30.1.06

Los libros del milenio (seamos prematuros)


Imágenes de Yuyanapaq,
libro que queda asociado
en nuestra memoria con
el Informe final de la CVR.


Ya pasó la fiebre de los ránkings y no pude ganar siquiera el premio al peor crítico literario del país, abusivamente concedido a alguien que se ha preparado toda la vida para serlo. Pero casi en silencio apareció un ránking más:
Identidades, suplemento de El Peruano, publicó una pequeña encuesta, hecha a diez intelectuales (críticos de arte y literatura, poetas, historiadores, además de libreros), acerca de cuáles eran los libros peruanos más valiosos en lo poco que va del milenio (es decir, desde el año 2001).

Cada quien se inclinó, saludablemente, por lo que mejor conoce:
Ricardo González Vigil hacia la literatura, con cierta visible preferencia por la poesía de las generaciones del cincuenta y el setenta; Miguel Ildefonso por la narrativa, en la que ha incursionado auspiciosamente hace poco, sin olvidar, curiosamente, al grupo Neón, del cual él mismo formara parte alguna vez; Marcel Velázquez por la crítica académica y la teoría cultural; José Antonio Mazzotti por los estudios peruanistas, sobre todo los referidos a la colonia. El libro más mencionado, con amplia razón creo yo, es el Informe Final de la CVR, que tantos politicastros turbios y lamentables quieren hoy cuestionar.

Gladys Díaz, presidenta de la Cámara Peruana del Libro, aunque nombró tres o cuatro cosas interesantes, prefirió mencionar mayoritariamente los libros secundarios de escritores importantes (no La hora azul de Cueto, sino sus Valses, rajes y cortejos), o las novelas más superficiales de la década: Pudor de Roncagliolo, De repente, un ángel de Bayly; pero tuvo incluso selecciones más inverosímiles: Cocina peruana de Tony Custer, para mencionar sólo un ejemplo. Ojo, entendieron bien: es la presidenta de la Cámara Peruana del Libro... ¿Ahora empezamos a comprender un poco por qué marchan tan bien las cosas en nuestro mundo editorial?

(La lista completa de los libros seleccionados la transcribo como primer comentario en este mismo post).

Y bueno, ahora que ya nadie presta atención a los ránkings, y sin que persona alguna me lo pida, aprovecho para contrabandear mi lista personal. No es la sanción de un crítico ("comisario", preferirán decir algunos que aún no renuevan su jerga anacrónica). Es simplemente el ejercicio de un lector y una forma de agradecer a quienes escribieron estos libros imprescindibles. (Ya que rara vez se les nombra, me pregunto si estaré violando algún protocolo al mencionar, entre quienes confeccionaron el
Informe de la CVR, a mis amigos Eduardo González Cueva y Félix Reátegui, y a Carlos Iván Degregori, a quien hace poco tuve el gusto de conocer en Nueva York: a ellos mi modesta felicitación por su trabajo).

Mi lista, por supuesto, refleja también mi falta de lectura de algunos textos que intuyo importantes (no he leído
Musa mecánica de Lauer, ni Muerte en el pentagonito de Uceda, ni Falso teclado de Varela, ni he terminado Las máscaras de la representación de Velázquez; y lamento que la notable La fiesta del chivo de Vargas Llosa sea de unos meses antes del 2001. También lo es la versión en inglés del libro de De la Cadena, pero ya que la edición en español apareció recién en el 2004, la incluyo aquí). Ya después, seguramente, lamentaré haber olvidado algunos otros libros que debí enumerar.


a. El Informe final de la Comisión de la Verdad
b.
Un crucero a las islas Galápagos, de Antonio Cisneros
c.
Cinco segundos de horizonte, de Mario Montalbetti
d.
Del paganismo a la santidad, de Juan Carlos Estenssoro
e.
El perfil de la palabra, de Peter Elmore
f.
La hora azul, de Alonso Cueto
g.
El mundo en una gota de rocío, de Abelardo Sánchez León
h.
Indígenas mestizos: raza y cultura en el Cusco, 1919-1991, de Marisol de la Cadena
i.
Textos esenciales, de Gustavo Gutiérrez
j.
Rostros criollos del mal, de Gonzalo Portocarrero

17 comentarios:

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Esta es la lista publcada por Identidades:


RICARDO GONZÁLEZ VIGIL, CRÍTICO LITERARIO

• Celebración (2001). Jorge Eduardo Eielson.
• Falso teclado (poemario inédito incluido en Donde termina abre las
alas) (2001). Blanca Varela.
• Hospitalarias estrofas (2002). Carlos Germán Belli.
• El mundo en una gota de rocío (2001). Abelardo Sánchez León.
• La piedra alada (2005). José Watanabe.
• El mundo sin Xóchitl (2001). Miguel Gutiérrez.
• Biblia de Guarango (2001). Gregorio Martínez.
• Cuentos de extremo occidente (2002). Rodolfo Hinostroza.
• Fraicico, el esclavo sobre el toro ensillado (2003). Cronwell Jara.
• Un milagro informal (2003). Fernando Iwasaki.

MIGUEL ILDEFONSO, POETA Y NARRADOR

• La cacería (2005). Gabriel Ruiz-Ortega.
• Antología de Neón (2003). Héctor Ñaupari (comp.).
• El caníbal es el otro. Violencia y cultura en el Perú contemporáneo
(2002). Víctor Vich.
• Las máscaras de la representación (2005). Marcel Velásquez.
Neguijón (2005). Fernando Iwasaki.
• Guilherme. El koala que llegó por Internet (2005). Eduardo Chirinos.
• La piedra alada (2005). José Watanabe.
• La hora azul (2005). Alonso Cueto.
• Aroma de gloria (2005). Juan Morillo Ganoza.
• El goce de la piel (2005). Oswaldo Reynoso.

MARCEL VELÁSQUEZ, CRÍTICO LITERARIO

• Informe Final (2003). Comisión de la Verdad y Reconciliación.
• El Cusco, paqarina moderna (2004). Yazmín López Lenci.
• El discurso de la calle (2001). Víctor Vich.
• El perfil de la palabra (2002). Peter Elmore.
• Indígenas mestizos. Raza y cultura en el Cusco (2004). Marisol de la
Cadena.
• Musa Mecánica. Máquinas y poesía en la vanguardia peruana (2003).
Mirko Lauer.
• Los velos y las pieles (2003). Alicia del Águila.
• Rostros criollos del mal (2004). Gonzalo Portocarrero.
• Diversiones públicas en Lima 1890-1920 (2001). Fanni Muñoz
Cabrejo.
• Breve historia de la esclavitud en el Perú (2005). Carlos Aguirre.

VIRGINIA VÍLCHEZ, DIRECTORA DEL PORTAL LIBROS
PERUANOS (WWW.LIBROSPERUANOS.COM)

• El cuerpo de los Incas y el cuerpo de Cristo (2003). Carolyn Dean.
• Diversiones públicas en Lima: 1890-1920 (2001). Fanni Muñoz
Cabrejo.
• Historia del Perú contemporáneo (2004). Carlos Contreras y Marcos
Cueto.
• Hatun Willakuy. Versión abreviada del Informe Final de la Comisión
de la Verdad y Reconciliación (2004)
• La vida social de los números (2003). Gary Urton.
• Sexo en el antiguo Perú (2001). Federico Kauffmann Doig.
• El espía imperfecto. La telaraña siniestra de Vladimiro Montesinos
(2003). Sally Bowen.
• El cajón afroperuano (2004). Rafael Santa Cruz.
• Blanco y negro (2003). Carlos Herrera.
• Casa (2004), Enrique Prochazka.
• Templado (2004). Jorge Eslava.
• La soledad de los aviones (2005). Sergio Galarza Puente.
• Los puertos extremos (2004). Johann Page.
• Crónicas del silencio (2005). Nilo Tomaylla.

FERNANDO IWASAKI, HISTORIADOR Y NOVELISTA

• La fiesta del Chivo (2000). Mario Vargas Llosa.
• Los años inútiles (2002). Jorge Eduardo Benavides.
• Crónicas del argonauta ciego (2002). Carlos Herrera.
• Enciclopedia mínima (2004). Ricardo Sumalavia.
• El guardián del hielo (2000). José Watanabe.
• Un crucero a las islas Galápagos (2005). Antonio Cisneros.
• Libros extraños (2000). Luis Loayza.
• El amor en los tiempos del cole (2000). Lorenzo Helguero.
• Invisible Work: Borges and Translation (2002). Efraín Kristal.
• Corpus Barga: Fuegos Fugitivos (2003). Antología realizada por
Marcel Velásquez.

JOSÉ ANTONIO MAZZOTTI, POETA Y CRÍTICO LITERARIO

• Apologético en favor de Don Luis de Góngora de Juan Espinoza Medrano,
El Lunarejo (2005). Edición anotada de Luis Jaime Cisneros.
• Para decir al otro: literatura y antropología en nuestra América (2005).
Mercedes López Baralt.
• Inca Garcilaso: imaginación, memoria e identidad (2004). Christian Fernández.
• Rosa limensis (2001). Ramón Mujica.
• Brindis con el Inca (2004). Thomas Cummins.
• Monumenta limensis (2001). Juan Manuel Ugarte Eléspuru.
• Retrato de una ciudad en crisis (2001). Pablo Pérez-Millaina.
• Los inicios de la poesía castellana en el Perú (2001). Óscar Coello.
• Del exe antiguo a nuestro nuevo Polo. Una década de lírica virreinal
[Charcas 1602-1612] (2003). Alicia de Colombí-Monguió.
• El virreinato del Marqués de Castelfuerte, 1724-1736 (2000). Alfredo
Moreno Cebrián.

ROCÍO SILVA SANTISTEBAN, POETA

• Hatun Willakuy. Versión abreviada del Informe Final de la Comisión de la
Verdad y Reconciliación (2004).
• Yuyanapaq, catálogo de las fotografías de la Comisión de la Verdad y
Reconciliación) (2004).
• Muerte en el Pentagonito (2004). Ricardo Uceda..
• Colonialidad del poder (2000). Aníbal Quijano.
• Donde todo termina abre las alas (2001). Blanca Varela.
• Textos esenciales (2004). Gustavo Guitiérrez.
• El topo en su laberinto (2005). Vicente Santuc.
• Ya nadie incendia el mundo (2005). Victoria Guerrero.
• San Felipe Blues (2004). Bruno Mendizábal.
• Y las obras completas de Vladimiro Montesinos, esto es... En la sala de la
corrupción. Videos y audios de Vladimiro Montesinos (2002).

MIRKO LAUER, POETA Y PERIODISTA

• Cinco segundos de horizonte (2005). Mario Montalbetti.
• La hora azul (2005). Alonso Cueto.
• Lugares prácticos (2003). Emilio J. Laferranderie
• Vicios públicos (2005). Óscar Ugarteche (comp.)
• Un crucero a las islas Galápagos (2005). Antonio Cisneros.
• Atlas Perú (2005). Fernando Bryce.
• Las máscaras de la representación (2005). Marcel Velásquez.

GUSTAVO BUNTINX. HISTORIADOR DEL ARTE Y
DIRECTOR DEL CENTRO CULTURAL DE SAN MARCOS.

• Ante todo, destaco el heroico Informe Final de la Comisión de la
Verdad y Reconciliación (2003), acaso el libro más históricamente
significativo desde los Comentarios reales de Garcilaso y la Nueva
Coronica de Guamán Poma.
• Huando. Testimonio de un fracaso (2001). Charlotte Burenius y
Zózimo Torres.
• Del paganismo a la santidad (2003). Juan Carlos Estensoro.
Los libros editados por el Banco de Credito sobre el barroco peruano,
por un lado, y Los incas reyes del Perú, por el otro, con autores
tan significativos como Ramón Mujica, Natalia Majluf y Luis
Eduardo Wuffarden.
• La recuperación de la memoria, Natalia Majluf y Luis Eduardo
Wuffarden.
• Manuel Piqueras Cotolí (1885-1937): Arquitecto, escultor y urbanista
entre España y el Perú (2003). Edición a cargo de Luis
Eduardo Wuffarden. Francisco Laso. Aguinaldo para las señoras del
Perú y otros ensayos (1854-1869). (2003). Editado por Natalia
Majluf.
• Los cuerpos de los Incas y el cuerpo de Cristo: El Corpus Christi
en el Cuzco Colonial (2003). Carolyn Dean.
• Brindis con el Inca (2004). Thomas Cummins.

GLADYS DÍAZ. PRESIDENTA
DE LA CÁMARA PERUANA DEL LIBRO

• Permiso para sentir (2005). Alfredo Bryce Echenique.
• Viajes de perro (2005). Rafo León.
• Llámalo amor si quieres (2004). Toño Angulo.
• Entre la soledad y el amor (2005). Alfredo Bryce Echenique.
• Valses, rajes y cortejos (2005). Alonso Cueto.
• Pudor (2004). Santiago Roncagliolo.
• La tentación de lo imposible (2004). Mario Vargas Llosa.
• Selección peruana (2005). Varios autores.
• Cocina peruana (2003). Tony Custer.
• Perú, platería precolombina y virreinal. Editorial Unimundo.
• Perú. Tierra, aire, agua, fuego (2003). Renzo Uccelli, Marie Isabel
Musselmann.
• Neguijón (2005). Fernando Iwasaki.
• Cinco segundos de horizonte (2005). Mario Montalbetti.
• De repente, un ángel (2005). Jaime Bayly.

Tanque de Casma dijo...

Interesante que nadie rescate El paraíso en la otra esquina, pero sí la novela anterior de MVLL, La fiesta del Chivo.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

El paraíso en la otra esquina es una novela fallida, creo yo. Tiene grandes momentos pero también tiene grandes problemas. Uno de ellos es excepcional en Vargas Llosa: un problema de desbalance en la estructura de las historias. El relato de Flora Tristán se hace tremendamente repetidfo, cada capítulo se vuelve una variación cansada del anterior, meintras que, en cambio, el personaje de Gauguin (tengo la impresión de que inicialmente debía ser un personaje secundario) va acaparando los mejores esfuerzos de la narración hasta opacar a su contraparte. Aun así, temáticamente, incluso esa línea argumental de la novela parece entrar en un territorio similar al de El habladror (el ingreso del occidental en la cultura ajena) con menos lucidez y menos fortuna.

Tanque de Casma dijo...

Por similares motivos yo también pienso que La fiesta del Chivo es más rescatable que El paraíso en la otra esquina. Pero curioso que los que han opinado sobre los mejores libros del milenio coincidan con ese criterio.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Ernesto: La fiesta del chivo es del año 2000. La encuesta de Identidades se refería al nuevo milenio, que comenzó el año 2001.

Tanque de Casma dijo...

Gustavo
Sé que es del 2000, en tu post lo mencionas. Pero tú afirmas que la hubieras incluido. Iwasaki, a pesar de ello, la incluyó. De allí mi comentario.
Un abrazo
Ernesto

Gustavo Faverón Patriau dijo...

El mundo sin Xóchitl es otra cosa que intuyo valiosa pero que, lamentablemente, no he leído todavía; espero hacerlo cuando pueda.

Por su tamaño, por el tiempo que demanda, es el tipo de lectura que, cuando uno trabaja en la crítica profesionalmente, sólo se puede hacer cuando resulta muy cercana a lo que uno está investigando.

Carlos Gallardo dijo...

Creo que la encuesta peca de ingenua al asumir que "libro" es una categoría homogénea y que su sola mención puede susbsumir una variedad muy amplia de géneros. Por eso mismo, lo primero que sale a la luz son las desviaciones profesionales (literatos hablando de literatura, criticos hablando de critica, historiadores hablando de historia).

Un segundo problema se encuentra en la urgencia del anticipo: los libros no han tenido la rpercusión que deberían pero ya se intenta catalogarlos. Quizá las repercusiones mas importantes de un libro como el Informe final de la CVR se observen cuando una generacion haya sido formado bajo su versión de la historia. Entonces se podrá convertir en el fundamento de un país diferente.

Quizá podría intentarse una encuesta menos determinante, esta vez de acuerdo a los distintos géneros que engloba la escritura.

Félix Reátegui dijo...

El resultado fallido de “El Paraíso…” puede contener sugerencias interesantes respecto de “las reglas del arte”. Hay que recordar que Vargas Llosa tuvo entre manos ese proyecto durante años y fue postergándolo. Finalmente, cuando se decide a realizarlo, parece ser que ello ocurrió porque había encontrado en la historia de Gauguin un elemento que le permitía darle forma al libro con una técnica – no: una estrategia – de contrapunto. Al final, como muchos señalan bien, la historia de Gauguin se sostiene y es un logro artístico lastrado por la historia monótona, sin gracia, sin misterio, programática, de Flora.

¿Será que Vargas Llosa siempre tuvo, sin querer reconocerlo del todo, cierta concienca de que el asunto de Flora Tristán, aunque interesante en la libreta de apuntes, no era materia literaria fértil? Algo así como que su intuición artística era certera, pero su voluntad de escribir la historia a toda costa lo traicionó. Y, finalmente, triunfo de la intuición, la historia de Gauguin, que se apareció al final, fue la única que funcionaba.

Ivan Thays dijo...

Dice Mercurio que la crítica de Agreda a La Hora Azul "señala (...) defectos que no puedo dejar de ver". Me gustaría ver dónde están esos defectos. La crítica de Agreda a Cueto es prejuiciosa y superficial desde que declara que los "lectores peruanos" tendrían objeciones que el resto de lectores no tienen. Uno no escribe para lectores con adjetivos.

Luego dice: "la terrible brecha social queda reducida a oposiciones intrascendentes como whisky-cerveza, servilletas-palillos de dientes, pisos alfombrados o de cemento"
FALSO: aunque se describan los ambientes de manera costumbrista -cosa que no es un demérito en sí mismo-, la brecha social se establece en la fragilidad de la relación de Adrián con Miriam, y sobre todo con el hijo de ésta. Es en este honesto intento imposible de acercamiento donde podemos ver, con tristeza, que uno y otro no pueden superar las brechas culturales, sociales, económicas que los separan. Es como abrazarse, besar, hacer el amor a través de un vidrio.

"los testimonios sobre los aspectos más terribles de la violencia van quedando postergados"
FALSO: Los aspectos "más terribles" de la violencia no son las anécdotas de violaciones o secuestros, sino las secuelas, lo que queda de un país y de sus ciudadanos luego de que eso ha sucedido. Las terribles marcas en esas personas "sobrevivientes" (sobre eso, te recomiendo que leas el post de Kriando Kuervos sobre el documental Shoa). Y a esas secuelas, en el plano colectivo e individual, se dedica la novela de Alonso completamente.

"la relación entre Miriam y el comandante Ormache nunca es descrita, ni siquiera se nos dice cuánto duró (¿días?, ¿meses?)"
PREGUNTA: ¿en qué se modificaría la historia saber cuántos días o meses mantuvo secuestrada a Miriam? Y es falso que no la describa, sabemos mucho de cómo fue esa relación por los testimonios de los marinos y de la misma Miriam.

"Los importantes temas planteados tampoco alcanzan el desarrollo esperado, principalmente porque el autor da prioridad a lo emotivo sobre lo reflexivo"
FASTIDIO: siempre me ha molestado la vocación de algunos críticos de suponer que los lectores de sus reseñas tenemos conexión telepática con ellos. ¿Cuáles son paar Agreda esos importantes temas planteados no desarrollados? Si no los dice, cómo podemos deducir si realmente no están planteados. Para mí, los temas que plantea la novela (las secuelas de la violencia, el descubrimiento de uno mismo, el horror colectivo y personal, el viaje a la propia consciencia) están muy bien expuestos y resueltos justamente en la fallida historia de amor que él califica de "emotiva".

"La reiterada oposición entre la riqueza y frivolidad del mundo de Adrián (urbano, cosmopolita) y la pobreza y marginación del de Miriam (provinciano, andino) no conduce a ninguna parte"
FALSO, otro comentario para adivinos... ¿a dónde debería conducirnos? ¿debe Adrián irse a vivir a un pueblo joven, tomar las armas, volverse emerretista para que Agreda esté contento? ¿O entonces qué propone? Para mí, el regreso a casa luego de unos meses es una toma de posición dramática, fatalista. Esa es la "parte" a la que nos conduce esta reiterada oposición que jamás se resuelve.

"más que el sentimiento de culpa, el móvil del protagonista parece ser simplemente el temor al escándalo"
FALSISIMO, aquí es donde se demuestra la lectura superficial de Agreda, decir que a Adrián lo mueve el "temor al escándalo" es haber leído la contratapa y nada más. El "escándalo" es lo que menos le preocupa al intrigado y atribulado Adrián (a diferencia de su esposa y su socio) durante toda la novela. Adrián es un héroe trágico, movido no por la culpa sino por la necesidad de una revelación interior, como lo expuse con argumentos en mi comentario a la novela.

"Además, a partir del encuentro de Adrián y Miriam, el relato se convierte en un melodrama poco verosímil"
VERDAD A MEDIAS.- sí, es cierto, es melodramática, pero justamente por eso resulta tan convincente y verosímil como en Horacio/Maga, Darley/Justine/Clea, Van/Ada, Castel/Iribarne, Bloom/Molly, etc. Las historias de amor no melodramáticas solo existen en la imaginación de los críticos literarios soberbios y los lectores pomposos. En fin, quisiera que me nombren alguna historia de amor literaria que no pueda considerarse melodramática...

"Mientras algunos escritores limeños comienzan recién ahora a abordarlo -con la superficialidad y el efectismo propios de toda moda literaria"
PREJUICIO.- Es decir, si antes no has abordado el tema ahora no tienes derecho a hacerlo, porque si lo haces es por moda y efectismo (lo dijo con L.F. Chueca) Me pregunto en qué registro y en qué fecha límite tenía uno que inscribirse para tener "derecho" a escribir sobre sendero o lo que sea. Y me pregunto en voz alta: si yo, el de Frances farmer y e de Busardo, el nabokovniano, el "cosmopolita esteticista light", decido escribir sobre sendero me considerarán "oportunista" antes de saber siquiera el título del libro... jajaja.... porque si es así, nada me gustaria más que provocarles una patada al hígado y escribir una novela que se llame "La verdad sobre la violencia en el Perú y el ombligo de María"... ja!
En fin, el amable Ágreda se parece en este comentario, injustamente para su talento ojo, quiero subrayarlo, al inefable loquito Leo Zelada.

Saludos

IVAN

Ivan Thays dijo...

Por lo que veo, con el ejemplo de Borges me descalificas por ser amigo de Cueto y no por mis argumentos. No importa que me haya ocupado medio blog de gustavo en dar mis argumentos para desestimar todas las objeciones de Agreda a La Hora Azul -objeciones que tú decías compartir ("reseñas independientes, como la de Javier Agreda, señalan en la Hora defectos que no puedo dejar de ver")... no, no importa eso... la conclusión es: Thays es amigo de Alonso y, por tanto, todo lo que diga no puede ser tomado en cuenta.

¿Es eso un prejuicio o estoy equivocado? Y un prejuicio ¿no te convierte a ti en un comentarista poco independiente y arbitrario a la hora de evaluar la independencia de los demás?

Por otra parte, te recuerdo que el blog de Aquiles Cacho no murió cuando Beto Ortiz dijo quién era el autor, sino cuando Daniel Salas demostró lo insustancial de sus críticas y sus burlas contra Agreda por un error al citar a Borges. Cuando salas les propuso discutir seriamente a Borges ellos no dieron la talla. Es fácil descalificar, Mercurio, lo realmente complicado, lo serio y honesto, es discutir seriamente.

No me sorprende, la verdad. Pero es una lástima. Por tu pedido a Gustavo ("me gustaria que nos explicaras los méritos resaltantes de La Hora azul de Cueto") pensé que querías discutir la novela de Alonso. Pero si dices que ves efectos pero que "no (los) voy a señalar" entiendo que no estás tan dispuesto al diálogo como parecía sino al menosprecio en forma de frasecita mezquina y perdonavidas: "buena, aunque no excepcional". ¿Eso es todo lo que puedes decir de esa novela? ¿Qué significa esa frase? ¿Es eso todo lo serio, objetivo, inteligente, que puedes decir? ¿Estás probando el nuevo sabor de un helado o leyendo un libro?

¿Es con frases como ésa, y descalificaciones con apellido como las que me haces, como pretendes que la intelectualidad se convierta en un bien público como dices en el post de abajo?

En cuanto a eso de la vaca, no entiendo por qué no firma con su nombre si pretende ser tomado en serio. El anonimato no garantiza objetividad sino impunidad. Si Leonardo Aguirre hubiera firmado como "la vaca" ahora él, como autor, no podría ser juzgado con la severidad con que se le juzga y quizá hasta pasaría inadvertido. Al menos él tuvo la coherencia de firmar con su nombre y exponer la cara. Pobrecito de aquel que quiere ser un crítico riguroso y le da miedo firmar con su nombre para que "la mafia" no lo mire feo...

Saludos

IVAN

Ivan Thays dijo...

Dices que yo hago:

"algún elogio sobre la prosa + otro sobre la sensibilidad (sea lo que esto sea)+una apelaciòn a la verdadera literatura (la única, que reposa junto con el Coràn en el mundo de las ideas platònicas)+otro elogio sobre la belleza de la prosa"

No veo nada ni la palabra sensibilidad, ni apelación a la verdadera literatura, ni elogio a la belleza de la prosa, en el comentario que puse para exponer por qué la crítica de AGREDA que tú alabaste (aunque luego retrocediste) me parece mala. Si no quieres discutir y prefieres caricaturizarme, estás en tu derecho, pero no seas conchudo en decir que mis críticas están mal escritas o que "impide a priori" la discusión.

En fin, más allá de tu palabrería, señor Transuránico, mis argumentos concretos sobre la novela están ahí expuestos y los tuyos no. Lamentablemente para ti, absolutamente todos los que leen este blog pueden verificar eso. Lo demás son solo descalificaciones prejuiciosas.

Por otra parte, no sumes la MANIPULACION a la COBARDIA de ser un provocador anónimo. En ningún momento he "admitido" que mis "antipatías y simpatías personales" guían mis apreciaciones.

¿A quién pretendes sorprender?

Ivan Thays dijo...

En fin, estaba esperando tu respuesta para terminar con esto: para mí las cosas están claras y no pretendo seguir cayendo en el ridículo de tratar de convencer que no soy prejuicioso ni me guío de mis antipatías a la hora de juzgar libros, ante un ANONIMO que es, justamente, prejuicioso, poco objetivo y se guía por sus antipatías a la hora de (des)calificar mis comentarios sobre libros.

Lo mismo con lo de la vaca. He visto que sembraste su dirección varias veces aquí y en el blog de aguirre y, siendo ambos anónimos, no me queda sino pensar que el reseñista que propones como paradigma de objetividad eres tú mismo o un amigo tuyo. Vaya ejemplo de objetividad. Y eso es, efectivamente, una conchudez.

En fin, sigue diciendo lo que quieras que no responderé más a tus provocaciones. Si tienes algo que decirme, da la cara y no te excuses en ridículas acusaciones sobre "mafias literarias" que solo sirven para justificar frustraciones personales al descubrir -con espanto- que el libro de uno no tiene "la difusión que se merece".

Sin embargo, esta discusión no ha sido inútil. Ayer un grupo de amigos (sí, esos mismos Mercurio)decidimos, en medio de una ardua sesión de winnning, crear un blog donde haremos comentarios críticos de las reseñas literarias publicadas en el Perú y en el extranjero. Se llamará Bata Japonesa. Es lo que vengo diciendo desde el principio, ningún prejuicio, ningún seudónimo y ningún golpe bajo puede quitarnos el entusiasmo por la literatura.

Adiós Mercurio

IVAN

Javier Ágreda dijo...

Es interesante que el comentario de Iván Thays a mi reseña de “La hora azul” resulte mucho más extenso que la propia reseña. Lamentablemente, Thays cae en los viejos vicios de las polémicas literarias en nuestro medio: saca una frase de contexto, la interpreta de la manera más absurda y caprichosa, y después responde a esa interpretación suya. Un ejemplo, que no tiene nada que ver con la novela de Cueto (para que no se crea que tengo algo personal contra el autor). Sobre el actual interés de ciertos escritores por el tema de la violencia política, Thays cita de mi reseña:

“Mientras algunos escritores limeños comienzan recién ahora a abordarlo -con la superficialidad y el efectismo propios de toda moda literaria"

Cualquier lector entiende que lo que se critica no es que esos escritores aborden el “tema”, sino que lo hagan “con la superficialidad y el efectismo propios de toda moda literaria". Thays, lector entrenado e informado, entiende lo contrario y se pone a hacer burlas de esa interpretación suya. Esa misma estrategia, retórica y llena de falacias, es la que emplea a lo largo de todo su comentario, que no voy a responder punto por punto, aunque podría hacerlo. Tampoco voy a responder a las burlas y comparaciones ofensivas. Respeto a Gustavo Faverón y no quiero ensuciar su blog con ese tipo de cosas.

Carlos Gallardo dijo...

Iván,

El empleo de seudónimos es una tradición de larga data en la historia de la literatura y la crítica. Muchos de nuestros principales escritores se valieron de seudónimos para reseñar libros en la prensa sin perder la objetividad y la cordura que demanda un trabajo como tal.

Por lo tanto, no veo por qué tanto ensañamiento con un reseñista reciente como la tal "vaca profana" que según tengo entendido solo ha sacado una reseña y no ha ofendido a nadie. Ojo: no es lo mismo usar un alias para insultar a los demás que emplearlo para presentar un texto correctamente argumentado sin develar su verdadero nombre, quizá por timidez, quizá por modestia. En particular, yo no estoy de acuerdo con la "vaca" pero respeto su capacidad de análisis.

Ivan Thays dijo...

Agreda, como sabes bien en las revistas y diarios nos ponen un límite muy estrecho en cantidad de palabras. Algo que nos afecta a ambos. Felizmente eso no pasa en los blogs y por eso pude extenderme.

Pronto publicaré, con un grupo de amigos, un blog dedicado a la discusión de las reseñas literarias en el que pondré como primer post este comentario a tu reseña a Cueto. Tendrá acceso a comments, con filtros para evitar malcriadeces obvio, así que te invito (ya que no quieres abusar del blog Gustavo, y con razón porque yo también me averguenzo de aprovecharme) a que pongas ahí con total confianza tus reparos a mis reparos, punto por punto si deseas, por más extensos que sean. No creo que mis comentarios a tu reseña sean verdades absolutas, pero sí convicciones de un lector, por eso me interesa discutirlos (y qué mejor que con alguien que no utiliza un seudónimo para decir lo que opina).

En cuanto a lo segundo, sobre mi frase descontextualizada, créeme que siento alivio de haberme equivocado según lo que afirmas. Y me alegra sinceramente que no seas un intransigente como Zelada y otros loquitos que piensan que si no marchaste en los 4 suyos no puedes hablar de política en tus libros.

Espero que en un futuro puedas también, si quieres, darme una lista de algunos de esos libros de última moda que hablan del tema de sendero "con con la superficialidad y el efectismo propios de toda moda literaria". Solo entonces podré saber realmente a qué te refieres y juzgar lo acertado o no de tu comentario.

Saludos

Iván

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Cierto. Ahora que Iván lo menciona, a mí no me queda muy claro cuáles son los libros y cuáles los escritores ("limeños", para mayor precisión) a que aludía Javier Ágreda, aquellos que abordan el tema de la violencia política sólo recientemente y que lo hacen con "la superficialidad y el efectivsmo propio de todas las modas literarias.

Dicho sea de paso: bienvenidos al blog Gallardo, Iparraguirre, Ágreda y los demás escritores y críticos que se han decidido esta semana por incursionar en Puente Aéreo. Ojalá lo hagan con gran frecuencia y, descuiden, el blog está abierto para TODO lo que quieran discutir.