1.8.07

Ortega sobre Alfredo Bryce

¿Una lucha contra la noción de autoridad?

Los lectores de Puente Aéreo recordarán que, entre las muchas acusaciones de plagio hechas en contra de Alfredo Bryce Echenique, una afirma que su prólogo a la edición de los Cuentos completos de Julio Ramón Ribeyro en Alfaguara es copia de un ensayo del crítico, poeta y novelista Julio Ortega.

Ahora,
Ortega ha publicado, en la sección de Opinión del diario El Comercio, un artículo donde afirma que tal plagio nunca existió como tal, o, al menos, que fue producto de un acuerdo, entre lúdico y rebelde, entre Bryce y el mismo Ortega:

"El prólogo a los Cuentos de Julio Ramón Ribeyro lo firma Bryce y es suyo, aunque lo haya escrito yo. No es un plagio: es una complicidad literaria, acordada por ambos. Nunca he escrito mejor. Y me he divertido mucho con el juego y el humor de ese gesto de des-autor-ización de la propiedad privada. No es el único que he propiciado. Forman parte de mi práctica crítica de 'intervención' de algunos paisajes".

Ortega escribe, asimismo, que es "irónico" el hecho de "que algunos marxistas se hayan desgarrado las vestiduras defendiendo la propiedad privada", en alusión a los autores originales de los textos, que han reclamado, y a algunos comentaristas que han señalado y condenado los plagios
.

Uno se pregunta hasta qué punto es lícito defender a Bryce con argumentos de ese tipo: si lo que está haciendo Bryce es, como parece describirlo Ortega, parte de una lucha silenciosa en contra del fetichismo de la propiedad privada, una demolición del concepto de autoría, si lo que quiere es minar el prurito burgués de la autoridad confundiendo las fronteras de la filiación entre autor y texto, entonces lo mejor que puede hacer es borrar su nombre de las carátulas de sus libros, renunciar a sus ganancias y donar el dinero ganado con su obra a alguna sociedad, de preferncia secreta, formada por escritores antiburgueses.

Mientras su lucha consista en seguir cobrando salarios como columnista a cambio de artículos escritos por autores que (con la declarada excepción de Ortega) no han autorizado tal préstamo, entonces dudo mucho que su mensaje sea defendiible o, siquiera, inteligible. En verdad, el artículo de Ortega no hace sino dejar esto en claro, porque es evidente que Ortega ha sentido la necesidad de decir que en su caso particular no ha habido plagio, pero también hace obvio que ese ha sido un caso sui generis, distinto de todos los otros.

Si el acuerdo entre Ortega y Bryce es argumento para decir que este plagio no es un delito, sino una suerte de statement antiburgués, entonces eso mismo también es argumento para decir que los otros casos, en los que tal acuerdo no se dio, sí fueron simple y llanamente plagios. Y a eso, lamentablemente, ya no hay más vueltas que darle.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Como dices, lo de Bryce es plagio sin ambages, salvo el caso de Julio Ortega. Pero hay dos puntos del texto de Ortega que me parecen interesantes. Primero, la intension del texto parece compasiva, es decir, pide dejar de hacer lena del arbol caido -por el lado del plagio de articulos- reivindicando la indudable originalidad creativa de Bryce -en sus textos ficcionales. Hay pues envidia y mala leche en los hachazos contra TODO Bryce a partir de sus plagios periodisticos. Esa retorcida envidia es tan inexcusable como los plagios. Creo que tu mismo concuerdas con este punto, como en un post anterior haces notar.
El segundo punto es mas interesante. Ortega situa el problema tambien dentro de la era del internet. El flujo masivo de informacion, la facilidad de copia y reproduccion, alterada o no, donde las autorias se van diluyendo, ya es un dolor de cabeza para todos los cruzados del copyright, y no parece que la tendencia al "plagio", reutilizacion, pirateria, o incluso "refunctioning" -como teorizaba Brecht- vaya a poder disminuir.
Como ejemplo, ahora en USA y entre otros paises, siguen vigentes leyes que delimitan los copyrights hasta cierta temporada de anos, mas alla de los cuales se trataria de informacion disponible de copia hasta cierto punto dado que perteneceria ya al "dominio publico". Cabria entonces interrogarse sobre que es ahora en terminos practicos y cada vez mas "dominio publico" en este exponensial flujo de datos que articula internet.

Anónimo dijo...

si se les complica tanto defender a Bryce ¿por qué no echar mano de defensas ajenas y consistentes? Ortega habría hecho mejor en plagiar una buena defensa del plagio, y firmar la defensa como Pocho Marambio o Lorenzo Sterne

Anónimo dijo...

COmo interpretación literaria, la de Ortega, es sumamente sagaz, pero en términos de honestidad intelectual, Bryce sigue debiéndole una explicación a su público. Me parece maravilloso que hayan tramado esa linda tomadura de pelo para el prólogo a los cuentos de Ribeyro, pero ¿y el resto de casos denunciados?

Anónimo dijo...

No me parece que Ortega y Bryce hayan planeado realmente eso, ni que Ortega esté "revelando" eso tampoco (es un artículo que ya se había publicado antes). Creo que Ortega simplemente inventa esa historia, no para justificar a Bryce, sino para desinflar las críticas fuera de lugar; después de todo, si él no se rasga las vestiduras ni pide quemar a Bryce en la hoguera, por qué el resto tendría que tomarlo de manera tan tremendista.