2.9.08

Pelear con fantasmas

Más sobre Miguel Gutiérrez y Oswaldo Reynoso

He leído esta semana en blogs y en comentarios (anónimos) enviados a Puente Aéreo que yo he atacado duramente la obra literaria de Oswaldo Reynoso y Miguel Gutiérrez, que he menospreciado sistemáticamente al grupo Narración, y que lo he hecho, además, como parte de una acción calculada en conjunto con otras personas del medio literario peruano.

Antes de responder quiero recordar un par de datos. El primero es que, en mi antología
Toda la sangre: cuentos peruanos de la violencia política, incluí tres cuentos de miembros del grupo Narración. Uno de Hildebrando Pérez Huarancca, uno de Oswaldo Reynoso y uno de Miguel Gutiérrez. El segundo dato es que, en la revista Hueso Húmero, hace un par de años, publiqué un extenso y favorable estudio sobre la novela El goce de la piel, de Oswaldo Reynoso, estudio que volvería a escribir, nuevamente, letra por letra, el día de hoy, y al que el mismo Reynoso se refirió positivamente.

No suscribo los ideales políticos que Reynoso y Gutiérrez representan.

Es verdad que, como ellos, yo creo en la necesidad de un profundo cambio social en el Perú, soy crítico del racismo, el centralismo limeño, la marginación de las provincias; creo que es necesario revaluar el legado y el presente indígena y mestizo de nuestra sociedad; reconozco en Arguedas el más interesante y estéticamente complejo intento literario en esa dirección; soy abiertamente progresista, me espantan la reacción, el conservadurismo y las derechas en general; creo que la relación entre las clases gobernantes peruanas y el pueblo ha estado marcada durante toda nuestra historia por una violenta y a veces criminal segregación.


Pero, a diferencia de Reynoso y Gutiérrez, nunca he pensado que la respuesta se encuentre en una revolución sangrienta, jamás he creído que Abimael Guzmán sea o haya sido un intelectual digno de ese nombre, nunca llamaré a la guerra senderista "guerra popular", no veo heroísmo en una revuelta que empezó y terminó con el asesinato indiscriminado de miles y miles de personas a quienes Sendero Luminoso decía defender y en cuyo nombre proclamaba su rebeldía.

Sin embargo, me parece que el aporte de Gutiérrez y Reynoso a la literatura peruana es ponderable, significativo y necesario de estudiar y comprender.

Creo que la obra de Reynoso ha abierto muchas rutas de exploración para las generaciones posteriores, que ha sido un camino valiente en su forma de introducir el ideal marxista en territorios que la vieja novela del realismo socialista eludió, como, por ejemplo, el tema de las sexualidades reprimidas por las sociedades patriarcales o el machismo secular de nuestro mundo, o, acaso, el asunto de la reivindicación de la cultura de la calle como escenario de pequeñas proezas cotidianas, que se encuentra ya en sus primeros (y pioneros) libros.

También pienso que la obra de Gutiérrez, como la de Reynoso, elude el encajonamiento dogmático que podría esperarse del autor, dado su compromiso ideológico. Creo que una novela como
La violencia del tiempo, de Gutiérrez, encierra un intento importante de comprensión de la estructura social que ha generado, en diversos momentos de la historia peruana, y en conjunción con distintos avatares de nuestra sociedad, estallidos sangrientos que mucho tienen que ver con la violencia endógena de una sociedad clasista y abusivamente marginadora.

(Como ocurre en el caso de Vargas Llosa, las novelas de Gutiérrez suelen ser más libres y más agudas que las observaciones de su autor como ensayista. Como ensayista, Gutiérrez es --lo digo sin afán polémico-- secundario, cuando no obviable).

Si alguien quiere criticar mi postura con respecto a Reynoso y Gutiérrez, hágalo, por favor, sobre la base de esto que escribo, y de las demás cosas que he escrito sobre sus obras. No vale la pena que me atribuyan ideas que jamás he propuesto y luego las refuten, porque en ese caso estarán combatiendo con fantasmas.

9 comentarios:

Lucio Suárez dijo...

En general, de acuerdo con las apreciaciones de Gustavo Faverón. No tanto en lo referido al valor ensayístico de Gutierres. pero, no hay problema, no tenemos que estar de acuerdo en todo.
Creo, sí, que en general, la necesidad de tantos seguidores de Reinoso y Gutierres, de pelearse con fantasmas, es el hecho, Gustavo, que no sueles tener esta dedicación razonada y aguda, para, por ejemplo, valorar la obra de Ampuero, por poner un ejemplo
Pues, como sabemos, todo esto surge de la constatación de que ni Reinoso ni Gutierres habían sido considerados en la antología hispanoamericana de Oviedo. Coincidiendo contigo, el que no estén tales escritores, es discutible en función del mayyor mayor o menor aporte de sus respectivas obras en el concierto hispanoamericano. Pero, la cuestión es saber si por ejemplo, la obra de Ampuero es sçi, efectivamente relevante en el nivel de antologación propuesta por Oviedo.
El tema, es que la gente, no encuentra aquí, Gustavo, un post, en el que penetres la creación de Ampuero, sus resonancias regionales, y, en todo caso, su postura cultural inserta en su creación literaria.
Creo que por esto, los amigos, digaamos progresistas, suelen leerte a la defensiva.
Obviamente, no estás obligado a escribir de nadie en especial. Por supuesto. Pero, en la medida que que el bisturí lo afines solo para escritores de determinada posición ideológica, siempre encontrarás cazafantasmas voluntariosos.

Anónimo dijo...

Bienaventurado sea el hermano en Dios Lucio Suárez, cuya serenidad de criterio,-obra del Altísimo ¿quién podría dudarlo?- le permite señalar con lucidez ecuánime los inéditos puentes hacia la fraternidad universal de la que, constatamos con pesadumbre, carece nuestro mundo. Practicad el amor sin reservas, amadísimos hermanos, y observaréis con fructuosa delectación los cambios más saludables en la Tierra, los magros subirán de peso, los depresivos reprimidos y tímidos tornarán en holgados y procaces dicharacheros, los suicidas de absurdos óbitos resucitarán y los más inesperados acontecimientos felices tomarán lugar, así si me cruzo con tu hermana te convertirás en tío dichoso y dadivoso. Todo por la gracia del Altísimo.
Alabado sea el santísimo sacramento del Altar, por siempre sea alabado.
Que el amor ilumine los corazones. Así sea.
Cristiano Ron Aldo.

Anónimo dijo...

De acuerdo, pero por qué has esperado a que se desate toda una ola de confusiones, muy típicas de tu blog para reaccionar de esta manera. Cualquiera diría que tu postura es intachable. Que tus argumentos solidos, los cuales los sabes defender con ese sabor acérrimo del que te vanaglorias, fueran dignos de un respeto por parte de quienes critican tus pataletas. Es difícil que te respeten ya a estas alturas. Demasiado tarde. Sabor amargo. Ácida sospecha. Dolor generalizado y una mueca de esos, tus PROPIOS, fantasmas.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Yo no he esperada nada, mi querido anónimo. En un post del 20 de agosto, en este mismo blog, escribí lo siguiente:

"...¿Son Reynoso y Gutiérrez influyentes, o lo fueron? ¿Hay líneas apreciables de la narrativa peruana y regional que se construyan a partir del trabajo de ellos? Mi propia opinión es que sí: de Reynoso viene cierta narrativa urbana, cierto realismo sucio, cierta aproximación compleja a la narrativa de temas adolescentes y juveniles, y también está en Reynoso un eslabón nada despreciable de la narrativa de temática homosocial, que las últimas dos generaciones han extendido y diversificado. Y las novelas y los cuentos de Gutiérrez ofrecen una visión políticamente radical (no por ello desatendible) de las relaciones sociales en el Perú, sobre todo en el Perú provinciano, una mirada aguda sobre temas relativos al mestizaje cultural, sobre cuya huella han elaborado su obra otros autores, como José de Piérola, Víctor Andrés Ponce, Zein Zorrilla, etc".

Cualquiera que haya leído eso y siga diciendo que menosprecio a Gutiérrez y Reynoso y al grupo Narración, o tiene muy mala intención o poca capacidad de comprensión.

¿Y desde cuándo, si alguien teje una serie de mentiras sobre una persona, es a la víctima de las mentiras a quien hay que juzgar?

Silvio Rendon dijo...

Hay la tendencia a generalizar. X dice algo y se lo achacan a Y. Me pasó recientemente con el Sr. Grajeda que me atribuyó cosas dichas por el Sr. Thays, como con el Sr. Thays quien me metió en el saco de los supuestos admiradores de Zizek. La generalización es un signo de pensamiento equivocado, falaz, desprolijo. Después vienen las sorpresas: aferrados a sus equivocados esquemas, no se esperaban que uno dijera tal o cual cosa.

Lucio Suárez dijo...

Al anónimo de las 03, 2008 3:47:00 PM, que firma como Cristiano Ron Aldo, a quién, por cierto, siempre celebro sus ocurrentes
invocaciones y admoniciones, le comento que en realidad, creo, de lo que se trata es de ponerle el acento al tema creativo. ahora bien, si eso viene con ají y limón, estupendo.
La confrontación por sí misma no suele ser necesariamente fértil. Más aún, estimado Ron aldo, creo que la confrontación, de ideas como tendría que ser, no tiene que convertirse en descalificación. Una tendencia en la que el propio Gustavo ha caído innumerables veces. Descalificar personas, me refiero.
Pues, si lo descalificara por entero, como persona, entonces, ya para qué tendría que ocuparme de sus opiniones, no crees?.
Bueno, Cristiano Ron aldo, hermano en Dios, vengan siempre sus Salmos y Angelus. Dele- Dele con todo. Pero, no olvide, que en el fondo está el valor o disvalor de la creación literaria, o cultural.
Saludillos.

Lucio

LuchinG dijo...

Si me guío del criterio planteado por CCF en Porta9, sobre Reynoso ustedes dos coinciden:

CCF: "(...) el entrañable Oswaldo Reynoso, maestro de juventudes, se dio cuenta que la oralidad podía ser una forma extraordinaria de narrar (...) y abrió el camino a todo tipo de narradores."

GFP: "Creo que la obra de Reynoso ha abierto muchas rutas de exploración para las generaciones posteriores (...)"

En el caso de Gutiérrez, CCF no dice nada, y tú no mencionas si se ajusta al criterio "antes/después". (Ya sé: seguramente no es el único criterio, seguramente no hay consenso sobre qué criterios adoptar, seguramente muchos criterios son incompatibles entre sí, etc…)

¿?

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Por supuesto que hay muchos más criterios. La pura calidad estética, por ejemplo. En el caso de Gutiérrez yo sí creo haber dicho que hay escritores (me parece que mencioné a De Piérola, a Ponce y otros) que vienen un poco sobre sus huellas. Pero creo que lo crucial con Gutiérrez es que su propia obra representa una mirada distinta, no es literatura "andina", como algunos quieren ver, sino literatura mestiza en un sentido muy particular: literatura que reflexiona sobre lo mestizo.

Luis Torres Vásquez dijo...

La obra de Reynoso es para resaltar. Lo que sí puede ser condenable es sus posiciones ideológicas, cuando estas hacen apología al terrorismo o celebran lo que este hizo. Sin embargo, esas posiciones deberían quedar (me parece) fuera de la polémica literaria, cuando esta debería ser sobre la obra de los escritores y la importancia de la misma.