18.7.07

Las fronteras del plagio

Una carta de Enrique Prochazka a propósito del post anterior

Copio (no plagio) un comentario enviado por Enrique Prochazka a este blog a raíz de mi alusión a T.S. Eliot en relación con el tema de los plagios, y luego de su carta apunto mi respuesta:
"Hola Gustavo. También estoy un poco aburrido de los hallazgos de plagios de Bryce; cualquier periódico podría abrir ahora una sub-sección en su sección espectáculos con ese tema, junto a los embarazos de las vedettes o las escapadas de los DT; su abundancia y común chatura le quita el interés literario que tuvo al inicio, y ahora es sólo un dato de la biografía de ABE. "Tantas Veces Pedro" me seguirá haciendo reír.

"Sin embargo, el tema del plagio y sus fronteras con el guiño y el juego del enigma con el lector sí me resultan atendibles. Y todavía hay otra raíz: la alusión a una figura universal, a un arquetipo, a un objeto eterno. Mencionas el ejemplo de Waste Land y The Waste Land. Entre nosotros, Fernando Fuenzalida publicó hace algunos años Tierra baldía. En el prólogo, escribí lo siguiente: 'La tierra baldía es un elemento fijo de la mitología celta, una etapa obligada del viaje de un alma hacia países de bonanza como la Isla de Vidrio, Avalon, Tir na n-Og... El yermo es una concesión al prurito celta por las compensaciones simétricas, observado ya por Procopio y otros historiadores clásicos y consagrados en los Ímráma irlandeses. Se llega a las Islas Afortunadas o a I Brassil -tierra de juventud- tras esa travesía por el reino de la vetustez' (El Logos Estepario. Prólogo a LTB, Lima: Australis, 1995, p. xxvii).


"Por estos antecedentes antiquísimos -la primera versión en forma de libro probablemente fue la occitana, Li Contes del Graal, de Chrètien de Troyes, que emplea el término 'terre gaste' para referirse a lo que Eliot cantaría- no creo que pueda hablarse de plagio entre uno y otro poeta, y terceros o cuartos. De manera patente, están mirando a una fuente común y haciéndole "literatura". En el mismo orden de cosas, diríase entonces que yo plagié al Prometeo de Esquilo en mi cuento "Cáucaso". Creo que no; es una reelaboración y también, como quiere ABE, un homenaje a la idea de otro. Pero la clave es entonces que el juego exige que ese otro sea reconocido por quien atestigua el homenaje. En Cáucaso, pues, yo puse un epígrafe de Esquilo con ese fin.


"Una experiencia diferente, pero que se rige (supongo) por las mismas pocas reglas, es la del 'plagio' que 'cometí' con mi "Test de Turing", y que está abundantemente descrito por mí mismo en la sección NOTAS de "Cuarenta Sílabas, Catorce Palabras". Dije allí que había tomado de una novela ajena ideas y personajes que luego se habían desarrollado muchísimo en mi propio relato. También estaban las viejas figuras de Pigmalión y los autómatas de la Ilustración, estaba "La Escritura del Dios", de Borges, y mucho Leibniz y Gödel. Todo eso se vertió en el relato y en NOTAS, de manera sumamente explícita. ¿Plagios? Creo que no lo son cuando se revelan, y cuando se le da ese ostensible carácter de homenaje o de juego.

"Me interesaría conocer tus comentarios al respecto; sé que lo discutieron unos meses atrás, cuando esto empezó, pero ya se alejó la marea de insultos y lo que debe quedar ahora son algunas cosas más educadas e interesantes varadas en la playa.


"Saludos, Enrique Prochazka"

Y mi respuesta a la carta


Qué tal, Enrique. Yo no creo que estemos muy lejos el uno del otro en nuestras opiniones sobre esto: paradójicamente en el terreno de los plagios y los homenajes, las citas y las alusiones, las referencias hechas para ser descubiertas y las diseñadas para permanecer ocultas, la distancia es enorme y sin embargo, aun así, imprecisa.

Propongo un caso ficticio como si fuera un caso real: cuando el sospechoso narrador de "Pierre Menard, autor del Quijote", describe el método de Menard como "la técnica del anacronismo deliberado y de las atribuciones erróneas", está describiendo complejamente lo que un periodista de Perú 21 caracterizaría, sin mayor delicadeza teórica, como un plagio descarado. ¿Lo es?

Menard, después de todo, genera consciente y deliberadamente un texto idéntico al de Cervantes, incluso a pesar de que en su hechura evite la copia directa y material, es decir, evite mirar el texto fuente.

Probablemente estarás de acuerdo en que, en el cuento de Borges, más interesante que Menard es el crítico que asume la narración del relato, el que engendra las arbitrarias interpretaciones y, al construir un sentido distinto para un texto idéntico al original, pretende que ambos textos son esencialmente diferentes. No puedo evitar la sensación de que la deshonestidad no está en Menard --que en el peor de los casos no es sino un escritor epigonal-- sino en el crítico que lo quiere hacer forzosamente innovador. Otra manera de decirlo es esta: Menard no evita reconocer la relación entre su texto y el de Cervantes, pero el comentarista quiere borrar a toda costa el vínculo: quiere que el Quijote de Menard sea enteramente nuevo.

Aquí llego a mi punto: creo que la zona de frontera entre el plagio y lo otro (sea homenaje, recreación, reelaboración o vuelta de tuerca) tiene un rasgo enteramente relativo, subjetivo y dependiente de la calidad del segundo texto y de su capacidad semántica.

Es decir, si el texto-homenaje, el texto producto de lo que los mismos Pound y Eliot (o quizá fue Joyce) llamaban, si no recuerdo mal, el "método mítico", resignifica al anterior, lo ensancha, gana un sentido que no estaba en el primero, etc., el posible plagio se transforma en homenaje.

El Ulises, por ejemplo, en su relación con la Odisea, se salva de ser plagio no porque el texto original no haya sido reproducido superficialmente, sino porque en el Ulises hay un universo de significaciones que trasciende al de la Odisea y, sin embargo, también hay el reconocimiento implícito de que muchas de esas significaciones no podrán ser descubiertas jamás si no se vuelve al texto original: mientras que el plagio trata de abolir a su fuente y reemplazarla, el homenaje y la cita promueven su lectura.

Me pregunto si el caso de Eliot no será, simplemente, que "The Waste Land", en su absoluta maestría, se ha vuelto tan independiente de su fuente (es tan prescindible el poema de Cawein para un lector de Eliot) que da la impresión de que el autor hubiera querido intencionalmente aniquilar al poema precedente: algo así como un asesinato involuntario.

(Por supuesto, quienes quieran comentar mi texto o el de Enrique regresando al tema de Bryce, deberán tener en consideración que una cosa es el terreno de la literatura, donde la estética es esencial y, por tanto, la innovación estética es credencial de originalidad, y otra cosa es la apropiación de textos, datos e ideas ajenas en un campo como el periodismo, por ejemplo, donde precisamente la información es lo crucial).

Imagen tomada de aquí.

25 comentarios:

Anónimo dijo...

el señor de la foto es Joyce o Luis Jaime Cisneros?

Anónimo dijo...

no, no, no: es luis jaime cisneros homenajeando, citando, resignificando a joyce.

Anónimo dijo...

Por fin diálogos inteligentes sobre literatura en los blogs. Ya mucha noticia previsible. Se saluda.

Anónimo dijo...

Pura sofistería. Dos ñañas con los dedos meñiques extendidos tomando té. Se dicen: ¡A ver, quién saca la cheveta primero!

Anónimo dijo...

¿Finalmente, quién era el que le llamaba método mítico?

Miguel Rodríguez Mondoñedo dijo...

Interesante la idea de que el imaginario crítico de Pierre Menard es deshonesto porque quiere ver algo enteramente nuevo en lo que no es. No me parece tan claro, sin embargo que Menard no tenga una responsabilidad similar.

El cuento de Borges es una parodia, una reducción al absurdo de la idea de que la lectura puede renovar un texto por completo (como sugirieron los simbolistas, o al menos Valéry); y por extensión, una burla de los intentos de re-escribir la historia, una anticipación de Popper y su crítica al historicismo: no en vano Menard y su crítico son antisemitas (como Valéry, al menos, a juzgar por su posición en el caso Dreyfus)---no falta quien dice que es una parodia directa de Valéry.

Pero no creo que Borges se esté burlando sólo del crítico. Por supuesto, también el crítico hace algo deshonesto: se esfuerza en justificar a Menard, que no puede ser otra cosa que un charlatán o un plagiario. Es más, la información de que Menard re-escribió un par de capítulos del Quijote sin transcribirlos nos la da precisamente su crítico, que se cuida de advertirnos que toda huella de ese trabajo (los borradores, las anotaciones, incluso el texto final) ha desaparecido.

Es posible, y muy interesante por supuesto, sugerir que Menard (o su fragmentario texto del Quijote) no existieron nunca en el universo del crítico, que lo inventa para justificar una proposición imposible: que la lectura puede renovar un texto por completo.

En otras palabras, en el universo invertido del cuento, el escritor no es el autor sino el crítico. Los textos no expresan una individualidad, sino la múltiple personalidad de sus muchos lectores. Pero si eso es así, lo que el crítico del cuento hace en el fondo es una apología del plagio: no puede haber nada propio en un texto porque nada permanece en él. La escritura no existe, solo la lectura. Ese es el extremo absurdo que Borges denuncia.

Pero incluso así, no me parece correcto que Menard elabore un homenaje a Cervantes. Elige el Quijote precisamente porque lo juzga prescindible, inútil, es decir, sin significado. No pretende vincular su texto al de Cervantes (lo que implicaría una conexión histórica, que él precisamente está negando). Pretende concluir racionalmente que el texto de Cervantes es la única manera adecuada de decir lo que él quiere decir. Pretende que es su texto. En otras palabras, plagia (o alternativamente, miente, y es solo un charlatán).

Anónimo dijo...

y todo ese floro por no decirle copión al copión!
sobre el caso bryce lo mejor que he leído es el comentario de beto ortiz, simplemente se volvió loco. cuantos casos más aparecerán?, creo que ya vamos por los treinta lo que supera todos los pronósticos

Anónimo dijo...

Me gustaría saber qué haría Faveron si se descubrieran veintantos plagios de Víctor Coral. Sería igual de exculpatorio? Lo dudo. Me imagino que lo haría trizas.

Anónimo dijo...

¿Quién es Victor Coral? ¿Periodista?

Anónimo dijo...

(Permítanme este post demasiado largo)
Muy interesante el comentario del señor Miguel Rodríguez Mondoñedo. Creo que es imposible juzgar la responsabilidad que tiene Menard en este caso justamente porque lo único que sabemos de él se transmite a través del narrador en el que sin duda no confiamos. Con de lo que nos cuenta el narrador sí nos podíamos llegar imaginar un Pierre Menard que se apropia del texto de Cervantes de una manera ilícita, sin embargo está claro en el texto que, como dice Gustavo, “Menard no evita reconocer la relación entre su texto y el de Cervantes, pero el comentarista quiere borrar a toda costa el vínculo: quiere que el Quijote de Menard sea enteramente nuevo.” Según dice el narrador, Menard no intenta descubrir en su texto una importancia objetivamente mayor que la del texto de Cervantes (solo piensa que contiene un fórmula para decir lo que él mismo también quiere decir), sino que es el narrador mismo quien intenta celebrar la obra de Menard como si lograra plasmar lo que Cervantes ni se podría haber imaginado en sus sueños más salvajes (o tal vez maravillosos en este caso). Pero ¿cómo es posible que un mismo texto escrito independientemente por dos hombres distintos pueda tener significados distintos? Como dice el señor Rodríguez Mondoñedo, es porque la época en la que se escribe dota al texto de posibilidades nuevas. Pero en el cuento no está explícito si Menard está de acuerdo o no con lo que sugiere en narrador y ni siquiera si Menard se ha dado cuenta del potencial de su reescritura, ya que lo único que sabemos es que a Menard el texto de Cervantes le parece la vía más adecuada para decir lo que quiere decir él mismo (perdonen la repetición).

Irónicamente, el narrador ve en Menard -el acto de reescribir- una destreza más creativa y valiosa de la que poseía el gran Cervantes.
Sé que ustedes ya sabrán lo que he ido diciendo, pero lo que quiero señalar es que la magia del cuento de Borges es que la narración no sólo impide deducir lo que parece deducir el señor Rodríguez Mondoñedo -que Menard “elige el Quijote precisamente porque lo juzga prescindible, inútil, es decir, sin significado”- sino que también deja al lector sin que éste entienda para nada las intenciones verdaderas de Menard. El señor Rodríguez Mondoñedo también dice que Menard “Pretende que es su texto.” No sé exactamente qué quiere decir esto: ¿quizás que Menard finge que el texto es suyo? o ¿tal vez que pretende que el texto llegue a ser suyo a través de la reescritura? De todos modos me parece una afirmación problemática porque Borges, como siempre, no ha escrito un cuento que se pueda reducir a interpretaciones tan básicas como que Menard “es solo un charlatán”. Si Borges quisiera que pensáramos sin lugar a duda que Menard era un charlatán no habría narrado la historia desde la perspectiva de un narrador poco confiable. Digo que es posible la interpretación de que Menard es un “charlatán” a la vez que es verosímil pensar que el narrador nos ha tergiversado las intenciones del escritor. Sobre todo, como dice Gustavo, el narrador es el personaje más interesante y más detestable, tanto por su intento de ser innovador a toda costa como por sus predilecciones fachistas, etc. En fin, si el cuento afirmara sólo una de las posibles interpretaciones no valdría la pena releerlo y discutirlo tanto y el personaje que hace posible estas numerosas y divergentes conclusiones es el narrador y no Pierre Menard.

En el prefacio a Estrella Distante, Roberto Bolaño escribe: “…al dictado de sus sueños y pesadillas compusimos la novela que el lector tiene ahora ante sí. Mi función se redujo a preparar bebidas, consultar algunos libros, y discutir, con él y con el fantasma cada día más vivo de Pierre Menard, la validez de muchos párrafos repetidos (ED 11).”
Me parece que Bolaño tiene razón porque discutir con un fantasma (lo que era, es y será Menard) sólo puede llevar al infinito.

Que estén bien,
-Mario Santiago

Anónimo dijo...

Aquí los argumentos y las ideas se estiran como chicles para evitar la frase frontal: Bryce plagiario. Ahora estos señores se esconden en una serie de subterfugios para proteger o exculpar a alguien que ha dedicado parte de sus energías a apropiarse de textos ajenos para firmarlos con su nombre. Ninguno de los casos que citan en esta erudita conversación sirven para ilustrar el delito cometido por Bryce, no se vayan por las ramas señores. Del mismo modo, atacar a quienes atacan a Bryce apelando a la obra literaria del escritor es otra babosada. Aquí nadie ha puesto en cuestión que Bryce sea autror de novelas y cuentos de factura notable, como "Tantas veces Pedro", "Un mundo para Julius" o "Huerto cerrado". Lo que está en cuestión es otra cosa, es un tema ético y de responsabilidad moral. Quisiera saber cuál sería la actitud de Faverón ante un plagio de Miguel Gutiérrez, Osvaldo Reynoso u otro escritor que no pertenezca a su círculo. Y qué oportuno el señor Prochazka para autoacusarse de plagio, eso sí que es el vuelo de un buitre sobre el cadáver de Bryce.

Camilo Fernández Cozman dijo...

Hola, Gustavo. Interesante post. Haciendo una investigación sobre la Generación del Sesenta, descubrí que algunos poetas como Rodolfo Hinostroza emplean un procedimiento que llamé "paráfrasis creativa" (en mi libro "Rodolfo Hinostroza y la poesía de los años sesenta") que consiste en que un poeta puede eventualmente parafrasear un verso de otro autor. Por ejemplo, en "Contra Natura", Hinostroza toma el verso de Westphalen "La otra margen no he de alcanzar" y lo parafrasea. Antonio Cisneros, en el primer poema de "Agua que no has de beber", transcribe fragmentos de las cartas de Vallejo, de las opiniones de Clemente Palma y algunas líneas de la partida de nacimiento de Vallejo. Así crea un poema, donde ninguna frase es originalmente suya. Es interesante. "Tierra baldía" es un poema con notas, donde se busca desmitifcar la idea de originalidad, típica del imaginario romántico. Por eso, "Tierra baldía" es un texto con notas, donde Eliot da las fuentes bibliográficas de sus versos.

Anónimo dijo...

Parece que cualquier motivo es valido para la maldita bronca entre peruanos. Todo se connota. Todo se jala al problema de nuestra patria partida en dos. Se le ataca a Bryce por partida doble, por ser "plagiario", pero porque es un excelente oportunidad para atacar a un "pituco". Y salen en defensa de Bryce gente de la misma extracción social que él. Interesante hubiese sido que Reynoso, Colchado Lucio, o Miguel Gutiérrez, se pronuncien la respecto, defiendan a Bryce, diferenciando al plagiario periodistico del escritor. Eso hubiera tenido mucho mérito. Y de paso me pregunto ¿por qué Mario Vargas Llosa, no se pronuncia al respecto? Si Oswaldo Reynoso o Gutiérrez hubiesen sido el plagiario qué hubiese ocurrido. Es simpático jugar a imaginar situaciones con actores diferentes. Esto pasa también en los Diarios: un exceso de visibilidad de escritores de una extracción social en algunos medios, y otros escritores ocultados sistemáticamente en estos medios y visibles en otros medios. Y lo mismo pasa con las editoriales, y con las librerías y creo que también con los blogs. Aunque se niegue esto hecho es evidente. Este comentario no será posteado por el administrador del blog Puente Aereo porque dirá que no lo recibió nunca y no habrá manera de probar que sí lo recibió. Saludos, Gustavo, por nuestros viejos tiempos en SOMOS.

Anónimo dijo...

Parece que cualquier motivo es valido para la maldita bronca entre peruanos. Todo se connota. Todo se jala al problema de nuestra patria partida en dos. Se le ataca a Bryce por partida doble, por ser "plagiario", pero porque es un excelente oportunidad para atacar a un "pituco". Y salen en defensa de Bryce gente de la misma extracción social que él. Interesante hubiese sido que Reynoso, Colchado Lucio, o Miguel Gutiérrez, se pronuncien la respecto, defiendan a Bryce, diferenciando al plagiario periodistico del escritor. Eso hubiera tenido mucho mérito. Y de paso me pregunto ¿por qué Mario Vargas Llosa, no se pronuncia al respecto? Si Oswaldo Reynoso o Gutiérrez hubiesen sido el plagiario qué hubiese ocurrido. Es simpático jugar a imaginar situaciones con actores diferentes. Esto pasa también en los Diarios: un exceso de visibilidad de escritores de una extracción social en algunos medios, y otros escritores ocultados sistemáticamente en estos medios y visibles en otros medios. Y lo mismo pasa con las editoriales, y con las librerías y creo que también con los blogs. Aunque se niegue esto hecho es evidente. Este comentario no será posteado por el administrador del blog Puente Aereo porque dirá que no lo recibió nunca y no habrá manera de probar que sí lo recibió. Saludos, Gustavo, por nuestros viejos tiempos en SOMOS.

Anónimo dijo...

anónimo de las 11:29,

No pretendía abordar el tema de Bryce en mi post anterior sino el comentario sobre la historia de Borges. Claro que no hay nada que se pueda decir que pueda exonerar a Bryce. Pero a mí ya no me es interesante hablar de eso, pues ya lo doy por sentado. Lo que sí me interesa es el tema del plagio en general, o sea el acantilado donde se mece un texto esperando a que alguien (un periodista, un crítico, otro autor) decida o empujarlo hacia el foso del plagio o rescatarlo confiriéndolo el título de homenaje.

-Mario Santiago

Anónimo dijo...

paráfrasis creativa es un mecanismo que ha existido desde los albores de la literatura. qué gran descubrimiento, más interesante resulta la idea de que el narrador es el que genera el Quijote de Menard, no Menard.

Tulio

Anónimo dijo...

Tulio, no quiero entrar en un debate sobre la metanarrativa, pero en todo cuento (depende un poco de la perspectiva, pero no tanto) el narrador es obviamente la única persona/voz/entidad que sin duda ha dicho lo que está en el texto. Es decir, si en un cuento el narrador dice que "Julio se compró una camisa”, en realidad lo único que sabemos es que el narrador ha dicho que Julio la compró. De este modo, aunque es verdad lo que dices sobre el narrador en el cuento de Borges, no es muy interesante porque así es en cada historia. No digo que el cuento no sea interesante, sino que es un cuento maravilloso por otras razones.
-Guillermo

Anónimo dijo...

Ya comenzaron los soliloquios del soliloco (Mario Coral, Tulio Coral, Guillermo Coral). A leer a Wayne Booth sobre "unreliable narrator" y dejar que conversen los adultos sobre cosas más interesantes:

http://en.wikipedia.org/wiki/Unreliable_narrator

Miguel Rodríguez Mondoñedo dijo...

A Mario Santiago.

Pierre Menard dice literalmente (en una de las cartas que el narrador cita): "El Quijote es un libro contingente, el Quijote es innecesario". Por eso lo plagia.

No estoy de acuerdo en que caracterizar a Menard como un charlatán (al que su crítico justifica) desmerezca el texto de Borges. Al contrario, añade la interpretación más interesante de todas: que la idea de que la lectura puede renovar por completo un texto es, en verdad, una farsa. Es decir, los textos sí imponen límites a su interpretación.

Anónimo dijo...

A Miguel Rodríguez Mondoñedo,

Gracias por la respuesta. Ahora me parece que tal vez te he malentendido. Primero, obviamente depende del significado de "charlatán", que puede significar cotilla o fanfarrón o hasta embaucador. Pero más importante para mí son las múltiples interpretaciones posibles de la personalidad de Menard (ya que lo único que sabemos de él nos comunica el narrador). Así que no discrepo contigo, sino que agrego la posibilidad de que el narrador haya tergiversado las intenciones de Menard al transmitírselas al lector. Claro que no necesariamente es así, y tampoco lo creo yo todo el tiempo. A lo mejor una de las cosas que Borges ha colocado en el relato es una crítica de la tendencia fachista (ejemplificada por el narrador) a manipular un texto (o una idea) para que les sirva de justificación, etc... Así que estoy completamente de acuerdo contigo en que "la idea de que la lectura puede renovar por completo un texto es, en verdad, una farsa." Pero al mismo tiempo (especialmente por lo contradictorio que fue Borges), una de las ideas en el cuento es que la literatura sí depende del contexto en el que es leído (y escrito), pues tenemos que admitir que algunas de las observaciones del narrador sobre la reescritura de Menard son maravillosas. Es casi una paradoja, pero creo que podemos evitar que la sea si consideramos que no hay verdades absolutas de este tipo cuando se habla de la literatura. Lo que dice Borges en algún momento él mismo puede anular en la página siguiente. Es obvio que leer el Quijote en 2007 es una experiencia distinta a la de leerlo en la época en la que se escribió. Pero al mismo tiempo no podemos pervertir la literatura (como hace Otto Dietrich zur Linde en "Deutsches Réquiem"). ¿Dónde está la línea? Pues de eso hablaban Gustavo y otros en sus posts sobre el escándalo de Bryce.

Que estés muy bien,
-Mario

Anónimo dijo...

que habra sido de la vida de luching? no se le oye ya

Daniel Salas dijo...

Un par de cosas:

Además de las citas que menciona Camilo, tengo entendido que las citas en inglés de "Celebración de Lisístrata" de Hinostroza son de Dryden y no de Shakespeare como señalaba a la ligera Luis Alberto Sánchez.

En cuanto a Menard, debe quedar claro que lo que sabemos de él es a través de un narrador no confiable. No queda claro que Menard haya sido un charlatán o un esnob, como sí lo es el narrador, cuyos valores son exactamente los opuestos a los de Borges, al punto que parece un doble en negativo. El narrador, en efecto, es fascista, antisemita, esnob y anti-protestante. Hay que notar además que el pasaje que extrae del Quijote (no se trata, por si acaso de una copia del Quijote entero) se refiere a la historia y sus consecuencias morales.

LuchinG dijo...

Estoy desasnándome con la versión resumida de la CVR.

A ver si alguien me ayuda con otra desasnada: ¿Saben dónde se puede conseguir datos sobre lectura y venta de literatura? Ayer le estaba repitiendo a alguien mi argumento sobre "nadie lee en Lima", y preferiria de una vez saber si hay un estudio sobre el tema.

Y sí, pues, Bryce no sólo plagió sino que es un plagiario, y para colmo en vez de disculparse y desaparecer, se pone a hacer declaraciones sin sentido. ¿Por qué no le hacemos todos un favor al autor de Un mundo para Julius y le hacemos la ley del hielo un par de años?

Miguel Rodríguez Mondoñedo dijo...

Es verdad que no podemos confiar en el narrador, y por lo tanto lo que sabemos sobre Menard será siempre impreciso. Pero por eso mismo, el Menard que nos pinta el narrador no hace tampoco un devoto homenaje a Cervantes, que el crítico pervierte. Al contrario, el Menard que nos presentan comparte el horizonte de ideas de su crítico.

No solo el pasaje extraído alude a las lecciones morales de la historia. Se trata del capítulo IX, precisamente el capítulo donde Cervantes cuenta el hallazgo del manuscrito de Cide Hamete Benengeli, del cual el resto del Quijote es la presunta traducción. ¿Usa Menard a Cervantes como este mismo usó a Benengeli? En realidad no. Benengeli es una máscara de Cervantes. Cervantes inventa su modelo, simula su copia. Menard lo plagia, simula que está escribiendo algo original. Lo que Menard hace es traicionar el oficio de escritor.

Anónimo dijo...

¿Puede ser que no exista Menard, que el narrador se lo haya inventado precisamente como Cervantes se había inventado a Benengeli?