Esta no es una noticia, pues nada sé de este caso que no haya sido ya publicado por otros. Es una simple pregunta: ¿qué pasó con James Oscco? ¿Adónde han llegado los pedidos para investigar el sangriento y feroz asesinano de este poeta y cuentista apurimeño, torturado y muerto salvajemente entre el 18 y el 20 de octubre del año pasado?
Desde que el cadáver de James Oscco Anamaría fue descubierto, en una bolsa, en medio de un basural, a las afueras de Abancay, muchas fueron las protestas y, hasta donde sé, ninguna la respuesta del gobierno, a pesar de que las fuerzas del orden, o fuerzas paramilitares acaso oficialistas fueron desde un principio sindicadas como las posibles ejecutoras del crimen.
Oscco, escritor y maestro universitario, fue alguna vez acusado de terrorismo por el rector de su universidad, sin pruebas que indicaran la veracidad del señalamiento. Al parecer, más bien, era un izquierdista militante y pacífico, comprometido con su propia versión del cambio socialista, que no era la de Sendero Luminoso, y que pasaba más bien por la formulación de proyectos de reestructuración en nuestro sistema educativo. Las circunstancias de su muerte, así, se vuelven incluso más oscuras, más difíciles de rastrear.
Hace ya unos meses que no he vuelto a escuchar sobre su caso, y parece tiempo de preguntar nuevamente si alguien, más allá de los escritores y las organizaciones que protestaron en su momento, está haciendo algún esfuerzo real por desentrañar lo sucedido con Oscco y, claro está, por descubrir la identidad de sus asesinos.
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