6.5.11

Perdón, Keiko


... pero no podía dejar de decirlo

Además, lo he dicho antes: de todos los motivos que se pueden esgrimir para no votar por Keiko Fujimori, el peor, el menos relevante, es que sea hija de Alberto Fujimori. Lo que no hay que perder de vista, la razón por la cual rechazarla a rajatabla es cuestión de principios, es que Keiko Fujimori es la perfecta heredera política de Alberto Fujimori y quiere gobernar con la misma mafia.

Los observadores políticos y los votantes comunes evalúan hoy, de distintas maneras, el perdón pedido por Keiko Fujimori, a nombre del fujimorismo, por los “errores” y por los delitos cometidos durante el gobierno de su padre. Antes de evaluar si es sincera o no, deberían verificar que haya pedido perdón en realidad. Yo estoy dispuesto a discutir con cualquiera que sostenga que sí lo ha hecho. 

Lo primero es la hipócrita (pero a la vez sintomática) proximidad con que habla de “errores” y habla de “crímenes”. Nadie nunca le ha pedido al fujimorismo que se disculpe por sus “errores”: nadie le ha pedido que se disculpe por un proyecto cultural que no dio en el clavo o por una política arancelaria que no funcionó. Esos serían errores. Se le ha pedido que pida perdón exclusivamente por crímenes y delitos, y ninguno de sus crímenes y sus delitos debe ser rebajado a “error”.

En el pobre fraseo de Keiko Fujimori, su padre sólo cometió, acaso, uno que otro “error”, mientras que otras personas, durante el gobierno de Alberto Fujimori, pero más allá de su conocimiento, cometieron crímenes y delitos. Eso es simplemente una mentira y su falsedad ha sido largamente demostrada en los tribunales, con sentencias hasta de un cuarto de siglo para el exdictador. Negarlo es uno de los pasos para la futura, y cada vez más cercana, liberación del delincuente.

Y lo otro es la insoportable levedad de las falsas disculpas, la generalidad con que Keiko Fujimori finge pedir perdón. Recordemos sólo dos o tres datos, para no abrumarnos con toda la miseria moral fujimorista: la dictadura de Alberto Fujimori asesinó inocentes, incluyendo ancianos y niños; llenó fosas comunes con cadáveres de estudiantes y profesores universitarios; esterilizó a más de doscientas mil mujeres sin siquiera consultarles o informarles, y en ciertos casos las condujo a la muerte por prácticas médicas inaceptables; el fujimorismo torturó; la dictadura de Fujimori robó 6 mil millones de dólares del tesoro público, durante los años más álgidos de la pobreza extrema, es decir, literalmente, mientras las personas a las que les robaba se morían de hambre en un arenal.

Estamos hablando de centenares de miles de peruanos con la vida truncada o arruinada. Keiko Fujimori, que en esos mismos años estudiaba en universidades americanas con un dinero cuya procedencia jamás ha podido explicar *, tiene el descaro abismal de querer cubrir todos esos crímenes con la sábana blanca de un “perdón” pedido en general y con la sonrisa a flor de labios, un autoindulto que el fujimorismo graciosamente se otorga, como si las víctimas de sus crímenes fueran caricaturas, espantapájaros y alfeñiques de los cuales se puede seguir burlando después de haberlas asesinado, arrojado a un hueco en la tierra, esterilizado forzosamente, dejado morir en la miseria.

Keiko Fujimori, la misma que se paseaba por las calles de Boston y Nueva York con plata extraída por su padre de un país menesteroso, la misma que silbaba mirando en otra dirección mientras su madre era mandada a torturar, la misma que juzga que la dictadura fue “el mejor gobierno de la historia del Perú” y que llama a su padre, “el mejor asesor que un gobierno pueda tener”, no le ha pedido perdón a nadie en absoluto. Cuando se habla de crímenes, el perdón no se pide en una charla de café televisiva con seudoperiodistas cabizbajos y con la mente en blanco, no se pide leyendo un teleprompter ni repitiendo de memoria las palabras que un consejero nos ha hecho aprender de memoria. El perdón se pide dirigiéndose a las víctimas, diciendo cuál fue el crimen, asumiendo la inmoralidad del crimen, la responsabilidad del crimen, y reconociendo la bajeza del crimen.

Keiko Fujimori no le ha pedido perdón a nadie; su padre tampoco; su asesor Vladimiro Montesinos tampoco; ninguno de sus lamentables comafiosos lo ha hecho. Seguramente no lo harán jamás. Si un día lo hicieran, los peruanos responderán, si quieren. Unos aceptarán las disculpas y otros no (por mí, francamente, pueden irse al infierno, ya que no a todos hay cómo meterlos a la cárcel). Pero hay un largo trecho entre darle nuestro perdón a quien lo pida y ofrecerle el país en bandeja al primer demagogo que finja pedirlo. Ningún país tiene por qué regalarse a una banda de delincuentes arrepentidos; mucho menos a una que ni siquiera se da el trabajo de aparentar el arrepentimiento.

* Por cierto: hay quienes quieren absolver de toda culpa en eso a Keiko Fujimori debido a su juventud de ese tiempo, a ser sólo una beneficiaria y no la artífice. Yo, que he pasado toda mi vida adulta ligado a universidades, desde que tenía diecisiete hasta hoy, no he conocido nunca a un solo estudiante que tuviera el descaro de alegar impunidad o inimputabilidad para sus actos en razón de su edad. Los hijos de los delincuentes no están obligados a acusar a sus padres, pero tampoco están obligados a vivir del botín. ¿Y qué piensan los fujimoristas acerca de la juventud de los estudiantes asesinados de La Cantuta?

...

17 comentarios:

Pepe dijo...

Cómo me gustaría que estos posts pudiesen ser reproducidos en un medio más masivo.

Totalmente de acuerdo con lo que dices.

Y también indigna la frescura de los medios que "venden" las disculpas de Keiko como un acto de valentía y de entereza.

juan alfaro dijo...

Yo se los envio a todos mis contactos en facebook >>>Gustavo eres el unico que escribe sobre Ollanta y Keiko con objetividad yo soy uno de los que tuvo que dejar el PERU por culpa de esos delincuentes y venir a empezar de nuevo en USA >>nosotros jamas olvidaremos el porque estamos aqui sin haberlo deseado>>>GRACIA GUSTAVO por estar ahi>>y escribircomo lo haces>>>

Basilio Ignacio dijo...

Màs allà de los grandes desacuerdos que pueda tener contigo, te felicito por la valiosa continuidad de los artículos sobre la verdadera naturaleza de la Hija del Ladrón, cómplice ella misma de todas las tropelías y actos delincuenciales de su padre.

La minoría de edad no es obstáculo para exculparla en absoluto, ese es un argumento ridículo y risible. Keiko Fujimori fue, es y serà FUJIMONTESINISTA.

Ahora interesadamente hay quienes dicen solamente FUJIMORISMO, cuando lo correcto es decir FUJIMONTESINISMO, sin ausentar al delincuente arequipeño VLADIMIRO MONTESINOS TORRES, socio y compinche del japonés.

Una atingencia: no fueron 6 mil millones de dòlares los que robò KENYA FUJIMORI/VLADIMIRO MONTESINOS y su pandilla.

El costo total de la corrupción de 1990-2000 es de CATORCE MIL MILLONES DE DÒLARES, el costo promedio anual es de 1500 millones de dólares.

Incluye lo que robó Kenya Fujimori, Montesinos e Inteligencia, Ministerios del Interior y Defensa, Caja de Pensión Militar, Fuerzas Armadas y sus Socios, Joy Way, Miyagusuku y sus socios, la recompra irregular de la deuda externa, las privatizaciones, el salvataje bancario (Wiese, Latino, NBK, Nuevo Mundo, etc).
Fuentes: Congreso de la República, Comisión Investigadora 2001, Manuel Dammert 2001, Transparencia Internacional, etc.


B.A.S.

Anónimo dijo...

Gustavo. Cumplo con informarte que todos tus posts sobre el espectro Fujimori que nos amenaza, circulan entre mis amigos, conocidos y posibles votantes por el no al retorno de esa porquería.El mérito es tuyo por la manera como resumes el sentir de muchos que se encuentran perplejos. Un abrazo.

P.D. Hay un sitio nuevo en internet, ANTIPRENSA que tiene buenos posts.

zeta dijo...

Muy cierto todo lo que se escribe, aunque me queda una cosa que me gustaría aclarar en mi cabeza: ¿cómo hubiese tenido que actuar Keiko para desmarcarse desde un principio de las acciones del gobierno? ¿No aceptando la educación pagada inmoralmente? ¿Defendiendo a su madre? ¿Estoy bien?

giacomo dijo...

Creo que Keiko Fujimori no ha planteado el perdón correctamente: los "errores" y "desaciertos" del gobierno de su papi no tienen nada que ver con anécdotas, sino con estructura. La corrupción y el daño a los DD.HH. era toda una maquinaría estructural listo para funcionar durante los tres periodos que gobernó su papi y los siguientes que las marchas y protestas lograron evitar.

Anónimo dijo...

baperdona, pero sólo alimentas el odio, la división, con quien deberías discutir es contigo mismo, la verdad es los que dicen ser intelectuales casi nunca sirvieron para nada, si quieres una demostración allí está vargas llosa. odio, divisiones, intolerancia, almas ruinosas, ideologos de de la violencia y el resentimiento, enemigos del alma humana; cuando deberían de buscar otras salidas, no las dan...

Anónimo dijo...

Asi es anónimo, hay que buscar otras salidas, como las que seguramente tienes en mente. A ver, siquiera danos una.

Anónimo dijo...

Escuche a Rosa Maria Palacios en la radio exculpando a Keiko sobre los miles que se gastaron en su educacion, que total ella no sabia, que si tus padres te pagaban la educacion uno no se pregunta de donde viene la plata...
Si fuera asi, una vez que ella supo de donde provenia ese dinero lo minimo que deberia hacer es devolverlo, al menos la matricula, como hacen tantos estudiantes gringos que se endeudan para pagar sus estudios.
Pero Keiko nunca ha hecho un gesto en ese sentido.

Anónimo dijo...

Lo tragico es que el 40% de los votantes de Lima estan con Keiko y el 53% de la clase A-B, como puede ser que la gente con acceso a una buena educacion y supuestamente a internet donde uno puede escapar de la propaganda que se ha convertido la prensa local, pueda ser engañada tan facilmente?
Luego se dan el lujo de llamar a los otros de ignorantes.

anatolebaptiste dijo...

Hola, qué tal? Me gustaría contactar contigo. Te dejo mi perfil en twitter es anatolebaptiste. Gracias. un saludo

Anónimo dijo...

Los Fujimori, Montesinos, Marthas Chavez, Ciprianis abundan en el peru. Es una cultura del atropello que la encuentras en todas partes. En todas partes te sale un maton, un bribon, un abusador, un mentiroso, un manipulador. Desde un policia sin verguenza, un chofer de combi abusivo... es el peru. Aceptenlo.

Tadeo dijo...

De acuerdo con usted, Faverón.
Alguna vez leí que Ortega decía algo así como que la ignorancia en estos tiempos no solo se había vuelto atrevida, sino también militante. En el fujimorismo, esa ignorancia se ha fusionado con corrupción, y luego hemos visto cómo los esquilmadores del país además de descarados han tornado en reivindicativos.
Yo no tengo hijos, mas gente cercana a mí sí los tiene y me sorprende que considerándolos yo buenas personas, esgriman el pragmatismo como disculpa para votar por Keiko. Siempre pregunto qué ejemplo están dando a sus hijos y, en general, a las nuevas generaciones de peruanos, ¿es que el Perú siempre encontrará justificaciones para la pudrición? ¿Los principios alguna vez tendrán calidad de tales en nosotros o siempre serán 'los secundarios'?

Por otro lado, dudo que alguien de la prensa haya creído en las disculpas de Keiko, sucede que es conveniente hacer ver que sí creen en ellas.

Anónimo dijo...

Según la ultima encuesta de IPSOS Apoyo, Keiko Fujimori lleva un
punto de ventaja sobre Ollanta Humala, aunque tres semanas atrás
había indicado que Humala iba 6 puntos por delante. Por supuesto
es físicamente imposible que, manteniéndose igual el porcentaje de viciados e indecisos, 1 millón de personas se hayan volteado
hacia el otro lado, pero hagamos de cuenta que los que estamos aquí somos ridículamente ingenuos y tomemos como ciertos esos datos. El caso es que no interesa quién gane, porque el 10 de abril, el 55% de la población le envió a los empresarios que hablan de que "al Perú nadie lo detiene" en su camino hacia el desarrollo el siguiente mensaje: No, gracias,
preferimos seguir siendo bananeros.
Pues, bien, los señores Romero, Brescia, Rodríguez y demás mandamases decidieron entonces hacer un trato. "Mira, chinita, a
nosotros no nos interesa que sueltes o no al delincuente de tu
padre y no te ofendas. Ahorita estás seis puntos debajo del cachaco. Estás frita, ¿ves? Pero el cachaco nos va a fregar la
existencia. El trato es este. Nosotros te ponemos a PPK, El
Comercio con Perú 21, canal N y todo, el Expreso, a Bayly, Jaime
de Althaus, Idice, hacemos que se voltee IPSOS Apoyo y todo lo que quieras, pero a cambio nos das lo que te pidamos en el Congreso y sin chistar, ¿entiendes? Si no, te sacamos, como a tu papi. Y sabes bien que eso es en lo único que nos podría apoyar Ollanta. Nuevas elecciones, y emtramos nosotros. Tómalo o déjalo." Y Keiko, por supuesto, lo tomó de buen grado. ¿Es que todo esto es una fantasía novelesca? Ahí están los despedidos de Canal N, ahí está la encuesta de IPSOS Apoyo con un millón de votos trasladados al otro lado en veinte días. Díganme dónde está la fantasía.
(continúa)

Anónimo dijo...

(...viene)

Hace una treintena de años, nuestra Chabuca Granda hacía un comercial para Aeroperú que era rematado por esta frase: "¡Qué encanto de gente!". Querida Chabuca, símbolo nacional, eso ahora realmente da risa. Tus intenciones eran tan buenas, no importaba que el comercial fuera para una aerolínea, o para la Inca Kola, la leche Gloria, pero realmente da risa. Porque el 55% de nuestra encantadora gente le ha dicho sí al atraso, al subdesarrollo, porque a la gente en el Perú no le interesa que haya videos que prueban que una mujer que está a punto de ser presidenta sea la cara visible de un grupo de criminales alevosos que se levantaron al país: el peruano solo escucha lo que se le quiere hacer creer. Y eso no tiene nada de encantador. Como tampoco tiene nada de encantador que el Perú sea un país con un grado de conciencia
cívica que solamente puede ser medido bajo cero, una nación de
coleros en comprensión de lectura y exportadores de Laura Bozzo y
Jaime Bayly: solamente faltaba una fecha mágica para que se manifestara el peruano promedio en toda su dimensión. Y esa fecha
fue el 10 de abril, que debería ser marcada en los calendarios
como el día en que realmente nos vimos como lo que somos: un Perú al que no lo salva nadie, ni como país, como nación, como sociedad, como proyecto. No lo salva ni la cara de un gordito simpaticón vendiendo el hecho de que nuestra comida es la mejor, ni un Premio Nobel de Literatura, ni una campeona mundial de box que, por cierto, va a votar por Keiko, ni los valses cojudamente optimistas que hablan de ricas montañas y hermosas tierras, del imperio del Sol, ni del orgullo que tengo de ser peruano o de que el indio será otra otra vez montaña y habrá fulgor en sus ojos. Porque si vamos a ser optimistas en un país al que se le hace creer que con el cachaco vamos a estar peor que Bolivia y Venezuela, cuando la realidad es que, luego de ver los resultados de la primera vuelta, es un hecho de que socialmente hablando ya estamos peor que Bolivia, Venezuela, la Roma de Calígula, la Uganda de Idi Amín o lo que ustedes quieran, yo prefiero terminar parafraseando a uno de esos queridísimos valses, pero con una frase fuera de contexto y con un sentido que, estoy seguro, no fue el que le quiso dar Polo Campos cuando la escribió : "Esta es mi tierra... así es mi Perú"

Anónimo dijo...

(...viene)

Hace una treintena de años, nuestra Chabuca Granda hacía un comercial para Aeroperú que era rematado por esta frase: "¡Qué encanto de gente!". Querida Chabuca, símbolo nacional, eso ahora realmente da risa. Tus intenciones eran tan buenas, no importaba que el comercial fuera para una aerolínea, o para la Inca Kola,
la leche Gloria, pero realmente da risa. Porque el 55% de nuestra
encantadora gente le ha dicho sí al atraso, al subdesarrollo, porque a la gente en el Perú no le interesa que haya videos que prueban que una mujer que está a punto de ser presidenta sea la
cara visible de un grupo de criminales alevosos que se levantaron al país: el peruano solo escucha lo que se le quiere hacer creer. Y eso no tiene nada de encantador. Como tampoco tiene nada de encantador que el Perú sea un país con un grado de conciencia
cívica que solamente puede ser medido bajo cero, una nación de
coleros en comprensión de lectura y exportadores de Laura Bozzo y
Jaime Bayly: solamente faltaba una fecha mágica para que se manifestara el peruano promedio en toda su dimensión. Y esa fecha
fue el 10 de abril, que debería ser marcada en los calendarios
como el día en que realmente nos vimos como lo que somos: un Perú al que no lo salva nadie, ni como país, como nación, como sociedad, como proyecto. No lo salva ni la cara de un gordito simpaticón vendiendo el hecho de que nuestra comida es la mejor, ni un Premio Nobel de Literatura, ni una campeona mundial de box que, por cierto, va a votar por Keiko, ni los valses cojudamente optimistas que hablan de ricas montañas y hermosas tierras, del imperio del Sol, ni del orgullo que tengo de ser peruano o de que el indio será otra otra vez montaña y habrá fulgor en sus ojos. Porque si vamos a ser optimistas en un país al que se le hace creer que con el cachaco vamos a estar peor que Bolivia y Venezuela, cuando la realidad es que, luego de ver los resultados de la primera vuelta, es un hecho de que socialmente hablando ya estamos peor que Bolivia, Venezuela, la Roma de Calígula, la Uganda de Idi Amín o lo que ustedes quieran, yo prefiero terminar parafraseando a uno de esos queridísimos valses, pero con una frase fuera de contexto y con un sentido que, estoy seguro, no fue el que le quiso dar Polo Campos cuando la escribió : "Esta es mi tierra... así es mi Perú"

Enrique Prochazka dijo...

Gustavo:

Te felicito, y mucho, por el valor de tus últimos posts. Aspirar a formar conciencia moral es la más fundamental de las tareas. Formarla verdaderamente en estos tiempos y lugares, dificilísimo. Creo que hay una lección en tu fervor y así la asumo. Bien sabes que juzgo que también hay cosas qué enmendar en el flaco papel de los intelectuales en este largo y penoso juego: pero este comment no es el lugar para discutirlas. Sólo quiero hacerte saber que lo que haces es imprescindible.

Un sincero abrazo,