Cómo leer a Proust y comerse un tacutacu
Hace unos días, debido a un funesto video colgado y descolgado de cierto blog, me enteré de que existe una cosa que se llama "cultura culta", que aparentemente es un concepto bastante más mezquino que su englobadora contraparte, que, supongo yo, ha de ser la "cultura inculta", o algo por el estilo.
En verdad, claro, no descubrí la confusión en ese video: cada cierto tiempo uno se encuentra con alguien que habla con cierto desprecio de la "cultura culta", como una construcción elitista opuesta a una concepción abarcadora de cultura en la que cabe incluir "todas las manifestaciones o producciones culturales".
Dejemos de lado la circularidad de la definición. Basta con señalar que quienes practican esa distinción son como el enciclopedista chino que clasificaba los animales en varios grupos: los embalsamados, los que le pertenecen al emperador, las sirenas, los otros, etc. Es decir: están ejerciendo una clasificación con categorías arbitrarias, incompatibles e inconmesurables, creadas para designar objetos de distinta naturaleza.
Una cosa es la cultura en términos de la definición operativa de los antropólogos (donde cultura es, en efecto, la densa e intricada red de producciones de una sociedad --sus conexiones, sus creencias, sus concepciones, sus representaciones y autorrepresentaciones, su imaginario, su conducta social, sus relaciones internas y sus proyecciones al exterior, etc.--, es decir, la cultura que subsiste, se crea y se recrea por el impulso de la marcha social, y que seguiría creándose y recreándose incluso si nadie estuviera especializado en poner a andar ninguno de sus varios aspectos.
Otra cosa es la cultura en términos de producción artística; es una red no menos intrincada (va desde la composición de cómics, novelas, piezas teatrales, música de cualquier género, etc., hasta su inducción en un circuito de consumo y decodificación), pero es un subconjunto específico y especializado de la otra; sólo subsiste en la especialización; es producción consciente y por lo tanto es promotora de una problematización sobre sí misma y sobre el mundo: es, en suma, una actividad siempre estética, moral, intelectual, reflexiva y refleja.
No se puede estar "a favor" de este segundo tipo y "en contra" del primer tipo. Decir eso es tan absurdo como decir que quien está a favor de la lectura de Proust o de Art Spiegelman está en contra del consumo de tacutacu o de la institución del matrimonio. ¿Suena ridículo? Es que es ridículo.
Daniel Salas (a quien le debo todo lo que sé de cultura y tacutacus) ha escrito en el Gran Combo Club un excelente post (La tecnocracia: un análisis de cultura "inculta") que tiene mucho que ver con este tema y que les recomiendo de veras.
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7 comentarios:
Rodolfo Ybarra, a quien tengo el gusto de no conocer, dice en su blog que la categoría inculta de Cecilia Valenzuela pertenece a un nuevo tipo de neoterrorismo. Apunto su análisis, pensando que derrepente esta locutora de noticias nos puede explotar en la cara: "Es una lástima para los televidentes de este país tener en las pantallas a un espécimen de escasa concentración neuronal, de juicios tan precarios y patrioteros. No será esto un nuevo tipo de neoterrorismo". Dice el alocado Ybarra.
Ann Rice
No es un error raro, tienes razón. Mucha gente cree que si habla de cultura como "cultura es todo" está siendo más abierta o más democrática. No es verdad. Sólo están siendo menos precisos. "Cultura es todo" es una definición que no sirve para nada porque es una clasificación que no clasifica.
descolgado?
http://lahabitaciondehenryspencer.com/2008/04/24/spencer-en-vivo-con-marco-sifuentes-y-jose-alejandro-godoy/
Es obvio que "cultura culta" pretende ser una acusación de quienes perciben ciertas manifestaciones culturales como elitistas. La acusación estaría dirigida a quienes, por una razón u otra, tienen acceso a estas manifestaciones culturales (por su mayor poder adquisitivo, por vivir en determinada ciudad o país). Más que acusación, denota resentimiento. Recuerdo a compañero de universidad comentando que se sentía menos con "su cultura mafaldera".
Extraño resentimiento, en esta época donde vale más "tener esquina".
Si te he entendido bien, tù dices que ellos erstàn confundiendo papas con camotes; si los he entendido bien a ellos, cuando ellos dicen "cultura culta" estàn diciendo que son ustedes los que estàn esperando que un tacutacu tenga las propiedades estèticas de una novela de Proust.
Me pregunto què dirìa sobre esto el tan mentado Gastòn Acurio. ¿Se ofenderìa?
El anónimo de las 10:31 pm. señala algo interesante: si la desconfianza hacia la "cultura culta" viene de personas excluidas de las oportunidades de adquirirla, eso puede ser leído como una forma de "resistencia" (innecesario acudir a la idea de "resentimiento", que es una forma abusiva de desechar reclamos de justicia). Sin embargo, esa desconfianza no suele venir de los excluidos. Lo pintoresco --lo triste, también-- es que esa desconfianza y ese pavor al discurso crítico informado y bien articulado (creo que a eso se refieren los rezongones que reclaman una "cultura inculta"), vienen de gente que ha pasado cinco años de su vida en la Universidad Católica. ¿Qué creyeron que estuvieron haciendo ahí? ¿Se dieron cuenta? Es un poco patético que alguien pase 60 meses de su vida estudiando y termine creyendo que la mentalidad crítica consiste en poder decir "'ta que" en público.
Señor Reátegui, el anónimo que menciona se expresa (mas mal que bien) en condicional. Justamente, los verdaderos excluidos (quienes no han tenido el acceso de los estudiantes universitarios que ud. menciona) no toman las cosas con resentimiento, sino como un vacío a llenar.
Los rezongones "ta que", en efecto, suelen ser gente que si ha tenido cien años de soledad para ir en busqueda del tiempo perdido, las eneadas de Plotino y demás cultura culta, pero prefirieron creer que con Seka la erótica y chelas en el bar de Leo tenian suficiente.
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