26.4.07

In memoriam José Watanabe

Murió el poeta de Banderas detrás de la niebla



Qué años tan tristes para la literatura peruana han sido estos en que se han ido personas notables como Jorge Eduardo Eielson, Pablo Guevara, Pilar Dughi y, ahora, tristemente, el poeta José Watanabe.

Watanabe murió anoche, a las 11:30 pm, a causa de una hemorragia debida a la complicación del cáncer a la garganta que padecía desde hace tiempo, y que había conducido a su internamiento el mes pasado.

Discretamente, como dicen que hacía todas las cosas, se había recogido Watanabe en Neoplásicas sin decir a casi nadie que el problema era enorme y que podía ser fatal.

Un cable de RPP dice: "Watanabe nació en Laredo, cerca de Trujillo, localidad que se ve reflejada en su poemario El guardián del hielo. Hijo de madre peruana y padre japonés, heredó de su progenitor su gran amor por la lectura y una vocación plástica que lo llevó a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Trujillo".

Watanabe ha muerto en un momento en que el contacto entre su obra y el público lector peruano (y también español e iberoamericano en general) había entrado en una etapa inusual: en el Perú, se había vuelto lectura frecuente, cita necesaria, y se extendía un consenso llamativo sobre la importancia de su trabajo poético; en España, algún libro suyo de poemas había alcanzado la infrecuente posición del best seller; en otros países hispanos, los premios a su obra empezaban a llegar con asiduidad.

Hace sólo unos días, mi amiga Ximena Briceño me había dicho algo sobre la llegada de Teresa Ralli de Yuyachkani a Ithaca, New York, para montar allá la bellísima adaptación de Antígona que Watanabe escribió para el notable grupo teatral peruano. Otros amigos de Cornell me hablaron luego sobre el éxito de la presentación: Watanabe es sin duda el poeta peruano contemporáneo que más llama la atención de la academia americana, y acaso también en la academia local, lo que, sumado a su éxito relativo entre el lector común de poesía, lo convierte en una figura sui generis.

Que Watanabe descanse en paz y que su obra siga en movimiento.

~ Ver una extensión de la noticia en El Comercio.
~ Escuchar poemas de Watanabe en mp3.
~ Biografía y bibliografía de Watanabe.
~ Más poemas de Watanabe: texto y audio.

~ Página sobre Watanabe con selección de poemas, reseñas, entrevistas.
~ Reseñas de cuatro libros de Watanabe por Javier Ágreda.
~ La entrevista más reciente.

(Vídeo de Presencia Cultural de Canal 7 bajado de YouTube)

21 comentarios:

Anónimo dijo...

no es el momento pero llegará el día en que Wata haga olvidar a Vallejo. Gracias por el post, Gustavo.

Poeta

Anónimo dijo...

los poetas no están para hacer olvidar a otros poetas, sino para hacernos recordar la poesía, toda. lamento la muerte de watanabe.

Anónimo dijo...

La piedra alada está de finalista en el Premio Festival de la Lira en Ecuador. Sería lindo que le dieran el premio póstumo.

Rocío

Anónimo dijo...

verguenza debería darte aprovechar la muerte de un poeta para crear polémica. A ver si posteas esto pues.

Anónimo dijo...

"Los poetas no mueren nunca: se van a vivir al corazón de sus amigos"

Enrique Sánchez Hernani.

Jack Martínez Arias dijo...

Un gran vacío es el que deja Wata en la poesía peruana contemporánea. Tienes muchar razón, han sido años oscuros para nuestras letras. Nos van dejando solos. Esperemos que su obra se siga difundiendo como hasta ahora, y más. Pero ojalá que nadie se suba al coche y se apure en editar poemarios inconclusos, el gran Wata no se lo merece.

Paco Bardales dijo...

Entristecido profundamente por la muerte de uno de los poetas más importantes del Perú de la historia reciente.

Anónimo dijo...

Qué pena tan grande es la muerte de un hombre querido por todo el mundo. Y buen poeta además. Todos los homenajes serán poco.

Anónimo dijo...

Ojalá la crítica especializada y la periodística también se encarguen no sólo de rendir homenajes al poeta sino de difundir y profundizar su lectura. Ese es el legado de todo escritor. Me uno al homenaje. Mi nombre es David Barba.

cesar dijo...

CIELO DE HOSPITAL

santa
vaciada

Blanca Varela

Mi útero de humo
sale por la chimenea y se disuelve como nimbo
en este cielo que nunca tiene violencias.
Una violencia de cielo me hubiera consolado más.

Una enfermera cruza el jardín, ninguna
flor anuncia mi dolor. El dolor sólo está
en los confines de la carme que aún me resta.

Mi útero
debió irse como un globo festivo
lleno de novios y nonatos. Él me convertía
en un animal muy bello
cuando urdía otro cuerpo.
Debió irse entonces
como un odre de dioses, ebrio y feliz, no víscera
de triste mamífero
en la bandeja de cirugía, no huevo
de la amargura.

La muerte se me acunó como hijo
y ahora también es humo de crematorio.
La cólera
o el ansia de belleza que impulsa a los árboles
a restituir la rama podada, está conmigo. Todo será
restablecido.
Voy a formar
una matriz nueva, un cuenco hondo como dos manos juntas,
no para fruto, no importa si huera

pero ahí.


-de "Cosas del cuerpo", 1999.

Anónimo dijo...

Lo conocí. Me apenó muchísimo su muerte.

Anónimo dijo...

Que pérdida más lamentable, alguien tendrá que tomar la posta y escribir los libros que se le quedaron en el pecho a este grande.

XIGGIX dijo...

conoci la poesia atraves de vallejo, y aun no me curo de esa herida, de esa manera de nombrar; luego lei muy poca, y entre ellas la de watanabe me asombro. asisti a esa vibrante interpretacion de antigona realizada por teresa ralli sobre la adapatacion de aquel hombre q, en un instante,
se desvanecio con la elegancia de un haiku

Anónimo dijo...

Gustavo acá pueden leer un interesante estudio sobre la poesía de Watanabe.

http://www.letras.s5.com/pg150205.htm

Anónimo dijo...

Watanabe debería ser más leído y lo mismo puede decirse de varios otros grandes poetas peruanos de hoy. Hay que leer a Martos, a Cisneros, a Hinostroza, a Montalbetti, a Varela, a Verástegui y a Watanabe.

Anónimo dijo...

PERÚ-POESÍA (perfil)
Watanabe, un innovador que hizo mágica la vida cotidiana con su poesía



Paola Ugaz

Lima, 26 abr (EFE).- El poeta peruano José Watanabe, fallecido hoy repentinamente a los 61 años por un cáncer a la garganta, realizó su obra poética con pocas palabras que, a su vez, tenían la capacidad de hacer mágica la vida cotidiana.

Watanabe fue, además de poeta, editor de libros para niños y adolescentes, guionista de cine y teatro, gerente del canal estatal de televisión durante el Gobierno de Transición de Perú (2000-01), y un fanático de la música en todas sus variantes.

Nació en 1946, de padre japonés y madre andina, en Laredo, localidad ubicada en el departamento de La Libertad, al norte de Perú.

A los 24 años, obtuvo junto a Antonio Cillóniz el primer premio del concurso "Poeta Joven del Perú", que organizara la revista Cuadernos trimestrales de poesía, galardón que ganaron antes los célebres poetas Javier Heraud y César Calvo.

Entre sus conocidos, Watanabe destacó por la vitalidad, su preocupación por las desigualdades sociales en su país, su sencillez y su hábito de trabajar sus poemas en las noches.

Los libros poéticos de Watanabe son: "Album de familia", "El huso de la palabra", "Historia Natural", "Cosas del cuerpo", "Habitó entre nosotros", "La piedra alada" y "Banderas detrás de la niebla".

"La piedra alada", que se vendió junto a un disco del rockero peruano Rafo Raéz, quien volvió canciones sus poemas, encabezó en 2005 las listas de ventas en España durante varias semanas.

Al respecto, el director del Centro Cultural de España en Perú, Ricardo Ramón, dijo a Efe que Watanabe "fue un maestro del arte de decir mucho con pocas palabras".

"Las medía mucho, era muy esquemático, pero ello no le quitaba una pizca de profundidad a su pensamiento y a las emociones que transmitía", enfatizó.

"Fuimos coproductores de 'La piedra alada' que fue un éxito en España y Latinoamérica, trabajar con Watanabe era algo increíble, porque era un hombre vital, creativo y adicto al humor negro", explicó.

El poeta y periodista Enrique Sánchez Hernani indicó a Efe que la obra de Watanabe "es difícil de equiparar con el conjunto de sus coetáneos del 70, era un insular, con una gran capacidad de observación, usó el lenguaje de un modo despiadado, corregía hasta el hartazgo porque no permitía ninguna imagen facilista".

"Es uno de los mejores poetas de las últimas generaciones, la muerte lo ha capturado cuando estaba desplegando toda su madurez", se lamentó.

José Watanabe también escribió una adaptación de Antígona, de Sófocles, que fue muy elogiada al ser puesta en escena por el reconocido grupo teatral peruano "Yuyachkani" ("Estamos recordando", en quechua).

En su faceta de guionista de cine, adaptó la novela "La ciudad y los perros", del escritor Mario Vargas Llosa, que dirigió el cineasta peruano Francisco Lombardi.

También escribió los guiones de "Maruja en el infierno", la primera película de Lombardi; "Alias la gringa", de Alberto Durand; "Anda, corre, vuela" de Augusto Tamayo; y "Reportaje a la muerte", de Danny Gavidia, todos directores peruanos.

Fue coautor, con Amelia Morimoto y Oscar Chambi, del libro "La memoria del ojo: cien años de presencia japonesa en el Perú", texto que reúne fotografías de la inmigración de japoneses a territorio peruano desde fines del siglo XIX. EFE

pau/dub/ao

Anónimo dijo...

El año pasado también murió Cecilia Bustamante.

A. Ele dijo...

Para Watanabe:
Se fue José Watanabe, montado en un ave de criterio dorado,
los pájaros del valle, descalzos y amantes, lo ven cruzar
en un almohada de hielo tibio, recostado.
Lleva consigo un álbum de fotos familiares,
los guardianes le dejan avanzar el paso.
José tiene la sonrisa simple,
como ese arar tiernamente por lo amado.

Anónimo dijo...

Watanabe nunca muere, lo he visto. Su esencia es númen: entre el sol de sus palabras y mi silencio de hielo.

R.V.

Anónimo dijo...

¿Cabrá acusar de plagio a la ventana indiscreta por colocar los videos de Presencia Cultural en el reportaje de Silvia Cuevas, sin siquiera citar el programa fuente? Veo sorprendido que casi todo el reportaje da créditos de la fuente de las fotografías pero de los videos que constituyen lo medular del reportaje... NARANJAS, casi casi como si ellos mismos lo hubieran grabado... que tal ostraza.

Anónimo dijo...

Ese es un robo descarado de la señorita Silvia Cuevas, la señora Cecilia Valenzuela y el señor Marco Sifuentes que lo reproduce todo en su blog atribuyendo el trabajo a la Cuevas. Allí salvo la edición, todo el trabajo es de Presencia Cultural, pero parere que ahora para los nuevos periodistas añadir unas cuantas palabras sin importancia es hacer un reportaje.