15.1.06

Cambio (y Letra de Cambio)

Se va un amigo y llega otro: Daniel Salas deja el blog Qaphqa, desde el cual generó discusiones sumamente interesantes, y no pocas polémicas, durante los últimos tres o cuatro meses.

El paso de Daniel por la blogósfera tuvo también consecuencias descontaminantes: fue Daniel, más que cualquier otro, el responsable de la desaparición del vergonzoso Aquiles Cacho y la moderación de algunos otros blogs. Daniel deja Qaphqa para dedicarse a su tesis doctoral y a la edición de la revista Letra de Cambio, en cuyo primer número viene trabajando.

(Letra de Cambio, por cierto, es el nombre con el que varios amigos de la Católica, en los ochentas, nos reunimos para varias cosas distintas, desde escribir y leernos poemas y relatos unos a otros, hasta jugar fulbito y, un par de veces, participar en las elecciones estudiantiles: ganamos el Centro Federado de Letras y quedamos segundos, si no me equivoco, en la elección para la Federación de Estudiantes, detrás de Izquierda Unida y por encima del Apra; pero quizá la memoria me traiciona).

Y en estos días ha abierto su propio blog, Impresiones, el poeta y periodista Alonso Rabí Do Carmo, que ha inaugurado su espacio con tres posts: uno sobre Robert Musil, otro sobre Borges y el nazismo y uno más acerca de un tema que hemos discutido aquí alguna vez: la diferencia entre la crítica literaria y el comentario de prensa (observaciones atendibles por venir de alguien que ha ejercido ambos oficios).

Y ya que estoy en esto, aprovecho para subsanar el error de no haber dado la bienvenida en su momento al blog de otro amigo, Fernando Velásquez (el Perro, para sus amigos bípedos). Su espacio se llama Notas Canarias, y, aunque ahora pasa por un momento de quietud, imagino que se reactivará pronto, cuando acaben las vacaciones de invierno en Estados Unidos (Fernando estudia un doctorado en la Universidad de Michigan, Ann Arbor).

41 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos datos.
saludos

Anónimo dijo...

"quedamos segundos, si no me equivoco, en la elección para la Federación de Estudiantes, detrás de Izquierda Unida y por encima del Apra". ¿De qué tendencia era su agrupación política?

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Era bastante peculiar, formada por gente de tendencias distintas. Estaba el mismo Daniel, que acababa de ser presidente del Centro Federado de Letras por la izquierda, pero también estaba Miguel Rodríguez, que había estado en la Federación de Estudiantes por un frente de estudiantes social cristianos.

Anónimo dijo...

Interesantes recuerdos. Pero no contestaste una pregunta de un anónimo que discretamente borraste sin explicaciones. Di, pes: ¿es cierto que Thays se burló de ti en una novela? Si mal no recuerdo, la novela era la Disciplina de la vanidad y habia tres críticos literarios a los que prácticamente insultaba. ¿En ti se inspiró para el crítico de revista de modas?

Fernando Velásquez dijo...

El anonimato puede ser una forma de la discreción. Pero también puede ser una manera de atacar irresponsable y cobardemente a quien sí da la cara. En esas andamos ahora, una vez más, con el "pasado político" (así, entre comillas) o con la cizaña de quien quiere ver en todo una narración en clave. Para qué-me pregunto-perder el tiempo con sandeces?

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Curiosamente, a veces uno borra un mensaje anónimo por su extremada chatura, o porque nada tiene que ver con la conversación, y el autor del anónimo cree que se le ha censurado por agudo.

(Recuerdo el caso del despistado anónimo que hace unos días amenazaba con contarle a mis colegas de la universidad que yo tenía un blog, como si mi blog fuera una actividad clandestina, y no una página pública que mis colegas pueden leer y comentar con interés).

En este caso, un anónimo descabellado me pregunta a mí en quién se inspira Iván para construir a uno de sus personajes y, encima, supone que tal cosa me puede incomodar. Vamos, vamos, piensa una pregunta más interesante y prometo responder.

Fernando Velásquez dijo...

(me había olvidado: gracias por la bienvenida y la mención. ya empecé el año en el blog.)

Anónimo dijo...

Espero que con el cierre del blog de Salas te des cuenta de una vez que el conservadurismo está en retirada, y que debes corregir tus posiciones para poder amoldarte a los vientos que corren. La caída de Qaphqa debe ser una lección para todos ustedes de cómo no se puede atacar impunemente a intelctuales democráticos sin obtener consecuencias que lamentar.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

La intervención anterior llegó por una fina cortesía de don Mario Moreno, Cantinflas.

Miguel Rodríguez Mondoñedo dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Anónimo dijo...

jajaja, claro, el famoso poeta multipremiado "MM", jajajaja

Miguel Rodríguez Mondoñedo dijo...

Una pena que Daniel no continúe con su blog, pero sus razones son comprensibles.
Gloriosos años los de Letra de Cambio en la PUCP. Espero que se repitan en la revista.

Daniel Salas dijo...

El anónimo de las 10:04 es bien gracioso. Habla de una "caída" sin darse cuenta que estamos sacando una revista, algo que espera ser más contundente.

Y sobre lo del "conservadurismo", habría que explicarlo mejor. Parece que por opciones "democráticas" algunos se refieren a las que se imponían por medio de la amenaza y la bomba.

Anónimo dijo...

O por medio de violaciones de derechos humanos por parte de algunos militares.

Daniel Salas dijo...

Es verdad. Eso demuestra que los antagonistas no eran muy distintos
y creo que esa es una de las ideas principales que se puede sacar del libro de Ricardo Uceda. Para convertirse en asesino o torturador, no necesitas ser alguien especial, simplemente una persona que piensa que eso es lo correcto.

Hacer pasar por agua tibia los crímenes de Sendero y condenar a los agentes del Estado es hipocresía. La idea de oponerse a la violencia ilegítima del Estado es, precisamente, que el Estado se mantenga en un orden moral superior. Si nosotros mismos nos convertimos en bárbaros, estamos empezando a parecernos al enemigo.

Mi único problema es que no estoy muy de acuerdo con la expresión "derechos humanos" (¿acaso hay derechos "no humanos"?). Yo preferiría decir "derechos fundamentales".

Daniel Salas dijo...

Gustavo:

A propósito de mi tesis, Vincent Barletta me acaba de pedir que escriba un blog que sirva como diario de ideas. De modo que todo indica que salgo de un blog para hacer otro, claro que de un tipo totalmente distinto. Así que quienes habla de la "caída" de Qaphqa están equivocados. Al contrario, ahora se trata de trabajar más y a vista del público, lo cual me obliga a escribir con mucha más responsabilidad. Espero que funcione.

Anónimo dijo...

"Hacer pasar por agua tibia los crímenes de Sendero y condenar a los agentes del Estado es hipocresía". Y más hipócrita aún (e incluso cómplice) soslayar u ocultar, no condenar, estos últimos crímenes.

Anónimo dijo...

"Así que quienes habla de la "caída" de Qaphqa están equivocados. Al contrario, ahora se trata de trabajar más". Total, ¿no que te ibas de los blogs por falta de tiempo y para escribir tu tesis y editar Letra de Combo? Algo hay que no nos quieres contar Daniel. Bien rara esa salida intempestiva.

Félix Reátegui dijo...

Lo de la "senderización" y "fujimorización" del discurso que había mencionado Daniel en su mensaje de despedida, queda perfectamente ilustrado en los mensajes anónimos y pseudónimos aquí reunidos. La "caída" de Qaphqa, una "rara" salida intempestiva, el "conservadurismo en retirada" y todas esas sandeces muestran que lo peor de ser sandio es que se promueve el aburrimiento general. Lo fregado es que hay que perder tiempo en responder para ponerle atajo, porque la idiotez es proliferante y autocomplaciente.

Fernando Velásquez dijo...

Flaco favor le hacen a la izquierda quienes creen representarla desde posiciones totalitarias en las que lo que cuenta son los críménes del otro y no los propios. Porque al reivindicar a Sendero -desde referencias brumosas y equívocas- se está reivindicando tanto su discurso (bastante mamarrachiento, dense el tiempo y lean "la entrevista del siglo" que anda flotando por la web) como la totalidad de sus crímenes.

El comentario de Daniel de las 2:15 es mesurado y lúcido, y comparto su condena de Sendero y de los agentes del Estado. Más aún, yo pienso que el Estado peruano está construido sobre bases ilegítimas. Toda soberanía se funda en la violencia y la injusticia, y eso es patéticamente evidente en lo que respecta al Perú. ¿Vamos a partir de esa constatación a pretender refundar un nuevo tipo de comunidad sobre las bases del asesinato selectivo y el más tozudo autoritarismo? Parece ser esa la dirección que orienta el comentario de las 11:04 a.m. "La caída de Qaphqa debe ser una lección para todos ustedes de cómo no se puede atacar impunemente a intelctuales democráticos sin obtener consecuencias que lamentar". Ese discurso es un remedo del que nos saturó durante los 80s y los 90s. Con carteles de ese tipo aparecían asesinados muchos cuyo único delito fue no estar de acuerdo. ¿Cómo define este sujeto sin nombre a un "intelectual democrático"? ¿Cuáles son las "consecuencias que lamentar"? Si se trata simplemente del cierre de un blog, pues parece que este tipo se toma las cosas demasiado a pecho. Si está hablando de otra cosa, pues que lo diga.

Ser de izquierda es algo bastante distinto, y experiencias no-autoritarias abundan. Claro, si piensan que "salvo el poder todo es ilusión" pues están jodidos. Justamente el poder es la ilusión más nociva de todas para una experiencia verdaderamente revolucionaria.

Daniel Salas dijo...

Araña:

Es increíble que haya que discutir contigo. Sí, se trata de trabajar más, pero en otro campo. Para los que ignoran el rigor y la especialización, eso les suena "raro".

Anónimo dijo...

Interesante, Daniel, que propongas "derechos fundamentales" en lugar de un supuestamente tautologico "derechos humanos", ya que dices que todos los derechos son humanos. Un par de preguntas: Y los derechos de los animales? Se sabe que los humanos somos animales, pero solo en las fabulas y mitos los animales son humanos. Asi que los derechos de los animales serian un ejemplo de derechos no humanos? O son derechos humanos animales? O son derechos no fundamentales? Por otro lado, el adjetivo "fundamentales" deriva de fundamentos y es primo de "fundamentalismo". Creo que no es una muy buena familia de palabras, dados estos tiempos de fanatismos de todo pelaje.

Fernando Velásquez dijo...

Para quien esté interesado en una crítica al concepto de "derechos humanos", hay un texto del filósofo italiano Giorgio Agamben que puede resultarles interesante:

http://www.egs.edu/faculty/agamben/agamben-we-refugees.html

Agamben también ha publicado un libro interesante sobre la distinción entre lo humano y lo animal: "L'aperto: l'uomo e l'animale" (Torino: Bollati Boringhieri,2002). Hay traducciones al español y al inglés: "Lo abierto: el hombre y el animal" (Valencia: PreTextos, 2005). "The Open: Man and Animal" (Stanford: Stanford UP, 2004).

Una crítica a tener en cuenta respecto de los derechos humanos es la de Gilles Deleuze. Quien quiera, puede leer sus declaraciones para Claire Parnet aquí:

http://www.generation-online.org/p/fpdeleuze10.htm

Tanto Agamben como Deleuze -dicho sea de paso- se encuentran lejos de simplificaciones binarias y de juegos de palabras inútiles. Probablemente le molesten a muchos (si es que al menos se dan el trabajo de leer y de entender).

Anónimo dijo...

Gracias , perro, aunque no hay necesidad de ladrar tras apuntar al hueso. Interesante y exagerada la posicion de Agamben, de igualar "refugiado", "denizen" y futuro humano tras el supuesto colapso de las Naciones-estado. De otro lado, la de Deleuzze es harto discutible: habrian "derechos de la vida" pero seria lerdo o hipocrita hablar de "derechos humanos"? Solo la "jurisprudencia" contaria? Vamos, ese si que es un malabarismo inutil y simplon. En todo caso, gracias por las paginas web.

Anónimo dijo...

¿"rigor y especialización"? Total, ¿no que te ibas de los blogs por falta de tiempo y para escribir tu tesis y editar una revista electrónica? El hecho es que te haz visto obligado a cerrar tu tienda por tolerar Aquiles Cachos Anónimos. Y los Anti Aquiles Cachos Anónimos te terminaron por hacer sentir lo mal de proponer ese tipo de jueguito pseudo intelectual disfrazado de posición neutral que promovía los más abyectos insultos contra gente que sólo se dedica a trabajar, ella sí, con rigor y responsabilidad. Tienes que dar un portazo y vociferar para no aceptar tu caída. Como editor ya estás desprestigiado. Ahora tendrás que buscar el ala protectora de El Comercio.

Daniel Salas dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Daniel Salas dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Daniel Salas dijo...

Al airado anónimo de las 6:10 p.m. Es increíble que no se entere de que escribir una tesis y editar una revista tiene que ver con el rigor y la especialización. Tal vez porque está acostumbrado a los por "críticos" y "poetas" ligeros que justifican la violencia sin un mínimo criterio ético. Por supuesto, el valiente anónimo que sale en defensa de no sabemos quiénes es incapaz de entender de qué se trata la disciplina crítica.

Tampoco le cabe en la cabeza que si tuviera un problema con los anónimos, me bastaría cancelar la opción. Pero ya he dicho que tengo que trabajar en otras cosas y, de hecho, desde la siguiente semana voy a trabajar en otros dos blogs. Uno de ellos se llamará simplemente "Aquinas and Ferrer", que comprendo que sea de interés para muy poca gente. Ya verán de qué se trata y comprobarán por qué me queda poco tiempo para otras tareas.

Anónimo dijo...

¿"que justifican la violencia sin un mínimo criterio ético"? ¡Quién habla!

Miguel Rodríguez Mondoñedo dijo...

Estoy en desacuerdo con la idea de que la expresión "derechos humanos" es redundante. Para empezar, la expresión "humanos" sí es restrictiva con respecto a "derechos" si empleamos la oposición todo-parte: hay derechos del ciudadano, del contribuyente, del cliente, etc; por supuesto, esos derechos son también humanos, pero no son derechos de todos los seres humanos. Por otra parte, es perfectamente legítimo el uso del adjetivo en función no restrictiva (la sangre roja, por ejemplo). En ese sentido, el uso de la expresión "derechos humanos" resalta el que se trata de los derechos que surgen por el mero hecho de ser un ser humano, algo que, en la vasta mayoría de los casos, no está sujeto a controversia (aunque ahí están los debates sobre los derechos del nonato). La expresión "derechos fundamentales" tiene el inconveniente de que no expresa cuál es el fundamento de los derechos---incluso podríamos hablar, por ejemplo, de "derechos fundamentales" del contribuyente, del policía, etc.

Anónimo dijo...

Me disculparás por saltarme de tema?
En la sección Opinión de El País, de este día viene un cometario de Vila-Matas nacido de uno de tus textos publicados en esta página: Ellink:
http://www.elpais.es/articulo/elpporopi/20060117elpepiopi_7/Tes/Plan/más/allá

Ruego disculpen esta irrupción. Víctor

Miguel Rodríguez Mondoñedo dijo...

Reproduzco el texto aludido
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Plan para el más allá
ENRIQUE VILA-MATAS
EL PAÍS - Opinión - 17-01-2006

Hace unos días, entré en un diario-blog peruano de carácter literario y ese blog me llevó a otro, y acabé entrando en un tercer blog, también peruano y literario, el del escritor Gustavo Faverón. Allí se decía lo siguiente acerca de un narrador peruano con apellido de jugador de fútbol polaco, Enrique Prochazka:

"Tengo una hipótesis un tanto agresiva sobre su falta de éxito comercial. Los textos de Prochazka exigen un lector entrenado y que maneje muchos referentes, y nunca tendrán ventas millonarias. Pero en el Perú nadie las tiene. Escribiéndole sobre todo a la intelectualidad, Prochazka reduce su público infinitamente. Pero si sus ediciones, pequeñas en cantidad, no se agotan, se debe a que ni siquiera nuestra intelectualidad está muy interesada en leer literatura demasiado inteligente".

Pensé en el aislamiento de algunos excelentes escritores peruanos que no cuentan con editoriales que les hagan cruzar fronteras. Y me demoré algo más pensando en lo que decía Ricardo Piglia en una entrevista mexicana en la que le preguntaban si se sentía a salvo de la tentación del éxito: "A veces digo en broma que el éxito es el gran riesgo de los escritores actuales, en el siglo XIX el fracaso era el problema".

Y bueno, algo más tarde olvidé todo esto, hasta que días después me encontré con la respuesta de Prochazka en uno de los blogs peruanos y leí fascinado: "Abrigo la teoría de que uno tiene éxito porque se agita como loco, o logra que los demás se agiten como locos por uno, o bien los demás lo obligan a uno a agitarse como loco. Según esta noción a mis textos les sucede lo que les sucede porque yo no me agito. De hecho, escribir estas líneas ya me parece acercarme demasiado a la visibilidad y al agitarse, si bien levemente. Prochazka reduce a su público infinitamente: sí. Y también el contacto con las personas. Vivo en una especie de distante Sydney del espíritu, que se llama Lima. Camino un sábado por la noche de Magdalena a Chacarilla, pasando por todos los sanantonios y centros culturales y cafés, y literalmente no conozco a nadie, y nadie me saluda ni conoce mi cara. Me borré en paz, hace años. Entro al Virrey lleno de clientes, compro un libro, dos libros, salgo del Virrey: nadie sabe quién soy. Me borré...".

Uno puede estar viviendo el momento más importante de su vida -sentir que se ha enamorado, por ejemplo- y pasar a pensar en una cosa diferente, lateral, pero tal vez remotamente entrañable; algo así como pensar en los hondos problemas de Bolivia y pasar a fijarse en un jersey. Y digo todo esto porque de la brillante reflexión de Prochazka sobre el éxito lo que realmente llamó mi atención fueron ciertos datos laterales: la aparición de nombres de lugares completamente desconocidos para mí (una realidad nueva) y el discreto encanto del recorrido sabatino de ese solitario escritor lejano. "De Magdalena a Chacarilla (...) Entro al Virrey lleno de clientes, compro un libro, dos libros, salgo del Virrey: nadie sabe quién soy".

Magdalena, Chacarilla, el Virrey.

Nunca había oído hablar de esos sitios que para Prochazka parecían muy familiares. Y me acordé de momentos inquietantes de algunos de mis viajes, me acordé de los crepúsculos en los que me he encontrado muy solo caminando por calles extrañas a mi vida, calles ajenas pero que al mismo tiempo potenciaban en mí la sospecha de que tenía un domicilio fijo desde hacía años en esa ciudad extranjera por la que caminaba. Yo tenía allí un domicilio y volvía a casa.

Magdalena, Chacarilla, el Virrey.

Y me acordé también de un día no muy lejano en el tiempo, de un día en el que, tras dos jornadas seguidas de parranda, desperté en casa a las ocho de la tarde y sentí -como no he sentido nunca- el temple puro y sosegado de una recién inaugurada vida convaleciente que intuí que, gradualmente y en pocas horas, me iba a conducir a una inquietante plenitud física. Era como si acabaran de prometerme un in crescendo hacia la recuperación total, una ascensión hacia un trampantojo de bienestar. "Nadie disfruta tanto de la vida como el convaleciente", escribió Walter Benjamín.

A la espera de aquella plenitud hacia la que ascendía mi estado de convalecencia, me puse a revisionar en vídeo una película que siempre he admirado (Eyes Wide Shut, de Stanley Kubrick), y muy pronto sentí un latigazo fuerte en esa escena en la que el protagonista -sin mucho convencimiento, más bien andando a la deriva- regresa a su casa por las calles de un Nueva York que en realidad yo sabía que era un gigantesco escenario montado en un estudio cinematográfico de Londres.

Sentí que era yo quien regresaba a casa por esas calles de Nueva York de cartón-piedra. A veces miraba hacia el horizonte y me decía: "Yo vivo por allí". Y me di cuenta de que mi secuencia literaria preferida venía siendo, desde hacía ya unos cuantos años, la de un hombre paseando por una ciudad para él desconocida, pero en la que sin embargo tenía un domicilio. Aunque a la deriva, el hombre caminaba en realidad siempre de vuelta a casa. No sabía exactamente quién era, pero volvía a casa, una casa que sentía suya, pero que del todo no lo era. Y me acordé de Walter Benjamín y su curioso método de investigación de la realidad, basado en el extravío y la deriva. Y estando en todo eso, me vino a la memoria la voz del cantante Van Morrison, mi músico preferido: una voz que siempre me pareció que representaba (tal vez porque la abarcaba) a la humanidad entera: la solitaria voz del hombre.

Esa inolvidable sensación de extrañeza y deriva volví a recuperarla días después cuando en una entrevista le preguntaron al escritor español J. A. González Sainz por qué vivía en Trieste y él contestó así: "Más quisiera yo saberlo. Y ese no saber es una buena razón. Me siento extraño aquí, extranjero, distante, y sentirse extranjero en el mundo creo que es una de las condiciones de la escritura, habitar el mundo de una forma un poco esquinada. Cuando regreso en tren ya de noche de mis clases en Venecia y veo al final del viaje las luces de Trieste allí en el fondo, como atenazadas a la espalda por la oscuridad de las montañas del Carso, con Eslovenia atrás y a la derecha la línea de las costas de Istria, y me digo "ahí está tu casa", "allí es donde vives", se me genera una sensación de extrañeza, de no pertenencia sino de paso, con la que me llevo bien y que creo que es fundamental para esa forma de vivir que es escribir".

Magdalena, Chacarilla, el Virrey.Nada más leer estas palabras de González Sainz, me dieron ganas de ir a la deriva por las calles de una ciudad para mí desconocida, pero en la que tendría allí mi único domicilio. Y me pareció saber que ese lugar podía estar en un enclave muy extranjero que me ayudaría a convivir mejor con mi voz estrictamente individual. Allí mi consigna propia podría ser la de seguir los pasos de un autor nuevo que saldría de mi propia piel y que habría pasado por muchas ciudades mestizas y ahora estaría viviendo en una ciudad sin límites ni fronteras, apremiado por la necesidad de llenar el vacío con nuevas palabras y convertirse en un autor distinto al que siempre fue: un autor que sería como un lugar, como una realidad nueva, como una ciudad inventada: un lugar donde uno pudiera sentirse plenamente anómalo, forastero, alejado, aunque con casa propia.

Ser un autor nuevo.

Magdalena, Chacarilla, el Virrey.

De día pasear por cementerios espectrales. Y por las noches escuchar mis pasos resonando en un decorado de cartón-piedra. La voz de Morrison como fondo. Y en la nueva vida ver pasar los trenes.

Y ser (como decía Kafka) un chino que vuelve a casa.

Anónimo dijo...

Vila Matas, sabe de literatura peruana porque ha andado varias veces por acá. En Cuzco principalmente.
Ojalá, siempre cortarán así las conversaciones.....

Anónimo dijo...

Solo un detalle para Daniel sobre la expresión "Derechos Humanos". Se usa esta expresión porque también hay otros derechos (no humanos, si se quiere) que, por ejemplo, le corresponden al concebido. Quien para el Derecho, es sujeto de derechos para todo cuanto le favorece. En Derecho, por más extraño que parezca, el concebido no es humano. Se considera a alguien persona (humana) desde su nacimiento y hasta antes de su muerte.

Saludos,

R.

Anónimo dijo...

Ojala se pueda encontrar una manera efectiva para que ese sujeto Paolo de Lima, no siga ocultando sus estupideces "anónimas", y continue inpunemente ensuciando el Blog, como lo hizo en el de Daniel.

Anónimo dijo...

Gustavo, nuevamente ataques gratuitos a las 2.00 PM

Anónimo dijo...

letra de cambio, cambio letra de, de cambio letra, cambio de letra

Anónimo dijo...

Hey,

Esto que dijo Vila-Matas: "Uno puede estar viviendo el momento más importante de su vida -sentir que se ha enamorado, por ejemplo- y pasar a pensar en una cosa diferente, lateral, pero tal vez remotamente entrañable; algo así como pensar en los hondos problemas de Bolivia y pasar a fijarse en un jersey."

Me ha recordado esto otro:

"When I'm sampling from your bosom
Sometimes I suffer from distractions like
Why does God cause things like tornadoes and train wrecks?"

Mmm.

ocraM dijo...

como un simple espectador de todos estos arañazos informático-literarios, ¿alguien me puede contar esa historia en la que Salas desenmascaró a Aquiles Cacho?

digo, just for the record.

Anónimo dijo...

Ocram:

Quien reveló la identidad de Aquiles Cacho fue Beto Ortiz en su columna de Peru 21. Creo que aun se puede leer el artículo de Ortiz en alguno de los apéndices de Con Ventilador.

Anónimo dijo...

Error: quien descubrió a Aquiles Cacho fue Daniel Salas. Lo hizo públicamente en el mismo blog Con Ventilador. Lo llamó por su nombre, Santiago del Prado, y Aquiles no supo qué responder y empezó a dar versiones torpes. Semanas después otro rastrero, Beto Ortiz, muy a su estilo, se atribuyó el descubrimiento en su columna de un periódico.