23.7.06

Herbert Morote: extraña costumbre

Soy de los poquísimos peruanos que han leído alguna vez un libro de Herbert Morote (izquierda), el casi desconocido escritor que hace unos días acusó de plagio a Alfredo Bryce. Ahora, Bryce, a la vez que niega la acusación, hace notar la extraña costumbre de Morote de asegurar que es gran amigo de ciertas personas para, acto seguido, clavarles un puñal en la espalda, en una actitud que por un lado parece de frustrada emulación y, por otro, un simple ardid publicitario.

El libro de Morote que leí se llamaba Vargas Llosa tal cual, y era una aburrida y desorganizada serie de ataques al escritor arequipeño (a quien, sorprendentemente, llamaba su gran amigo). Copio aquí, como curiosidad, la reseña que escribí aquella vez, publicada en la revista Somos hace unos siete años.

Morote, por cierto, luego de aparecida la reseña, pidió una entrevista que le fue concedida y que la revista, luego, decidió no publicar (por falta de interés). A raíz de ello, Morote colocó en Internet una versión de esa entrevista en la que aparecían sus respuestas pero, lógicamente, no aparecía ninguna repregunta, porque jamás se terminó de hacer la entrevista. Se atribuía por ello algo así como una victoria en un debate que sólo existía en su cabeza y en su afán de notoriedad. Un personaje singular.

Vargas Llosa: tal por cual

Por GUSTAVO FAVERÓN PATRIAU

Escribir en contra de Vargas Llosa es, a estas alturas, un deporte nacional, un ejercicio frecuentísimo y, por supuesto, todo un género de literatura. Su cultor más reciente es Herbert Morote; el título de su agravio, Vargas Llosa, tal cual.


Herbert Morote ha leído mucho a Vargas Llosa, pero lo ha leído mal. Escribe acerca de él como escribiría un feligrés sobre un gurú que le falló, y acerca de sus obras como lo haría un viejo católico embravecido sobre los libros apócrifos de la Biblia. No comprende —o prefiere olvidar— que difícilmente puede alguien aproximarse a una pieza literaria con los ojos inyectados, dispuesto a avasallar a patadas y cabezazos cualquier cosa que en ella se diga y aun así comprenderla, evaluarla, meditarla, censurarla y esclarecerla.

Escribe un prólogo previniendo al lector sobre lo absurdo que sería culparlo —a él, a Morote— de envidia, de un vano afán destructivo, de un parricidio inmotivado, y luego embiste, en sesenta mil palabras, con ataques, parricidios y destrucciones no sólo gratuitas hasta el delirio sino profundamente inútiles. ¿Qué se aprende de su libro? En principio, nada referido a Vargas Llosa, porque los descubrimientos sin fundamento, los cocachos atrabiliarios y los destapes inconsistentes que el autor desliza no cargan el menor interés.

Pero se aprende mucho sobre Morote. En principio, nos enteramos de que este supuesto estudio suyo sobre El pez en el agua no inaugura ningún camino para el comentario literario, ninguna vía crítica, de hecho no nos permite abrigar ninguna esperanza sobre la aparición de una voz en el debate cultural (el tono de Vargas Llosa, tal cual se aproxima más, lo digo sin inquina, al de un talk show de media noche). También comprobamos que no es fácil hablar de teoría literaria cuando se sabe de ella tanto como sobre las formas de vida en Ganímedes: se puede acabar por confundir una idea vargasllosiana (cuyo origen se remonta a Goethe, al romanticismo y al Sturm und Drang, por lo menos), como es la teoría de los demonios del escritor, con una suerte de urdimbre mefistofélica destinada a dañar a nuestros semejantes -tal parece ser la insólita interpretación de Morote-; se puede caer en enojosas contradicciones, incluso al tocar temas elementales para quien emprende la escritura de un ensayo, como cuando el autor desbarra acerca de qué cosa es ficción, qué es biografía, qué autobiografía y qué cosa es una memoria.

Y cuando eso no se tiene claro -lo que de por sí no sería poca cosa-, uno corre el riesgo de malgastar sus más encomiables esfuerzos disparando sobre la sombra de un blanco y no sobre el blanco mismo: Morote no sabe bien qué tipo de libro es El pez en el agua, no ha notado que la factura de la obra es arbitraria, que su construcción es demasiado buena para que su historia sea estrictamente cierta (demostrar lo obvio nunca es un buen ejercicio), que El pez en el agua es uno de los libros que más delicada y agudamente cuestionan la certeza de los límites entre literatura testimonial y ficción, entre memoria y novela, entre crónica e invención; piensa que está siendo un puntilloso semiota genettiano cuando despliega sus glosas sobre el texto de Vargas Llosa, y en verdad sus interpretaciones tienen el resabio de un curioso examen oral rendido por un aprendiz de psicoanalista, sobre un paciente que no se conoce. El pez en el agua es uno de los más importantes libros de la literatura peruana en la última década; este tomo de Morote, literatura biliar y sorprendentemente enardecida, no trata en verdad acerca de él, trata sobre otro libro, que existe sólo en la imaginación del circunstancial crítico.


9 comentarios:

PVLGO dijo...

Hace poco leí “Vargas Llosa, tal cual”, después de bajarlo del website del autor, Herbert Morote. Por más que el autor (o su editor, si es que lo tuvo) se haya esforzado en dividir el contenido en capítulos más o menos (más menos que más) coherentes, el texto resulta, en efecto, bastante desorganizado. Estoy de acuerdo también en que el autor incurre en una patente contradicción al proclamar objetividad para luego deshacerse en frases y alusiones despectivas a cada momento. Un ejemplo notorio es cuando Morote se refiere a Álvaro Vargas Llosa tratándolo de hijito de sus papis, expresión inaceptable en alguien que dice no estar haciendo de juez.

Hay partes en las que Morote patina aparatosamente. Por ejemplo, para él, la traumática figura paterna se debe tanto o más a los engreimientos de un niño Vargas Llosa malcriado como al despotismo del padre, sin tomar en cuenta el hecho que aquel niño había creído toda la vida que “ese señor” estaba muerto (Morote por supuesto no ignora este hecho pero no lo incluye en sus reflexiones).

Otro error fundamental y que ofende al lector a lo largo del ensayo es el uso de la frase “ese señor, el cholo ese” al referirse al padre de Mario Vargas Llosa. Esto ofende no por la expresión en sí, sino porque Morote la utiliza como si MVLL la hubiera usado o como si la lectura de Un pez en el agua nos hiciera pensar que MVLL muy bien pudiera haber usado tal expresión, lo cual es falso: MVLL se refiere en ocasiones a su padre como “ese señor”, lo cual refleja el distanciamiento que sintió al conocerlo, pero jamás lo trata de “cholo ese” y no hay nada en el libro que sugiera que haya podido utilizar en ningún momento tal expresión para referirse a su padre (lo que MVLL dice es que, según él, su padre tenía un complejo social en relación a los Llosa y que eso tal vez se debió a la pobreza en que creció y menciona además que en el Perú la pobreza achola. De eso lo máximo que se desprende es que MVLL piensa que tal vez su padre se sintió el cholo de los Llosa, por ponerlo de alguna manera, y nada más).

Sin embargo, hay cosas dignas de tomar en cuenta, desde lo que Mario Vargas Llosa calla (por ejemplo, que él fue quién conminó a Julio Ramón Ribeyro a aceptar el cargo que Velasco le ofreció) hasta la idea de que algunos de sus consabidos demonios no sean más que inventos o, por lo menos, exageraciones (logra, me parece, desmitificar la figura antimilitarista de Vargas Llosa).

En suma, “Vargas Llosa, tal cual” me parece un ensayo desorganizado, lleno de errores fundamentales de interpretación (los citados son sólo botones) pero con una que otra idea interesante. El ensayo podría ser muchísimo menos extenso. Le sugeriría al autor, Herbert Morote, que para una eventual segunda edición revise vigorosamente su texto y que antes de publicarlo acuda a otros lectores aparte de Bryce Echenique, quien sin duda tiene un talento envidiable para encontrar orden en el caos.

PVLGO dijo...

Una pequeña corrección a tu post: En ninguna parte de "Vargas Llosa, tal cual" Morote dice ser "gran amigo" de Vargas Llosa. Está muy claro que lo considera sólo un conocido.

PVLGO dijo...

Corrección a mi comentario: Empleo mal el término "desmitificar". Lo que quiero decir es que Morote logra poner en entredicho el
supuesto antimilitarismo de MVLL.

En general, me parece que lo más rescatable de "Vargas Llosa, tal cual" es que resalta varios aspectos de la imagen de MVLL que se deben, más que a la realidad, a los inventos o exageraciones del novelista. Pero este aspecto del ensayo, hay que aclarar, está escondido y disperso: en pocas palabras, hay mucha paja y poco trigo. De todas maneras no me parecería justo ignorar al autor o su obra; yo recomendaría su lectura, pues hay material para hacer un mejor trabajo.

Orlando Mazeyra Guillén dijo...

Yo también me cuento entre los (lamentablemente) poquísimos peruanos que han tenido la suerte de leer un par de libros del escritor Herbert Morote. Y justamente descubrí a Morote leyendo un artículo de Bryce, en donde, entre otras cosas, el autor de Un mundo para Julius afirma lo siguiente: "un libro que debiera ser lectura obligatoria no sólo para los peruanos, sino también para todos aquellos que pretendan entrar sin anteojeras ni tapujos en las mil y una falsificaciones de la realidad peruana. Herbert Morote no pretende hacer un estudio histórico del Perú, sino revisar una tras otra todas las mentiras que los propios peruanos han ido transmitiendo de generación en generación hasta matar una patria en la que el autor pretendió hace poco volver a vivir".
El libro al que se refiere elogiosamente ABE se llama "Réquiem por Perú, mi patria", un ensayo que yo, como lector profano, humildemente también me atrevo a recomendarles.
En verdad. me apena mucho lo sucedido entre estos dos buenos amigos, y lo lamento sobre todo por ABE, quien, luego de prácticamente aceptar el plagio en El Comercio (“Lamento mucho que, debido a la excepcional extensión del artículo que publiqué el 25.06.06, no se haya publicado la nota (...) en que debí agradecer al señor Herbert Morote el manuscrito que me envió desde España, titulado Pero... ¿tiene el Perú salvación?, en el que se aborda extensamente el tema de la educación, y que me fue de gran utilidad en la redacción de mi artículo”), ahora parece desdecirse.
Está claro que la exigua obra de Morote no goza de la fama y el reconocimiento que sí tiene la de Bryce; sin embargo estoy seguro de que lo que hace Morote no tiene nada que ver con un ardid publicitario, pues es lo que menos le interesa. Además hay que recordar que, a pesar de haber publicado muy poco, Morote ya cuenta con un par de premios internacionales (y sé que un premio no garantiza nada, pero si son premios serios pueden ser, como en este caso en particular, un buen referente): XXIX PREMIO DE ENSAYO CIUDAD DE IRÚN 1997 (por el ensayo VARGAS LLOSA, TAL CUAL) y Premio al Teatro Ciudad de San Sebastián, año 2003 (por la obra teatral LA GUÍA DEL HERMITAGE).
Me parece pertinente el contar que luego de leer el ensayo sobre Vargas Llosa lee envié una furiosa carta a Morote, la cual él se dignó responder. Acá unos fragmentos que me parecen muy interesantes:
“YO TAMBIÉN ADMIRO A VARGAS LLOSA, COMO LITERATO, ES LO MEJOR QUE HA DADO EL PERÚ, CREO QUE ESTO LO HE DEJADO BIEN CLARO EN MI ENSAYO. ADEMÁS LE QUIERO DECIR QUE EL PRIMER LIBRO QUE RECIBÍ SE LO ENVIÉ A MARIO, Y LE DIJE QUE ÉL ME OBLIGÓ A ESCRIBIRLO, AHORA MARIO COMO POLÍTICO O PERSONA QUE ENTIENDA DE QUÉ VA LA VIDA, ESO ES OTRA COSA. LE FALTA ALGO QUE SE LLAMA SOLIDARIDAD, Y ESO LE FALTA TAMBIÉN A LOS PERUANOS (…)YO CREO QUE UNO DEBE VIVIR SIN RENCORES, MENOS CONTRA AQUELLOS QUE UNO HA CREADO POR RAZONES DE MARKETING O POR OTRA COSA. SER IDEALISTA, GENEROSO Y VALIENTE ES ACEPTAR LOS CAMBIOS, Y ACEPTAR LOS PROPIOS ERRORES, REÍRSE DE UNO ES MARAVILLOSO. MARIO NO SE RÍE NUNCA DE ÉL, SU EGO SE LO IMPIDE. LOS RENCORES SÓLO REPOSAN EN ALMAS MEZQUINAS. HAY QUE VIVIR ACEPTANDO A LOS DEMÁS, ESO NO QUIERE DECIR ACATANDO SUS ÓRDENES. LA VALENTÍA SE DEMUESTRA EN LA PROTESTA ANTE EL PODEROSO SEA ESTE POLÍTICO O FAMOSO. SEA FUJIMORI O VARGAS LLOSA”.
Aunque le importe a nadie, lo diré: yo soy un ciego admirador del arequipeño universal, pero también admiro, por distintos motivos, a Bryce y a Morote. En el caso particular de Herbert Morote, creo que no es nada fácil atreverse a decir con tanta dureza lo que uno piensa del Perú o lo que uno piensa de un escritor consagrado: el libro en donde habla del Perú me dolió tanto como el otro, en el que habla del Vargas Llosa ‘persona’ (dejando, o pretendiendo dejar, al ‘escritor’ de lado).
No sé si se puede separar claramente al escritor del ser humano de a pie, y tampoco sé si Morote logró hacerlo con acierto. Pero, reitero, sí estoy convencido de que Morote ha denunciado a Bryce por ser más amigo de la verdad que amigo de sus amigos.
Los seguiré leyendo atentamente a los tres… creyendo conocerles un poco más gracias a sus ensayos o novelas… talvez sólo conoceré a los ‘creadores’ y nunca llegaré a descubrir a los bípedos en sus aspectos más pedestres: “Hay perfectos hijos de puta que son grandes escritores”, ha dejado dicho Arturo Pérez-Reverte.

Jomra dijo...

Saludos

Bueno, creo que en este tema es importante la nota aclaratoria que mandó Bryce Echenique sobre el supuesto plagio (insiste en que no hay plagio, pero sí se ayudó de la obra supuestamente plagiada):

«Lamento mucho que, debido a la excepcional extensión del artículo que publiqué el 25.06.06, no se haya publicado la nota que suele aparecer acerca de su autor y, en este caso, también la nota en que debí agradecer al señor Herbert Morote el manuscrito que me envió desde España, titulado "Pero... ¿tiene el Perú salvación?"» (fuente).

En fin, supongo que las cosas no son tan negras ni tan blancas (aunque Morote exagerara al hablar de plagio, Bryce se habría pasado un poco al hablar de puñal en la espalda, sobre todo si partió de ese texto inédito del que sí tenía conocimiento y cuyo agradecimiento no se incluyó en la publicación; ah, claro, y que en esa primera nota mandada por Bryce bien pudo aclarar lo del agradecimiento no publicado por falta de espacio). Todo esto teniendo en cuenta que la carta publicada en El Comercio sea real.

Hasta Luego ;)

Anónimo dijo...

No solo Bryce copia .....

Lo saluda Enrique Castañeda Tuesta - Gerente General de TECNATROP

La presente es para comentarle sobre un caso de infracción a los Derechos de
Autor.



Nosotros denunciamos en el 2003 a la Pontificia Universidad Católica del Perú -
PUCP, ante el INDECOPI, por infracción a nuestros Derechos de Autor, de un
libro que publicamos en el 2000. http://www.tecnatrop.com/abc-ww.htm



Nos dieron la razón en las dos instancias del INDECOPI: oficina de Derechos de
Autor - ODA y en el Tribunal de Propiedad Intelectual - TPI.



Pero la PUCP, sigue negando que cometiera infracción, iniciando un proceso
contencioso administrativo, pidiendo la anulación de las resoluciones el
INDECOPI.



Nosotros hicimos la denuncia penal hace ya mas de un año y todavía no le dan
solución.



Ante todo lo mencionado nos gustaría recibir sus comentarios al respecto.



Para mayores detalles les indico una dirección electrónica donde el INDECOPI
publica en la red la resolución del Tribunal de Propiedad Intelectual.

http://200.121.68.210/SPI_Jurisprudencia/documentos/1-45/2003/2003001230.PDF ,

http://jorgeletralia.blogsome.com/2006/01/28/la-pucp-plagiaria/





Atentamente



Enrique Castañeda Tuesta
DNI 10052591

Teléfono (00511) 4780186

Móvil (00511)98177975

Para mediados de Julio 2007 estara lista la web, con los detalles de la
infraccion

Anónimo dijo...

GUSTAVO FAVERON ESTIMADO AMIGO DEJA DE CRITICAR A TODOS NUESTROS ESCRITORES PERUANOS EN ESPECIAL AL SR. HERBERT MOROTE REVOLLEDO LEI LAS OBRAS DEL SR. HERBERT GUIA DEL HERMITAGE,SIMON BOLIVAR ENEMIGO DEL PERU Y NO SOY NINGUN SOBON DEL ESCRITOR HERBER PERO LA REALIDAD ES UN BUEN ESCRITOR Y TE PUEDO DECIR ALGO ESTAS FALTANDOLE EL RESPETO A ESTE GRAN ESCRITOR Y A LA VEZ UN EXCELENTE EMPRESARIO TRABAJO EN MERK SHARP EN LA AV. REPUBLICA DE PANAMA A TODOS LES RECOMENDABA LA LECTURA CUANDO JUGABA EL GOLF HACIA SUS NOTAS DESCRIPCION DEL CAMPO VERDE Y FLORIDA CON LAS AROMATICAS FRAGANCIA DEL EUCALIPTO,MENTOLADAS BRISAS POR LO CUAL ESTIMADO GUSTAVO APOYA A LOS TALENTOS PERUANOS NOS VEMOS

Anónimo dijo...

You have misjudged Herbert Morote. I think you are jealous and even though you might have written a couple of books does not give you the right to try and trash someone as intelligent as Herbert Morote. I have read his critique of MVLL's Fish in the Water and I agree with Herbert Morote. Herbert Morote's critique is brilliant! He has done it! And I for one applaud his initiative to speak the TRUTH about so much political hogwash.
Vittita@tampabay.rr.com

Vittita dijo...

You have misjudged Herbert Morote. I think you are jealous and even though you might have written a couple of books does not give you the right to try and trash someone as intelligent as Herbert Morote. I have read his critique of MVLL's Fish in the Water and I agree with Herbert Morote. Herbert Morote's critique is brilliant! He has done it! And I for one applaud his initiative to speak the TRUTH about so much political hogwash.
Vittita@tampabay.rr.com