En mi calidad de padre...
La larga pausa de este mes en Puente Aéreo ha tenido el mejor de los motivos: el 16 de febrero nació mi hija Zoe, un buen tiempo antes de la fecha en que la esperábamos, como quien quiso adelantarnos la alegría a mí y a su mamá, mi esposa, Carolyn Wolfenzon.
Y, claro, Zoe nos ha hecho inmensamente felices y al mismo tiempo ha robado toda mi atención. Pero desde esta semana vuelve el blog a su ritmo normal, es decir, al ritmo al que me conduzca el azar, que, espero, no será muy diferente del que ha tenido en los (ya más de cinco) años anteriores.
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6.3.11
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16 comentarios:
Hombre, ¡felicitaciones!
felicitaciones, Gustavo
¡Felicidades!
Seguimos esperando :)
Ya sabes qué foto poner para que no la ojeen.
¡Felicitaciones por la nenita!
Seguimos esperando tus interesantes reflexiones :)
Sinceridad: nunca he sido optimista con el nacimiento de nadie, porque he visto que las personas no son las adecuadas para un recién venido o porque la situación no les permite criar adecuadamente a un individuo, pero aquí no creo encontrar ese caso y sólo me resta desearle mucha suerte y tesón para lo que verdaderamente significa ser padre. Felicidades y lo que decida el azar o destino.
Tendrá quince años en el 2026, a mediados de los locos años 20. Cuidado.
felicidades, maestro.
F.
Felicidades, Fav. Te queremos.
¡¡¡¡¡¡¡¡Felicitaciones!!!!!!
Qué bueno, por un momento pensé que fuiste a comprar cigarrillos.
Felicidades!!
wina cholo
Espero que no se te dé por escribir acerca de ello. Ya Enrique Planas cometió el error de mandarse con una suerte de "crónica confesional" faltando "clamorosamente" a la "verdad". Hablo de detalles nimios que un lector que es padre sí puede advertir.
Si le da por la chocera paterna, ignorémoslo; eso es lo que yo hago con las columnas de Bayly (quien padece de autochochera desde el día en que nació).
Felicitaciones
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