20.10.07

Dibujitos

Un concurso y los mejores cómics de (mi) temporada

En 1951, The Observer, suplemento cultural del estupendo diario inglés The Guardian, organizó su primer concurso de cuento, ganado entonces por una historia escrita por Muriel Spark, quien luego continuaría su carrera para convertirse en una de las voces más respetadas de las letras británicas.

En este 2007, The Observer lanzó un nuevo concurso, dando el espaldarazo de su propio prestigio a un género que, aunque vital y palpitante desde hace ya algunas décadas, apenas atraviesa en los últimos años su primer periodo de verdadera aceptación en el mundo de las letras: la narración gráfica.

En este concurso, no de novela sino de cuento gráfico, la ganadora ha sido Catherine Brighton, con una pieza enigmática, con algo de cuento infantil y un twist de dulce humor negro, si cabe la expresión. El título es "Away in a Manger", y pueden verla completa aquí.

Entre los final
istas hay varias otras historias de mucha calidad, como "The Box", de Stuart Kolakovic y la genial "The Waitress", de Finn Dean, pariente expresivo de David Lynch, Alan Moore y Edward Hopper.

Es curioso que, al presentar los resultados del concurso, pese a la notable acogida que tuvo, el editor de The Observer, Robert McCrum, siga sintiendo la necesidad de lanzar nombres de novelistas prestigiosos que admiran el universo de la novela gráfica (Zadie Smith, Nick Hornby, etc) para respaldar ante el gran público la idea de que el género es importante y que en su territorio han surgido ya obras valiosas.

(Yo lo seguiré diciendo a riesgo de caer pesado: una de las novelas más brillantes, inteligentes, emotivas, vitales, complejas e innovadoras que he leído en muchos años es Jimmy Corrigan: The Smartest Kid on Earth, de Chris Ware, un genio del dibujo y el diseño gráfico que es, sin la menor duda, un maestro del arte de la narración. No se puede ser un amante de la novela contemporánea y pasar por alto este libro, un verdadero punto de quiebre de la narrativa de nuestro tiempo --el libro es del 2000).

Para seguir en el tema, y en vista de que hace meses que no les cuento a los lectores del blog en qué andan mis lecturas, les diré que (además de los libros de Harry Mulisch que estoy devorando desde hace semanas), muchas de ellas han sido novelas gráficas. Y quiero recomendarles algunas. Encontrarán que una cosa las une a todas: son exploraciones por el campo del multiculturalismo. No creo que sea sólo una coincidencia guiada por mi propio interés: creo que la narrativa gráfica está haciendo suyo ese tipo de asunto con más asiduidad que otros géneros.

Comencemos por The Name of the Game, de uno de los padres del género, Will Eisner: Eisner es un dickensiano total, y esta es una de sus novelas más épicas y abarcadoras, la historia de tres familias judías migrantes a los Estados Unidos y las luchas, caídas y laberintos de su asimilación al mundo norteamericano. Como Dickens, Eisner tiene una sensibilidad especial para lo patético y para el humor, y para el humor que se esconde detrás del patetismo.

La última entrega de American Splendor, Another Day, de Harvey Pekar, aunque sigue inmersa en los temas habituales de su autor, tiene no pocas cercanías temáticas con la novela de Eisner: en sus relatos más recientes Pekar parece cada vez más movido a contar los orígenes de su familia, también de migrantes judíos. (Y en este volumen hay historias dibujadas por dos de sus mejores colaboradores, los artistas Zachary Baldus y Ty Templeton).

Mucho más inusual es otro libro reciente de Pekar, coescrito con Heather Roberson e ilustrado por Ed Piskor: el título es Macedonia: What Does it Take to Stop a War?, y es una incursión de Pekar por un terreno creativo dominado por mi non-fiction comic artist favorito, Joe Sacco: Macedonia es una crónica-reportaje muy serio, detallado y agudamente articulado sobre la situación de dicho país antes, durante y después de los muchos conflictos que lo acosaron en años recientes. El libro de Pekar es bueno, pero Joe Sacco sigue siendo el indisputable rey del subgénero.

Con guión de Marguerite Abouet (de Costa del Marfil) y dibujos del francés Clément Oubrerie, la novela gráfica Aya es una pequeña joya narrativa y un triunfo plástico: pocas veces encontrarán un relato que los aproxime de manera tan sutil a un escenario de violencia social sin dejar de ser ante todo una historia íntima y personal, y sin caer en ninguna de las muchas tentaciones posibles: no romantiza, no patetiza, no se amarga, no se frustra. El tono es cómico; su dramatismo esencial asoma en los pequeños silencios.

Dejo dos de mis favoritos para el final, porque, una vez más, los liga el tema: la migración desde un país asiático a los Estados Unidos y los avatares de la generación siguiente.

Primero, la novela más reciente de otra de los puntas de lanza del cómic actual: Shortcomings, del americano de origén japonés Adrian Tomine, quizá el más convencional dibujante entre los que vengo mencionando, pero también el más efectivo en su minimalismo y su prolija economía de recursos. Shortcomings es la historia de un alter ego de Tomine: un japonés de California, ácido, incrédulo, retraído, explosivamente contraído en su inexpresividad, y angustiado por la creencia de que su origen oriental le quita oportunidades con las chicas. No les cuento más. Intuyo que esta novela, que tiene el ritmo de un guión cinematográfico, acabará en el cine (y es en un cine donde, curiosamente, ocurre su primera escena).

Por último, el mejor de estos libros: American Born Chinese, de Gene Luen Yang (la carátula es la que abre este post). Ya había leído cosas de Yang (la saga en dos pequeños tomos de Gordon Yamamoto) y debo decir que, aunque siempre ha sido bueno, nada de lo anterior hacía esperar un libro de este nivel: American Born Chinese es una bella novelita, contada en tres planos --los capítulos se ordenan en tres secuencias alternas: la historia del protagonista, un adolescente chino matriculado en una escuela americana; un relato intercalado que sigue las reglas del sitcom; y una historia mítica, dibujada con el tono de los mangas, que ocurre en algún extraño cielo poblado de dioses, héroes y titanes zoomorfos. El momento en que las tres historias empiezan a invadirse recíprocamente, la novela da un salto cualitativo. Otra vez: no digo más y espero que se animen a tratar de conseguirla.

PD: Esta mañana me di una vuelta por Barnes and Noble y compré un par de libros de los que quizá les cuente en los próximos días: comienzo a leerlos esta noche: Reading Comics: How Graphic Novels Work and What They Mean, un estudio de Douglas Wolk (quizá hayan leído cosas de Wolk en el NYT o en Rolling Stone), y el esperadísimo volumen The Best American Comics 2007, editado por el mismísimo Chris Ware.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Habrá por aquí algo en castellano de los dibujitos?
¿Afectaría la traducción esta variante narrativa?

Jorge Rodríguez Gil dijo...

Gustavo:

¿cómo conseguir esas novelas gráficas en Lima?, ¿qué novelas gráficas en Español recomiendas? Te lo digo pensando en adolescentes, pues sería una buena manera de atraer su atención. Por ejemplo, he leído que han novelado gráficamente un cuento de Alberto Fuguet... Saludos y felicitaciones por el blog.
Jorge

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Sin duda. Pero no se trata de literatura PARA adolescentes, ojo.

El peor prejuicio que opera contra la novela gráfica es la idea de que es literatura para niños, para adolescentes o para gente que no es capaz de divertirse sin "figuritas". No es así. Es un campo muy grande y hay cosas para todo público.

No sé si las más recietnes estén ya traducidas, pero definitivamente, por ejemplo, "Jimmy Corrigan" ya lo está.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Ah, perdón: el gran clásico en español es la saga argentina "El eternauta". Esa es hallable en Lima en los grandes tomos naranja de no sé qué editorial argentina (yo la compré en la av. Larco, en una pequeña librería no lejos de la antigua Casa Verde).

Jorge Rodríguez Gil dijo...

Gustavo:

Gracias por la información y la aclaración.

Anónimo dijo...

Recordaba haber leído un especial sobre la novela gráfica en Babelia, hace casi un año, y buscando en la Internet lo he encontrado:
http://www.elpais.com/articulo/semana/tebeo/escondido/elpepuculbab/20070203elpbabese_1/Tes

Se trata de un repaso de la historia de la novela gráfica, desde sus inicios hasta nuestros días. En los enlaces al fondo de la página se mencionan los trabajos más representativos traducidos al español, desde Contrato con Dios de Eisner hasta la extraordinaria Maus de Art Spiegelman; también, las obras de dibujantes españoles.

Se agradecen las recomendaciones, Gustavo, que he incluido en mi “wishlist” de amazon (aunque confieso que el eternauta no me gustó)

Un saludo,
Ernesto Ferrini

Myfanwy Nixon dijo...

I am sorry to interrupt - and in my own language as well - but I thought you might be interested to know that I am collecting together the comic strips of less successful entrants in the Observer competition, on my own blog, here. (I found you through a blog search and enjoyed your considered and thoughtful post through Babelfish translation).

Anónimo dijo...

Muchas gracias por las referencias. Estoy esperando la edición en tapa dura de Yang para chequearla mejor y el trabajo de Tomine lo he seguido desde sus mini-historietas desde hace años y es muy valioso.

Tengo la ligera sospecha que en la discusión, si la narrativa forma parte o no del medio historietístico, ya has tomado una posición al respecto (lo mismo hace Wolk en su libro, cuando discute con su "hombre de paja" en la p. 23), aunque puedo equivocarme.

Recuerdo que Alan Moore le tiene animadversión al término "novela gráfica" (aunque Eisner sostendría lo contrario). Te dejo el enlace del blog de Conrado Cairo, donde estuvimos discutiendo sobre el tema:

http://vltracomics.blogspot.com/2007/09/agradecimientos-y-disculpas.html

(a propósito, Cairo tiene buenos argumentos para discrepar de la noción de narratividad incorporada a la definición de historieta y, también, buenos argumentos en contra de Alan Moore... en sana discrepancia con Cairo)

Raschid

Anónimo dijo...

A propósito de narrativa e historieta, ¿has tenido oportunidad de revisar los trabajos de escritores gringos que han incursionado como guionistas o escritores de historietas últimamente? ¿Te animas a adelantar alguna opinión?

En mi caso personal, me ha quedado la impresión que Michael Chabon con su "Escapist" ha hecho algunas historietas fallidas (a menos que sus comics dependan de la novela de Kavalier y Clay, pero esto favorece a su obra en prosa y no a la gráfica) y estoy a la espera de chequear lo de Lethem con "Omega the unknown" que ya debe haber salido en el mercado gringo.


Raschid