cine debe promover subliminalmente el chauvinismo culinario de los peruanos y que así se hace patria.

Ivan Thays dijo...

Lo realmente peligroso es que, si le damos la vuelta, alguien podría decir que son equívocos, malos, negativos o antinacionalistas las películas (y libros) en los que los protagonistas no tomen pisco sino whisky; no viajen a puno sino a nueva york; o sucedan en ayacucho pero estén llenos de violencia y no muestren lo lindas que son sus iglesias o sus fiestas regionales.

Eso me hace recordar, además, a aquel escritor que alguna vez declaró que se sentía incómodo de que hubieran tantos escritores con apellidos extranjeros en el Perú.

Lo mismo, quizá si Patricia Salinas fuera jurado del Conacine quizá preferiría darle el premio a una película que refleje los valores peruanos positivas antes que a otra que "solo" tiene valores cinematográficos "pero no promociona nuestra cultura". La cultura no puede ser el refugio de nacionalismos trasnochados y probables censuradores. Y ahora que están promoviendo la posibilidad de un Ministerio de Cultura el tema es de cuidado.

Saludos

IVAN

Llullasunqu dijo...

Aguafiestas: lo que pasa es que no eres director de cine...

Llullasunqu dijo...

Aguafiestas: lo que pasa es que no eres director de cine...

zunik dijo...

Con todo respeto, aca se dicen sin sustentar y en tono pontificante y conclusivo algunas frases de amplio alcance, tales como:
1) "El cine no es ni debe ser un instrumento para modular la nacionalidad. "Identidad" es un concepto trasnochado e imposible de seguir defendiendo"
--> Perdon, el cine ha sido y es un instrumento transmisor de ideologias desde practicamente su aparicion. Ideologias que implican modulaciones identitarias, por cierto, no solo nacionales, sino raciales, de genero, etc. Identidad es un concepto "trasnochado" porque lo dice usted? Hasta donde veo en las listas de articulos y libros recientes dentro del campo de estudios culturales su antojadizo epitafio a "identidad" es solo eso, una voutade suya, que revela un deseo, si, identitario: la desaparicion de un concepto que le incomoda o desacomoda sus ideologias.
2) "el cine no es propaganda, no es publicidad, no es herramienta, no vale por la "imagen internacional" que le dé a un país ni mucho menos por los valores tradicionales y nacionalistas que transmita"
--> Otra generalizacion sin sustento, cuyo grandeur es parejo a su vacio. Hay cientos de peliculas cuya funcion propagandistica es evidente, y/o que funcionan como publicidad para ciertas agendas, etc. Es decir: El cine SI es tambien una herramienta ideologica. Y para discutir sobre su "valor" hay que ser un poco mas humilde, reconociendo que aca nadie se puede arrogar la supremacia del "buen gusto", que la valoracion estetica es historica y cambiante, y por lo tanto, que es aceptable que para cierto sector el valor de una pelicula tambien se encuentre relacionado a su modelizacion de la nacion.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Ni siquiera tiene nombre y habla de "identidad". Ya pues, señor, más seriedad, por favor.

Evidentemente, Zunik se pelea con su sombra. Nadie puede negar que el cine sea un transmisor de ideologías. Lo que digo, y lo repito, es que el cine no debe ser un conjunto de proyectos estabilizadores de ideas nacionalistas, que es lo que pide Patricia Salinas.

Respecto a "identidad", ocurre lo de siempre: usted dice que existe pero si quiere le doy diez años para que trate de aclararse qué quiere decir con ese término, y de allí me hace el favor de explicarlo. Por supuesto, si prefiere explicarlo ahora mismo, está usted bienvenido.

Total, anónimamente no puede quedar mal parado.

"Identidad" (en los muchos sentidos que le dan las ciencias sociales) es una categoría, un concepto teórico. Como tal, mientras no demuestre utilidad, no sólo es irrelevante, sino que no es necesario siquiera darlo por muerto: está muerto al nacer.

zunik dijo...

Este es su blog, usted tendra la ultima palabra. Pero no desvie el tema con su manido recurso a atacar el "anonimato" o el uso de pseudonimo. Como ya se lo han dicho cien veces, si solo quiere hablar con gente que postee con nombre propio y DNI sea consecuente y elimine la opcion a postear usando pseudonimo. (Por otro lado, el tema de la identidad es el centro del asunto en la pseudonimia, no es una falta de seriedad, sino la cosa cosa, la cosa tremebunda: preguntele a Pessoa)
Volviendo al post, dice usted: "el cine no debe ser un conjunto de proyectos estabilizadores de ideas nacionalistas" -- Si se cumpliera su deseo el 90% del cine que se produce en el mundo deberia desaparecer, lo cual seria un holocausto irresponsable de nacionalidades, algo analogo al modo en que los nazis "identificaban" judios para mandarlos a campos de exterminio, o a la manera en que soldados israelies "identifican" palestinos antes de bombardearlos, y jamas bombardearian a aquellos que "identifiquen" como parte de su propia "identidad" judia.
Para terminar, un gran numero de teoricos utilizan la categoria "identidad" para explicar procesos socio-culturales, incluso psicologicos, como usted sabe. Son tantos, que el concepto forma parte del paradigma actual de estudios culturales y por lo tanto no soy yo quien deba demostrar la utilidad del concepto sino usted quien deberia de modo convincente probar su inconsistencia de cara a Lacan, Foucault, Bourdieu, y un largo etcetera que incluya a los teoricos feministas en torno a la identidad femenina y sus pares respecto a la identidad queer.
Como dije al principio, este es blog, tiene usted la ultima palabra.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Le pedí argumentos, no falacias. "Foucault, Lacan, Bourdieu" son nombres propios, no argumentos. Sigo esperando una explicación del concepto que tanto defiende.

Y sobre lo otro: no he escuchado una argumentación más ridícula ni he visto una contradicción más evidente sobre el tema en mi vida. Si no existieran conceptos tan imbéciles como el de "identidad nacional", precisamente, no habría holocaustos ni habría la violencia mutua de israelíes y palestinos.

giancarlo tejeda dijo...

leer el texto de salinas me ha dado hambre, se me ha antojado un taco... con respecto a eso de qué "es bueno que haya muchas películas nacionales, buenas, malas y regulares", es medio extraño, me parece que es como resignarse a lo mediocre, aunque podría ser válido en el sentido de que cuanto más películas se hagan, tanto más competencia habría... y acerca del pisco, eso sí me parece paja, que se difunda y se posicione un producto que bien podría beneficiar en algo a la economía de los productores de esa bebida, pero esencialmente lo primero es hacer cine nuevo, variado, original... y la libertad creativa se va a sostener... digo todo esto porque me parece q se están yendo a otros temas q los van a llevar a La Nada...

Miguel Rivera dijo...

Antes de decir algo sobre el artículo en cuestión, una palabra sobre la amenaza más o menos velada de Jorge E: Está totalmente fuera de lugar.
Creo que todos los demás autores de comentarios comparten esta opinión, y me hubiera gustado que, incluso quienes no piensan como Gustavo, lo expresaran.
Sobre el artículo de P. Salinas, encuentro dos interpretaciones posibles. Una es que el cine peruano debe servir para reforzar (o crear) subliminalmente una identidad peruana.
La otra, que en una película peruana aparecerán siempre calles, comidas o bebidas (se le pasaron nuestros giros y modismos) en los que los peruanos podemos reconocernos. Es decir, es conveniente que toda película peruana, buena o mala, sea... peruana. La primera idea es peligrosa, porque supone que se sabe en qué consiste ser peruano (a parte del DNI, claro); la segunda no, pero dice algo tan clamorosamente obvio que, para eso, no valía la pena el esfuerzo de escribir un artículo.

Anónimo dijo...

Yo estoy de acuerdo con Patricia Salinas.

Las entradas como las de Faverón, son producto de la baja inteligencia que existe en los blogs. César Hildebrandt lo ha pintado muy bien a Faverón Patriau