Si el cardenal Juan Luis Cipriani, en su puesto al frente de la Iglesia Católica ayacuchana, durante los años de la violencia política, hubiera defendido a las víctimas del conflicto con la misma elocuencia con que se defiende a sí mismo, quién sabe, acaso miles de personas habrían salvado la vida. O, cuando menos, él habría salvado su conciencia.
Pero nunca dijo nada, nada de nada acerca de los millares de asesinatos que unos y otros cometían en su cara. Prefirió enterrar la nariz y dejar que los criminales enterraran, a su vez, a miles de personas en cientos de fosas comunes.
Ah, pero ahora Cipriani, mientras celebra la llegada del Opus Dei al gobierno, con Rafael Rey aupado en el poder de la mano de García y Giampietri, sí se siente autorizado y animado a hablar.
¿Y qué dice? Dice que el Informe final de la CVR es denigratorio. ¿Denigratorio contra quién? Contra los asesinos y, por supuesto, contra él mismo. Para esta criatura divina ni la verdad ni la reconciliación cuentan; sólo cuenta salvar el propio pellejo.
Yo no sé si hay o no hay un infierno. Pero si lo hay, espero que sea bastante más hondo que las fosas comunes que Cipriani nunca pensó dignas de mención, en la época aquella en que su silencio traicionó las expectativas de sus propios feligreses. Y ojalá en ese infierno, como en el de Dante, el círculo peor, el más cruel, esté reservado a los traidores.
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4 comentarios:
Acuérdate Gustavo, de que Cipriani sí dijo algunas perlas. Como declarar que los derechos humanos eran "una cojudez". Ante las cámaras de TV. Y fue muy activo en el rol de legitimar, con lo que él mismo considera ser su papel asignado directamente por Dios, el régimen autoritario y corrupto de Fujimori. Además de eso, fue también muy activo en perseguir y denunciar --y también, como no, poner en peligro-- a todos aquellos que trabajaron contra la violencia y por la justicia social en Ayacucho. Incluso algunas de estas personas constantemente atacadas por él eran miembros de la Iglesia que él pretende representar. ¿Su delito? No someterse a sus lineamientos autoritarios y estúpidos.
Vaya caradura la de este tipejo. sin duda, para él los derechos humanos siguen siendo "una cojudez" y ahora se siente fortalecido con el autor intelectual (alan) el perpetrador (giampietri) y el defensor (rey) de los mayores atropellos y crímenes de nuestra historia.
Hoy más que nunca hay que estar con los ojs abiertos porque se viene una campaña de demolición contra a CVR. El diario que dirige Juan Carlos Tafur ya comenzó y Correo o La razón no se quedarán atrás.
pd. en aquella ocasión (lo de "cojudez") cipriani dijo que el peridista le hizo trampa, porque le había dicho que tenñia la grabadora apagada. Con este cardenal cristo estaría avergonzado.
Una acotación
Según leo repetidamente de Aldo Mariátegui, Cipriani se refería a la Coordinadora de Derechos Humanos como cojudez. Cita para ello a Caretas. Sería interesante que alguien confirme o no la famosa frase.
ECG
yo la famosa frase la oí de sus propia boca en un noticiero durante esos años. no puedo citar exactamente el día ni la hora, pero de que lo escuché y quedé alucinado, pueden creerme, y no debo ser el único. doy fe.
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