13.12.06

Stavans y los heterónimos

Historia frecuente: aparece un libro firmado con un nombre desconocido y acaso peculiarmente literario; el autor no da la cara; su imagen no aparece en las solapas del libro; no hay entrevistas ni datos biográficos a la mano; se sospecha que es un seudónimo y se desata la especulación sobre la identidad verdadera del escritor.

Historia infrecuente: un autor conocido afirma haber publicado novelas y poemas bajo seudónimo; lo dice en entrevistas por escrito y lo asegura en conversaciones radiales; dice haber inventado no sólo unas firmas imaginarias sino personalidades enteras, verdaderos heterónimos. Pero no dice cuáles son esos libros, cuáles son esos heterónimos. La especulación, otra vez, sobreviene.

Para la primera historia hay muchos ejemplos. Acaso el más conocido en lengua hispana recientemente es el de
Los misterios de La Ópera, la novela policial firmada en México por un tal Emmanuel Matta, de quien insistentemente se dice que es en realidad Carlos Fuentes.

De la segunda historia conozco sólo un ejemplo: el escritor mexicano
Ilan Stavans (mexicano, judío, americano de adopción, criado en Europa y Medio Oriente, que escribe en inglés, en español o en spanglish, según su eventual preferencia --es responsable de una versión spanglish del Quijote--, autor de cuentos, poemas, ensayos y artículos periodísticos, y una verdadera máquina de promoción cultural y publicitaria y --digámoslo también-- autopublicitaria).

En una entrada de Wikipedia, me encuentro con este párrafo que resume el caso:
Stavans dice haber publicado dos novelas policiales bajo seudónimo y, además, poemas y cuentos creados por un número no mencionado de heterónimos. El artículo concluye con una nota de incluso mayor extrañeza: Stavans, se rumorea, ha publicado reseñas anónimas negativas de los libros escritos por sus heterónimos.

(Empiezo a preguntarme si esa entrada de Wikipedia no será, acaso, una de las obras anónimas del hiperactivo escritor y académico. Dicho sea de paso,
Stavans es un tipo muy simpático, a quien conocí hace unos años en Ithaca y que vive no lejos de aquí: es profesor de Amherst College. En esta página pueden leer algunos cuentos de su libro The One-Handed Pianist --La pianista manca, publicado en Venezuela por Alfadil--; sólo los he encontrado online en inglés).

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