31.8.06

Las afinidades conflictivas

Hoy, primer día de clases en el college, decidí ordenar un poco mi biblioteca. Por un rato, me pregunté qué modo de clasificación seguir y de pronto recordé uno ideado pormi amigo el poeta Óscar Limache, a quien no veo desde que (él) era flaco.

Óscar solía decir años atrás que algún día organizaría su biblioteca disponiendo los libros según cierta forma de afinidad. No recuerdo sus ejemplos exactos, pero, digamos, la idea era más o menos así:


Junto a
Rojo y negro pondría La roja insignia del valor y a su lado Caballería roja y Abril rojo. Al lado de Abril rojo, colocaría No me esperen en abril, y al lado Esperando a Godot y los Cantos de vida y esperanza.

Junto a los
Cantos de vida y esperanza, dispondría Vida, instrucciones de uso y las Vidas paralelas, seguidas de las Vidas para leerlas y Vida del pintor viajero.

Siguiendo a
Vida del pintor viajero colocaría Una noche de invierno un viajero. Y al lado, Sueño de una noche de verano y el Primero sueño y Sueños digitales y El sueño de la muerte, de Quevedo.

De inmediato, junto a
El sueño de la muerte, pondría La muerte de Artemio Cruz y junto a ella La muerte de un viajante. Siguiendo a La muerte de un viajante, La muerte en Venecia. Junto a La muerte en Venecia, El mercader de Venecia. Y así...

Pero uno puede prestar más atención a los detalles.

El volumen de cuentos donde aparece "
Continuidad de los parques" debería ir al lado de
Los siete locos, de Roberto Arlt, pues el sillón de terciopelo verde donde lee su libro el personaje cortazariano tiene que ser el mismo sillón de terciopelo verde en el que proyecta sus conspiraciones el Astrólogo de Arlt.

¿Y qué si resulta que ese mismo sillón es el canapé de terciopelo verde donde reposa la condesa
Mathieu de Noailles, en el cuadro de Zuloaga? Tendré que poner mi libro de Zuloaga junto a los anteriores. ¿Y qué si además todos esos sillones son el mismo sofá de terciopelo verde sobre el cual está reclinada Natasha Gelman en el retrato que le pintó Diego Rivera...?

(He aquí la razón por la cual uno no debe pedir a un poeta consejos para una labor tan prosaica como la de poner unos libros al lado de otros).

2 comentarios:

PVLGO dijo...

Para eso estamos los bibliotecarios...

Gabriel Ruiz-Ortega dijo...

Hace unos años intenté ordenar mi biblioteca, pero no llegé a cumplirlo porque mientras pensaba en cómo colocar los libros, supe que el desorden (orden)estaba muy ligado a experiencias biográficas. Por ejemplo, la mejor novela de Paul Auster, El palacio de la luna, me la regalaron en una discoteca - bar, ante una pantalla gigante en la que se proyectaba un video de The Who. Días después decidí hacerle un regalo a la persona que me regaló la novela, así es que compré un libro sobre The Who, de Chris Welch, pero nunca llegué a obsequiarlo, devoré el libro, y sin querer, lo coloqué al lado de El palacio de la luna. El orden cronólogico en el que llegan los libros es el mejor criterio de orden, a mi entender.
Ss
Gabriel.