Hitler, la comedia

Algo tiene que estar pasando con la forma en que se percibe el Holocausto --alguna nueva distancia, que permite un distinto punto de vista-- para que un cineasta judío estrene una película alemana en tono de comedia acerca de Hitler, los orígenes de su antisemitismo y la Shoa.

La imagen a la izquierda es una fotografía del actor Helge Schneider, en el papel del genocida alemán, en la cinta Mein Führer: Die wirklich wahrster Wahrheit über Adolf Hitler, que es justamente eso: un film del judío suizo Dani Levy que trata la historia de Hitler en tono bufonesco (más inspirado, dice el director, en Chaplin que en La lista de Schindler).

Hay que anotar que no se trata, como se ha escrito en alguna parte, de una cinta "de cómic" (para empezar, el cómic y los dibujos animados o la animación son medios distintos), sino de un film con actores, en el que Helge Schneider comparte el escenario con Katja Riemann (por segunda vez en el rol de Eva Braun) y Ulrich Muehe (premiado como el mejor actor europeo del 2006 por el insittuto continental de cine en reconocimiento a su papel en Las vidas de otros).

Curiosamente, la película de Levy (cuyo título en español sería algo así "Mi Führer: la verdadera verdad más verdadera sobre Adolf Hitler") no parece estar levantando polémicas, eso a pesar de que hasta hace pocos años incluso filmes tan melifluos como La vita é bella, de Roberto Benigni, eran capaces de despertar resquemor entre muchos críticos por su tratamiento del drama de los campos de concentración.

Yo, mientras espero que esta nueva película llegue a Estados Unidos, aprovecho para recomendar nuevamente, a quienes puedan verla, la cinta húngara Sorstalanság (Fateless, Sin destino), que cuenta, con guión de Imre Kertész, la historia atroz de un adolescente judío de Budapest y su viaje por más de un campo de exterminio nazi.