6.2.09

Dialectos literarios

Sobre un post de Iván Thays
(Actualizándose)


Hace tres o cuatro días, en un rápido pero llamativo post de su Moleskine, Iván Thays hizo la lista de las "cosas perfectamente indecibles" que había dicho él en una mesa redonda de la Feria del Libro de Trujillo.

Las tres las creo haber escuchado antes, en diversas versiones; no me parecen indecibles, como a Iván, pero --que me disculpe mi buen amigo-- me parecen poco menos que indefendibles. La segunda debe de ser la más relevante:

"Que la literatura peruana, como individualidad, no existe fuera de los manuales escolares. Nosotros formamos -gracias a dios- a una fracción más amplia, diversa e interesante que es la Literatura Latinoamericana. Y desde lejos, las diferencias o particularidades entre los países que forman lo latinoamericano son ambiguas y borrosas (o borradas del todo)".

Me salgo del tema y vuelvo

En lingüística, se dice que una persona no habla propiamente una lengua, sino un cierto dialecto de una lengua. Sin embargo, la determinación de cuáles son esos dialectos puede resultar cambiante, imprecisa, o variar dependiendo de qué es lo que el lingüista quiera investigar.

Así, yo no hablo simplemente español, sino español americano. Pero más específicamente hablo español peruano. Y dentro de él hablo una variedad en particular: la del español limeño (que se entrecruza intermitentemente con el español andino). Sobra decir que mi origen social y familiar también influirán en determinar cuál es mi dialecto, si a alguien le interesa descubrirlo.

Pero también es posible que mi formación universitaria y mi profesión hagan que mi español se asemeje más, circunstancialmente, al de un crítico literario caleño o al de un cuentista bonaerense que al de un economista miraflorino de mi edad, que haya ido al mismo colegio que yo y a la misma universidad.

Además: hablo el español de un peruano que ha vivido una década en los Estados Unidos, que ha usado más el inglés que el español durante la última cuarta parte de su vida.

Si alguien me dice que mi español es, simple y llanamente, "español peruano", habrá borrado de un sólo golpe una casi infinita lista de sutiles variaciones de las cuales no acabo de listar sino una pequeñísima fracción. Porque mi español comparte rasgos con el de todos o casi todos los latinoamericanos, con todos los andinos, con todos los peruanos, los limeños, los limeños de la clase media y los universitarios, además de los latinos en Estados Undios.

Yo podría decir que hablo español americano, sin faltar a la verdad, pero eso no quiere decir que tal afirmación sea más cierta que las otras: que hablo español peruano, limeño, etc.

De vuelta al tema

Puedo afirmar que la "literatura peruana" no existe pero, al decirlo, no estoy diciendo, claro, que no existan Arguedas y Vargas Llosa, ni que el centro del diálogo entre ambos no tenga que ver con la historia, la cultura y la sociedad peruana.

Sólo tiene sentido decir que la literatura peruana no existe si lo que trato de expresar es que el corpus que conozco con ese nombre ha sido fijado de una manera arbitraria, y que sus autores se pueden mover más allá de esa frontera: Vargas Llosa en dirección a la Francia de Flaubert, por ejemplo; Arguedas hacia la Rusia de Dostoievski.

Lo que no tiene sentido es suponer que "la literatura peruana" no existe pero que sí existe "la literatura latinoamericana": ambas son tan reales como arbitrarias, de maneras distintas: existe en la realidad, palpablemente, un largo diálogo histórico en el que los autores de todos los países de América Latina han participado de alguna manera, pero la determinación de los linderos de la literatura latinoamericana es más o menos arbitraria porque responde a un movimiento hecho por la crítica, para acotar, afinar, refinar y hacer visible un campo de estudio.

La literatura peruana y la latinoamericana no existen en un cierto sentido, pero, en otro, ambas son igual de reales. Romper ese equilibrio es una forma de arbitrariedad no aceptable, porque recurre a criterios distintos para tratar a cada una. Quien lo haga tendría que explicar, inmediatamente después, por qué la relación entre la obra de Óscar Colchado y la de Alejandro Zambra como parte, supuestamente, de una misma tradición, es más real que la relación entre la obra de Óscar Colchado y la de José María Arguedas. Un problema nada pequeño.

Como en el caso de los dialectos, puedo decir que la obra de Arguedas es parte de la literatura hispana, de la literatura latinoamericana, de la panandina, de la peruana, de la andina peruana, de la novela indigenista o neoindigenista, acaso de la ficción regionalista, pero también de muchas otras líneas genealógicas. Ninguna de esas afirmaciones hace falsa a las otras.

Y la tradiciones nacionales

Es
obvio que el debate Sarmiento-Hernández es más crucial para Borges y para Ricardo Piglia que para Augusto Monterroso. Es obvio que el choque Arguedas-Vargas Llosa significa más para Jorge Eduardo Benavides que para Diamela Eltit.

Es
obvio que Krauze y Paz son más cruciales para Jorge Volpi que para Iván Thays. Son obvias las razones por las cuales Edmundo Paz Soldán escribió una tesis doctoral sobre Alcides Arguedas, que no hubiera sido ni la primera ni la centésima opción de Álvaro Enrigue o de Abelardo Castillo.

No me parece discutible que la veracidad y la certeza de esas afirmaciones encuentra su justificación en un mismo punto: Piglia, Benavides, Volpi, Paz Soldán, todos son escritores claramente cosmopolitas, que se nutren de muchas tradiciones, que vuelan sobre muchos campos, y que, sin embargo, no por ello pueden declarar inexistente el vínculo histórico, cultural, social, político, que los une con sus tradiciones nacionales.

O, para decirlo con los términos de mi ejemplo: son escritores que, como todos, hablan muchos dialectos, muchos al mismo tiempo, y no tienen cómo negar a uno de ellos, porque lo ponen en práctica, lo convierten en habla, en
su habla, cada vez que escriben, al mismo tiempo en que activan todos los demás.

Sobre el tema, ver también este post de Ricardo Sumalavia.

Actualización

Iván escribe desde Huanchaco una respuesta a mi comentario y al de Ricardo Sumalavia. No sin antes decir que es bastante hiriente saber, en las nieves de Nueva Inglaterra, que quien me responde anda soleándose en el norte peruano, paso a copiar una pregunta que me formula Iván y la respondo inmediatamente después.

Dice Iván:
"A mí lo que me gustaría saber, luego de leer lo de Gustavo, es en qué medida dialéctica, formal o temática, más allá del hecho arbitrario de haber nacido en una misma frontera, [se] une la literatura de Oscar Colchado a la de Enrique Prochazka por ejemplo. O por qué la discusión Vargas Llosa-Arguedas debería interesarme más, o ser más estimulante artísticamente, que la de Nabokov-Edmund Wilson por ejemplo".
¿Qué une las literaturas de Colchado y Prochazka? Por ejemplo, los cerros de Lima. No es una boutade: es curioso, pero desde hace unos años me resulta imposible pensar en el cuento de Colchado "La casa del cerro El Pino" sin pensar de inmediato en "Cáucaso", el relato de Prochazka que aparece en Un único desierto (hay nueva edición de ese libro, con prólogo mío, en edición de Matalamanga).

Ambos, Colchado y Prochazka, eligen un cerro de Lima, y una o unas casas en ese cerro, como microcosmos para relatos sobre la inequidad y la injusticia social peruanas, y ambos cuentos recurren a subtextos míticos para expresarse.

Allí empiezan las diferencias, claro: para Colchado son los mitos locales andinos, para Prochazka el mito griego prometeico: pero ambos están tomando una forma de construcción literaria en la que al plano realista se yuxtapone el plano mítico.

¿Y ese método, lo habrá tomado uno de Arguedas y el otro de Joyce? Quizá. Pero ambos coinciden en enfrentarse a la realidad social peruana desde escrituras de intención similar.

Ninguno es inmune al mundo que lo circunda, y esa primera ligazón deja de ser una casualidad geográfica o demográfica cuando ingresa en el texto: allí se vuelve necesaria.

La segunda pregunta tiene una respuesta más clara: la discusión Arguedas-Vargas Llosa no tiene que ser más interesante, importante o artísticamente productiva para Iván que la polémica Wilson-Nabokov.

Pero también está claro que la primera no se habría producido nunca, en los términos en los que se dio, si ambos autores no hubieran sido peruanos interesados en reflexionar, en sus obras, sobre la naturaleza de la nacionalidad y la organización de la cultura y la sociedad en el Perú.

Y también sospecho que, incluso si a Iván no le interesa mucho esa discusión (cosa que en el fondo dudo), lo cierto es que la conoce y la ha seguido, cosa que muy probablemente no hubiera ocurrido si Iván fuese un búlgaro con el interés normal de un búlgaro en la cultura peruana.

¿Nabokov y Wilson se hubieran puesto frente a frente si no los hubiera reunido, primero, en un mismo escenario, el hecho de escribir en una misma lengua? ¿O si Wilson no hubiera sentido que Nabokov traicionaba a su compatriota Pushkin en su célebre traducción de Eugene Onegin?

Uno puede renegar de las nacionalidades, pensar que son sobreposiciones débiles y borrosas producto de una cadena de arbitrariedades sucedidas a lo largo de siglos. Pero, de allí a suponer que no influyen sobre nosotros, hay un largo, largo trecho.


34 comentarios:

LuchinG dijo...

Habría que preguntarse también por qué para Thays, en terminos personales, el debate MVLl / JMA no es crucial, por qué sí es crucial el de, supongamos, Nabokov y su más acérrimo opositor. Habría que preguntarse cuántos más hispanohablantes coinciden con Thays. Si la piedra de toque no funciona para todos los casos, en realidad no funciona para ninguno.

Anónimo dijo...

Oiga, Faverón, este post es lo mejorcito que le he leído en mucho tiempo. Me gusta cuando afila la pluma y pone en su lugar a aquellos que, como bien lo ha resaltado Rafael Lemus, sólo sirven para el amiguismo, la vanidad (fotitos en bermudas) y la pose (compararse con Valdelomar no es grosero, es ridículo), pero que tienen ideas tan lamentables como las vertidas en Trujillo. El crítico mexicano dice más del blog de Thais: “poco intelectual (escasean las ideas; se celebra lo mismo, y con la misma abulia, una escritura que la contraria)”.
El problema de Thais es que cree que la única literatura que existe es la del viaje interior, la que le da espaldas al realismo sucio, limpio o bien planchado... (él y su vieja guerrita contra los escritores vitalistas).
Y nóteses que cuando se refiere a la “literatura latinoamericana” no lo hace de un modo inclusivo sino todo lo contrario, excluyente. ¿Quiénes somos los referentes de la ‘literatura latinoamericana’? Seguramente los del bogotá39. Así de torpe puede ser uno cuando cierra los ojos y no hace otra cosa que rendir propaganda a los amigos y preguntar si a alguien le jode(¿?).
Para Thais una obra no puede estar ‘viciada’ con un dialecto localista (sea peruano, limeño o del cerro El Pino); para él eso es contaminar la literatura.
“Nosotros formamos -gracias a dios- a una fracción más amplia, diversa e interesante” (THAIS). Y de pasadita niega que la literatura peruana sea amplia, diversa e interesante. ¿Qué pasa entonces? Thais se muerde la cola: habrá de diversidad, pero en el fondo trata de decir que la literatura peruana es una sola, la del viaje al interior. Los demás no existen, o se deben ir a la mierda (disculpe el exceso). Celebro su post, Faverón, siga adelante!

José A. Balarezo
Estudiante Literatura PUCP

Anónimo dijo...

coño, qué manera de dictar cátedra, hombre! Usted ha demostrado además que sí es su amigo corrigiendo sus gruesos errores. Pero lo que dijo del gran Vallejo me parecio lo mas desubicado. Tambien deberias tocar ese tema.

Marcial

Anónimo dijo...

Pero Gustavo que puede usted esperar de un escritor que cuando un lector le pregunta si posteará la reseña de Javier Agreda, éste responde (y ojito con la aclaración del comienzo): “No estoy mas gordo sino mas robusto. Voy al gimnasio y, como ya dije, saldré desnudo en el blog en abril.Y sí, Agreda estará aquí, no podría desairarlo de esa manera, no? Finalmente, es su única oportunidad de que su nombre suene fuera de La República...”
Ese ese el señor Thays. Y esa debe ser la disciplina de la vanidad: estoy mas robusto jeje. Se burla de Agreda diciendo que su nombre no figura fuera de “La República”. ¿La República? Se refiere al diario o a La República peruana. Este Thays habla de una literatura latinoamericana y luego ninguna a un reseñador que no suena fuera de La República. Ahora ya entendemos que usó la violencia como pretexto para sonar fuera de La República jejeje qué tipo para más arribista.

Perleche
MIREN SI NO ME CREEN:
http://notasmoleskine.blogspot.com/2009/02/moleskine-literario-en-huanchaco.html#comments

Gustavo Faverón Patriau dijo...

A ver si los anónimos entienden que es posible una conversación con argumentos sin irse personalmente contra nadie. Moderen los adjetivos, vayan al tema y no tendré que borrar comentarios como lo acabo de hacer.

Anónimo dijo...

no borres los comentarios gustavo un poquito de democracia nos haria bien y nos preguntamos donde esta el gordo Salas. que venga Salas y ponga orden. Mano dura con los disparates del fanatico de la Farmer.

MELISSA
FANATICA DE SALAS

Anónimo dijo...

Cantinfladas. Me parece que el autor de este post no hace mas que cantinflear, porque no se define, se contradice: dice que si pero no. Lo cierto es que hablar de literatura paraguaya, peruana, de iquitos; de literatura regional en general es un concepto folclorico, chicha; de lo mas provinciano. Ademas, ese mote de ponerle limites, hitos, etiquetas, cliches, al arte es una invencion de los criticos (que precisamente no son artistas)y generalmente estropean, no hacen mas que restarle belleza a lo artistico. By the way: Quieren saber que el arte? Es una actividad en peligro de extincion.

Los interesados en profundizar en el tema deberian consultar a una fuente autorizada. Lean The Curtain ( La Cortina), el formidable ensayo en siete capitulos que publico Milan Kundera hace un tiempo atraz.

El Faro

Anónimo dijo...

Creo que Thays quiso decir que entre escritores latino-americanos las circunstancias que los unen son más que las contrarias.

Por otra parte, ¿qué tiene en común la obra de Prochaska con la de -digamos- Ricardo Palma?

En cambio he leido en Internet dos o tres cuentos del argentino Guillermo Martínez que casi podrían ser de Prochaska.

¿Pero tendré que decir que, por la circunstancia fortuita de nacer dentro de ciertas coordenadas geográficas, las obras de Ricardo Palma y de Enrique Prochazka comparten características que en G.M. están ausentes?

Y es simplemente el primer ejemplo que se me ocurrió.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Pero eso ya lo digo yo en el post: menciono a Vargas Llosa con Flaubert, por poner un ejemplo. Curiosamente, podría decir más: lo que tienen en común Arguedas y Arlt es Dostoievski. Nada de eso significa que no pertenezcan, de todas maneras, a dos tradiciones nacionales distintas.

Anónimo dijo...

Llaman democracia a los insultos. Muy bueno el intercambio de post respetuosos entre faveron y Thays, los dos tienen razon a su modo... ojala que no decaiga la conversacion con insultos de gente que no aporta nada. Y si es necesaria la censura, que censuren.

queremos mas dialogo, ya basta de agravios y de intrigas en los blogs de literatura

Anónimo dijo...

bueno, le fue peor al novelista Thays con su post de respuesta. Una pregunta: hace un par de días Thays estaba de vuelta de Huanchaco, ¿sigue todavía allí?

Otra:

a cuál debate Vargas Llosa-Arguedas se refieren? Será más bien Vargas Llosa-defensores de Arguedas.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

No a un debate directo, persona a persona, como el que tuvo Vargas Llosa con Grass, o Arguedas con Cortázar, sino al que se plantea en sus obras y, claro, sobre todo, en el libro de Vargas Llosa sobre Arguedas, La utopía arcaica.

LuchinG dijo...

"Uno puede renegar de las nacionalidades, pensar que son sobreposiciones débiles y borrosas producto de una cadena de arbitrariedades sucedidas a lo largo de siglos. Pero, de allí a suponer que no influyen sobre nosotros, hay un largo, largo trecho."

Nadie niega la existencia de las leyes de inmigración, el pago de impuestos, la policía y ejercito de un estado o los hinchas de la camiseta "nacional". Lo que quiero decir yo es que las otras diferencias son muchísimo mayores. Pasear a mi perro frente a la iglesia de mi barrio no me convierte en católico. Si MVLl y JMA debatieron sobre a quién le tocaba dormir en la litera de arriba en la celda que ocupaban, en vez de tratar de fugarse, es su problema.

Anónimo dijo...

Gustavo muy interesante todo este planteamiento, espero que Iván no lo tome a mal. Dime, ¿para cuándo tu reseña sobre Un lugar llamado Oreja de Perro?

Gracias

Anónimo dijo...

Pero Gustavo, el hecho de que un cuento de Proachaska y un cuento de Colchado tengan como escenario un cerro de Lima no es un elemento que los vincule...

Bajo ese criterio ¿también diríamos que Alejandro Dumas y Alfredo Bryce están "hermanados" de alguna manera porque ambos tienen narraciones más o menos melodramáticas que suceden en París?

Sigo considerando válida la tesis de Thays: los escritores latinoamericanos tienen más cosas en común que circunstancias "nacionales" que particularicen a los de cada país frente a los demás.

Como decía Borges sobre la Argentina: gracias a Dios, no estamos atados a una sola tradición y podemos alimentarnos de todas.

Lo decía mejor, por supuesto. He citado de (mala) memoria.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

LuchínG: creo que este es el más oscuro de tus comentarios. Deja la parábola por esta vez y dime qué quisiste decir.

Último anónimo: yo en este blog no escribo reseñas. Y no soy colaborador permanente de ninguna publicación. Las únicas reseñas que he escrito en estos últimos años han sido pedidos expresos de los editores de las revistas en que han sido publicadas. Nadie me ha pedido una reseña de la novela de Iván, que no sería difícil de hacer, teniendo en cuenta que la leí dos veces antes de presentarla en Ksa Tomada.

Pero si quieres una simple opinión: creo que es la mejor novela de Iván; que es una novela buena, sincera, madura, bien organizada, sentida, inteligente, muy personal, con un protagonista consistente e interesante.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Lo anterior era para el penúltimo anónimo. Al último: estás caricaturizando lo que he dicho. He dicho que en esos dos cuentos Prochazka y Colchado se preocupan por una misma problemática general: la iniquidad social peruana, que recurren a microcosmos parcialmente semejantes, y también a recursos de organización estética similares (el "método mítico", diría Joyce). No me parece poco. El centro de esa respuesta es: dos escritores viven expuestos a una realidad similar, se ocupan de ella, el hecho de que su nacionalidad y sus pertenencias sociales los lleven a hablar de esos temas semajantes no es poco, es un síntoma de las formas en que la nacionalidad influye en los autores.

Anónimo dijo...

Faverón, estás jugando ajedrez contra dos o tres simultáneamente (no cuento a tus detractores, que hoy te alaban para tratar de enemistarte con Thays). Más allá de mis diferencias con tus opiniones, reconozco al buen jugador cuando lo veo.

El anónimo de Prochazka-Palma y Dumas-Bryce.

Anónimo dijo...

Thays dice que no existe la literatura peruana, pero sí existe B39, claro, porque él forma parte de eso, si no diría que solo existe la literatura a secas, y así, segun la conveniencia, como todos los escritores.

Dime, cuándo ha habido escritores lúcidos con lo metatextual macro? Salvo Coetzee no veo a ninguno vivo. Más paciencia, Gustavo.

LuchinG dijo...

Me disculpo por la metáfora de la celda; sobre ese debate no sé nada -apenas tengo un recuerdo lejano de Los rios profundos, que me hicieron leer en el colegio, y que alguna vez alguien me mencionó ese libro de MVLl-, y lo he tomado como si fuera esa vieja riña de quién es el que representa al "verdadero" Perú, cuál es el trucho y cual es el firme.

Sobre lo de pasear a mi perro frente a la iglesia de mi barrio, que no me convierte en católico: no es metáfora, es un hecho. Para mi, que no tengo creencias religiosas de ningún tipo, esa iglesia es un sitio agradable para pasear a mi perro todas las mañanas; para los católicos ojerosos y mal peinados con los que me cruzo, es el lugar para ponerse en contacto con el Todopoderoso. Las diferencias ideológicas son muy, mucho, muchísimo más importantes que las coincidencias geográficas, que el codeo físico, que el acento o el pasaporte. Es prácticamente vivir en universos paralelos.

LuchinG dijo...

Anónimo Prochazka/Palma/Dumas/Bryce: Yo agradezco a Faverón que se tome el trabajo de contestarnos a nosotros los amateurs, pero tampoco hay que quedarse desulmbrado porque puede jugar partidas simultaneas con dos o tres aficionados. Para un ajedrecista profesional no debe ser muy dificil. Lo realmente interesante sería verlo debatir con alguien que esté a su nivel en conocimientos y práctica.

Anónimo dijo...

Si existen dos importantes representantes de la novela contemporanea peruana estos serian MVLL y Arguedas.

Lo que yo me pregunto es porque uno (MVLL) se lee en medio mundo y al otro pues no se le encuentra mas alla del Peru y uno que otro pais en Latinoamerica. No lo se tal vez este equivocado.
Arguedas ha sido traducido al ingles? Se le conoce en Londres o en Los Angeles? Anagrama, Alfaguara, Plaza Janes o Seix Barral han editado a Arguedas? Hay libros de Arguedas en las librerias de Madrid, Sevilla o Barcelona? Se lee hoy dia a Arguedas en Alemania o en Francia?

Quien podria explicar porque un escritor si es Best Seller y el otro no? Entendiendo por supuesto lo de Best Seller no desde la perspectiva del marketing sino desde la perspectiva de esos libros de literatura que solemos encontrar en cualquier seccion de libros de ficcion serios de cualquier libreria mas o menos grande, fuera del Peru.

Anónimo dijo...

Y no sera que todos los pitucos, fresas, gomelos, come-mieldas de latinoamerica escriben igual?

Anónimo dijo...

Recorcholis!!!!!!
ta pulenta la discusion

Anónimo dijo...

Quiero precisar que la literatura peruana existe porque la historia peruana es diferente a la historia de otros países latinos, es esa diferencia precisamente-menor o mayor que las coincidencias- las que dan vida a una literatura peruana, ahora que existan coincidencias hacen que tambien aquellas literaturas de diversos paises converjan y haya una literatura latinoamericana. Entonces al momento de dividir las caracteristicas de un pais en coincidencias y diferencias-que existe esta claro¿y xq digo que existe? Xq el desarrollo de su historia no a sido el mismo-se esta hablando ya de una literatura peruana que yo no veo que este incluido en la latinoamericana, porque ese es mi modo de ver, y como se habran fijado yo tambien he caido en eso de que el mundo es una manera de mirar.

Las tradiciones son distintas, la manera como se desarrollo la historia de las naciones osn distintas, ahí nace la diferencia y con ella, entre otras conceptos, la literatura peruana.

Ahora que un autor como varga llosa pueda escribir conversación y la fiesta del chivo, es precisamente porque no estamos hablando de literatos peruanos, sino de literatura peruana. Y ni siquiera estamos hablando de la obra de tal autor, sino de literatura peruana, es decir de las particularidades, justamente de aquello que nos diferncian de los demas. Habla de bolaño tambien y de cómo los lectores extranjeros conocen solo de literatos americanos. Pero ahí esta hablando de literatos y no de literatura,

Pero el tema central del comentario es que la manera de mirar de thays carece de concordancia, y ahí esta el detalle como diría cantinflas, pues el dice que no existe la literatura peruana pero sí una literatura latinoamericana, que es mas o menos decir que no existe nada definido en en este mundo que todo es subjtivo, que todo es relativo, que todo es abstracto, — con lo cual nos estaría jodiendo la comunicación— y sin en cambio reelaborar y proponer un nuevo concepto de cualquier tema . Y si no hay diferencias o si esas diferencias son tan borrosas porque Entonces no decimos sólo que no existe mas que la literatura universal?, nos ahorraríamos problemas, si, pero como ya dije las maneras de mirar se irian al averno, junto con el individuo y su perspectiva.

Mientras haya libros literarios que hablen de suceso que pasaron en el Perú va a haber literatura peruana. Y esa es mi visión. La fiesta del chivo pertenece, por ejemplo, a la literatura dominicana. Y claro habra quienes digan que pertenece a la literatura peruana xq lo escribio un peruano, y otros que diran que el autor volcó sus vivencias “peruanas” y por eso es peruana y, por el tema, dominicana tambien, y seria valido uno mas que otro, claro, pero valido al fin… Pero sería volver a lo mismo y nunca acabar...

Este ha sido una expresión más no un punto de vista.

Mediador: “El apache Tévez”

Apelaez dijo...

De acuerdo señor Faverón. Basta mirar las blogosferas para sustentar su punto. A pesar de que los blogs no estan limitados por las fronteras nacionales o por las restricciones que impone la distribución en papel, curiosamente se agrupan en clusters nacionales. Su blog, por ejemplo, a pesar de ser escrito en USA y estar disponible en cualquier lugar del mundo, es leido principalmente por peruanos ¿O me equivoco?

Asimismo, su blog se inscribe dentro de un cluster de blogs peruanos en donde se citan y se comentan entre ellos con poca interacción con otras blogosferas (como la colombiana por ejemplo, de donde yo vengo).

Las fronteras, aun cuando dejan de existir, siguen condicionandonos berracamente.

Saludos

Gustavo Faverón Patriau dijo...

(Sr. Peláez: nos podría dar el dato de qué blogs literarios colombianos conviene visitar; sería interesante).

Apelaez dijo...

Faverón: En Colombia por alguna razón, los escritores y los críticos literarios prefieren concentrar sus esfuerzos en la prensa o en las revistas culturales, sin embargo, existen unos cuantos blogs literarios dignos de visitar:

El ojo en la paja. Camilo Jiménez, editor de la revista El Malpensante administra este blog literario dedicado a reseñar libros, fusilar apartes poco conocidos, y editorializar de vez en cuando sobre temas relacionados con la literatura. Este blog es tal vez el mejor de su clase en Colombia y las discusiones (en las que de vez en cuando participa uno que otro escritor local) son divertidas.

Margarita Valencia, directora de la Biblioteca Nacional, sostiene el blog Palabras desencadenadas. El contenido es muy bueno, pero su autora nunca comenta y la discusión es inexistente.

Martín Gómez, mantiene el blog El Ojo Fisgón en Barcelona, muy interesante, aunque su fuerte es el tema editorial más que el literario.

Anónimo dijo...

no se si tiene ya post archivados pero aveces me agobia ver que en un dia ud publica tres post como minimo, y de hecho eso es fantastico pues yo no lo logro, hay cosas tan gratificantse como leerte y eso ya me engancho.

un gran saludo

PVLGO dijo...

Sospecho que el fondo del asunto es que la gente tiende a confundir puntos de referencia con hechos rigidos e inmutables. Entonces cuando se rebelan contra una categoria en particular solo terminan cayendo en otra de la misma manera; tienen que seguir cayendo para llegar al fondo del asunto. Que se pronuncien los epistemologos.

Anyway, buen post.

Anónimo dijo...

QUÉ PASO CON QUIPÚ?

Anónimo dijo...

Yo no comparto la apreciación corta y directa hecha por Faverón sobre "Un lugar llamado Oreja de Perro", la última novela de Thays: "Pero si quieres una simple opinión: creo que es la mejor novela de Iván; que es una novela buena, sincera, madura, bien organizada, sentida, inteligente, muy personal, con un protagonista consistente e interesante". Habiéndola leído con atención, para mí su mejor libro sigue siendo "La disciplina de la vanidad" no tanto por reflejo de madurez literaria sino más bien, porque posee las cualidades de sincera y muy personal.

Anónimo dijo...

y no sólo qué pasó con QUIPU, sino con la estafa del club de lecturas, o es que en algún espacio alternativo-virtual lo están llevando a cabo?

schatz67 dijo...

Creo en la fuerza de las ideas cuando transmiten un visión distinta de la realidad o una interpretación distinta que rompe con lo monocorde.

Pero lanzarse a provocar con dos o tres ideas que pretenden ser ingeniosas o iconoclastas y no son más que caprichos gestados al interior de una autocomplacencia que se ha inflamado algo luego de un premio internacional habla más de una necesidad de atención que de un aporte genuino.

O sea, todo lo que pasó antes de mi llegada no existe, solo es susceptible de ser tomado en cuenta lo qe yo estoy haciendo en este momento o lo que estan haciendo mis congéneres o las personas que comparten conmigo esta manera de ver la vida.Tampoco existen Miguel Gutiérrez,Osvaldo Reynoso, Julio Ramón Ribeyro o Juan Gonzalo Rose,solo por mencionar algunos nombres.

La relación de amor - odio por el país se adopta como consecuencia de un exilio prolongado o un éxito sin precedentes que convierte a una persona común y corriente precisamente en un hombre de mundo.

Que yo sepa Thays nunca ha transitado por ambas aceras.Que se quede en la que actualmente ocupa:la grandilocuencisa¡¡