Sale a la luz un libro que el poeta chileno
Enrique Lihn (muerto en 1988) había tenido
en mente desde principios de los años
setenta (Fotomontaje: gfp).
Gracias al esfuerzo de Matías Ayala, poeta chileno, doctorado en Cornell University, buen amigo mío y lector constante de este blog (cuatro de sus méritos mayores en la vida), está por aparecer en Chile, en edición de la Universidad Diego Portales, todo un libro de poemas inéditos, dispersos o poco conocidos de Enrique Lihn.
Una nota estridente estará en librerías, así, más de treinta años después de escrito y diecisiete pasados de la muerte de su autor. No se trata de una recolección de versos extraviados, sino de la reconstrucción de un conjunto que el notable poeta chileno concibió como libro, y que Matías ha vuelto a hilvanar hurgando en colecciones privadas y hemerotecas.
Aquí debajo el poema que da título al libro:
UNA NOTA ESTRIDENTE
La primavera se esfuerza por reiterar sus encantos como si
nada hubiera sucedido
desde la última vez que los inventariaste
en el lenguaje de la juventud, retoñado de arcaísmos, cuando la poesía
era aún, en la vieja casa del idioma, una maestra de escuela.
Y no hay cómo expulsar a los gorriones
de las ruinas del templo en que el suelo enjaulado,
león de circo pobre que atormentan las moscas
se da vueltas y vueltas rumiándose a sí mismo:
extranjero en los suburbios de Nápoles, arrojado allí por una ola de equívocos.
A esos cantos miserables debieras adaptar
estas palabras en que oscila tu historia
entre el silencio justo o el abundar en ellas
al modo de los pájaros: una nota estridente,
una sola: estoy vivo.
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