5.6.09

Auf Wiedersehen, Metatrash

¿Por qué no se puede dialogar con los metapolíticos?

Cinco posts y trescientos comentarios más tarde, quizá se acerque el momento de pasar a otro asunto. Un blog literario no debe vivir constantemente de mala literatura, de modo que va siendo tiempo de hacer un primer balance.

Detrás de quienes se llaman a sí mismos, alternativamente, "tradicionalistas" y "metapolíticos" se agazapa un canon intelectual dudoso en sus mejores momentos e indignante en los peores, que reúne lecturas seudo-históricas de la antigüedad clásica y de la edad media así como escritos sociológicos, económicos, políticos y esotéricos de intelectuales definidos por su proximidad al fascismo en diversos grados y variantes.

Generalizando, me referiré a quienes recogen y acogen este canon como "
metapolíticos y tradicionalistas seudo-históricos": para abreviar en siglas, los llamaré metatrash.

Para ser metódico, cabría agrupar a los intelectuales que influyen sobre los metratrash en tres ejes.

En primer lugar, están los intelectuales del totalitarismo, el autoritarismo, el decisionismo y ocasionalmente los del absolutismo. Casi siempre son antecedentes inmediatos del fascismo italiano, del nazismo y del nacional-bolchevismo alemán y ruso. En muchas ocasiones son fascistas confesos, más radicales que los partidos oficiales de su tiempo. Varios tuvieron roles cruciales en el nazismo durante los años de la segunda guerra mundial y el Holocausto. Otros fueron propiciadores del nazismo. De este primer grupo (Spann, Niekisch, Dughin, Sombart, Schmitt), los metatrash recogen las líneas centrales de un distópico pensamiento político.

En segundo lugar, están los autores esotéricos, propositores de un misticismo casi siempre vinculado con mitologías orientales e indoeuropeas. El tronco central de ese árbol es René Guénon, y, sobre todo, su explicación de la historia en términos de edades cuasi-míticas, nociones a su vez mistificadas en una propuesta de racismo espiritual en los escritos del italiano Julius Evola, ex-pintor dadaísta convertido en un no menos dadaísta historiador, activista antisemita y maestro de yoga. De este grupo, los metatrash recogen los elementos de algo a lo que quieren llamar metafísica.

En tercer lugar, está un grupo variopinto de autores literarios, definidos por al menos uno de lo siguientes dos rasgos característicos: o son adoradores de la guerra y de una violencia que con frecuencia llaman heroica --Céline, Mishima, Jünger (quien aparece en la foto junto a Carl Schmitt)--, o son constructores de mitologías distópicas alternativamente presentadas como una historia fantástica y microcósmica de la humanidad (Tolkien) o como un conjunto de relatos seudo-míticos pesadamente marcados por alguna variante oscurantista (Lovecraft).

Los tres grupos presentan coincidencias frecuentes: en todos ellos hay racistas (habitualmente, antisemitas); en todos ellos hay propulsores del totalitarismo (habitualmente, fascistas); en todos ellos existe la visión de la historia de Occidente como un descenso y una decadencia (habitualmente, esa decadencia la resolvería el "regreso" a una forma de orden arcádico representado, curiosamente, por una sociedad vertical de castas y/o estamentos dirigida por una élite gobernante autoinstituida: vaya Arcadia).

Los metatrash se definen siempre por negación y oposición: están
contra la modernidad, están contra la democracia, están contra la universalidad de los derechos humanos, están contra la igualdad social concebida en términos de libertades individuales.

Los intelectuales metatrash suelen (aunque no siempre) rehuír y rechazar el que los llamen fascistas, racistas o totalitarios; suelen aceptar, en cambio, la etiqueta de reaccionarios. Esto, que puede parecer ridículo --después de todo, reaccionario no es, tampoco, la etiqueta más bienvenida hoy en día--, no responde a una acuciosidad teórica, sino a una necesidad estratégica: bastante peor suena reclamarse fascista.

Confrontados con el hecho de que virtualmente todas y cada una de sus mayores fuentes intelectuales sean o bien fascistas, o bien nazis, o bien racistas, o bien totalitarias, o bien todas las opciones anteriores a la vez, los metatrash suelen responder con una de las siguientes dos alternativas: o dicen que todo ello es falso, sin considerar la evidencia y los hechos, o dicen que es verdad pero que no admiran a dichos intelectuales por ese motivo, sino por sus
demás aportes intelectuales.

Los metatrash se consideran a sí mismos marginales de una manera sui generis: se sienten el centro mismo lo que consideran la viga maestra de la vieja tradición euroasiática, depositarios de una verdad incontrastable, sobrevivientes de la decadencia de Occidente, y, dado que todo alrededor de ellos es caída, pérdida de valores y hundimiento del antiguo humanismo, ven su propia situación y su ideología como ferozmente antisistémica.

No cabe duda, claro, de que su postura es antisistema, y que eso los puede volver marginales en cierto sentido. Pero quiero hacer notar que la marginalidad de los metatrash no es similar en nada a la de ningún otro elemento marginal de la sociedad (y esta constatación, quién sabe, quizás los haga felices). Es decir, no son marginales por estar privados de acceso al poder: sin ir más lejos, más de un metatrash circuló por ministerios y hemiciclos durante el gobierno de Fujimori, más de uno conduce clases en aulas universitarias, en el Perú y en muchos lugares del mundo.

En verdad, entonces, no son marginales en el espacio (político) sino en el tiempo: para ellos, los últimos quinientos años de historia son parte de un descenso de la humanidad a los infiernos, al Averno de la modernidad, incluso a pesar de la evidencia de que sus propios discursos serían inexplicables si no se les entendiera como producto de la historia moderna (el romanticismo nacionalista, la reacción anti-revolucionaria, el fascismo, el nacional-socialismo, el imperialismo, y también, no hay que olvidarlo, el genocidio).

Esa marginalidad temporal es doblemente marcada, porque los metatrash se definen a sí mismos como buscadores de la reinstitución de un pasado que, a todas luces, jamás existió: una edad clásica perfecta en que el reino del bien ganaba su lucha contra el reino del mal (De Maistre), una edad dorada (Guénon), un medioevo caballeresco hecho de guerras santas inmaculadas y valores inmutables (Evola).

A eso se debe el rasgo conspicuamente omnipresente de su admiración por autores como Mishima, que quería reinstituir el código samurái en el Japón de la postguerra, o Tolkien, que inventó una edad media alternativa: incapaces de encontrar el "pasado" que idealizan en los libros de historia, lo buscan en las ficciones del delirio pasatista o en fábulas infantiles.

Ese mismo afán de legitimación de una ideas sin asidero los conduce a buscar el prestigio de los fascistas excepcionales a quienes el canon y la historia han recogido: aunque no lean nada más de poesía, leen a Pound; aunque no lean nada más de novela, leen a Celine y a Jünger: versos y ficciones donde el antisemitismo se ha salvado de la censura y el totalitarismo se ha consagrado como posibilidad.

(Poco les interesa que autores como Pound y Jünger sean, en sus exploraciones estéticas, en sus propias teorías de la tradición, en sus postulados artísticos, en su relación con las vanguardias, en fin, en sus obras literarias, motores activos y cruciales de la modernidad, incomprensibles fuera de ella).

¿Por qué es imposible dialogar con los metatrash? Porque ellos, aunque estén en el mismo espacio en que estamos todos, no viven en el mismo tiempo en que vivimos los demás. Porque cada razón que uno les dé la verán como corrompida por el aliento de la modernidad. Porque ellos no creen en sus ideas con la cabeza, sino con las entrañas y, por ello, ante cada razonamiento que se les oponga, pensarán, o creerán pensar: "no importa lo que digas tú, yo sé cuál es la verdad".

Y un caballero andante le cortará la cabeza a un gnomo y todo seguirá su marcha fantástica en la tierra de nunca jamás.

14 comentarios:

FANNY JEM WONG M dijo...

INTERESANTE POST
JEM WONG

Anónimo dijo...

QUEREMOS LITERATURA!!!

basta de metapolitica

A, R. dijo...

La prueba de que si se puede dialogar es el debate que va a sostener en agosto Daniel salas con Eduardo Hernando Nieto, y el que sostuvo éste último con Gonzalo Gamio.

Anónimo dijo...

Este post hubiese sido cómico unos cinco días atrás, cuando aún no quedaba claro si todo este show obedecía a una molestia efectiva con el fascismo o era, más bien, la obsesión enferma de alguien que dedica 24 horas al desprestigio de una persona. ¿Metatrash? Buen intento, pero el humor no es tu fuerte. ¡Mazal tov!

Anónimo dijo...

Kannst du eigentlich Deutsch sprechen? Eine Freundin von mir, die jetzt hier in Deutschland bleibt, hat mir diese Seite gezeigt. Ganz KRASS, wie du schreibst man! Besorg dir einen Maulkorb! Willst du nicht von anderen Perspektiven lernen oder was? Das Problem mit vielen Latinos ist, dass sie kein Diskussion fuehren koennen. Wenn du mehr von Schmitt, Evola (oder was weiss ich!) lernen willst, sollst du nicht die andere angreifen! Das ist echt kindisch man. An der Uni setzten wir mit verschiedenen Authoren auseinander... echt verschiedene. Man ist nicht schlecht, wenn man solche Authoren lesen will oder? Wer bist du man? Die Inquisition, die sagt, welche Buecher man nicht lesen darf?? verdammt!

Anónimo dijo...

Faverón está enamorada de Eduardo Hernando Nieto.

Anónimo dijo...

Como dijera Gonzalo Gamio:

“Me parece que muchos de los comentaristas del acerado post de Faverón (alineados en uno y otro bando) permanecen en la lógica del “desenmascaramiento ideológico”, y no avanzan en la discusión acerca de los fundamentos conceptuales o en las posturas políticas de tales ideologías; ambas partes se acusan mutuamente de ignorancia e intolerancia. Allí están los libros, disponibles para el que quiera leerlos, y analizarlos; de eso se trata la libertad de pensamiento. Allí están los propios textos de Hernando para examinarlos críticamente. No es suficiente señalar que manifiestan un “talante fascista”. Las etiquetas no equivalen a una refutación (y creo que es necesario pasar a la discusión racional, y a la refutación)”.

Eduardo Ramirez Manchego dijo...

Vaya, leyendo tu texto quiero decirte que todas las caracteristicas de esos (pseudo) intelectuales que llamas metatrash calzan perfectamente en uno más que en otros que se pasea en San Marcos enseñando Historia de la Filosofía Antigua I y II y vive en sus clases jactandose de que si él no enseña ese curso,nadie (absolutamente -nadie-) lo hara mejor que él en la universidad. Aunque esos son lios internos. Este profesor que se llama Fernando Muñoz Cabrejos, tiene al menos 20 años enseñando y su mejor época, (vaya que casualidad con tu texto) la paso en el decenio de Fujimori. Sus ideas son muy controversiales; como las apuntas muy bien, son: no cree en la democracia, es antiimperialista (aunque esto es válido para el 70 a80 % del profesorado ahí,así que no hay nada original en eso. Me refiero a la Facultad de Letras y CC.HH.); está contra la modernidad, derechos humanos (se burla muchas veces de las acusasiones que tiene Fujimori, adulandolo incluso cada vez que puede y recrimina la setencia que tiene). Además, es indudable que en tu calificación el profesor Muñoz esta entre los segundos "autores esotéricos", sin embargo, a este profesor le facisa Eliade, Nietzsche, Paniker, Vernant, Heidegger, Lindberg Colli... así que de repente faltan nombres, pero la esencia se mantiene. Buen post.

Anónimo dijo...

!QUE ACABE LA EDAD MEDIA, EL DESCENSO AL AVERNO DEL BLOG PUENTE AEREO; QUE VUELVAN LOS POST DE LITERATURA!

!VIVA EL RENACIMIENTO!

Anónimo dijo...

Muchachos, entiendan que Faverón debe de hacer terapia escrita para exorcizar sus cuentas pendientes con los jugadores de calabazos y dragones de la rotonda de letras que se juraban fascistas y eran sus rivales por el cf haya por los lejanos ochentas. Este debate no le importa a nadie, salvo a casi cincuentones que se dan la parte de ser fachos y antifachos en un Perú de Dina Paucar. Ubicaína.

Anónimo dijo...

Mezquindad pura la de los que le achacan al autor de los post enredarse en un tema sin interés. "Mezquindad" con todas sus letras. El acopio de información, el ejercicio de síntesis, es más que sobresaliente. Tomen nota de lo que significa comprender, y no basureen como buenos, burros.

Anónimo dijo...

El que basurea como bueno eres tú, anónimo destemplado. Yo llames a burros a todos los discrepantes, intolerante de polendas.

Anónimo dijo...

Y este sujeto se dice catedrático en USA? qué manera de pasear la bilis o una libido sin desfogar disfrazada de seudo discusion intelectual, cuando es un partido de patearle la canilla a un colega de la puc. Súper cómodo desde su refugio yanqui mientras aquí nos soplamos la II debacle de garcia y sus cuates...Ya, favi, a quien le estas haciendo el favor de hundir a hernando nieto? Y a cambio de qué. Más obvio que la patada, lo de evola y sus rollos esotericos es pura utilería nomás...no es que eras literato de cornel y estanford? mas pareces pandillero.Sorry, my boy, la caviarada agoniza y tu disparas tus flechitas desde parapente. Yaik!

Arón Sarmiento dijo...

Buen post.

Aunque pasaba a comentar por aquí un comentario sobre el profesor Muñoz. vaya si llegue tarde a la discución, aproximadamente 5 años.

Cómo dice Eduardo, Muñoz vive en la arcadia y es anti-modernidad, sus razones las esgrime continuamente en sus clases , que es anti-democrático no hay duda y que sus autores favoritos, que deja leer en clase son Eliade, Nietzsche, Paniker, Vernant, Heidegger, Lindberg Colli pero la pregunta que hago e sla siguiente. ¿Por qué a pesar de ser antimodernidad y, obviamente antiposmodernidad, vivir en la arcadia sigue dictando? La respuesta puede venir fácilmente por la parte de los "amarres" administrativos y docentes que son una práctica comun en las universidades peruanas , y a todo nivel institucional peruano. Pero yo me refiería más a esto, por que rayos sus clases, que se las concidere, misticas, chamánicas, o meras payasadas al final llegan a "convencer" o al menos dejarte pensando en que als cosas no estan tan bien que digamos. Posiblemente sea le pesimismo que imprimen autores como Sprengler o Cioran, o el excesivo regodeo con la "Decadencia occidental" o mejor dicho, en palabras de ese profesor "De la muerte del humanismo". A mi entender Muñoz muestras las contradicciones de la sociedad posmoderna, tanto exponiendolas en clases como en su pensamiento a veces "contradictorio", pensadas desde la misma tradición occidental, o siq uieren desde la arcadia. Acaso no es el reflejo de la la flexibilidad del discurso, auqnue el diga escapar con la ayuda griega del mundo decadente refleja más bien el mismo las contradiccione posmodernas. Ai al final todo es discurso y frases,haciendo énfasis en ele relativismoq ue hemos caido, según él como suele mencionar en sus clases, entonces con que criterio le juzgamos su pensamiento arcaico arcaizante. Y es justamente de lo que se rie. De éls e puede decir que el histriónico, raya lo cómico e incluso se le puede decir un que payaso lo pero si miramos un poco a los diferentes autores que tratan sobre la posmodernidad, no encontramos esto y en especial veamos al Perú, en los político, lo masificado y veremos de alguna manera un patrón similar. Aún así dejo constancia que en es aespecie de pensamiento "contradictorio" hay una lógica, la cual es la negación de la modernidad y su rechazo y asco a esta departe de este profesor. Ahora vuelvo a la pregunta. Por que rayos puede , al emnos por un breve tiempo, convencer o en otro caso, tener razón en algunos temas. Cada vez que le "atina" a algún suceso o mejor dicho escándalo político que aparece uno se dice si realmente solo hace un circo en clases pero que al final tiene un sentido agudo de la "decadencia". Cómo me decía un amigo de filo, se puede odiarle o quererle pero no ignorarle. Y que bien que tenía razón mi amigo, posiblemente lo que llegué a aprender en sus clases , catarsis como el jocosamente dice, es que no me fie de los discursos más elaborados, que desconfié del lenguaje, que es engañoso, que al final uno conoce a las personas por sus actos más no por sus palabras y discursos, más aún si se tratan de filosofías de las historia. A sus clases les agradezco no haberme comido tantos cuentos , por no decir mitos pues ahora le tengo un poco más de respeto a las creaciones "arcaicas" modernos y en Ciencia Sociales.