22.11.06

Tom Waits (y Kerouac)

Una coincidencia: hace dos días les contaba sobre On the Road, de Kerouac, y cómo jamás ha sido llevada al cine hasta hoy que Walter Salles empieza a trabajar en su adaptación de la novela.

Ahora, hace unos minutos, terminé de escuchar el tercero de los cd´s que forman
Orphans, el nuevo álbum triple de Tom Waits, y me encontré con que On the Road, en todo caso, sí ha sido llevada a la música.

La última de las casi sesenta canciones de
Orphans es On the Road, versión de una canción escrita por Kerouac, en la que queda sintetizada la idea de escape y encuentro / desencuentro que anima también a la novela homónima.

(La versión original de Kerouac y el excelente cover de
Tom Waits habían sido lanzados ya al mercado seis años atrás, en el disco Jack Kerouac Reads On the Road, y pueden escucharlas en esta página (la de Kerouac en el número 3; la de Waits en el 9).

Orphans, el disco triple que Waits puso en las tiendas de Estados Unidos anteayer, es a mi modesto entender la novedad más interesante del año en materia de música popular. Sus tres cd´s tienen altos y bajos, pero son en conjunto una obra extraordinaria.

Cada uno tiene un título independiente (Brawlers, Bawlers, Bastards) y un espíritu distinto. Brawlers es el más circense, y el de las melodías más deformes: parece el soundtrack para una pesadilla de The Sandman, pero incluye momentos muy emotivos y hasta una larga y reflexiva canción sobre el conflicto judeo-palestino. Salvo por eso último, ese primer volumen de Orphans podría perfectamente venir completo del mismo periodo en que Waits compuso The Black Rider.

Bawlers está menos lleno de percusiones y más de vientos bajos y cuerdas desafinadas, pero también de melodías cambiantes y un mood melancólico; es el heredero directo de Alice, uno de los mejores discos de Waits en años recientes. En Bawlers hay varias de las canciones más conmovedoras que ha escrito el músico en la última década.

El tercer disco de
Orphans, Bastards, está hecho mayoritariamente de covers. Allí viene la canción de Kerouac que mencioné (con Primus como banda de apoyo) y también otra del poeta beat, Home I´ll Never Be, así como una de Bukowski (Nirvana) e interpretaciones de piezas de Kurt Weill y Bertolt Brecht.

Los tres discos, que incluyen exactamente cincuenta y seis canciones --de las cuales treinta son novedades absolutas--, tienen una peculiar unidad, pese a contener algunas grabaciones hechas hasta quince años antes que la mayoría de las demás.

Todas las piezas sin excepción son complejas fusiones estilísticas en las que bebop, folk, punk, funk, blues, country y cuanta cosa más se le ocurra hacer suya a Waits es pasada antes por un filtro de vaudeville y un espíritu de cabaret que no ironizan sino que, más bien, hacen más sentido y patético el melodrama que suele poblar las letras estupendas del genio californiano.

1 comentario:

Roberto dijo...

esa canción ha sido una de las que más he escuchado durante buen tiempo... estaba en todas mis compilaciones (a lo 31 songs de hornby)