18.1.10

Haití

Mucho más cerca de lo que pensamos

A finales del siglo dieciocho, durante las laberínticas luchas que habrían de llevar a la independencia de la única república del planeta fundada por una nación de ex-esclavos tras una guerra emancipadora, Toussaint Louverture eligió un nombre peculiar para referirse a los soldados de su improvisado ejército.

Los llamaba sus "túpac amarus", sus serpientes de fuego, en quechua, en honor del héroe andino que le servía de inspiración: se dice que llegaron a ser cuatro millones de eventuales soldados, negros y mulatos, los que se plegaron a su ejército, en una lucha contra no uno sino tres imperios: el español, el francés y el británico.

Haití fue el país que recibió a Bolívar cuando su vida estaba amenazada desde varios frentes, en 1815. Y fue de Haití de donde el mismo Bolívar partió para iniciar la campaña de independencia de Venezuela, con dinero y soldados haitianos, cedidos a él con una sola condición: que una vez alcanzada la emancipación declarara la libertad de todos los esclavos.

Haití no es, pues, un insólito, extraño y satelital rincón de América Latina. Es una pieza crucial de su historia. Esos soldados haitianos que siguieron a Bolívar fueron la tropa fundadora de la independencia de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, y acaso ellos luchaban por una forma de independencia más rigurosa e inclusiva que aquella que perseguirían luego los ejércitos criollos.

Por supuesto, no sería necesario demostrar la relevancia de Haití en la historia del resto de América Latina; pero acaso recordarla no esté de más si sirve para incentivar a alguien a colaborar con la reconstrucción de ese país, el más pobre del hemisferio occidental.

Quienes quieran entregar dinero para las víctimas del terremoto en Port-au-Prince, la capital haitiana (hoy los expertos de la Comunidad Europea hablaron de la posibilidad de 200 mil muertos), pueden hacerlo a través de cualquiera de las instituciones listadas en la página web de la CNN.

Si lo hacen en el Perú, pueden también depositar sus donativos para la Cruz Roja Peruana en el Scotiabank (en soles, en la cuenta 009 010 201110461702 07; en dólares, en la cuenta 009 010 211110461711 06) o en el Banco Continental (en soles, en la cuenta 0011-0661-01-00032095 y en dólares, en la cuenta 0011-0661-01-00040241).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En Venezuela conocen muy bien esa gesta histórica de Haití para con Bolívar la cual es casi "vox populi" conocida por todos.Podemos también pensar en Haití un poquito con la maravillosa "El reino de este mundo" de Alejo Carpentier, que casi todos tus blogómanos conocemos.Un abrazo y happy new year,Gustavo. ¡Bota tu tijera y relájate un poco!Verás que te vamos a querer "a bit, a little more".
LAURITA MACEDONIA

Anónimo dijo...

En mi caso, yo no necesito (como será el caso de muchas otras personas) una razón como la que expones para colaborar con la devastada Haití. No se tiene que ayudar a un país por su rol en un proceso histórico, ni por ser pobre, sino porque se encuentra en un momento más complicado después de un desastre natural tremendo. Suficiente motivo para colaborar con él. En tal caso, otra razón que se podría exponer como la de su participación en la gesta independentista de Bolívar, es que deberíamos devolver la buena acción que hiciera Haití para con el Perú, puesto que ellos efectuaron donaciones y ayudaron económicamente a los damnificados por el terremoto de Pisco del 2007.