13.10.07

La incorrección II

Ann Coulter y la virtud de ser bocafloja

Desde la derecha más excéntrica, en los Estados Unidos, la defensa de la incorrección política tiene una notoria abanderada: Ann Coulter, irónicamente célebre por aguda y desprejuiciada cuando debería serlo por obtusa y por encarnar la suma total de los peores prejuicios de la Norteamérica más reaccionaria.

En nombre de su libertad de opinión, y en su constante campaña de demolición de la corrección política,
Coulter ha demostrado su desprecio por los negros, los árabes en general, los musulmanes en particular, los latinos y los homosexuales, y ha sostenido incluso que las mujeres en general deberían ser privadas del voto porque son incapaces de elegir racionalmente. (¿A qué se refería? A que desde 1950 el voto femenino ha decidido todas las victorias de los demócratas).

Y recientemente se ha abalanzado también contra los judíos, de quienes dijo que "deberían ser perfeccionados", en unas declaraciones en las que, además, sostuvo que Estados Unidos estaría mucho mejor si toda la nación fuera cristiana.

Coulter tiene un mérito, sin embargo: en su ejemplo queda claro que el verdadero espíritu de liberación querido por quienes tienen más interés en diezmar los principios de la corrección política, no es liberador en lo más mínimo, sino intrínsecamente reaccionario: no se trata de liberar el lenguaje por amor a la libertad, sino para no perderlo como instrumento de marginación y reiteración del desprecio por los demás. Y además, en su caso, se trata de medrar con el bocaflojismo: Coulter ha hecho una fortuna diciendo barbaridades, y al presentarlas como violaciones contra la opresión de la corrección política, las ha adornado con un aire de audacia que obviamente nada tiene que ver con su espíritu profundamente reaccionario.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Mis intentos de ser y propiciar la "corrección política" en "este" país desencadenan reacciones que fluctuan entre: " Aca en el Perú todavía se le puede decir negro al negro y cholo al cholo "(léase: el Perú todavía es un oasis que los peones de avanzada de esta sospechosa cruzada de corrección política no han contaminado)y "oye, pero: Tú, ¿eres peruano? ( léase: no sigas o te quito la nacionalidad), pasando por: "acá siempre ha sido así...(y luego de ponerte cariñosamente la mano en el hombro..) ¿por qué no te vas a otro país?".

Anónimo dijo...

Creo que la discusión en su primera y segunda partes apunta a señalar ciertas formas en que el cretinismo se enviste de otros "ismos" o bien de moda o bien simplemente como una llave cualquiera al espacio público, como las credenciales de una opinión adulta, capaz de justificar al menos el micrófono al frente o la nota periodística. Debajo de todos los matices que los mismos ejemplos muestran como contradictorios (derechistas e izquierdistas igualados en el frente de la oligofrenia) brilla la misma sustancia clara y distinta: una falta de lucidez tal y una egolatría sintomática a la vez que enfermiza que me lleva a una sola pregunta: ¿cuánto tiempo debe pasar, si lo siguiente es posible siquiera como ideal, antes de que todos notemos que armamos un circo sobre un suelo que es tan sencillo de observar? Bueno, también a otra: ¿todas estas imágenes de la idiotez no tienen una utilidad, finalmente, no nos deben conducir a definir el escenario de las opiniones políticas y en general sobre el fondo del binomio necesidad-futilidad? La inteligencia es un medio, pero también puede ser un fin si la entendemos no solo como propia de los seres racionales, sino también como propia de los razonables.

Anónimo dijo...

Mucho cuidado con las generalizaciones. A los liberales nos han endilgado el epíteto de derechistas siempre, y con ello pretenden arrimarnos con personajes polémicos como Ann Coulter. Ella es una neoconservative, y en mi caso, como otros liberales como Alvaro Vargas Llosa, para ajustarlo a la realidad norteamericana, somo libertarians. De hecho, Gustavo Faverón parece querer dar a entender que los únicos "incorrectos políticamente" somos los liberales, los libertarias, y neocons como Ann Coulter, y que defendemos por igual el racismo con la economía de mercado. Es incorrecto políticamente seguir defendiendo a Castro o a Chávez, o por ejemplo seguir considerando un ejemplo al Che, no lo olvidemos.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Curioso: dije que Ann Coulter es una reaccionaria; lo dije dos veces. Sin embargo, Ñaupari siente que tiene que aclarar que Coulter no es una liberal.

Lo que sí lo hará feliz es saber que el Libertarian Party de Estados Unidos (la mancha de Ñaupari, según parece) es el único que alguna vez ha considerado seriamente lanzar a Coulter como candidata al Congreso (por Connecticut, a fines de los noventa).

Una pregunta: ¿¿¿cómo alguien (en este caso Ñaupari) puede decir que Ann Coulter es un personaje "polémico"??? ¿¿¿Qué tienen de polémicos el racismo, el antismetismo, la homofobia, el sexismo, etc???

Anónimo dijo...

Alvarito no es un liberal, es un atorrante, que solo escribe incongruencias.....

Anónimo dijo...

....y si es cierto lo que se dice de Ann Coulter, entonces no estamos frente a un personaje "polemico" sino execrable.

Anónimo dijo...

El poeta Héctor Ñaupari ni siquiera tiene nociones de lo que es liberalismo. Sería aconsejable que lea las páginas de Paul Laurent sobre el liberalismo.

Anónimo dijo...

eso mismo anónimo
si es que resulta ser cierto o no "lo que se dice" o "el se dice que dijo lo dije el dijo ella dijo que dijo quequeque el buen Keke

no hay mayor bocaflojismo que el chismerío barato del quedijodigodijo oralizado de los izquierdas neolibereles y los derechas conservadores

pufff
ajjjj
¿por eso será que la política apesta?

Anónimo dijo...

me recuerda a esa comediante sarah silverman, que para el morsa y fantomas son el non plus ultra del atrevimiento. como si el lenguaje racista de un vándalo fuera políticamente incorrecto en lugar de simplemente ignorante.

Daniel Salas dijo...

Ojo que Sarah Silverman, si no se ha entendido bien, satiriza el racismo y hace mofa de los esquemas maniqueos. Otra cosa es que lo haga bien o mal o que exagere con su grosería.

Una muestra de lo que digo es su canción "German Cars", en la que se pone en la voz de una chica que solo puede enunciar estereotipos de lo más burdos, los cuales se quiebran cuando ve a un judío conduciendo un Mercedez Benz.

Tanque de Casma dijo...

¿Un judío y un Meche? No la paro.
Pero bueno, también la corrección política llevada a la exageración lleva a algunas hipocresías. Por ejemplo, varias de las críticas que tuvo "Madeinusa".
Saludos
Ernesto

Daniel Salas dijo...

El Mercedes es un carro alemán? Si no es así, entonces es otro. Dentro de una visión maniquea, se entiende que esto no cuadre y ahí viene la sátira de Silverman que, no hay que olvidar, se enmarca dentro de un grupo de humoristas de Comedy Central cuyo humor parte del hecho de que "representan" a su manera a las minorías: Chappelle y Mencía, por los negros y los latinos, son los otros.

Tanque de Casma dijo...

Chévere, Daniel
La verdad que estaba caleta la broma.

Anónimo dijo...

¿Por qué será que Gustavo Faverón admite a los anónimos cuando le conviene admitirlo? (cuando insultan o ridiculizan a sus rivales como el señor Ñaupari, por ejemplo), pero cuando se meten con el lanza el grito al cielo?