22.12.06

La historia de Hans Stern

Capibaras Editores acaba de lanzar El viaje (film de treinta minutos), segundo libro de Franco Cavagnaro (Lima, 1977) y su primera nouvelle. El volumen anterior del autor fue el libro de cuentos Testimonios del ojo (PUCP, 2002). Sobre El viaje, Franco ha tenido la amabilidad de responderme cuatro preguntas que copio a continuación.

Algo en el argumento de tu novela parece evocar a Bellatín (la experimentación con el lenguaje visual, por ejemplo), y algo parece evocar a César Aira. Ambos son, además, los dos polos opuestos de la novela breve contemporánea en América Latina. ¿Cómo sientes tu trabajo en relación al de ellos?

Algo de eso me dijo uno de los primeros lectores del borrador de la novela, sobre Bellatin, esa filiación. Pero me parece que la diferencia estriba en el trato del lenguaje, el estilo, y ésa es una gran diferencia. Aira me parece un capo, en realidad los argentinos siempre me han parecido los más arriesgados y los más interesantes en nuestra lengua. Además, el particular lenguaje visual de la novela se relaciona con una propuesta global del libro. No solo es El viaje, es El viaje (film de treinta minutos), por su formato particular 16 X 16 cm cada página simula un ecran de cine. Cada página es una escena y todas juntas proyectan el film de 30 minutos (tiempo sugerido de lectura). Y por si fuera poco tiene un Soundtrack muy especial y un Starring con estrellas de primera línea.

¿Cuál fue el origen de esta historia?

No lo sé, supongo que la historia es un pretexto.

¿Por qué la atracción a la figura del soldado alemán?

Eso tiene que ver con la misma trama de la novela, una caja china dentro de otra, y para desentrañarla no hay nada mejor que leer el libro. La historia del desdichado Hans Stern además cambia la diagramación del libro, pues cada página de su historia simula la página de un diario.

¿Qué proyectos nuevos tienes?


El viaje ha tenido más de cuatro años como proyecto desde que publiqué mi primer libro de cuentos, Testimonios del ojo (PUCP, 2002). Estoy muy satisfecho con su concretización, con cada detalle en la parte gráfica y el cuidado de la edición, la misma que tenía ese maravilloso escritor italiano, Dino Buzzati, cuyo centenario ha pasado un poco desapercibido. Tengo otra novela ya terminada que es una cosa completamente diferente, pero ese es otro viaje.

2 comentarios:

F dijo...

Felicitaciones al apocrifo Cavagnaro. me regalare el libro por navidad.

Anónimo dijo...

leí el libro. no deja de parecerme interesante el formato y la propuesta visual del libro, pero algunas veces encontré un castellano estándar (léase, ausencia de estilo) que me desalentó. otra mas... en la edición, aparecen algo disparejos los interespaciados (a veces es simple, otras doble) entre palabras.